sábado, 13 de septiembre de 2025

SER CONSCIENTE DEL SUFRIMIENTO

 


Jesús dijo:

­"Bienaventurado es el hombre que ha sufrido, él ha encontrado la vida".

Jesús en la cruz es tan sólo un símbolo del sufrimiento último, del sufrimiento absoluto, del máximo sufrimiento. Cuando Jesús estuvo en la cruz, en el último momento titubeó un poco. El sufrimiento era demasiado. No era un sufrimiento común, ni un dolor corporal común, era angustia, no sólo física, profunda angustia psicológica. Y la angustia era ésta: que de pronto comenzó a sentir: "¿Si soy abandonado por Dios...? ¿Por qué tiene que sucederme esto? No he hecho nada errado. ¿Por qué tengo que ser crucificado? ¿Por qué este dolor? ¿Por qué esta crucifixión? ¿Por qué este suplicio para mí?". Y él preguntó a Dios: "¿Por qué?". El cuestionó.

Debe haber sido un momento de profundo dolor, cuando todos los cimientos son sacudidos y aún tu fe es sacudida. El dolor era demasiado ¡la humillación de toda la situación! La misma gente por quien el había vivido, por quien había trabajado, a quien había servido, a quien había sanado, ellos lo estaban asesinando, y sin ningún motivo. El le preguntó a Dios: "¿Por qué? ¿Por qué me está sucediendo esto?". Entonces repentinamente se dio cuenta del por qué, porque llegó a estar muy consciente; en el momento de la crucifixión llegó a la consciencia perfecta.

Siempre digo que antes de ese momento era Jesús, y después de ese momento se volvió Cristo. En ese momento ocurrió la transformación total. Antes de eso fue acercándose más y más y más, pero el último salto sucedió en ese momento: Jesús desapareció y surgió Cristo, repentinamente una transmutación.

Qué sucedió cuando dijo: "¿Por qué este sufrimiento para mí? ¿Me has abandonado? ¿He sido abandonado?". E inmediatamente después de este dolor dijo: "¡No! Tu voluntad sea hecha". El aceptó. El por qué fue un rechazo, porque todo cuestionamiento significa duda. Inmediatamente entendió y dijo: "Lo acepto, y lo entiendo". Entonces se relajó, entonces se entregó, la rendición última. En ese momento de muerte, también aceptó la muerte. En esa aceptación, él se volvió la vida eterna, la clave fue hallada. Por eso es que dice: "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido, él ha encontrado la vida".

Cada vez que sufras, la próxima vez no te quejes, no hagas una angustia de eso. Mas bien, obsérvalo, siéntelo, velo, míralo desde todos los ángulos posibles. Conviértelo en una meditación y ve lo que sucede: la energía que estaba alimentando a la enfermedad, la energía que estaba creando el sufrimiento, es transformada, la cualidad cambia. La misma energía se vuelve tu consciencia porque no existen dos energías en ti, la energía es una. Puedes convertirla, puedes transformarla y hacer amor de ella, puedes transformarla aún más alto y convertirla en oración, puedes transformarla aún más alto y hacerla consciencia, la energía es la misma.

Sufres, estás disipando energía. En tu angustia estás disipando energía, la energía está fugando. Cada vez que haya sufrimiento sacúdete de él. Cierra tus ojos y observa el sufrimiento. Cualquier cosa que sea, mental, físico, existencial, lo que fuera, obsérvalo, conviértelo en una meditación. Obsérvalo como si fuera un objeto.

Cuando miras a tu sufrimiento como a un objeto, estás separado, ya no estás más identificado, el puente está roto. Y entonces la energía que iba a alimentar el sufrimiento ya no fluirá, porque el puente ya no está más ahí. El puente es la identificación: tú sientes que eres el cuerpo, entonces la energía fluye al cuerpo. Tú sientes, dondequiera que haya identificación, ahí fluye tu energía...

Cuando una madre amamanta a su niño, no sólo le está dando leche como siempre se había pensado. Ahora los biólogos han tropezado con un hecho más profundo, y dicen que lo está alimentando con energía, la leche es tan sólo la parte física. Y han hecho muchos experimentos: un niño es criado, se le da comida, tan perfecta como sea posible, con todo lo que la ciencia médica ha encontrado. Le es dado todo, pero el niño no es amado, no se le hace cariño; la madre no lo toca. La leche se le da por medio de artefactos mecánicos, se le aplica inyecciones, se le da vitaminas, todo es perfecto. Pero el niño ya no crece, comienza a encogerse, como si la vida se estuviese alejando de él. ¿Qué está sucediendo? Porque todo lo que la madre le estaba dando, se le está dando.

