sábado, 25 de julio de 2009

LOS PENSAMIENTOS

Tus pensamientos son como fantasmas. Simplemente sigues creyendo en ellos, sin intentar nunca tener un encuentro, sin volverte nunca hacia ellos y mirarlos. Los pensamientos son lo más insustancial que hay en el mundo, no hay nada material en ellos. Te quedarás sorprendido al ver que cualquier pensamiento al que miras fijamente sencillamente se desvanece. No puede soportar tu acecho.

La mente es un cementerio de cosas muertas, recuerdos pasados, experiencias, sombras…todo sombras. Pero poco a poco se vuelven tan densas que crean una cortina oscura a tu alrededor.

Si quieres escapar de tu sombra ¿Qué crees que tienes que hacer? ¿Correr? La sombra te seguirá donde quiera que vayas, estará contigo; es tu sombra. Y una sombra no es una existencia, es un fantasma. La única manera de librarte de ella es volverte y mirarla y tratar de descubrir si tiene alguna sustancia. ¡No es nada!, es pura negatividad. Es solo porque estás obstaculizando los rayos del sol y el sol no puede pasar, y la ausencia del sol crea la sombra.

Esto es exactamente lo que pasa con tus pensamientos. Como no estás vigilante, como no estás en silencio, como no puedes ver las cosas claramente sin ninguna perturbación, los pensamientos remplazan a la consciencia.

A no ser que te vuelvas consciente, los pensamientos continuarán.

La mente no es “tú”, es otro. Tú eres un solo observador. Y tan solo unos pocos vislumbres de lo que es observar, te prepararán para salirte de lo que crees, sin ninguna lucha, sin ningún esfuerzo, sin ninguna práctica.

La gente sigue pensando o creyendo en cualquier cosa que es consoladora, sus fantasmas, sus santos, sus cielos, sus infiernos…todo eso son solo consuelos. Un hombre verdadero necesita agallas para salirse de todo ese lío de pensamientos y creencias. Y la única manera de salirse de él, es volverte testigo de tu propio proceso de pensamiento, pero tú nunca lo intentas y sigues pensando que es lo más difícil que hay.

Desecha estas ideas. Deja que suceda en esta vida, de lo contrario no permitirás que suceda en ninguna vida, lucha contra ello. O en esta vida o nunca.

Ahora o nunca, sabrás que no eres mente, sabrás lo que realmente eres. Y saberlo es haber alcanzado todo lo que merece la pena alcanzarse.

sábado, 18 de julio de 2009

EL INTELECTO


Cuando alguien se identifica con el intelecto, nace la intelectualidad; cuando alguien sigue siendo el dueño de sí mismo sin identificarse con el intelecto, nace la inteligencia. El intelecto es el mismo. Todo depende si te identificas con él o lo trasciendes. Si te identificas es intelectualidad, si no lo haces es inteligencia.

La inteligencia tiene una importancia tremenda, la intelectualidad es una barrera. La intelectualidad, a lo sumo puede producir eruditos, personas prolijas que siguen sin parar, tramando y urdiendo sistemas de pensamientos que no tienen ninguna sustancia en absoluto.

En el cometido científico, la inteligencia hay que enfocarla en el mundo objetivo, en la exploración espiritual, la inteligencia tiene que ir hacia dentro. Es la misma inteligencia, solo cambia de dirección. En la ciencia, el objeto, el objeto externo, es la meta de la investigación; en el ámbito espiritual, tu aventura es tu subjetividad, tu interioridad. La inteligencia es la misma.

Si te vuelves un intelectual, entonces no serás un científico, escribirás historias de la ciencia o filosofía de la ciencia, pero no serás un científico, un explorador, un inventor, un descubridor por ti mismo. Estarás simplemente acumulando información. Si, eso también tiene cierta utilidad, en lo que respecta al mundo externo, incluso la información tiene una cierta utilidad limitada. Pero en el mundo interno, no tiene utilidad en absoluto, es una barrera, tiene un efecto negativo sobre la experiencia interna.

