sábado, 27 de julio de 2024

LA VIDA UN CÍRCULO

 


Cuando Jesús dice: "Sean como niños". No lo tomen literalmente. ¿Pero por qué "como niños"? Porque cuando un niño es concebido, por las primeras cuatro semanas él no es ni masculino ni femenino. Pregúntale a los biólogos, ellos te dirán que no es ninguno.

Por unas cuantas semanas el niño no es ni masculino ni femenino, él es ambos o ninguno. La división todavía no se ha hecho. Por eso es que ahora la ciencia médica es capaz de cambiar el sexo del niño. Unas cuantas inyecciones pueden lograrlo, porque ambos están presentes, lo masculino y lo femenino. El equilibrio se perderá pronto, predominará lo masculino o lo femenino. Y cualquiera que predomine, ese será el sexo del niño. Pero al principio hay un equilibrio, ambos están presentes. Ahora dependerá de las hormonas.

En el principio la unidad, luego el niño nace: en lo que concierne al cuerpo ahora es masculino o femenino. Pero en lo profundo de la consciencia, la distinción no ha penetrado; en la consciencia todavía no es ninguno, el niño todavía no sabe si es masculino o femenino. Unos cuantos meses más y entonces la distinción entrará en la mente, entonces el niño tendrá una visión diferente, el niño se hará consciente de sí mismo.

El cuerpo era uno al principio, después el cuerpo se separa. Aun cuando el cuerpo se separa, el niño es uno. Después el niño también se separa: el ser humano desaparece, te identificas con ser hombre o mujer y eso continúa toda tu vida. Eso significa que nunca alcanzas la fuente de nuevo, el círculo permanece incompleto. Un sabio alcanza la fuente de nuevo, el círculo se vuelve completo. Otra vez en la mente desaparece la distinción, ¡justo al revés!

En el niño la diferenciación viene primero en el cuerpo, después en la mente. En cambio en el sabio, primero la diferenciación desaparece de la consciencia, después en el cuerpo, y antes de que muera, de nuevo él es una unidad. Esta es la segunda niñez: de nuevo se ha vuelto inocente, pero esta inocencia es muy rica.

La inocencia de un niño es pobre porque no hay experiencia; la inocencia de la niñez es tan solo como una ausencia de algo. Pero la inocencia de un sabio es la presencia de algo, no la ausencia. El ha conocido todos los caminos del mundo, ha experimentado todo lo que había que experimentar. Se fue exactamente al extremo opuesto: se volvió un pecador, se sumergió en el fango, se entregó a los placeres, experimentó todo lo que este mundo puede dar, y ahora ha salido de eso. Su inocencia es muy, muy rica, hay experiencia. No la puedes destruir ahora, porque ha conocido todo lo que puede ser conocido ¿cómo lo puedes destruir? Ahora ya no lo puedes tentar, toda la tentación ha desaparecido.

Si alcanzas esta etapa, al principio eras un niño y al final de nuevo te vuelves un niño, tu vida ha sido un círculo completo; esto es lo que es perfección. Si no llegas a la fuente de nuevo, tu vida ha sido incompleta. Siendo incompleta hay sufrimiento. Eso es lo que Buda llama dukkha, la desgracia. Si estás incompleto hay desgracias, si estás completo estás satisfecho.

Un sabio muere satisfecho, entonces ya no hay nacimiento, porque entonces ya no hay necesidad de regresar al mundo de la experiencia. Tú mueres incompleto y por eso tienes que volver a nacer. Tu ser persistirá una y otra vez hasta estar completo; y a menos que estés completo tendrás que nacer y morir una y otra vez. Esto es lo que los hindúes han estado llamando "la rueda de la vida y la muerte". Un sabio salta fuera de la rueda porque él mismo se ha vuelto un círculo, ahora la rueda ya no es necesaria.

Pero ¿qué le sucede a la mente común? La distinción permanece hasta el mismo fin, el sexo permanece hasta el mismo fin. Aun si el cuerpo se vuelve débil, la mente continúa, y el sexo es la dualidad básica. Así que a menos que el sexo desaparezca; la unidad, la no dualidad, el Brahma no te va a suceder. Recuérdalo: la no dualidad, el Brahma, lo uno, no es una hipótesis, no es una teoría, no es una doctrina. No es algo filosófico sobre lo cual puedas discutir, no es una creencia, es una trascendencia del sexo. Es un fenómeno biológico profundo, es alquímico porque todo tu cuerpo necesita una transformación.

Tres ancianos estaban sentados en la banca de un jardín hablando sobre sus desgracias, porque los ancianos no tienen otra cosa más de qué hablar. El anciano de setenta y tres años dijo: "Mi oído se está yendo, la gente tiene que gritarme a los oídos y aun así no puedo escuchar correctamente".

El otro dijo: "Mis ojos cada vez ven menos", tenía setenta y ocho años, ya no puedo ver bien, y además ¡no puedo diferenciar entre una rubia y una pelirroja!".

Entonces ambos le preguntaron al otro anciano, le dijeron: "Mulla Nasruddin, ¿y cuál es tu problema?".

Nasruddin, quien tenía noventa y trés años... dijo: "Mi problema es más profundo que el de ustedes dos. Sucedió anoche: tuvimos una cena, luego un poco de vino, después descansamos en el sofá y me quedé dormido. Media hora más tarde me di cuenta de que mi esposa se había ido a la cama. Así que fui al dormitorio y le dije a mi esposa: 'Hazme un espacio, déjame entrar en la cama y ¡nos vamos a divertir!' Mi esposa dijo: '¿Qué? ¡Acabamos de divertirnos hace veinte minutos!'".

Y entonces Nasruddin se golpeó la cabeza tristemente y dijo: "Caballeros, mi problema es que ¡estoy perdiendo la memoria!".

El sexo te va siguiendo hasta el mismo fin, hasta el último. Y puedes no haberlo observado, puedes no haber pensado sobre eso, pero si un hombre no ha trascendido la mente, lo último en la mente, cuando muere será el sexo, porque eso fue lo primero cuando nació y está supuesto a ser lo último, es natural.