Sucedió en un hospital de Alemania durante la guerra: muchos bebés huérfanos fueron llevados al hospital. En pocas semanas estaban casi muriendo. La mitad de ellos murió, y se les daba todo tipo de cuidados. Científicamente estaban absolutamente bien atendidos, se estaba haciendo todo lo que era necesario. ¿Pero por qué estos niños estaban muriendo? Entonces un psicólogo observó que necesitaban cariño, alguien quien los abrazara, alguien que los hiciera sentirse queridos. La comida no es suficiente comida. Jesús dice: "No sólo de pan vive el hombre". Alguna comida interna, alguna comida invisible es necesaria. Así que se hizo una regla que quien sea que pase por el cuarto, una enfermera, un doctor, un ayudante, debería quedarse en el cuarto con los niños por lo menos cinco minutos para abrazarlos y jugar. Y de pronto dejaron de morir, comenzaron a crecer. Y desde entonces se han hecho muchos experimentos...

Cuando una madre abraza a un niño, la energía está fluyendo. Esa energía es invisible, la hemos llamado amor, cariño. Algo salta de la madre al niño, y no sólo de la madre al niño, sino también del niño a la madre. Por eso es que una mujer nunca es tan bella como cuando llega a ser madre. Antes de eso, le falta algo, no está completa, el círculo está roto. Cada vez que una mujer llega a ser madre, el círculo está completo. Desciende una gracia sobre ella como si fuera de una fuente desconocida. Así que no es sólo que ella esté alimentando al niño, sino también que el niño está alimentando a la madre. Están felices el uno en el otro.

Y no existe ninguna otra relación que sea tan cercana, porque el niño viene de la madre, de su sangre, de su carne y huesos, el niño es una extensión de su ser. Nunca otra vez sucederá esto, porque nadie puede estar tan cerca. El corazón de la madre ha estado latiendo, y ese era el latido del niño, no tenía otro corazón; la sangre de la madre circulaba en él, no tenía independencia, era simplemente parte de ella. Por nueve meses permaneció como parte de la madre, orgánicamente unido, uno. La vida de la madre fue su vida, la muerte de la madre habría sido su muerte. Aún después continúa; existe una transferencia de energía, una comunicación de energía.

Cada vez que hay sufrimiento, hazte consciente; el puente se rompe, entonces no hay transferencia de energía al sufrimiento. Y poco a poco el sufrimiento se encoge, porque el sufrimiento es tu niño. Tú le has dado nacimiento, tú eres la causa, y después lo alimentas, le das agua, y entonces crece y sufres más. Entonces te quejas, entonces eres desgraciado, entonces toda tu atención llega a identificarse con el sufrimiento.

sábado, 6 de septiembre de 2025

SUFRIR, LA CLAVE DE LA VIDA

 

Escuché que sucedió una vez en el mercado: Dos ancianas se encontraron. Una le preguntó a la otra cómo se estaba sintiendo, porque siempre había estado sintiéndose mal. Hay mujeres que siempre se sienten enfermas. Algo ha ido mal, no es enfermedad, es algo más profundo, una neurosis, porque no se pueden sentir tranquilas si no están enfermas; la enfermedad se ha vuelto parte de sus egos. La otra preguntó: "¿Cómo te sientes?".

La mujer que siempre estaba enferma o hablando de enfermedades, comenzó. Dijo: "Muy mal, nunca he estado tan mal. La artritis está actuando, tengo un severo dolor de cabeza, y el dolor de estómago es terrible, y me duelen las piernas...", y así continuó.

Entonces la otra dijo: "Entonces anda a ver un doctor".

La primera mujer dijo: "Sí, iré cuando me sienta un poco mejor".

Pero esto te está ocurriendo a ti: irás al doctor cuando te sientas un poco mejor. Pero nadie va cuando uno se siente un poco mejor no hay necesidad. Anda al doctor cuando estés sufriendo, ora cuando estés sufriendo, medita cuando estés sufriendo. No digas: "Meditaré cuando me sienta un poco mejor". Eso no ayudará, no meditarás, perdiste un momento de bienaventuranza, un momento de sufrimiento. Medita, vuélvete alerta y consciente. No pierdas la oportunidad, ¡es una bendición!

Usa todo tu sufrimiento para la meditación y pronto llegarás a saber que el sufrimiento desaparece, porque la energía comienza a fluir hacia adentro. No fluye a la periferia, al sufrimiento, no estás alimentando a tu sufrimiento. Parece ilógico, pero ésta es la conclusión de todos los místicos del mundo: que te nutres de tu sufrimiento y lo disfrutas en un modo sutil, no quieres estar bien, debe haber alguna inversión en eso.