En la ciencia, la concentración es suficiente, a los sumo es necesaria la contemplación. En el mundo interno, la meditación, es el único camino; la concentración no es necesaria, no es una ayuda, es un obstáculo positivo, así, solo la meditación puede traer consigo la revolución interna.

Meditación significa salirse de la mente, mirar a la mente desde afuera. Ese es exactamente el significado de la palabra éxtasis: estar fuera. Estar fuera de la mente te trae éxtasis, te trae gozo y se libera una gran inteligencia. Cuando estas identificado con la mente no puedes ser muy inteligente, porque te identificas con un instrumento y por lo tanto quedas confinado a un instrumento y sus limitaciones. Y tú, eres ilimitado, eres conciencia.

Usa la mente, pero no te vuelvas ella, úsala como usas otras máquinas. La mente es una hermosa máquina, si puedes usarla te servirá, si no puedes usarla y ella empieza a usarte a ti, es destructiva, es peligrosa, te causará inevitablemente algún problema, alguna calamidad, alguna desventura, porque una máquina es algo ciego, no tiene ojos, no tiene visión.

La mente solo puede seguir repitiendo lo que ha sido introducida en ella, es como un ordenador, primero hay que introducir los datos y entonces se convierte en un gran depósito de información dentro de ti. Pero tú, deberías seguir siendo el amo para poder usarla, de lo contrario te gobernará.

domingo, 12 de julio de 2009

LA ESTUPIDEZ

Estupidez no significa ausencia de inteligencia, significa simplemente cuando no la usas. Es porque los seres humanos tienen inteligencia: por eso pueden ser estúpidos. Si no está presente la inteligencia, no puedes llamar estúpidos a los seres humanos.

No puedes llamar estúpida a una roca: una roca es una roca, no se plante la cuestión de la estupidez. Pero si los puedes llamar así a los seres humanos, porque con ellos hay esperanza, hay un rayo de luz. Con el ser humano se abre una puerta hacia el más allá. El hombre puede trascenderse a si mismo y no lo está haciendo: esa es estupidez. Puede crecer y no está creciendo, se está aferrando a todo tipo de inmadurez: esa es su estupidez, o empieza a vivir de su pasado o a proyectar el futuro que no existen: esa es su estupidez.

Deberías vivir en el presente con profunda pasión, con gran amor, con intensidad, con consciencia, y eso se convertirá en tu inteligencia.

La inteligencia y la estupidez no son energías separadas. La energía que opera en armonía es inteligencia, la misma energía operando en contradicciones es estupidez. El hombre puede ser estúpido; pero no pienses que eso es una desgracia. En la superficie parece que es una desgracia, pero oculta bajo ello hay una gran gloria, un gran esplendor, que puede descubrirse.

Pero la sociedad, lo que llamas religiones, Estado, en fin, la masa, quieren que seas estúpido. Nadie quiere que seas inteligente. Todos te condicionan para que sigas siendo estúpido toda tu vida, por la sencilla razón de que las personas estúpidas son obedientes. Las personas inteligentes empiezan a pensar por su cuenta, empiezan a convertirse en individuos, empiezan a tener su propia vida, su propio estilo de vida, su propia manera de ver, de ser, de crecer. Ya no forman parte de la masa: no pueden. Y entonces, la masa se siente ofendida; la masa no quiere que nadie sea más que la “persona corriente”; está en contra de que alguien corriente se vuelva más inteligente, más individual, más consciente, y deje de formar parte de la psicología de la masa.

Y todas las sociedades necesitan esclavos, necesitan personas que funcionen como robots o como máquinas. No quieren personas, quieren mecanismos. Por eso todo el condicionamiento se encamina a fortalecer el ego. Eso sirve para un doble propósito. En primer lugar, le da a la persona la sensación de que ahora puede luchar en la vida. Y en segundo lugar, es bueno para los propósitos de todos los intereses creados. Pueden explotar a la persona, pueden utilizarla como un medio para sus propios fines.