¡Trátalo! En la noche, cuando vayas a dormir, simplemente observa el último pensamiento, el último, exactamente el último; después del cual te quedas dormido. Recuérdalo, y en la mañana te sorprenderás: ese será el primer pensamiento, obsérvalo. O puedes hacerlo de otro modo: en la mañana observa el primer pensamiento y recuérdalo. En la noche, ese será el último pensamiento, porque la vida es cíclica. El sexo es lo primero en la vida y va a ser lo último. Si no lo trasciendes, eres una simple víctima, no eres tu propio amo.

Un sabio trasciende el sexo, pero el sabio no ha reprimido el sexo, recuérdalo, porque la represión no es trascendencia. Si lo reprimes todavía estás en eso, si lo reprimes aún estás dividido. Un sabio no ha reprimido nada. Mas bien al contrario, las energías masculinas y femeninas dentro de él se han vuelto una unidad, ahora él ya no es ni masculino ni femenino. Eso es lo que Jesús ha dicho: "Eunucos de Dios". Esto es lo que los hindúes quieren decir cuando representan a Shiva como Ardhanarishwar, mitad hombre, mitad mujer, se ha vuelto uno. Y los hindúes dicen que Shiva es el Dios más perfecto, el más grande, Mahadeva. ¿Por qué lo llaman Mahadeva, el más grande? Porque es mitad hombre y mitad mujer, y cuando eres mitad hombre y mitad mujer conscientemente, ambos se vuelven un círculo y ambos desaparecen. La dualidad ha desaparecido, se ha vuelto uno.

Jesús está hablando sobre esta unidad, Ardhanarishwar, mitad femenino y mitad masculino. Entonces no eres ninguno, entonces una nueva niñez ha comenzado, la segunda niñez, eres dwij, vuelto a nacer. Un nuevo mundo de inocencia es descubierto.

sábado, 20 de julio de 2024

VOLVER A SER NIÑOS

 

Jesús vio a niños siendo amamantados.

Y les dijo a sus discípulos:

"Estos niños que están siendo amamantados

son como aquellos que entran en el reino".

Ellos le dijeron:

"Entonces, ¿siendo niños, entraremos en el reino?".

Jesús les dijo:

"Cuando hagas a los dos en uno, y cuando hagas a lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno, y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagas lo masculino y femenino en uno solo, de tal modo que lo masculino no sea masculino y lo femenino no sea femenino, entonces entrarás en el reino".

Este es uno de los versículos más profundos de Jesús, y uno de los más básicos a ser entendidos por un buscador, y también uno de los más difíciles de lograr, porque si esto es logrado nada más queda por lograr, primero trata de entender unas cuantas cosas y luego entraremos en el versículo.

El hombre, si vive con la mente, no podrá jamás ser inocente, y sólo en la inocencia desciende lo divino, o tú asciendes a lo divino. La inocencia es la puerta. La mente es astuta, calculadora, es lista, y por esta astucia lo pierdes, pierdes el reino de Dios.

Logras el reino de este mundo a través de la mente, porque aquí la astucia es necesaria. Tienes que ser astuto: cuanto más astuto más éxito; cuanto más calculador más eficiente en los manejos del mundo.

Pero exactamente lo opuesto es la puerta al reino de Dios. Ahí no es necesario calcular, no es necesario ser listo. La mente no es necesaria en absoluto, porque la mente es tan solo un mecanismo para calcular, un mecanismo para ser listo. Si no necesitas ninguna astucia, ningún cálculo, la mente es inútil. Entonces el corazón se vuelve la fuente de tu ser y el corazón es inocencia.

¿Por qué seguimos siendo astutos? ¿Por qué la mente va pensando cómo engañar? Porque esa es la única manera de triunfar en el mundo. Así que aquellos que quieren triunfar en el mundo serán fracasos en el reino de Dios. Si estás listo para aceptar tu fracaso en este mundo, entonces estás listo para entrar en el otro mundo. En el momento en que uno está listo para reconocer que: "El éxito de este mundo no es para mí, yo no soy para eso", inmediatamente sucede una conversión, un giro. Entonces, la consciencia no se mueve hacia afuera, comienza a moverse hacia adentro.

Jesús enfatiza la inocencia muchísimo. Por lo tanto, él va hablando sobre la belleza de los niños, o la inocencia de las flores, de las lilas o de la inocencia de los pájaros. Pero este tipo de inocencia no será útil, tú ya la has perdido. Así que no lo imites verbalmente, no trates de entenderlo literalmente, simplemente es simbólico.

Tú no puedes ser un niño de nuevo ¿cómo va a ser posible eso? Una vez que ya has probado el conocimiento, no puedes regresar. Puedes trascenderlo, pero no puedes regresar, no hay manera de regresar. Puedes ir hacia adelante, puedes ir más allá de eso, pero ahora no puedes ir hacia atrás, no hay forma. No puedes ser un niño común de nuevo. ¿Cómo? ¿Cómo puedes perder aquello que has conocido? Pero sí puedes ir más allá, puedes trascender.

Recuerda esto, de otro modo puedes comenzar imitando a un niño, y esa imitación será una astucia, será de nuevo un cálculo. Porque Jesús dice: "Sé como un niño", entonces comienzas a practicar cómo ser como un niño, pero un niño nunca lo practica. Un niño es simplemente un niño, él ni siquiera sabe que es un niño, él no está consciente de su inocencia. Su inocencia está ahí, pero él no es consciente de eso. Pero si tú lo practicas, entonces tu consciencia estará focalizada en eso, entonces esta niñez será algo falso. Puedes actuar, pero no puedes ser un niño de nuevo en el sentido literal.