Budas, Jesuses, Zoroastros han estado hablando en vano, no los escuchas. Dicen que hay una posibilidad de bienaventuranza suprema. Los escuchas y dices: "Bien, veremos en algún momento, cuando me sienta mejor". Pero cada vez que estás feliz ¿cuál es la necesidad? Por eso es que Buda va insistiendo en que: "Toda tu vida es sufrimiento, ¡y no esperes! No va a haber felicidad en la vida que estás viviendo. Despierta, observa. Es la misma angustia a la que llamas tu vida". ¡La gente piensa que debe haber sido un pesimista! No lo fue, pero tan sólo para enfatizar... Y tú te has vuelto demasiado apegado a tu sufrimiento, no lo sabes.

¿Cuál es tu inversión? Desde el mismo comienzo, desde la misma niñez, algo va siempre mal, y eso es que cada vez que un niño se enferma se le da más atención. Esto crea una asociación errada: la madre lo ama más, el padre le da más cuidados, toda la familia lo pone en el centro, él se vuelve la persona más importante. Siendo un niño de quien nadie se ocupa si es que está bien, lo tratan como si no existiera. Cuando está enfermo, se vuelve un dictador, dicta sus términos. Una vez que aprendes el truco, que cada vez que estás enfermo te vuelves especial, en algún modo todos tienen que prestarte atención, porque si no te prestan atención los puedes hacer sentir culpables... Y nadie puede decirte nada, porque nadie puede decir que tú eres responsable por tu enfermedad.

Si el niño está haciendo algo errado, puedes decir: "Tú eres responsable". Pero si está enfermo no lo puedes decir, porque la enfermedad no tiene nada que ver con él, ¿qué puede hacer? Pero tú no conoces los hechos: el noventa por ciento de las enfermedades las crea uno mismo, generadas por uno mismo para atraer la atención, el afecto, para darse valía. Y un niño aprende el truco muy fácilmente, porque el problema básico para el niño es que está desamparado. El problema básico que continuamente siente es que no tiene poder y que todos los demás son poderosos. Pero cuando está enfermo se vuelve poderoso y todos los demás están sin poder. El llega a comprenderlo así.

Un niño es muy sensitivo para conocer las cosas. Llega a saber que: "Aún el padre no es nada, la madre no es nada, nadie es nada ante mí cuando estoy enfermo".

Entonces la enfermedad es adquirir algo muy significativo, es una inversión. Cada vez que se sienta ignorado en la vida, cada vez que se sienta: "Estoy desamparado", se enfermará, creará la enfermedad. Y éste es el problema, el problema profundo: porque ¿qué hacer? Cuando un niño está enfermo todos tienen que prestarle atención.

Pero ahora los psicólogos sugieren que cada vez que un niño esté enfermo, lo cuides, pero no le prestes mucha atención. Debería dársele cuidados médicos, pero no psicológicos. No crees ninguna asociación en su mente que la enfermedad rinde, de otro modo toda su vida, cada vez que sienta que algo va mal, se enfermará. Entonces la esposa no podrá decir nada, entonces nadie podrá culparlo, porque él está enfermo. Y todos tienen que sentir lástima y darle afecto.

El noventa por ciento del sufrimiento existe porque has asociado algo con el sufrimiento, el cual parece bueno para ti. ¡Abandona tal asociación! Nadie más puede hacerlo por ti. Abandona esa asociación completamente, ¡corta esa asociación completamente! El sufrimiento simplemente es un desperdicio de tu energía. No te involucres con él, no creas que te va a rendir. Sólo hay una forma en la cual el sufrimiento te puede rendir, y esa es haciéndote consciente, volviéndote consciente.

Recuerda cómo abandonar esa asociación. Primero: nunca hables sobre tu sufrimiento. Súfrelo pero no hables sobre él. ¿Por qué hablas sobre él? ¿Por qué la gente va hablando y aburriendo a los otros con sus sufrimientos? ¿A quién le interesa? Pero tan solo para no ofenderte, si comienzas a hablar sobre tus enfermedades y angustias, los demás tienen que tolerarlo, pero ellos comienzan a escapar, comienzan en alguna forma... cómo deshacerse de ti. Nadie lo quiere, porque todos tienen demasiado con su propio sufrimiento. ¿A quién le preocupa tu sufrimiento? No hables, porque el hablar crea la asociación.

No te quejes, porque entonces estás pidiendo afecto, lástima, compasión, amor. No pidas, no vendas tu sufrimiento, retira tu inversión. Sufre en privado, no lo hagas público, se vuelve una disciplina, una de las mejores.