Una persona inteligente nunca puede utilizar a otra persona como medio, respetará al otro. Una persona inteligente será capaz de ver la igualdad de todos. Si, también verá las diferencias, pero estas no importan en lo que respecta a la igualdad. Tendrá un profundo respeto por la libertad de los demás: no puede explotarlos, no puede reducirlos a cosas, no puede convertirles en trampolines para la consecución de algún deseo absurdo de ser el primero.

Aunque la sociedad destruye tu inteligencia, no puede destruirla totalmente, tan solo la cubre de muchas capas de información. Y toda la función de la meditación es llevarte más profundamente dentro de ti mismo. Es un método para ahondar en tu propio ser, hasta llegar a las aguas vivas de tu propia inteligencia, hasta descubrir la fuente de tu propia inteligencia.

domingo, 5 de julio de 2009

LA LIBERACIÓN

Has visto un río descendiendo de las montañas? Recorre miles de kilómetros y luego, un día, desaparece en el océano. Si el río fuera un gran pensador y empezara a pensar diría: “Esto es ir hacia abajo. No debería hacer esto. Mi morada está en las montañas. Esto es un pecado. Cayendo por un glaciar, yendo hacia la tierra desde las alturas del cielo…”

Si los ríos fueran pensadores se volverían locos, porque esto de ir hacia abajo, es decender al infierno. Pero los ríos no son pensadores, como lo son los hombres. Son muy afortunados. Lo aceptan. Era la voluntad de Dios el que estuvieran en las cimas, ahora es su voluntas el que explores las profundidades.

Y una persona que realmente quiere conocer las alturas, también ha de conocer las profundidades, de otro modo no podría conocerlas. La sima es la otra cara de la altura. Cuanto más alto es el pico de la montaña, más profundo es el valle. Si quieres conocer realmente a un árbol deberás conocer también que son las raíces. El árbol asciende y las raíces descienden y entres estos dos movimientos existe el árbol. Esta es la tensión que le da vida al árbol.

El río se mueve confiado, sin saber hacia donde va, nunca antes ha estado por allí y no dispone de mapas ni de guías que lo guíen. Pero él confía, si es así como sucede, ha de ser bueno, continúa bailando y cantando. Y luego, un día, todo río, tanto si fluye hacia el oriente como al occidente, al norte o al sur, no importa, todo río, al final alcanza lo supremo, desaparece en el océano, en él ha alcanzado su máxima profundidad. Ahora se ha completado el viaje, ha conocido las cumbres y ha conocido las profundidades del océano. Ahora la experiencia es total, ahora el círculo se ha completado, ahora el río puede desaparecer en el nirvana.

Esto es lo que es la liberación.

La mente del hombre es muy astuta, quiere manipular hasta la relación de amor. La mente es la gran controladora, su obsesión es controlar todo, de ahí surgen las técnicas, y un hombre que vive de técnicas, es una mente cerrada. Lo planea todo, y aunque sus planes se vean realizados, no es feliz, porque son sus planes. Son tan pequeños como es él, y aunque tenga éxito, luego sentirá el fracaso, si te las arreglas para hacerlo todo por ti mismo, no le estás dando ni una sola oportunidad a Dios para que penetre en ti, para que tome el control sobre sus espaldas, crees que has de ser independiente, crees que no hay otra forma de ser mas que ser autosuficiente. Permaneces innecesariamente pobre.

Ábrete a lo divino. Vive de modo natural, sin intentar mejorar, sin vivir a través de las ideas, sin vivir a través de las disciplinas morales, vive sencillamente una vida natural. La naturaleza debería ser tu única disciplina y todo aquello que es natural es bueno, porque así es como Dios quiere que sea, desea que sea. Si eres capaz de aceptar tu vida con una inmensa gratitud, esa es la forma en que Dios quiere que sea.

Sé simple: fluye como el río.

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