Pero un santo, un sabio, se vuelve como un niño en un sentido totalmente diferente. El ha trascendido, ha ido más allá de la mente, porque ha entendido su inutilidad. Ha entendido toda la tontera de ser un hombre de éxito en este mundo, ha renunciado al deseo de triunfar, al deseo de impresionar a otros, al deseo de ser el más grande, el más importante, al deseo de satisfacer al ego. El ha llegado a comprender la absoluta inutilidad de eso. La misma comprensión hace trascender, el mismo entendimiento e inmediatamente estás transformado en una dimensión diferente.

Entonces de nuevo una niñez, a eso se le llama la segunda niñez. Los hindúes han llamado a esa etapa "el vuelto a nacer", dwij. De nuevo has nacido, pero éste es un nacimiento diferente, no es producto de un padre y una madre. Esto es por tu propio ser, no como resultado de la unión de dos cuerpos, no de una dualidad. Es a través de tu ser que has nacido.

sábado, 13 de julio de 2024

BUSCA LO INMORTAL

 

Busca lo inmortal y permanece alerta; no desperdicies tu tiempo con aquello que no va a perdurar, no desperdicies tu vida con aquello que va a cambiar, que es parte del mundo cambiante.

Entonces ¿qué puedes pensar... qué es lo que va a perdurar? ¿Te has tropezado con algún hecho en tu vida que te de la sensación de que vaya a perdurar? El mundo visible está a tu alrededor, nada perdura en él. Aún las montañas no durarán por siempre, ellas también envejecen, también mueren. Aun los continentes han desaparecido.

Los Himalayas no estaban ahí en los días de los Vedas, porque el Rigveda original nunca habla acerca de ellos. Es imposible no hablar de los Himalayas si están ahí ¡imposible! ¿Cómo puedes ignorar los Himalayas? Y van hablando de otras cosas, pero nunca hablan sobre los Himalayas. Por esto Lokmanya Tilak decidió que los Vedas habían sido creados por lo menos hace setenticinco mil años. Parece significativo, puede ser así; puede ser que no hayan sido escritos desde hace tanto tiempo, pero pueden haber existido como una tradición oral por muchos miles de años. Por eso es que los Himalayas no están ahí.

Actualmente los científicos dicen que los Himalayas son la última adición al mundo, la montaña más joven; es la más alta, pero la más joven. Aún está creciendo, aún está joven, todos los años va creciendo más y más alto.

Vindhya es la montaña más antigua de la tierra tal vez por eso está encorvada, anciana, moribunda. Los hindúes tienen una bella historia sobre Vindhya.

Un vidente, Agastya, fue al sur, y era muy difícil cruzar el Vindhya en aquellos días; no existían los medios. La bella historia es: cuando llegó el vidente, Vindhya se inclinó para tocarle los pies, y el vidente le dijo: "Permanece en la misma postura, regresaré pronto, ¡así podré cruzarte fácilmente!". Así que Vindhya ha permanecido doblada y el vidente nunca regresó; murió en el sur. Pero la historia es bella: Vindhya está encorvada como una anciana, la parte más antigua de la tierra. Aun las montañas son jóvenes, viejas; mueren, nacen. Nada es permanente en el mundo externo. Mira los árboles, los ríos, las montañas; nos dan la impresión de que todo es permanente, pero mira un poco más profundo y la sensación desaparece.

Después ve adentro y observa tus pensamientos, ellos son aun más pasajeros. Van muriéndose constantemente, ni siquiera un solo pensamiento permanece: hace un momento estuviste molesto y la mente estaba llena de pensamientos furiosos; un momento después estás sonriente y esos pensamientos han desaparecido completamente, como si nunca hubieran existido. Tal como las nubes en el cielo vienen y van; constantemente están cambiando su forma, tal como las nubes, son exactamente similares.

Observa las nubes y verás que su forma está cambiando constantemente. Si no las observas puedes no estar consciente de que su forma está cambiando continuamente, ni siquiera por un solo momento la forma de la nube es la misma. Igual es en tu mente: la forma de un pensamiento es tal como la nube, va cambiando. Ese es el problema por el cual la gente no puede concentrarse: porque concentración quiere decir que la forma del pensamiento debería permanecer constantemente. Ese es el problema y continúa moviéndose y cambiando. No importa qué hagas: continúa cambiando. Un pensamiento se convierte en otro, una forma en otra forma. El mundo de los pensamientos no es tampoco algo que perdure.

Las montañas cambian, las nubes cambian, sólo el cielo permanece siendo el mismo, perdura. Lo mismo es dentro de ti: las cosas cambian dentro de ti, pero el cielo del ser, el ser que es testigo permanece siendo el mismo. Esa es la perla: el ser que es consciencia. No tiene forma, así que no puede cambiar. Si hubiera forma habría cambio. Si no hay forma ¿cómo puede darse el cambio? Es sin forma.

Si vas ahí donde no hay forma, dentro de ti, al principio parecerá vacío porque no conoces lo sin forma, sólo conoces el vacío. Pero no tengas temor y no te asustes; ve adentro. Cuando te familiarices, cuando hayas hecho tu residencia ahí, entonces el vacío se convierte en lo sin forma. Cuando se logra lo sin forma, has conseguido la perla. Entonces has comprado lo uno al costo de lo mucho. Pero ahora, al costo de lo uno has comprado lo mucho. Y lo uno es la perla y lo mucho son las piedras falsas. Pueden parecer muy valiosas, pero no lo son, porque no pueden perdurar.

Permanencia, eternidad, es el criterio para la verdad; recuerda esto bien. ¿Qué es la verdad? Aquello que perdura y perdura infinitamente. ¿Qué es un sueño? Aquello que comienza y llega a un fin, aquello que no puede durar por siempre. Así que busca esa perla que nadie te puede quitar, ni siquiera la muerte. En la muerte el cuerpo morirá, en la muerte los pensamientos desaparecerán ¿pero tú? continuarás y continuarás...

