sábado, 31 de agosto de 2024

LO INDIVISIBLE

 

¿Qué hacer para conocer lo indivisible? Simplemente pon a un lado el mecanismo que divide, esto es lo que es la meditación. ¡Pon la mente a un lado y observa! ¡Observa sin la mente! ¡Estate consciente sin la mente! ¡Ve! y no permitas que los pensamientos se pongan como una cortina entre tú y el universo. Cuando las nubes y el pensamiento no están presentes, y el sol brilla con total consciencia, el mundo es uno.

"Cuando hagas a los dos en uno, y cuando hagas a lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno, y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagas lo masculino y femenino en uno solo, de tal modo que lo masculino no sea masculino y lo femenino no sea femenino, entonces entrarás en el reino".

Y la mayor y más profunda distinción es entre lo masculino y lo femenino. ¿Has observado que nunca te olvidas de que alguien es hombre o mujer? Puedes olvidar su nombre, puedes olvidar su religión, puedes olvidar su cara completamente, pero nunca olvidas si es un hombre o una mujer. Parece que es imposible olvidarlo. Esto significa que el impacto más profundo en tu memoria es hecho por esta división.

Alguien que conociste hace veinte años; no puedes recordar nada, el rostro ha desaparecido, el nombre ha desaparecido, pero era hombre o mujer, eso permanece, se pega. Eso hizo el impacto más profundo en ti, como si lo primero que vieras en el otro es si es un hombre o una mujer. Lo primero que ves y lo último que permanece contigo. Puede ser que no lo estés haciendo conscientemente, pero cada vez que ves a una persona lo primero que notas es si es un hombre o una mujer. Si es mujer te comportas de una manera, si es hombre te comportas de otra forma diferente. Si es mujer, entonces tu hombre interior es atraído ya sea que lo sepas o no. Puedes estar inconsciente de eso, pero tu comportamiento se vuelve más tierno.

Ahora la gente que administra supermercados lo sabe bien. Así que todos los vendedores son reemplazados poco a poco por vendedoras. Tiene que ser así: si los compradores son hombres; entonces es mejor tener vendedoras, porque entonces el comprador no puede decir no tan fácilmente como puede decírselo a un hombre. Cuando una mujer te pone un zapato al pie, cuando te toca los pies, una mujer bella, de pronto el zapato ya no es importante, el zapato se vuelve secundario. Te puede estar ajustado pero dices: "¡Hermoso! Está bueno", tienes que comprarlo. Estás comprando a la mujer no al zapato.

Por eso es que con todo anuncio, razonablemente o no razonablemente, relacionado o no relacionado; consistente o inconsistente; no importa qué tengas que vender, un carro, zapatos o cualquier cosa, tienes que poner una mujer desnuda. Porque el carro no es lo que has comprado sino a la mujer en el carro. El sexo es comprado y vendido, todo lo demás es superficial.

En lo profundo estás buscando sexo en todas partes, Jesús dice: "Y no serás inocente si permaneces buscando sexo". Entonces permaneces dividido: si eres hombre, entonces estás buscando una mujer, si eres mujer estás buscando un hombre. Entonces la búsqueda continuará interesada en lo externo, no puede volverse interna, no puedes moverte hacia adentro, no puedes estar meditativo. La mujer te perturbará, te seguirá. Si resistes, si luchas, si cierras tus ojos, se volverá más y más bella, te tentará.

¿Qué hacer? ¿Cómo trascender esta dualidad? Muchos métodos han sido usados. La mayoría de ellos son simples engaños. La gente dice: "Piensa que toda mujer es tu madre". No habrá mucha diferencia, es un engaño. "Piensa que toda mujer es tu hermana", no hay diferencia, porque ella permanece siendo mujer. Hermana o madre, no hay diferencia, sigue siendo una mujer y tú sigues siendo un hombre. Y la búsqueda profunda continúa, y esa búsqueda es tan biológica que está atrás de tu consciencia, es una "subcorriente".