Sufre en privado, sufre tan en privado que nadie se dé cuenta de que estás sufriendo. Y entonces medita sobre eso: no lo tires afuera, acumúlalo adentro y después cierra los ojos y medita sobre eso. Entonces el puente será roto.

Esto es lo que Jesús quiere decir cuando dice: "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido", pero ésta es la técnica para sufrir: usa el sufrimiento como un método, "porque él ha encontrado la vida".

El sufrimiento pertenece al reino de la muerte, la consciencia pertenece al reino de la vida. Rompe el puente y sabrás que algo en ti, en torno a ti, va a morir, pertenece a la muerte; y algo en ti, tu consciencia, no va a morir, es inmortal, pertenece a la vida. Por eso es que el sufrimiento puede darte la clave de la vida.

sábado, 30 de agosto de 2025

VIVIMOS IGNORANTES

 

Jesús dijo:

"Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza...".

Esta es la única pobreza: la ignorancia de sí mismo, no hay otra pobreza. Puedes no tener riquezas, puedes no tener grandes palacios, puedes no tener imperios, pero esas no son riquezas reales. Sólo una cosa es riqueza real, porque no puede ser destruida, y eso es el auto-conocimiento.

Y Jesús dice: "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza", y no sólo eso, "y son pobreza".

Eres pobre. Sólo hay una pobreza: cuando no te conoces a ti mismo. ¿Por qué eres pobreza? Porque eres un emperador, ¡hijo del Dios viviente! Lo más grande posible te ha sucedido, y estás inconsciente de eso, y continúas mendigando.

Todos los deseos son mendigos. Se dice: si los deseos fueran caballos, los mendigos serían los jinetes. Pero todos los deseos son caballos y los mendigos son jinetes, y todos ustedes son jinetes. ¡Miren a sus caballos! Ellos son sus deseos: rogando, exigiendo, pidiendo, y lo tienes todo dentro de ti, sin mirar nunca adentro. Una vez que mires, la riquezas te serán reveladas, eternales, abundantes, no podrás consumirlas. Y una vez que miras adentro, toda la existencia reconoce que eres un emperador, toda la existencia reconoce quién eres: eres el hijo del todo. Entonces el mendigo desaparece, te vuelves rico por primera vez.

"Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".

Escuché una historia: Sucedió que un gran emperador estaba fastidiado con su hijo por sus maneras y estilo de vida. Y era su único hijo, pero molestaba tanto al padre que el hijo fue echado del reino. El era el hijo de un gran emperador así que no sabía hacer nada, no tenía ninguna habilidad para nada, los emperadores no tienen habilidades para nada. No había aprendido a hacer nada, no se había educado; todo siempre se le había hecho, no sabía que cada uno se tiene que hacer sus propias cosas. Pero era un amante de la música. Eso era lo único que podía hacer. Lo había aprendido como un hobby. Tocaba la cítara, eso era lo único que sabía.

Así que comenzó a mendigar. Tocaba su cítara y pedía. Si un emperador pierde su imperio no puede hacer nada... excepto mendigar. Esto es algo bello, muestra que los emperadores, en el fondo, son mendigos. A causa de su imperio no puedes ver su mendicidad. Si le quitas el imperio son mendigos, no pueden hacer nada más. Por diez años continuamente estuvo mendigando. Completamente se olvidó de que era el hijo de un gran emperador. Diez años es demasiado para recordar. Y cuando todos los días eres un mendigo, desde la mañana hasta la noche, ¿cómo puedes recordar que eres el hijo de un gran emperador?

Se olvidó de sí mismo completamente, se volvió un mendigo. Aun la memoria... y estas memorias son malas, como pesadillas, quieres olvidarlas, a causa de ellas viene mucha desgracia a la mente. Viene la comparación: "Soy el hijo de un gran emperador, ¡y mendigando!". Entonces mendigar se vuelve muy doloroso. Así que simplemente abandonó la idea, simplemente se olvidó, se identificó como mendigo.

Después de diez años el padre comenzó a sentir por el hijo: no estaba exactamente bien, el hijo, sus maneras eran diferentes, pero era el único hijo y ahora el padre había envejecido, y cualquier día iba a morir y él era su heredero. Tenía que ser traído de vuelta, así que su ministro fue en su busca.

