sábado, 25 de mayo de 2013

EL OMBLIGO, LA MENTE Y EL CORAZÓN

Hay que crear un nuevo hombre, es absolutamente esencial que cambiemos el centro de la vida del hombre. Si ese centro está más cerca del ombligo que de la cabeza, estará más cerca de la energía vital

¿Por qué digo esto? En este contexto es necesario entender algunas cosas más. El niño que se desarrolla en el vientre de la madre, el feto que se está desarrollando está conectado con la madre a través del ombligo. La energía vital de la madre fluye hacia el niño a través del propio ombligo. La energía vital de la madre es un flujo muy desconocido, muy misterioso, que nutre a todo el ser del niño a través de su ombligo. Después el niño se separa de la madre, nace. Inmediatamente después de su nacimiento su cordón umbilical debe ser cortado y comienza la separación de su madre.

Es absolutamente necesario separar al niño de la madre; de lo contrario, no tendrá vida propia. Llegado a este punto, el niño que ha crecido dentro de la madre y que ha sido uno con su cuerpo tiene que separarse de ella. Esta separación sucede cuando se corta la conexión que tenía con ella a través del ombligo. Cuando se corta esta conexión, la energía vital que recibía a través del ombligo se detiene totalmente. Todo su ser comienza a temblar. Todo su ser empieza a pedir ese flujo de energía que estaba recibiendo hasta ayer y que se ha detenido de pronto.

El dolor que siente el niño, el llanto después de nacer, no es debido al hambre, sino al dolor de la separación y desconexión de la energía vital. Su conexión con toda la energía vital se ha interrumpido; la fuente de donde obtenía la vida hasta ayer ahora ya no existe. El niño lucha por vivir, y si el niño no llora, los médicos o las personas que saben dirán que algo va mal. Si el niño no llora significa que no será capaz de sobrevivir. Si no siente que ha sido separado de la energía vital sólo puede querer decir una cosa: que su muerte está próxima y no podrá sobrevivir. Por eso se intenta conseguir que el niño llore. Su llanto es absolutamente necesario, porque si tiene que vivir deberá saber que ha sido separado de la energía vital. Si no lo sabe estará en un gran peligro.

Entonces es cuando el niño intenta reconectarse con su energía vital de alguna otra manera. Y se vuelve a conectar a través de la leche de la madre. De modo que la segunda conexión del niño es con el corazón. Junto al corazón de su madre, su propio centro del corazón también empieza a desarrollarse y el centro del ombligo se olvida. El centro del ombligo debe ser olvidado porque ha sido desconectado, ya no está relacionado con él. Y la energía que recibía a través del ombligo ahora empieza a recibirla a través de la boca. De nuevo está unido a la madre. Se crea un nuevo circuito a través del cual se conecta.

Te sorprenderá saber que si un niño no consigue su alimento a través de la leche de su madre, si no es alimentado con la leche materna, su energía vital será débil toda la vida. Puede alimentarse también con otras cosas, pero si no recibe regularmente el toque cálido del corazón de su madre, su vida se frustrará para siempre, y la posibilidad de vivir una larga vida se verá reducida. Los niños que no son alimentados con la leche materna nunca podrán alcanzar mucha dicha ni silencio en sus vidas.

La generación más joven de Occidente, y gradualmente también de India, está cargada de rebelión. El motivo más importante de esto, la causa primigenia, es que muchos de los los niños occidentales no están siendo alimentados con la leche de su madre. Su respeto por la vida y su relación con la vida no están llenas de amor. Su energía vital ha recibido muchos golpes desde su misma infancia y han dejado de ser amorosos. En esos golpes, en la separación de su madre, se han separado de la vida en sí porque, fundamentalmente, para el niño no hay más vida que su madre.

