¿Has observado el hecho de que en la vida todo es incierto excepto la muerte? Podría ser de otra manera, pero la única certeza es que tienes la garantía de morir. Eso es todo lo que puede ser dicho en el valle: que morirás, por lo menos eso es cierto. Todo lo demás es incierto y accidental, puede suceder, puede no suceder. ¿Qué tipo de vida es ésta donde sólo la muerte es garantizada? Pero es así, porque en la oscuridad sólo la muerte puede existir; en la inconsciencia sólo la muerte puede existir. La inconsciencia es el camino hacia la muerte.
Cada vez que quieres ser inconsciente quieres morir. Un profundo impulso a morir hay en ti, de otro modo comenzarías a ir hacia las alturas. Freud, en la última fase de su vida, tropezó con un hecho muy profundo: lo llamó "thanatos", el deseo hacia la muerte. Toda su vida él había estado pensando en torno al "libido", una teoría que dice que el hombre existe como un deseo de vivir; pero cuanto más penetraba en el deseo de vivir, más se volvía incierto. Cuanto más comenzaba a entender el deseo de vivir, encontró que en lo profundo, hay un deseo de morir.
Fue muy difícil para Freud, porque él era un pensador lineal, unidimensional, y era un aristotélico, un lógico. Esto era muy contradictorio, que detrás del libido, las ansias de vivir, la voluntad de vivir, existe la voluntad de morir "thanatos".
Se puso muy perturbado. Pero eso es lo que Buda ha estado diciendo por siempre y por siempre, eso es lo que Jesús ha estado diciendo: que tal como estás, eres tan inservible, toda tu vida es tan inútil, sólo llena de frustraciones, quisieras morir.
Cuando tomas algo que te hace inconsciente, el deseo de morir está presente, porque la inconsciencia es una muerte temporal. No puedes vivir sin dormir ni siquiera por unos cuantos días, porque dormir es un tipo de muerte temporal. Lo necesitas, lo necesitas muy profundamente. Si no puedes morir todos los días por ocho horas, no serás capaz de vivir el próximo día, porque toda tu vida es tal caos, y ser no es una bienaventuranza, al contrario, no ser parece ser bienaventuranza. Así que donde sea que puedas perderte te sientes bienaventurado. Si te puedes perder en un movimiento político, si puedes llegar a ser un nazi y te puedes perder en una muchedumbre, te sientes bien porque esto es una muerte, ya no estás presente, sólo la multitud existe.
Por eso es que los dictadores triunfan, por tu deseo de morir. Aún en el siglo veinte y uno los dictadores triunfan, porque te dan una oportunidad de morir tan fácilmente. Por eso es que las guerras han existido siempre y van a continuar existiendo, porque no estás cambiando en ninguna forma. El hombre no se está transformando a sí mismo. Las guerras existirán porque son un profundo deseo de morir. Quieres matar y quieres que te maten. La vida es tal carga que el suicidio parece ser la única solución. Si no has cometido suicidio hasta ahora, no creas que eres un amante de la vida. ¡No! Simplemente tienes miedo. No eres un amante de la vida, porque un amante de la vida siempre irá hacia las alturas, porque cuanto más alto el pico, más vida. De ahí que Jesús pueda prometer: "Ven a mí, ¡y te daré vida en abundancia!".
De ahí que Jesús diga: "Soy vida, gran vida. ¡Ven a mí!". Pero ir donde Jesús es muy difícil porque tienes tantas inversiones en el valle, en los oscuros caminos de la vida, y tienes tanto temor a estar vivo. Haces muchos arreglos para no estar demasiado vivo, existes con el mínimo de vida. Existes como un autómata, todo lo conviertes en algo mecánico de tal forma que no necesites preocuparte por eso, no necesitas vivir en eso.
Las guerras continuarán, la violencia continuará, y los hombres continuarán matándose entre sí. Y todo el esfuerzo ha sido en crear un mecanismo que pueda convertirse en un suicidio global, ahora lo hemos descubierto, la bomba nuclear. ¿Para qué están trabajando los científicos continuamente, dedicando todas sus vidas en crear artefactos destructivos? Porque ese es el deseo más profundo en el hombre: morir, morir en alguna forma. Este deseo no es muy consciente porque si se vuelve consciente comenzarás a transformarte. Muchas veces afirmas: "¡Habría sido mejor si no hubiera nacido!".
Se dice que un filósofo griego Philo, dijo: "La primera bienaventuranza es no haber nacido; la segunda bienaventuranza es morir tan pronto como sea posible". Y dice que sólo estas dos son las únicas bienaventuranzas. Primero no haber nacido, pero nadie es tan afortunado porque todos ya han nacido. Así que sólo la segunda está disponible, morir tan pronto como sea posible. El mismo Philo vivió hasta los noventisiete años. Alguien le preguntó: "¿Pero cómo es que no has cometido suicidio?". Así que él dijo: "He estado soportando la vida para pasar el mensaje a otros, el mensaje de que morir es la única solución".