La muerte ocurre cerca a ti, pero nunca a ti. Sucede en la vecindad, pero nunca en el centro; sucede a la circunferencia. Tú nunca has muerto, no puedes morir. Las montañas desaparecen, las nubes vienen y van, pero el cielo permanece igual. Y tú eres el cielo. La naturaleza del ser es tal como el espacio: vacío, infinitamente vacío, sin forma. Todo sucede dentro de eso, nada le sucede a eso. Esto es lo que Jesús afirma cuando dice: "También tú busca aquel tesoro que no fracasa, aquél que perdura, donde la polilla no se acerca a devorarlo y donde ningún gusano lo destruye".

sábado, 6 de julio de 2024

TÚ ERES LA META

 

Cuál es la diferencia entre una búsqueda mundana y una búsqueda religiosa?. La religión es buscar lo eterno, lo mundano es buscar lo temporal. El mundo existe dentro del tiempo y la religión existe en el no tiempo. Observa un hecho claro: que cada vez que cierras tus ojos y los pensamientos desaparecen, no existe el tiempo; cada vez que cierras los ojos y los pensamientos ya no están, el tiempo desaparece. Con los pensamientos presentes entonces hay tiempo; cuando hay cosas presentes entonces existe el tiempo.

A tu alrededor existe el tiempo, el océano del tiempo. Dentro de ti existe la eternidad, el no tiempo.

Por eso es que todos los seres realizados dicen que cuando has trascendido el tiempo, cuando has ido más allá del tiempo, te has alcanzado a ti mismo, el hogar ha llegado.

Había una vez un hombre que trabajaba en una fábrica, el hombre era muy pobre y solía ir a trabajar en su burro, pero siempre llegaba tarde de regreso a casa, y su esposa estaba siempre muy molesta. Un día dijo: "Trata de entender mi problema, cuando suena el pito, el último pito, el pito de salida, este burro está tan acostumbrado que aun si me retraso por dos o tres segundos él ya se ha ido, se va a casa sin mí. ¡Y hay tanta prisa! Todo el mundo quiere irse de la fábrica inmediatamente, cuando llego muchas veces ya se ha ido ¡el burro desapareció! Espera dos o tres segundos a lo más. Si en ese lapso me he montado en él, está bien; de otro modo se habrá ido sin mí, así que éste es el problema ¡entonces tengo que ir a pie!". Pensando que contar esto lo iba a ayudar, le preguntó a la esposa "¿Entiendes la moraleja de la historia?".

La esposa dijo: "Sí, ¡la entiendo bien! ¡Aún un burro sabe cuándo es el momento de regresar a casa!".

Aún un burro sabe cuándo es el momento de regresar a casa, pero tú ni siquiera has tomado consciencia de dónde está la casa ni de cuándo salir para casa. Continúas deambulando, continúas tocando las puertas de otras casas; te has olvidado completamente dónde está tu hogar. Así que si estás inquieto no es extraño.

Si nunca te sientes tranquilo en ninguna parte, no es extraño. Vas viajando de una esquina del mundo a otra. ¿Por qué existe esta locura de ir de una ciudad a otra? ¿Qué estás buscando? Siempre que alguien puede hacer el gasto se va de viaje. La gente trabaja, ahorra dinero sólo para viajar alrededor del mundo ¿para qué? ¿Qué vas a ganar?

Escuché que una vez un cazador americano estaba explorando un volcán griego, estaba justo en el centro del volcán. Le dijo al guía: "¡Cielos! ¡Parece el infierno!".

El guía le dijo: "¡Ustedes Americanos! ¡Ustedes han estado en todas partes! ¡Y si lo pueden pagar también irán al infierno!".

¿Pero por qué existe esta intranquilidad? ¿Por qué el hombre es un vagabundo en lo más profundo? Porque falta el hogar estás en busca de él. Tu dirección puede estar errada, pero tu intranquilidad indica algo. Dondequiera que estés no es tu hogar, éste es el problema: continúas en búsqueda, puedes ir aún al infierno en búsqueda, pero no lo vas a encontrar en ninguna parte, porque el hogar existe dentro de ti. ¡E incluso un burro sabe cuándo es el momento de regresar!

Es el momento, ya es el momento, ya has esperado suficiente. No lo busques en las cosas, no lo busques en los demás, no lo busques afuera, ahí encontrarás lo mucho, lo múltiple, lo que los hindúes llaman maya.

Maya, quiere decir lo mucho, lo múltiple, maya significa lo sin fin. Vas buscando y buscando y no tiene fin. Es un mundo mágico, maya quiere decir la magia de lo múltiple. La magia permanece, tú continúas buscando. Nunca consigues nada porque es un mundo mágico; cada vez que te acercas a él desaparece como un arco iris. Desde una distancia es bello, te captura, te obsesiona, entra en tus sueños, en tus deseos; te gustaría tener el arco iris en tus manos. Entonces continúas y continúas y el arco iris va retrocediendo.

Cuando lo alcances encontrarás que no hay nada, el arco iris era un sueño, una realidad ilusoria. Los hindúes han llamado a este mundo de lo mucho maya, un mundo mágico, como si un mago lo hubiera creado. No existe nada realmente. Todo existe a través del deseo y los sueños. Lo creas por medio de tu deseo, eres un creador a través de tus deseos, creas el mundo de lo mucho.

Un carro, un hermoso carro está ahí. Si no hubiese nadie sobre la tierra, ¿cuál sería el valor del carro? ¿Quién lo apreciaría? ¿Quién se preocuparía de él? Los pájaros ni siquiera lo mirarían, los animales ni se preocuparían. Nadie le prestaría ninguna atención, se podriría, se convertiría en chatarra. Pero cuando el hombre está ahí es valioso. ¿De dónde nace el valor? Nace de tu deseo: si lo deseas es valioso; si no lo deseas el valor desaparece. El valor no está en una cosa, está en tu deseo.