El ministro lo encontró. Aún si el hijo se ha olvidado completamente de que es el hijo del emperador, si se ha identificado completamente siendo un mendigo, algo ha permanecido, porque no es parte de la memoria, es parte de tu ser. El modo en que caminaba, incluso el modo en que mendigaba era el de un emperador. Pedía, pero como si te estuviera ordenando; el modo en que te miraba era como si te estuviera ordenando al pedirte. La manera en que caminaba era real; sus ropas estaban raídas, pero aún eran las mismas ropas que usaba como príncipe. Estaba sucio, pero podías ver que tenía una bella cara escondida bajo la suciedad. Y sus ojos: aunque estaba de mendigo, sus ojos aún tenían ese mismo ego, el mismo orgullo. Mentalmente, conscientemente se había olvidado, pero inconscientemente aún era el rey, el heredero de un gran emperador.

El ministro lo reconoció. En el momento en que lo reconoció estaba mendigando. Bajo un árbol algunas personas estaban jugando cartas, y él estaba mendigando ahí. Y era una tarde de verano, muy caliente, y estaba sin zapatos, estaba sudando, y estaba mendigando por unos cuantos centavos, y estaba diciendo: "Dame algo, no he comido hace dos días". Y el ministro lo reconoció, y la carroza en la que el ministro había venido se detuvo. El ministro bajó, tocó los pies del hijo, éste miró al ministro y le dijo: "¿Qué sucede?".

El ministro dijo: "Tu padre, el rey, te está llamando. Te ha perdonado". En un instante el mendigo desapareció. No hubo nada que hacer, en un instante, el reconocimiento: "Mi padre me ha llamado de regreso, ¡he sido perdonado!", el mendigo desapareció. Las ropas eran las mismas, el hombre aún estaba sucio, pero todo cambió: había una gloria, una luz, un aura.

Ordenó al ministro, el mendigo desapareció, y dijo: "Anda al mercado, cómprame zapatos y ropa, dispón un buen baño". Subió a la carroza y dijo: "¡Llévame al mejor hotel del pueblo!". Y el ministro tuvo que seguir a la carroza a pie.

Esta es una historia sufi. Esta es tu situación también: una vez que eres reconocido por el padre, por el Dios, tu mendicidad desaparece, repentinamente ¡en un instante! Nada tiene que hacerse porque siempre has sido el mismo. Sólo la identidad ha sido errada, sólo en la parte más superficial de la mente te habías convertido en alguna otra cosa. En lo profundo, has permanecido hijo de Dios.

Pero esto sucederá sólo si te conoces a ti mismo. Entonces todo el universo te conoce, te reconoce. Y Jesús dice: "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".

sábado, 23 de agosto de 2025

CONÓCETE A TI MISMO

 

Jesús dijo:

"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".

Esta es la síntesis. Si te conoces a ti mismo, los jainas dirían, has conocido todo. ¡Asunto terminado! No hay más a dónde ir. Los mahometanos no pueden decir que tú puedes conocerte a ti mismo; pueden decir que puedes conocer a Dios y llenarte de su gracia. No hay posibilidad de auto-conocimiento, porque el auto-conocimiento te hará un Dios. Sólo Dios se conoce a sí mismo, no una criatura. El puede conocer a Dios, eso es todo. El puede existir en su gloria, puede llenarse con su gracia, con su luz; puede permitirse a sí mismo ir y flotar con la fuerza divina, pero no es posible el auto-conocimiento. Los jainas dicen que sólo es posible el auto-conocimiento; si te has conocido a ti mismo, has conocido todo lo que hay que conocer, nada falta. Pero Jesús dice: "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".

Esto es muy sutil. ¿Qué quiere decir cuando dice: "...entonces serán conocidos"? Si te conoces a ti mismo toda la existencia te conocerá; en tu conocimiento, toda la existencia te mirará. No sólo tú estarás mirando la existencia, toda la existencia responderá, porque Dios está adentro y afuera.

Porque cuando alguien llega a conocerse a sí mismo, no es solamente auto-conocimiento, toda la existencia te conoce a ti. En tu auto-conocimiento tú eres conocido. Dios te mira a ti desde cada flor, desde cada hoja, desde cada roca, tú no sientes que estás solo en tu auto-conocimiento. Realmente, hasta que te conozcas a ti mismo estarás solo. Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te conoce. Tu conocimiento no es un acto solitario, no es una cosa sola, es una sinfonía. Cuando te conoces todo lo demás te conoce; cuando te reconoces a ti mismo, todo lo demás te reconoce, este árbol será diferente, esta roca será diferente, incluso un pájaro reaccionará en forma diferente. ¿Por qué? porque lo mismo existe... una sola consciencia existe adentro y afuera.

Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te reconoce y celebra. Y así debería ser, porque eres parte de la existencia. Toda la existencia debe celebrar tu conocimiento último, porque una parte se ha vuelto un conocedor, una parte se ha vuelto un Buda, una parte se ha vuelto un Cristo; por medio de esa parte, toda la existencia ha alcanzado un pico, un crescendo. Toda la existencia estará feliz, toda la existencia florecerá y florecerá en una manera diferente. Serás reconocido ¡serás conocido!

No estarás solo en tu auto-conocimiento, va a ser una celebración del todo. Esta es la cosa más bella que Jesús afirmó: una celebración de la existencia con tu auto-conocimiento; y el todo bienaventurado porque una parte ha florecido, ha llegado a su plenitud.

"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".

Hay una tendencia profunda a ser conocido, más profunda que para el auto-conocimiento. Tú quieres ser conocido, hay un profundo deseo de que todo el mundo te conozca. Puedes estar actuando en una dirección errada, puedes estar tratando de obtener la atención de la gente por medios errados, pero en lo profundo el deseo tiene una semilla, una semilla muy significativa. Dice que no serás satisfecho a menos que toda la existencia te reconozca, que esté feliz contigo.

Tienes una necesidad de amar, y tienes una necesidad de ser amado. Tienes una necesidad de conocerte a ti mismo, y tienes una necesidad de ser conocido. Una respuesta es necesaria, sino toda la existencia está muerta; sino sólo tú has llegado a saber, y toda la existencia permanece en silencio como si nada hubiese sucedido. Un hombre ha llegado a ser un Cristo y toda la existencia permanece inconsciente, sin prestar atención, sin importarle en absoluto, no feliz en ninguna forma, como si nada hubiera sucedido. ¿Cómo puede ser esto así? Toda la existencia debe reconocer, porque nosotros no somos extraños a esta existencia. Esta existencia es una familia, esta existencia existe como un fenómeno inter-relacionado. Uno se ha iluminado, su luz llena todos los corazones, sabiéndolo o no, en todas partes habrá regocijo, celebración.

sábado, 16 de agosto de 2025

SER CONSCIENTE ES LA CLAVE

 

Jesús dijo:

"Bienaventurado es el hombre que ha sufrido,

él ha encontrado la vida".

Jesús dijo:

"Busquen al ser viviente mientras vivan, no sea que mueran y traten de verlo y no puedan verlo".

Vieron a un samaritano cargando una oveja camino a Judea.

Le preguntó a sus discípulos:

"¿Para qué carga este hombre la oveja?".

Ellos respondieron:

"Para matarla y comérsela".

El les dijo:

"Mientras esté viva no se la comerá, sólo si la ha matado y se ha vuelto un cadáver".

Ellos dijeron:

"De otro modo no podrá comérsela".

El les dijo:

"Ustedes mismos, busquen un lugar en reposo

no sea que se conviertan en cadáveres y se los coman".

Jesús dijo:

"Dos descansarán en una cama:uno morirá, y el otro vivirá".

Desde la antigüedad, el hombre se ha preguntado una y otra vez por qué hay sufrimiento en la vida. Si Dios es el padre entonces ¿por qué hay tanto sufrimiento? Si Dios es amor y Dios es compasión, entonces ¿por qué la existencia sufre? Y no ha habido una respuesta satisfactoria. Pero si entiendes a Jesús entenderás la respuesta. El hombre sufre porque no hay otra manera de madurar, de crecer. El hombre sufre porque solamente a través del sufrimiento puede hacerse más consciente. Y la consciencia es la clave.

Observa tu propia vida: cada vez que estás cómodo, tranquilo, feliz, se pierde la consciencia. Entonces vives en un tipo de sueño, entonces vives como si estuvieras hipnotizado, vives como un sonámbulo; te movilizas haciendo cosas, pero en forma sonambulista. Por eso es que cuando no hay sufrimiento, la religión desaparece de tu vida. Entonces nunca as a un templo, no tiene sentido para ti; entonces no oras a Dios, porque ¿para qué? No parece haber motivo.

Cada vez que hay sufrimiento vas al templo, tus ojos se dirigen hacia Dios, tu corazón se mueve a la oración. Hay algo escondido en el sufrimiento, lo que te hace más consciente de quién eres, de por qué eres, de adónde estás yendo. En un momento de sufrimiento tu consciencia es intensa.

Nada puede estar sin significado en este mundo. Es un cosmos, no es un caos. Puedes ser incapaz de entenderlo, eso es otra cosa, porque tú conoces sólo los fragmentos, no conoces al todo. Tu experiencia de la vida es como si sólo tuvieras una página manchada de una novela: la lees, pero no tiene sentido, porque es sólo un pequeño fragmento, no sabes la historia completa. Una vez que sepas toda la historia, entonces esta página se volverá comprensible, entonces esta página se vuelve coherente, con significado.