¡Observa! Estás sentado en tu cuarto, entra una mujer. Obsérvate a ti mismo, qué es lo que sucede. ¡De pronto eres una persona distinta! Y si es bella, entonces estás aun más transformado. ¿Qué sucede? Inmediatamente ya no eres tú, sólo el hombre existe; tú ya no eres, sólo las hormonas sexuales. Ellas comienzan a funcionar y te ponen de lado, tu consciencia se pierde, te vuelves casi inconsciente, te comportas como si estuvieras ebrio.

Hasta ahora no hemos podido descubrir un alcohol mayor que el sexo, una droga mayor que el sexo: inmediatamente cambia todo. Si tomas drogas las cosas se vuelven más coloridas, el sexo es una droga estructural.

Cada vez que estás sexual las cosas se vuelven más coloridas; todo tiene una apariencia diferente, un brillo diferente; estás con más vida, no caminas, corres; no dices nada, cantas. Tu vida se ha vuelto un baile, estás viviendo en una dimensión diferente.

Cada vez que no hay sexo de pronto estás de nuevo en el mundo llano. En el mundo de las cosas descoloridas, sin brillo. No puedes cantar, no puedes correr, todo se ha vuelto aletargado. De nuevo entra una mujer en tu vida o un hombre, y todo toma nuevo color, se vuelve un romance, se vuelve una poesía. ¿Qué está sucediendo? Y si esto continúa sucediendo entonces estarás de nuevo en una dualidad, la más profunda, y esta dualidad no permitirá que veas lo real. Y lo real es bienaventurado, no es feliz ni infeliz.

Lo real está más allá de la felicidad, de la infelicidad. No es ni tenso ni relajado; no es ni oscuridad ni luz, está más allá. Toda la dualidad ha cesado, entonces estás bienaventurado, los hindúes han llamado a eso anand, está más allá de la dualidad. No puedes decir que un sabio esté feliz. No está feliz, porque la felicidad tiene que ser seguida por la infelicidad. No puedes decir que un sabio esté infeliz. Un sabio está en bienaventuranza, él ha pasado la dualidad. Ahora no hay montañas ni valles; se mueve en lo plano, se mueve en un solo nivel. No hay subidas ni bajadas, porque las "subidas" y "bajadas" existen como dualidad.

Así que Jesús dice: "Cuando no hay nada arriba ni abajo, ni subida ni bajada, cuando no hayan dos, no puedes escoger, simplemente existes. Y la existencia está en un solo nivel: no hay olas, el océano es absolutamente silencioso y sin olas, ni siquiera una pequeña onda, porque nada sube y nada baja. El océano se ha convertido en algo como un espejo, sin ondas, toda la agitación ha cesado.

Toda la agitación es a través de la dualidad, y el sexo es la base de toda la dualidad. Puedes dejar todas las otras cosas muy fácilmente, pero la cosa básica que ha de dejarse es el sexo. Y eso es lo más difícil, porque está en cada célula del cuerpo, cada célula de tu ser, eres un ser sexual, naces como un ser sexual. Por eso es que Jesús dijo: "A menos que nazcas de nuevo, nada ayudará". Tal como estás, permanecerás tenso; tal como estás permanecerás en desgracia.

sábado, 24 de agosto de 2024

LAS DISTINCIONES

 




L
os místicos son tontos para los especialistas en lógica, porque no hacen distinciones, y distinción es todo lo que tienes que hacer; tienes que saber ¡qué es qué! Y cuanto más distinciones puedas hacer, piensa la lógica, más cerca estarás a la realidad. Por eso es que la ciencia, la cual sigue a la lógica, la que es la aplicación de la lógica y nada más, ha llegado hasta el átomo; haciendo distinciones, poco a poco, separando todo, han alcanzado al átomo.