La antigua ley en la economía, era que dondequiera que hubiere demanda, la oferta aparecería. Pero ahora la ley ha cambiado completamente: tú ofreces y la demanda se crea. ¿Puedes imaginarte alguna persona en el tiempo de Buda soñando en un carro? No había problema porque la oferta no existía, así que ¿cómo pueden desear? Ahora, todo el mundo de negocios existe creando nueva oferta. Primero fabrican el producto, después lo anuncian y entonces crean el deseo; entonces llega la demanda, entonces corres porque lo ves: "Ahora, ¡ésta es la meta! Estaba desperdiciando toda la vida, ahora ésta es la meta. Una vez que lo consiga ¡todo se habrá logrado". Pero el negociante continúa inventando nuevas cosas, los publicistas van creando nuevos deseos.

Todos los años crean nuevos carros, nuevas casas, nuevas metas. Continuamente te ofrecen nuevos vehículos, no te permiten ni un segundo para pensarlo. Tu carro puede estar bien, pero anuncian que el nuevo modelo ha salido. Ahora usar el modelo antiguo hiere el ego. El nuevo modelo puede no ser mejor, incluso puede ser peor, pero el nuevo tiene que comprarse. Tienes que comprarlo porque los vecinos lo tienen, porque todo el mundo está hablando acerca de él.

Una mujer fue al doctor y le dijo: "¡Hágame cualquier operación!".

El doctor dijo: "¿Qué? ¿Se ha vuelto loca? ¿Para qué una operación? ¡Está completamente sana y bien!".

La mujer dijo: "Pero es muy difícil, cada vez que voy al club todas las mujeres están hablando y hablando; a una la operaron de la apéndice, a otra de las amígdalas; sólo yo me siento de alguna manera anormal ¡con nada qué decir! Opéreme de cualquier cosa ¡para poder ir al club y hablar sobre ello!".

¡Aún hay competencia en la enfermedad! Tienes que estar delante del otro, de todos, cualquiera que sea la consecuencia, tienes que ser el primero.

Tres viajeros estaban conversando en un tren. Uno se jactaba de su esposa diciendo: "Tengo una esposa. Nos casamos hace diez años; ella todavía viene todas las noches a recibirme a la estación cuando regreso a casa". ¡Imposible!

El hombre dijo: "Puedo entenderlo, porque yo he estado casado por veinte años y lo mismo me sucede, mi esposa aún viene a recibirme a la estación".

El tercer hombre dijo: "¡Yo los gano! He estado casado por treinta años y mi esposa todavía viene a recibirme y realmente ¡ni siquiera estoy casado con ella! Todavía viene a recibirme ¡yo los gano!

Aún si la gente está diciendo mentiras tienes que ganar, tienes que ser el primero en cualquier cosa que la gente esté haciendo. Si el estilo de vestidos cambia, los nuevos vestidos pueden lucir neuróticos; pero tienes que usarlos. Nadie está en casa porque todo el mundo está tocando la puerta del otro.

Recuerda bien esto: nadie es una meta para ti, excepto tu propio ser, tú eres la meta y tienes que lograrlo tú mismo, nada más tiene valor.

sábado, 29 de junio de 2024

TU SER, EL VERDADERO VALOR

 

Jesús dice: "El reino del padre es como un hombre, un mercader, quien poseía mercancías y encontró una perla, el mercader fue prudente, vendió las mercancías y compró la perla para sí mismo".

La historia es esta: Un hombre fue a un país muy lejano para hacer dinero. Ganó mucho, acumuló muchas mercancías, pero en el último momento encontró una perla. La canjeó, vendió todas sus mercancías y compró la perla.

Cuando estaba viniendo de regreso, hubo un accidente y el barco se hundió. Pero, él pudo nadar hasta la orilla con la perla; llegó a su casa con todos sus tesoros.

Esta es la historia a la que Jesús se refiere: ese hombre compró lo uno en lugar de lo mucho, así que aun cuando el barco se hundió, nada se perdió. Lo uno puede ser salvado, no lo mucho.

Cuando la muerte venga y tu barco se hunda, si tienes una perla puedes llevarla hasta la otra orilla, pero si tienes muchas cosas no podrán ser llevadas. Una perla puede ser llevada, ¿pero cómo podrías llevar muchas mercancías?

“….el mercader fue prudente...".

El fue sabio, porque ésta es la tontería: vender lo uno y comprar lo mucho. Esto es sabiduría: vender lo mucho para comprar lo uno. La perla es simbólica de lo uno, de lo interno.

"El mercader fue prudente. Vendió las mercancías y compró la perla para sí mismo".

"También tú, busca aquel tesoro que no fracasa, aquél que perdura, donde la polilla no se acerca a devorarlo y donde ningún gusano lo destruye".

Entonces sé como ese mercader, prudente, sabio. Cualquier cosa que puedas conseguir en este mundo te será arranchada. ¿Has observado el hecho de que en realidad no puedes poseer nada en el mundo? Simplemente sientes que posees, pero la cosa estuvo aquí cuando tú no estabas, alguna otra persona lo poseía. Pronto tú ya no estarás aquí y la cosa estará ahí, y alguna otra persona la poseerá. Tu posesión es tal cual un sueño: a veces está ahí y a veces se ha ido.

Sucedió que había un rey, Ebrahim. Una noche escuchó un ruido en el techo, alguien estaba caminando, así que preguntó: "¿Quién está ahí?".

El hombre dijo: "No te perturbes, mi camello se ha perdido y lo estoy buscando". ¡En el techo del palacio... el camello se ha perdido!

Ebrahim se rió y dijo: "¡Tú loco! ¡Bájate de ahí! Los camellos nunca se pierden en el techo de un palacio. ¡Vete a casa!".

Pero entonces él no pudo dormir porque era un hombre de contemplación. Pensó: "Tal vez el hombre no estaba loco, tal vez él haya estado diciendo simbólicamente; tal vez sea un gran místico, porque su voz era tal cuando dijo: 'No te preocupes, no te perturbes', había tanto consuelo y silencio, la voz era tan musical y armoniosa, no puede ser de un loco.