¿Qué quiere decir tener significado? Tener significado quiere decir conocer el fragmento en relación al todo; tener significado es tener relación entre el fragmento y el todo. Un loco hablando en la calle no tiene significado. ¿Por qué? Porque no puedes relacionar lo que habla a nada, su conversación es un fragmento. Pero él no está hablando a nadie, no hay necesidad, no hay nadie a quién hablarle. Su conversación es fragmentaria, no es parte de un todo mayor, por eso es que es incoherente. Las mismas palabras pueden ser usadas por otro hombre, exactamente las mismas palabras, pero él está hablando a alguien, entonces tienen significado.

¿Por qué? Las palabras son las mismas, las oraciones son las mismas, los gestos son los mismos, y a un hombre lo llamas loco y el otro hombre no está loco ¿por qué? Porque hay alguien que escucha; el fragmento no es tan solo un fragmento, se ha vuelto parte de un todo más grande, tiene significado.

Recorta un pedazo de una pintura de Picasso: no tiene significado, es tan sólo un fragmento. Un fragmento está muerto. Ponlo de nuevo en la pintura, de pronto el significado aparece; se ha vuelto coherente, porque ahora se ha vuelto parte del todo. Sólo cuando eres parte del todo tienes significado. Y si el hombre moderno continuamente parece sentir que no llega a tener significado, es porque Dios ha sido negado u olvidado.

Sin Dios el hombre nunca puede tener significado, porque Dios quiere decir el todo y el hombre es sólo un fragmento. Tú eres tan sólo una línea de una poesía, solo, eres solamente letras sin sentido. Con toda la poesía aparece el significado, porque el significado está en relación al todo. Recuerda esto.

sábado, 9 de agosto de 2025

ESTAMOS DORMIDOS

 

Mira tu mano. ¿No puedes sentir una mano cósmica en ella? Entonces estarás en dificultad. Esto es lo que Jesús dice: "Dios es el padre. Todo este universo cuida de ti". Sino ¿para qué estás aquí? ¿Para qué se te permite existir? Todo este universo cuida de ti. Te ha traído hasta este punto de consciencia, quiere llevarte hasta el último pico, hasta el pico final de la iluminación, te ayuda en toda forma. Aún si sales del camino te seguirá. Siente la mano en tu mano y de pronto toda la perspectiva cambia.

Y Jesús dice: "Cada uno es el hijo", no sólo Jesús. Pero el cristianismo no puede existir si cada uno es el hijo; entonces no hay nada único en Jesús. Esta actitud es falsa. Cada uno es el hijo, y aun así Jesús es único, porque él lo ha logrado y tú aún estás en búsqueda.

El ser único no está en la naturaleza del ser, el ser único está en haberlo realizado. Jesús lo sabe y tú no lo sabes. Los hindúes siempre han dicho que la diferencia entre uno que está iluminado y uno que es ignorante, no está en el ser sino en su realización. Es como si alguien estuviera durmiendo y tú estás despierto: el ser es el mismo, pero uno que está dormido sueña; tú no estás soñando. Sacúdelo, despiértalo, y él estará tan despierto como tú, los sueños desaparecen. Sólo una sacudida es necesaria. Jesús está despierto y tú estás profundamente dormido, esa es la diferencia. En eso es único, pero no en el ser. El mismo dice: "Son los hijos del padre viviente".

Lo segundo que enfatiza es en "el padre viviente", porque normalmente un padre va a morir. La parte física del padre morirá, pero el todo cósmico siempre está vivo, nunca muere, es la eternidad.

Hace tan solo unas décadas, Nietzsche declaró: "¡Dios está muerto!". Eso es imposible porque el universo no puede morir, y Dios no es una persona. Si fuera una persona podría morir, las personas tienen que morir. Dios no es una forma, las formas tienen que morir. Dios no tiene cuerpo, los cuerpos tienen que morir. Dios es todo. En Dios nacemos y morimos. Tomamos una forma y la forma desaparece, pero el todo permanece. El todo no puede morir, el todo es la misma vida. Así que no estás viviendo en un universo muerto, sino en un Dios vivo, un padre, una madre, la relación es profunda y orgánica. No estás descuidado, alguien va cuidando de ti.

Este sentir te da raíces, entonces no te sientes un extraño, entonces no estás afuera, estás adentro. Este es tu hogar.

sábado, 2 de agosto de 2025

DIOS ES EL PADRE Y LA MADRE

 



"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente".