Y la religión, no separando sino uniendo, borrando las divisiones, no haciéndolas, ha alcanzado lo último, lo uno. La ciencia ha llegado al átomo, lo que significa lo mucho, lo infinitamente mucho; la religión ha alcanzado lo uno, lo infinitamente uno. El enfoque es: la ciencia usa la mente, la mente crea divisiones, distinciones claramente definidas; la religión no usa la mente, entonces todas las divisiones desaparecen, entonces todo se convierte en todo lo demás, las cosas se unen. Los árboles se unen con el cielo, el cielo cae en los árboles; la tierra se encuentra con los cielos, el cielo alcanza la tierra.

Y si miras profundamente a la vida, encontrarás que estos místicos están correctos. Todas las divisiones están hechas por el hombre, en realidad no hay divisiones. Son útiles, utilitarias, pero no verdaderas; ayudan en ciertas formas, pero también impiden en algunas otras formas.

Trata de distinguir: durante la última semana te has estado sintiendo muy infeliz; ¿puedes señalar con exactitud el momento en que sentiste la infelicidad? ¿Puedes trazar una línea? ¿Puedes decir: "Exactamente este día a las nueve y media en punto sentí la infelicidad"? No, no lo puedes señalar. Si buscas, de pronto encontrarás que todo es vago, no puedes decir cuándo sentiste la infelicidad. Después estarás feliz, observa cuando te sientas de nuevo feliz. Puedes no haberte dado cuenta porque no estabas consciente en el pasado, pero ahora estás infeliz y en algún momento estarás feliz, porque la mente no puede permanecer en el mismo estado para siempre. No puedes hacer nada. Aun si quisieras permanecer infeliz permanentemente, no podrías. Entonces observa exactamente en qué momento te volverá la felicidad de nuevo. Te vendrá la felicidad y de nuevo se te escurrirá el momento, será vago.

¿Qué quiere decir? Significa que la felicidad e infelicidad no son dos cosas. Por eso es que no puedes hacer la distinción: la una se disuelve en la otra. Se unen entre sí, sus límites se disuelven entre sí. Realmente no tienen límites, son como una ola, son como la montaña y el valle: el valle sigue a la montaña; la ola viene y el vacío le sigue a la ola. ¿Dónde comienza la montaña y donde termina el valle? En ninguna parte. ¡Ambos son uno!

Es tu mente la que dice: "Este es el valle y ésta es la montaña". ¿Puedes tener una montaña sin el valle? Puedes tener un valle sin la montaña? ¿Puedes tener felicidad sin infelicidad? Si lo estás tratando, entonces estás tratando lo imposible. ¿Puedes tener infelicidad sin felicidad? ¡Olvídalo!, porque esta felicidad e infelicidad es más poética. Salud, enfermedad, es más fisiológico. ¡Observa! Cuando te enfermas, exactamente ¿dónde puedes trazar el límite? Y cuando sanas, nadie puede trazar una línea de demarcación... la enfermedad se vuelve salud y la salud se vuelve enfermedad; el amor se vuelve odio y el odio se vuelve amor; la cólera se vuelve compasión y la compasión se vuelve cólera, puede ser incómodo imaginarse esto pero los místicos están en lo cierto.

Fuiste un niño: ¿cuándo te volviste joven? ¿Cuándo te comenzó la juventud? Estás joven, algún día te volverás viejo. Observa y marca eso en el calendario: "Este día me volví viejo". Y si no puedes hacer la distinción de cuándo te volviste viejo, ¿puedes hacer la distinción de cuando estuviste vivo, de cuándo moriste? Aun los científicos están en muchas dificultades sobre eso, de cuándo declarar muerto a un hombre. Todo lo que se sabe hasta ahora es sólo utilitario, no la verdad.

¿Cuándo declarar muerto a un hombre? ¿Cuándo no está respirando? Pero han existido yoghis, que han demostrado en los laboratorios científicos, que pueden permanecer sin respirar aun por diez minutos. Así que: "Cada vez que un hombre muere ya no respira", ese no puede ser el criterio de la muerte. Puede ser que no vuelva a respirar de nuevo, pero éste no es el criterio, porque la gente ha demostrado que puede permanecer por diez minutos sin respirar. Este hombre puede ser un yoghi, puede ser que no desee regresar, pero no tienes derecho ha declararlo muerto. Pero tenemos que declararlo muerto porque tiene que disponerse de los muertos.