Y cuando dijo eso: 'Mi camello se ha perdido y estoy buscando mi camello', la voz era tan penetrante, parecía indicar algo... ¡Ese hombre tiene que ser encontrado mañana en la mañana! Debo ver quién es ese hombre, si es que es loco o un loco de Dios; si es que estaba en el techo simplemente por su locura o si es que fue mandado hacia mí particularmente a darme un mensaje".

El rey no pudo dormir toda la noche. En la mañana le dijo a sus cortesanos: "Vayan y encuentren a ese hombre... con este tipo de voz". Pero se buscó por toda la capital y el hombre no pudo ser hallado, porque sólo por el tono de voz ¿cómo puedes encontrar a un hombre? ¡Difícil!

Justo a mediodía hubo mucho bullicio en la puerta. Un faquir, un mendigo, había aparecido y le estaba diciendo al portero: "Déjame entrar porque quiero estar aquí, pasar unos cuantos días en esta posada, en este hotel". El portero estaba diciendo: "Esto no es una posada, no es un hotel, éste es el propio palacio de un rey ¡su propia residencia!".

Pero el faquir dijo: "¡No! Sé muy bien que esto es una posada: los viajeros vienen, se quedan por un tiempo y se van. Nadie es un residente aquí, así que déjame, permíteme, le hablaré al rey quien parece ser un tonto".

Esto fue escuchado y se le llamó. El rey estaba muy molesto; dijo: "¿Qué estás diciendo?".

El faquir dijo: "¡Escucha! Yo vine antes pero en este trono había otra persona sentada. Y él era el mismo tipo de tonto que tú, porque pensaba que ésta era su residencia. ¡Ahora tú estás pensando que ésta es tu residencia!".

El rey dijo: "¡No seas estúpido! Y no te comportes en esta forma tan incivilizada, él fue mi padre y ahora ha muerto".

El faquir dijo: "Te digo que regresaré otra vez y no te encontraré aquí. Otra persona estará aquí. Será tu hijo y dirá: '¡Esta es mi residencia!' ¿Qué tipo de residencia es ésta? La gente viene y va, yo la llamo una posada de viajeros".

¡La voz pudo ser reconocida! El rey dijo: "¡Entonces tú eres el loco que estaba buscando al camello en el techo!".

El loco dijo: "Sí, yo soy el loco, y tú también lo eres. Si te estás buscando a ti mismo en la riqueza, ¡estás buscando un camello en el techo!".

El rey bajó del trono y le dijo al faquir: "Quédate en esta posada, pero yo me voy, porque me estaba quedando sólo porque creía que ésta era una residencia, que éste era un hogar. Si éste no es un hogar, entonces debo ir y buscar el hogar ¡antes de que sea demasiado tarde!".

Ebrahim se volvió místico por derecho propio. Y cuando llegó a ser conocido, cuando llegó a ser un hombre realizado, solía vivir en las afueras de la ciudad, de su propia capital. Una vez había sido su posesión, ahora era simplemente una posada. Solía vivir afuera y la gente venía y le preguntaba: "¿Dónde está la basti?, basti quiere decir "la ciudad". Pero la palabra es muy bella, la palabra significa "donde la gente reside". Y Ebrahim les mostraba el cementerio; él les decía: "Anda hacia la derecha, llegarás al basti, donde la gente reside".

Entonces la gente iba y luego regresaba muy molesta y decía: "¿Qué tipo de hombre eres? Te preguntamos por la basti, la ciudad, donde la gente reside ¡y nos mandas al cementerio!".

Y Ebrahim se reía y decía: "¡Entonces parece que usamos los términos en modos distintos! porque ahí en el cementerio, una vez que entras eres un residente para siempre. Esa es una basti real, la residencia permanente, donde la dirección nunca cambia, donde estás ahí por siempre y por siempre y por siempre. Así que entonces, no estás preguntando por la basti real, entonces estás preguntando por esta ciudad que es un cementerio, porque la gente está en fila tan solo esperando morir".

"El tiempo de uno se acaba hoy día, el de alguien se acabará mañana, el de otro pasado mañana, pero todo el mundo está esperando ¡solamente morir! ¿Y tú llamas a esto basti? ¿Y llamas a esto el sitio donde la gente reside? Yo lo llamo cementerio, marghat, la gente simplemente está esperando morir, donde no existe nada excepto la muerte".

Y si existe la vida, no es nada sino una espera hacia la muerte, ¿y cómo la vida puede ser una espera hacia la muerte? ¿Cómo la vida puede ser momentánea? ¿Cómo la vida puede ser tan solo como un sueño? Está ahí, y desaparece, ¡y ya no está ahí! La vida debe ser algo eterno. Pero si estás buscando lo eterno, entonces sé como un mercader prudente: ¡vende todo lo que tienes! Véndelo y compra lo uno, la única perla de tu ser interno, la que no puede hundirse, la que no puede ser arranchada, porque esa perla eres tú. Puedes poseerte sólo a ti mismo, ninguna otra cosa puede poseerse realmente. Puedes vivir en una ilusión, eso es otra cosa.

Puedes vivir bajo la ilusión de que posees esta casa, esta esposa, este esposo o estos hijos, pero esto es una ilusión, tarde o temprano el sueño desaparecerá. Puedes poseerte sólo a ti mismo, porque eso nunca se irá. El ser es permanente, eterno. Es tuyo por el tiempo sin fin. No se te puede quitar.

sábado, 22 de junio de 2024

UN TESORO TENEMOS ADENTRO

 

Por qué seguimos acumulando cosas en la vida?. Siendo la verdad tan clara, que nada nos llevamos cuando morimos, aún así continuamos. Nadie escucha a Jesús o a Buda. Aun si lo escuchas, aun si sientes que lo entiendes, nunca lo sigues en forma consciente. Debe haber alguna razón muy profunda para que ignores a Buda y a Jesús y tú sigas en tu camino. A veces surge una duda, pero eso es todo; de nuevo te acomodas y sigues tu propio camino. Debe haber algo profundamente enraizado que ni siquiera un Buda o un Jesús pueden despegar, pueden desenraizar ¿Qué es eso que está profundamente enraizado en nuestras vidas?