¿Qué es lo que han estado diciendo los cristianos? Justamente lo opuesto. Ellos dicen: "Jesucristo es el único hijo de Dios". Todo su dogma gira en torno a esto "el único", porque si todos son hijos, entonces ¿qué es lo especial en Jesús? Entonces ¿en qué forma es único? Entonces ¿por qué debe ser venerado? Sólo para hacer especial a Jesús, y se han olvidado de que están yendo contra Jesús.

Jesús dice: "...y conocerán que son los hijos del padre viviente".

Dos cosas, una: todo lo que existe en este universo es hijo del todo, tiene que ser así. Naces en él, a través de él. Toda la existencia ha estado engendrándote, o aun sería mejor si pudiéramos decir que has estado en el útero. Habría sido mejor usar la palabra "madre" que "padre", pero era difícil porque los judíos han permanecido rindiendo culto al chauvinismo masculino. Era difícil decir "madre".

Hay países y razas que rinden culto al chauvinismo masculino: los alemanes llaman a su país "el padre patria", el único país conocido como el "padre patria"; todos los países se llaman a sí mismos "la madre patria". ¿Por qué "padre patria"? El hombre y su ego. ¿Por qué Dios debe ser el padre? ¿Por qué Dios no puede ser la madre? ¿Por qué él tiene que ser "él" y no "ella"? La madre parece ser más pertinente, porque el padre no interviene mucho en la creación del hijo. A lo más, él tan sólo desencadena el asunto, nada más. Y un padre es descartable. Aun una inyección común puede hacerlo; el trabajo del padre puede ser hecho por una jeringa, él es descartable. Toda la creación llega a través de la madre: ella lleva al niño por nueve meses; su sangre, todo su ser alimenta al niño. Tú existes en el universo como si existieras en un útero.

Hay gente que ha usado la palabra "madre" para Dios. Ellos están más correctos, pero sólo "más correctos", absolutamente correctos es imposible, porque entonces Dios tendría que ser ambos, padre y madre. No puede ser masculino, no puede ser femenino, porque ninguno puede desencadenar el asunto por sí mismo. El es ambos: mitad hombre, mitad mujer; él es ambos: él y ella.

Pero eso depende. Cuando Jesús estaba presente, habría sido muy difícil para él decir: "Dios la madre", porque nadie hubiera entendido. Su audiencia era judía, y ellos creían en un Dios padre muy feroz, muy vengativo, vas contra él y él se vengará. Una madre nunca puede ser vengativa, ella siempre perdona, ella siempre entiende. Una madre nunca insiste en que la obedezcan; un padre insiste en ser obedecido. Los diez mandamientos no pueden provenir de una madre, pueden provenir sólo de un padre. Mandamientos, la propia palabra es horrible, como si fuera un general y como si la existencia fuera algo como un campamento militar, ¡mandamientos! Y si desobedeces es a tu propio riesgo y responsabilidad.

Jesús usó el lenguaje corriente pero sé que él habría preferido "madre". La madre es más que el padre. La madre existe en el centro, el padre en la periferia, pero Dios es ambos. Recuerda esto: yo también uso la palabra "él" para Dios, pero recuérdalo siempre, cada vez que uso "él" es sólo por facilidad, él es ambos: él y ella.

Y "...son los hijos del padre viviente".

Todo el mundo es un hijo. Esto no es como los lógicos, los sociólogos y los psicólogos piensan, esto no es antropomorfismo. Se ve, parece que al pensar en Dios como el padre y la madre, y al pensar sobre uno mismo como el hijo, estás proyectando las relaciones humanas a lo cósmico, estás haciendo de todo el fenómeno cósmico un asunto familiar; estás pensando en términos humanos. Esto es una condena.

Los sociólogos y psicólogos, quienes dicen que esto es antropocentrismo, el hombre piensa en sí mismo como si fuera el centro y proyecta sus propios términos, sentimientos sobre todo, cada vez que dicen que esto es antropocéntrico, están diciendo que esto está errado. Pero ellos no lo han entendido: parece antropocéntrico, tiene que parecerlo, porque cualquier cosa que diga el hombre tiene que ser humana. Aun una verdad objetiva tiene que estar teñida por la persona que la firma. Aun la objetividad no puede estar sin lo subjetivo; lo subjetivo va y la cubre.

Aún las verdades científicas no son objetivas: el hombre que las descubrió ha entrado en ellas. No hay posibilidad de entrar a la verdad objetiva, porque el que llega a conocer casi siempre le dará un color. Todo el conocimiento es personal, y cada vez que el hombre dice algo, porque el hombre lo dice, va a ser humano. Y no hay necesidad de ser apologético al respecto, es hermoso.

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