¿Cuándo está realmente muerto un hombre? Cuando su corazón deja de latir o cuando su cerebro deja de funcionar. Actualmente hay cerebros en laboratorios científicos sin el cuerpo, y están funcionando. ¿Quién sabe qué es lo que están pensando? ¿Pueden estar soñando? Ni siquiera pueden estar conscientes de que han perdido el cuerpo. Y los científicos que han estado observando los cerebros sin el cuerpo, dicen que tienen también el mismo ritmo: que duermen, que despiertan, duermen y despiertan; y tienen señales de que están soñando y muestran señales de que ahora no están soñando. Muestran señales de que están pensando, muestran señales, a veces, de que están molestos, agitados, tensos y a veces relajados. Adentro ¿qué estarán pensando? No deben estar conscientes de que el cuerpo ya no está pero ¿puedes decir que esas mentes están muertas? Están funcionando bien. ¿Qué parte puede ser el criterio? ¿En qué momento puede ser el criterio?

En la segunda guerra mundial, en Rusia, se dio el caso de por lo menos seis personas, quienes aún están con vida, que fueron declaradas muertas a causa de ataque al corazón. Se les declaró muertas, pero se les bombeó sangre y revivieron. Y ellos todavía están vivos ¿qué sucedió? ¡Se les recuperó!

¿Existe realmente un límite donde la vida termine y la muerte comience? ¡No! Un simple fenómeno ondulatorio, la vida sigue a la muerte tal como una ola es seguida por un vacío. No están separados, son uno, el ritmo de lo uno.

sábado, 17 de agosto de 2024

HACER A LOS DOS EN UNO

 



Jesús dice:
"Cuando hagas a los dos en uno..."

El está hablando a gente muy común; Mahavira les hablaba a los más grandes eruditos y filósofos. Esa es la diferencia entre la audiencia: Jesús le está hablando a gente pobre y común, a las masas; Mahavira les estaba hablando a unos cuantos muy selectos. El podía hablar sobre los siete, Jesús hablaba sobre los dos, pero ambos se refieren a lo mismo.

Jesús dice: "Cuando desaparezcan los dos y quede lo uno, lo has logrado". La diferencia está en la audiencia, pero ellos quieren decir lo mismo.

¿Cómo pueden desaparecer los dos? ¿Qué hacer? Nada puede ser hecho a través de la mente, porque si la mente está presente los dos permanecerán. No mires a través de la mente y el mundo de lo mucho desaparece.

Mira a través de la mente, está ahí. No mires a través de la mente, ponlo a un lado ¡y observa!

Los niños miran al mundo sin la mente, porque la mente demora en desarrollar. El cuerpo llega primero, después le sigue la mente. Realmente toma muchos años. Cuando nace el niño, el primer día mira al mundo; el mundo es uno, no puede hacer ninguna diferenciación. ¿Cómo puede hacerlo? No puede decir: "Esto es verde y esto es rojo". No conoce el rojo, no conoce el verde, simplemente observa, el mundo es uno. Es tan "uno" que no puede hallar diferencia entre su propio cuerpo y el de su madre.

Jean Piaget ha trabajado mucho en el desarrollo de la mente del niño. Por toda su vida ha estado trabajando en eso, y él ha llegado a revelar muchas verdades: el niño no puede hallar diferencia entre su propio cuerpo y las cosas. Por eso es que se puede agarrar el dedo del pie y comenzar a chupárselo, porque no puede diferenciar. No puede pensar que éste es su propio pie, que es inútil chuparlo, pero él lo coge como si cogiera cualquier cosa, no hay diferencia.

Pero ya sea que hagas las distinciones o que te esfuerces a ti mismo a no hacerlas, la mente permanece siendo el foco: la diferenciación está ahí, estás reprimiendo la diferenciación. Te estás comportando de una manera infantil, pero no eres inocente.