Existimos en los ojos de los demás: nuestra identidad consiste en la opinión de los demás; los ojos de los demás son los espejos, miramos nuestros rostros en los ojos de los demás. Este es el problema, porque los demás no pueden ver tu ser interno. Tu ser interno no puede reflejarse en ningún espejo en absoluto. Sólo tu exterior puede ser reflejado, los reflejos son sólo de lo externo, de lo físico. Aun si te pones de pie frente a un espejo, al mejor espejo, sólo tu parte física será reflejada. Ningún ojo puede reflejar tu parte interna.

Así que los ojos de los demás reflejan tus riquezas, tus logros en el mundo, tu ropa; pero no pueden reflejarte a ti. Y cuando ves que otros piensan que eres pobre, eso significa que no tienes buena ropa, una buena casa, un buen carro, entonces comienzas a dirigirte hacia eso.

Sólo para ver en los ojos de los demás que eres rico, acumulas cosas. Los ojos de los demás comienzan a reflejar que te estás volviendo rico, y más y más rico, estás ganando poder y prestigio. Tu identidad consiste en tu reflejo, y los demás pueden reflejar sólo cosas, no pueden reflejarte a ti. De ahí que la meditación sea muy, muy necesaria.

Meditación significa cerrar tus ojos, no mirar los reflejos, sino mirar a tu propio ser. De otro modo todo el día estás ocupado con los demás.

En la noche también, cuando duermes, estás inconsciente cuando duermes profundamente o cuando sueñas estás involucrado con los demás. Continuamente, el vivir con los demás, es el problema: naces en una sociedad, vives en una sociedad, mueres en una sociedad, toda tu existencia consiste en lo social. Y sociedad quiere decir ojos por todas partes.

Y cualquier cosa que reflejen, te impresiona. Si todo el mundo dice que eres un buen hombre, comienzas a sentirte bien. Si todo el mundo piensa que eres un hombre malo, comienzas a sentirte mal. Si todo el mundo dice que estás enfermo, comienzas a sentirte enfermo. Tu identidad depende de los demás, es una hipnosis a través de los demás. Entra en la soledad, vive con los demás, pero no te extenúes con los demás.

Por lo menos una hora al día simplemente cierra tus ojos. Cerrar los ojos quiere decir estar cerrado a la sociedad, la sociedad no existe, sólo tú, de tal manera que puedas confrontarte a ti mismo directamente.

Ve una vez al año, por unos cuantos días, a las montañas, al desierto, donde no haya nadie, sólo tú y mírate a ti mismo tal como eres. De otro modo, el vivir continuamente con los demás creará una hipnosis en ti. Esa hipnosis es la causa por la que continúas influenciando a los demás, impresionándolos. Lo real para ti no es cómo vivir una vida rica, lo real es cómo impresionar a los demás de que eres rico, pero estas son cosas totalmente diferentes.

Los demás se impresionan con cualquier cosa que tengas, ellos no se impresionan contigo. Si encuentras a Alejandro Magno en ropa de mendigo, no lo reconocerás. Si encuentras al mendigo que siempre ha estado mendigando, sentado en un trono como Alejandro, caerás a sus pies, ¡lo reconocerás!

Sucedió una vez: Un gran poeta Urdu, Ghalib, fue invitado a cenar por el emperador. Muchas otras personas fueron invitadas, casi quinientas. Ghalib era un hombre pobre, es muy difícil que un poeta sea rico, rico ante los ojos de los demás.

Sus amigos sugirieron: "Ghalib, te podemos prestar ropa, zapatos, un buen paraguas, porque tu paraguas está tan podrido, tu abrigo está casi deshecho, desteñido. Y esta ropa y estos zapatos que tienen tantos huecos ¡no se verán bien!".

Pero Ghalib dijo: "Si me presto algo me sentiré muy incómodo internamente, porque nunca he estado prestándome de nadie, he vivido con mis propios medios, he vivido a mi manera. Sólo por una cena romper mi costumbre de toda la vida, no es bueno".

Así que fue a la corte del emperador con su propia ropa. Cuando mostró su tarjeta de invitación al portero, éste lo miró, se rió y dijo: "¿De dónde has robado esto? ¡Lárgate de acá inmediatamente, de otro modo ¡te apresaré!".

Ghalib no podía creerlo. Dijo: "¡He sido invitado! ¡Anda y pregúntale al emperador!".

El portero dijo: "Todos los mendigos piensan que ¡han sido invitados! Y no eres el primero, muchos han tocado la puerta antes. ¡Lárgate de aquí! ¡No estés aquí porque los invitados estarán llegando pronto!".

Así que Ghalib se fue. Sus amigos sabían que esto iba a suceder, así que habían preparado un abrigo, zapatos, paraguas y otras cosas prestadas. Entonces se puso las cosas prestadas y regresó. El portero le hizo una venia y dijo: "Adelante".

Ghalib era un poeta muy conocido y el rey amaba su poesía, así que se le permitió sentarse justo al lado del rey. Cuando la fiesta comenzó Ghalib hizo algo muy extraño; el rey pensó que parecía un poco loco, comenzó a dar de comer a su abrigo diciendo: "Querido abrigo ¡tú come! Porque realmente tú eres el que has entrado, no yo".

El rey dijo: ¿Qué estás haciendo Ghalib? ¿Te has vuelto loco?

Ghalib dijo: "No, vine antes pero me negaron la entrada. Ahora este abrigo ha venido, sólo estoy con él porque el abrigo no podía venir solo, de otro modo no hubiera venido".

Pero esto le está sucediendo a todo el mundo: no eres tú, sino tu abrigo el que es reconocido por los demás: Así que vas bordando tu abrigo, vistiéndote bien.