En cualquier parte del mundo, en cualquier lugar que las mujeres reciban educación, éstas no quieren criar a sus hijos teniéndólos cerca, y el efecto de esto ha sido muy perjudicial. En las sociedades tribales los niños se alimentan de la leche de la madre durante un largo tiempo. Cuanto más culta es una sociedad, antes se desteta a los niños. Cuanto antes se separa a los niños de la leche materna, más dificultades tienen para experimentar paz en sus vidas. Hay un profundo resentimiento que prevalece en sus vidas desde el principio. ¿Con quién se vengarán de esta inquietud? Se vengarán con sus propios padres.

En todo el mundo los niños se están vengando de sus padres. ¿De quién más se pueden vengar? Ellos mismos no saben el tipo de reacción que están teniendo, el tipo de rebelión que está naciendo en ellos, el fuego que se está encendiendo dentro de ellos. Pero, inconscientemente, muy en el fondo, saben que ésta rebelión es el resultado de haber sido separados de la madre demasiado pronto. Sus corazones lo saben pero sus intelectos no. El resultado es que se vengarán de sus madres y sus padres, se vengarán de todo el mundo.

El niño que está en contra de su madre y de su padre no puede estar a favor de Dios. No hay ninguna posibilidad de que esté a favor de Dios porque los primeros sentimientos que tiene hacia Dios son los que tiene hacia su madre y su padre.

No es por casualidad que en todo el mundo Dios reciba el nombre de «el Padre». No es por casualidad que veamos a Dios como una imagen de nuestro padre. Si las primeras experiencias de un niño son la confianza, la gratitud y la reverencia hacia su madre y su padre, entonces desarrollará la misma experiencia hacia Dios, pero no al contrario.

Tan pronto como nace le separan de su madre. Su segunda fuente de energía vital está relacionada con el corazón de su madre. Pero, llegado un momento, también se tendrá que separar de la leche materna.

¿Cuándo llega el momento apropiado? Este momento no llega tan pronto como nosotros pensamos. Los niños deberían estar cerca del corazón de la madre durante más tiempo si queremos que su amor y su corazón se desarrollen correctamente a lo largo de sus vidas. Se les obliga a separarse demasiado pronto. Una madre no debería separar a su hijo de la leche, debería permitir que el hijo se separase por sí mismo. Llegará un momento en el que el niño se separe por sí mismo. Que la madre fuerce la separación es como sacar al niño del útero a los cuatro o cinco meses en lugar de permitir que salga a los nueve meses. Separar al niño de su leche antes de que él decida que puede hacerlo es tan perjudicial porque el segundo centro, el centro del corazón del niño, tampoco se desarrolla correctamente.

Es muy necesario que el niño se quede junto a los pechos de su madre el tiempo suficiente como para que su desarrollo psíquico y psicológico tenga lugar de la forma adecuada. De lo contrario, su centro del corazón no se desarrollará apropiadamente: será inmaduro, subdesarrollado, atascado. Y cuando el centro del corazón permanece subdesarrollado, empieza a suceder algo imposible: la persona intenta completar con la mente el trabajo que no ha podido completar el corazón, que no ha podido completar el ombligo. Este esfuerzo complica aún más las cosas, porque cada centro tiene su función y cada centro sólo puede hacer su trabajo, no puede hacer el trabajo de los demás centros.

Ni el ombligo ni la mente pueden hacer el trabajo del corazón. Pero en cuanto el niño es separado de la madre sólo le queda un centro sobre el que recae todo el peso: es el centro de la mente. La educación, la enseñanza, las escuelas y los colegios se han creado para el centro de la mente. Entonces sucede que sólo pueden progresar en la vida aquellas personas cuya mente está más desarrollada y es más capaz. Comienza una carrera e intentan hacer todo el trabajo con la mente.

El amor de una persona que ama con la mente será falso, porque la mente no tiene nada que ver con el amor. El amor sólo puede suceder a través del corazón, y no a través de la mente. Pero el centro del corazón no se ha desarrollado adecuadamente, de modo que empiezas a usar la mente. Incluso ¡piensas sobre el amor! El amor no tiene nada que ver con el pensamiento pero, en ti, incluso el amor se expresa como un pensamiento. Por eso hay tanta sexualidad en el mundo.

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