Cuando los dos se vuelven uno, tal como el niño... Un niño nace, abre sus ojos, mira, pero no puede pensar; mirar viene primero, pensar viene después. Tomará tiempo, a veces años, para que el niño sea capaz de hacer diferenciaciones. Un niño inmediatamente arranchará un juguete de las manos de otro niño y tú dirás: "¡No hagas eso! ¡Eso no es bueno, ese juguete no es tuyo!". Estás haciendo una diferenciación de propiedad porque tú crees en la propiedad privada. Piensas: "Esto es mío y eso no es mío". Para un niño no existe distinción, un juguete es sólo un juguete, no puede pensar que no sea de él. Si mi mano puede alcanzar y tomarlo ¡es mío! Mío y tuyo, aún no están claramente delineados. Un niño no puede diferenciar entre un sueño y la realidad.

Así que un niño en la mañana puede estar llorando y gritando porque el tenía un lindo juguete en su sueño. "¿Dónde se ha ido?". Quiere que inmediatamente se lo devuelvan. No puede diferenciar entre el sueño y lo real, no puede diferenciar. Su inocencia es porque aún es incapaz de distinguir.

La inocencia de un sabio llega cuando ha dejado de hacer distinciones. No es que no pueda ver que el verde es verde y que el rojo es rojo, no es que no pueda distinguir que esto es un pan y esto es una piedra, sino que él ha dejado la mente. Ahora vive a través del ver y no a través del pensar. Por eso es que los hindúes han llamado a las filosofías, darshanas. Darshan quiere decir ver, no pensar; y filosofía no es una traducción correcta, porque la filosofía significa pensar; es justo lo opuesto.

Darshan quiere decir ver, ver como un niño, y filosofía quiere decir pensar, son justamente opuestos, no pueden estar unidos en ninguna forma. Cuando las diferenciaciones se han dejado: "Cuando hagas a los dos en uno, y cuando hagas a lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno...". Porque esto: lo "externo" e "interno" es también una diferenciación.

Yo mismo tengo que hablar así: Deja lo externo, ve a lo interno; entra hacia adentro, ¡deja lo de afuera! Pero puedes malentender todo el asunto, porque cuando dejas lo externo, lo interno también lo dejarás automáticamente. Cuando lo externo ya no existe ¿cómo puede existir lo interno? Ellos son términos relativos. Lo interno existe sólo como opuesto de lo externo; cuando lo externo ya no existe, ya no hay lo interno. Primero dejas lo externo, y lo interno desaparece automáticamente por sí mismo; no hay "adentro" y no hay "afuera", te has hecho uno. Si aún hay adentro y afuera entonces todavía eres dos, aún no uno, todavía estás dividido.

Por eso es que los monjes Zen han dicho una de las cosas más extrañas que se hayan afirmado, dicen que este mundo es el Dios; dicen que la vida ordinaria es religión; dicen que todo está bien como está. Nada hay que cambiar, porque el mismo concepto de cambio crea la dualidad: aquello que va a ser cambiado en algo que debería ser; A tiene que cambiarse a B, se crea la dualidad. Ellos dicen que este mundo es divino; Dios no está en alguna otra parte, porque esa alguna otra parte crea una dualidad.

Dios no es el creador y tú no eres lo creado, tú eres Dios. Dios no es el creador, esta misma creación es divina, la misma creatividad es Dios.

La mente siempre trata de diferenciar, esa es la especialidad de la mente. Cuanto más distinciones puedas encontrar más hábil es tu mente. Y la mente siempre dirá que estos místicos son un poco tontos, porque los límites no son claros. Por eso es que llaman a la religión misticismo, y al decir misticismo no se refieren a algo bueno. Se refieren a algo vano, como niebla, algo nublado, algo como un sueño, no como una realidad clara.

sábado, 10 de agosto de 2024

LA DIVISIÓN DE LA MENTE

 


Jesús vio niños siendo amamantados. Les dijo a sus discípulos: "Estos niños que están siendo amamantados son como aquellos que entran en el reino".