La meditación es necesaria para romper con los demás, con los ojos de los demás, con los espejos de los demás. ¡Olvídalos! Por unos cuantos minutos simplemente mira hacia adentro, entonces sentirás el dolor, el sufrimiento interno, porque estás vacío adentro. Entonces comienza la transformación: entonces comienzas a buscar la riqueza interior, el tesoro que existe dentro de ti, no los tesoros que están dispersos en todas partes.

Muchas son las riquezas afuera, sólo uno es el tesoro de adentro. Muchas son las dimensiones y direcciones afuera; uno, sólo un punto es la meta interior.

sábado, 15 de junio de 2024

POSEERSE A SI MISMO

 

¿Quién es un hombre sabio? Aquél que está listo a perder lo mucho por lo uno. ¿Y quién es el tonto? Aquél que se ha perdido a sí mismo y ha comprado muchas cosas ordinarias, aquél que ha vendido a su Maestro y ha llenado su casa de cosas inútiles.

Escuché una historia: Un amigo de Mulla Nasruddin se volvió muy, muy rico. Y cuando alguien se vuelve rico le gusta ir a ver a sus antiguos amigos, a los antiguos vecinos, a su antiguo pueblo, para mostrar lo que ha logrado. Así que fue desde la capital a su pequeño pueblo. Justo en la estación del ferrocarril se encontró con Mulla Nasruddin; le dijo: "Nasruddin, ¿sabes? ¡lo he logrado! Me he vuelto muy, muy rico ¡no lo puedes imaginar! Tengo un palacio con quinientas habitaciones, ¡es un castillo!".

Mulla Nasruddin dijo: "Conozco unas cuantas personas que tienen casas de quinientas habitaciones".

El amigo dijo: "¡Tengo dos campos de golf de dieciocho huecos cada uno, tres piscinas, hectáreas y hectáreas de jardines".

Nasruddin dijo: "Conozco un hombre en la otra ciudad que tiene dos campos de golf y tres piscinas".

El hombre rico dijo: "¿En la casa?".

Nasruddin dijo: "Escucha, puedes haber hecho mucho dinero, pero a mí tampoco me ha ido tan mal: tengo burros, caballos, cerdos, búfalos, vacas, gallinas".

El otro hombre se comenzó a reír y le dijo: "Nasruddin, muchísima gente tiene burros, caballos, vacas, gallinas..." Nasruddin lo interrumpió a medio hablar y dijo: "¿En la casa?".

Pero cualquier cosa que tengas, sean estos campos de golf de dieciocho huecos, tres piscinas o quinientas habitaciones, o burros, caballos y vacas, cualquier cosa que puedas tener afuera no te hará rico, porque realmente la casa permanece vacía, tú permaneces vacío. Nada entra en la casa, todo eso permanece afuera porque pertenece a afuera, no hay ninguna forma de ponerlos adentro. Y la pobreza está adentro. Si hubiera estado afuera, entonces no habría habido problema.

Si sintieras el vacío afuera, en la periferia, entonces podrías haberlo llenado con casas, carros, caballos, con cualquier cosa. Pero el vacío se siente adentro, te sientes internamente sin significado. No es que el hecho de que tengas una gran casa te esté creando el problema, es que dentro de ti te sientes totalmente sin significado: ¿Para qué existes? ¿Por qué todo este gran problema de estar en la existencia? ¿Para qué estar vivo? ¿Dónde te está llevando?

Todos los días en la mañana te despiertas de nuevo para salir ¡y no hay dónde ir! Todos los días en la mañana te vistes, y por la noche sabes que nada se ha logrado, ninguna meta se ha alcanzado. De nuevo te quedas dormido, de nuevo en la mañana comienza la jornada, ¡todo el mismo quehacer carente de significado! Adentro continúas sintiéndote vacío, no hay nada. Así que con cosas externas a lo más puedes engañar a otros, no a ti mismo ¿Cómo puedes engañarte a ti mismo?

Cuanto más cosas acumules, más vida ha sido desperdiciada, porque ellas tienen que ser compradas al costo de la vida. Estás menos vivo, la muerte se ha acercado, las cosas se siguen acumulando más y más, su volumen continúa haciéndose más y más grande y adentro tú continúas encogiéndote. Entonces el temor: "¿Qué estoy logrando? ¿Dónde estoy llegando? ¿Qué le he hecho a toda mi vida?".

Y no puedes retroceder, el tiempo que has desperdiciado no se te puede devolver, no hay modo. No lo puedes recuperar, no puedes decir: "Lo siento, voy a comenzar de nuevo...". Eso no es posible. Entonces para cuando te vuelvas viejo, te volverás más y más triste. Esa tristeza no es por la edad física, esa tristeza es porque ahora te das cuenta de lo que te has hecho a ti mismo: te has hecho una casa, por supuesto; has tenido éxito, eres rico, has logrado prestigio ante los ojos de los demás pero ante tus propios ojos, ¿qué?

Ahora sientes el dolor, el sufrimiento de una vida desperdiciada, de un tiempo perdido; la muerte acercándose más y pronto te disolverás, y tus manos vacías. Este vacío es interno, no lo puedes llenar con nada que puedas conseguir en el mundo, a menos que te alcances a ti mismo. De ahí la insistencia de Jesús: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un hombre rico entre en el reino de los cielos". ¿Por qué? ¿Qué hay de malo con el hombre rico?

No hay nada erróneo con el hombre rico. El énfasis es en que uno ha desperdiciado su vida acumulando cosas del mundo, eso es lo que quiere decir hombre rico. El no puede entrar en el reino de Dios, porque ahí sólo puede entrar uno que haya logrado lo interno. No puede engañar en la entrada al cielo. No puede entrar porque está demasiado desgastado, podrido, hecho una ruina. No podrá danzar en la puerta, no podrá cantar, no podrá entrar con esa sensación de que lo ha logrado en su vida. Ha sido sacado de raíz: poseía mucho, pero nunca se poseyó a sí mismo, esa es la pobreza. Si te posees a ti mismo eres rico, realmente rico. Si no te posees a ti mismo, aunque seas un emperador, serás pobre.

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