Dices: "Dios no tiene forma". ¿Qué quieres decir? ¿Lo has conocido? ¿Y lo has conocido tan totalmente que puedes decir: "El no tiene forma"? Si lo has conocido totalmente, entonces él tiene forma. Por ejemplo, dices que este océano no puede ser medido; es tan profundo que no puede ser medido. Entonces hay sólo dos posibilidades: ya sea que lo has medido, sólo entonces puedes decir que es tan profundo que no puede ser medido; y si no lo has medido ¿cómo puedes decir que es tan profundo que no puede ser medido? A una profundidad es medible, tiene que ser, no puede ser inmedible; no importa cuán profundo, pero es medible, se puede medir.
Cuando dices: "Dios no tiene forma", ¿has llegado a sus límites y has visto que no hay forma? Si has llegado a sus límites, él tiene forma. Y si no has llegado a sus límites, entonces no digas que no tiene forma, porque puede tener forma. Cuando llegues a los límites, sólo entonces puedes saber. Así que aquellos que realmente se han tropezado con Dios, es un tropiezo, quienes han caído en él, no dirán nada, ni siquiera esto, porque esto es contradictorio.
Uno de los lógicos más agudos de este siglo, Wittgenstein, ha escrito una hermosa frase en su libro Tratado Lógico Filosófico, tiene muchas frases bellas. Esta es la mejor: "Nada debe ser dicho sobre aquello que no se puede decir. Si nada se puede decir sobre algo, uno debería permanecer en silencio".
Tomás es el que más se acerca, pero aún permanece distante. El ha tratado de decir, ha tratado de expresar lo inexpresable.
Tomás le dijo: "Maestro, mi boca no es capaz de decir cómo es que eres".
Jesús dijo: "No soy su Maestro... porque nadie me entiende, así que ¿cómo puedo ser su Maestro?".
Si entiendes, sólo entonces puedes ser un discípulo. Si entiendes, sólo entonces puedes entrar en el templo. Si entiendes, sólo entonces puedes entrar en el ser del Maestro.
Jesús dijo: "No soy su Maestro...".
A los tres les dijo: "No soy su Maestro". Tomás es el que más cerca ha llegado pero aún así erró. Él es el mejor, pero aun así no perfecto, sólo aproximadamente el mejor; llega más cerca pero queda una barrera; aún cree en las palabras, porque trata de expresar aquello que no puede ser expresado.
"No soy su Maestro, porque han bebido, se han vuelto ebrios con la fuente burbujeante que he descartado".
Aquí él está diciendo una verdad muy profunda. Está diciendo: "Ustedes tres están hablando desde la mente, la fuente burbujeante que he descartado, que he trascendido, 'descartado'. Todavía están hablando desde la mente: uno está hablando desde la mente moralista, otro está hablando desde la mente teológica, el tercero está hablando desde la mente mística pero todavía todos son parte de la mente. Y si hablan desde la mente Yo no soy su Maestro, porque todo el énfasis está en ¡dejar la mente!".
Eso es en lo que un Maestro va insistiendo: ¡deja la mente! Y tú haces juegos: comienzas a hablar sobre el Maestro desde la misma mente que él ha estado insistiendo en que dejes. Por eso es que digo que Bodhidharma fue más afortunado: él tuvo un discípulo que permaneció realmente en silencio, no va a contestar.
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