Ellos le dijeron: "Entonces, ¿siendo niños entraremos en el reino?".

Es así como los discípulos siempre se equivocan: toman las cosas literalmente, entienden las palabras demasiado, y el mensaje es sin palabras. Se aferran a los símbolos demasiado, los hacen demasiado concretos, mientras que cuando un Jesús habla, sus símbolos no son concretos, son líquidos. Muestran algo, no dicen nada, son como indicaciones, como dedos señalando la luna, sin decir nada.

Cuando Jesús dice: "Estos niños... son como aquellos que entran en el reino", inmediatamente pensamos que si nos volvemos como estos niños, entonces seremos capaces, entonces podremos entrar en el reino de Dios.

Los discípulos dijeron: "Entonces, ¿siendo niños entraremos en el reino?".

Jesús dijo: "¡No! Simplemente el ser niños no les ayudará".

Jesús les dijo: "Cuando hagas a los dos en uno, y cuando hagas a lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno, y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagas lo masculino y femenino en uno solo, de tal modo que lo masculino no sea masculino y lo femenino no sea femenino, entonces entrarás en el reino".

Esto es lo que quiere decir cuando dice ser niños de nuevo. Trata de entender cada frase:

"Cuando hagas a los dos en uno...".

Este es el problema básico ¿Has observado que si un rayo de sol pasa por un prisma, inmediatamente se vuelve siete? Entonces aparecen todos los colores del arco iris. Así es como sucede un arco iris: cada vez que el aire está lleno de vapor o con pequeñas gotas de agua en la estación lluviosa, esas gotas de agua suspendidas en el aire se comportan como un prisma. Un rayo de sol pasa, e inmediatamente es dividido en siete. Así es como sucede el arco iris. En la estación lluviosa, cuando el sol está fuera de las nubes, aparecerá un arco iris. El rayo de sol es blanco, puro blanco, pero a través de un prisma se vuelve siete; la blancura se ha perdido, aparecen siete colores.

Tu mente funciona como un prisma. El mundo es uno, la existencia es puro blanco; a través de tu mente se divide en lo mucho. Todo lo visto a través de la mente se convierte en lo mucho. Si estás muy alerta verás siete cosas en cada concepto mental. La mente divide tal como un prisma, en siete. Por eso es que hemos dividido la semana en siete. Mahavira, a causa de esta actitud de la mente dividió toda su lógica en siete pasos. Son llamados los "siete aspectos de la lógica", y si tú le hacías una pregunta a Mahavira, te daba siete respuestas.

Haces una pregunta y te dará siete respuestas al mismo tiempo. Era muy confuso, porque le hacías una pregunta y te daba siete respuestas, lo deja más confundido que cuando llegó. Y por esos siete, Mahavira no pudo ser entendido; era imposible entenderlo, pero estaba absolutamente correcto, porque decía: "Tú preguntas a través de la mente y yo tengo que responder a través de la mente, y la mente divide todo en siete". Y aquellos siete se contradicen entre sí. Tiene que ser así, porque la verdad sólo puede ser una, la verdad no puede ser siete.

Cuando dices siete tienes que contradecir. Si preguntas a Mahavira si Dios existe él dirá: "Sí, Dios existe"; dirá: "No, Dios no existe; luego dirá "Si y No, ambos, Dios existe y no existe"; y luego dirá: "Ambos no", y en esta forma continuará hasta siete...

La mente divide como un prisma. Cada vez que miras a través de la mente todo se volverá siete. Si observas en forma aguda, entonces siete; si no observas en forma aguda, entonces en dos. Si le preguntas a un hombre común él dirá: "Sólo dos respuestas son posibles". Si preguntas sobre Dios: Dios existe o no existe, sólo hay dos posibilidades. Pero él está omitiendo cinco, porque no está muy alerta. De otro modo hay siete posibilidades, no dos. Así que dos es el principio de lo mucho, siete es el fin de lo mucho.

sábado, 3 de agosto de 2024

UNIDAD ES VIRGINIDAD

Este es el significado del nacimiento de Jesús, que nació de una virgen. Pero la gente toma todo literalmente y entonces yerra. Nacido de la virgen quiere decir nacido de lo uno: no está el otro, entonces ¿quién puede corromper? ¿Quién puede entrar ahí? La virginidad permanece absolutamente pura porque no hay el otro.

Cuando el otro está ahí, has perdido tu virginidad. En la mente el otro está presente... has perdido la inocencia. Así que estar consciente del otro, el deseo por el otro, es perder la virginidad. Este segundo nacimiento puede ser virginal; el primer nacimiento tiene que ser por el sexo, no hay otra manera, no puede haber.

Jesús nace del sexo como todos los demás, y está bien que deba ser así. Jesús es como tú en la semilla, pero en el florecimiento él es absolutamente diferente, porque le ha sucedido un segundo nacimiento; un nuevo hombre ha nacido. Jesús, el que nació de María, ya no está ahí, él se ha dado nacimiento a sí mismo.

En la antigua secta de los Esenios se dice que cuando un hombre es transformado se vuelve su propio padre. Este es el significado cuando decimos que Jesús no tiene padre: quiere decir que ahora Jesús se ha vuelto su propio padre. Parece absurdo, pero así es como es.

El segundo nacimiento es un nacimiento virginal, entonces eres inocente de nuevo. Y esta inocencia es mayor a la de un niño, porque el niño tendrá que perder su inocencia, porque es un regalo de la naturaleza, no ha sido ganada por el niño, tiene que ser arrebatada. Cuando el niño crezca perderá su inocencia ¡y tiene que crecer! Pero un sabio permanece inocente. Ahora esta inocencia no le puede ser arrebatada, porque es el clímax, el crescendo del crecimiento; no hay crecimiento más allá. Si fuera posible más crecimiento, entonces las cosas cambiarían; si has alcanzado la meta más allá de la cual no existe nada, sólo entonces las cosas no cambiarán.

Un niño tiene que crecer todos los días: perderá su inocencia, se volverá experiencia; tendrá que lograr conocimiento, tendrá que volverse astuto, calculador, Pero si te obsesionas demasiado con tu mecanismo de cálculo, entonces permaneces nacido del sexo, de la dualidad. Y entonces siempre habrá un continuo conflicto interno, porque eres dos.

Cuando naces de dos vas a continuar siendo dos, porque ambos están ahí: un hombre no sólo es un hombre, también es una mujer; una mujer no sólo es una mujer, también es un hombre, porque ambos nacen de dos. Tu padre continúa existiendo en ti, tu madre continúa existiendo en ti, los dos participaron; en tu cuerpo ambos se encontraron, sus corrientes siguen fluyendo, tú eres dos. Y si eres dos ¿cómo puedes estar en tranquilidad? Si eres dos va a haber un conflicto constante. Si hay dos polaridades opuestas en ti, siempre va a permanecer una tensión. Esta tensión no se puede perder, y tú continúas tratando de estar en silencio, de estar en paz, de lograr la bienaventuranza. Es imposible porque eres dos.

Para estar en silencio la unidad es necesaria, así que tienes que nacer de nuevo, esto es lo que Jesús le dijo a Nicodemus.

Nicodemus le preguntó: "Qué debo hacer?".

Jesús le dijo: "Primero tienes que nacer de nuevo, sólo entonces podrá suceder algo. En este momento, tal como estás, no se puede hacer nada".

Y lo mismo te digo: en este momento, tal como estás, no se puede hacer nada. A menos que renazcas, a menos que te vuelvas padre de ti mismo, a menos que tu dualidad desaparezca, que se vuelva uno... La mujer dentro de ti y el hombre dentro de ti se encuentran, se vuelve un círculo. No están en lucha, desaparecen, el uno niega al otro, y entonces queda la unidad. Esta unidad es virginidad.