sábado, 25 de marzo de 2023

LA IMPORTANCIA DE LA CATARSIS


 La limpieza, una catarsis, debe ser lo primero; si no, con los ejercicios respiratorios, sólo sentándote, con la práctica de asanas, de posturas yóguicas, simplemente estás reprimiendo algo. Y sucede algo muy extraño. Cuando has dejado que todo sea expulsado, el sentarte sucederá por sí mismo, las asanas sucederán por sí mismas; será algo espontáneo.

Puede que no sepas nada de las asanas del Yoga, pero empezarás a hacerlas. Entonces esas posturas serán auténticas, reales. Suponen una gran transformación en tu cuerpo porque ahora el cuerpo mismo es el que las está haciendo; no las estás forzando. Por ejemplo, cuando alguien ha expulsado muchas cosas, puede que empiece a ponerse cabeza abajo. Puede que nunca haya aprendido a hacer el shirshasan, el estar cabeza abajo, pero ahora todo su cuerpo trata de hacerlo. Esto es ahora algo muy interior; surge de su propia sabiduría corporal interior, no de su mente intelectual, de una información cerebral. Si su cuerpo insiste, "Ve y ponte cabeza abajo", y él lo hace, se sentirá muy refrescado, muy cambiado.

Puedes intentar cualquier postura, pero yo solamente las permito cuando surgen por sí solas. Todo el mundo puede sentarse y estar en silencio en sidhasana o en cualquier otra postura, pero el sidhasana al que me refiero es algo muy distinto. Difiere principalmente en calidad. El trata de estar en silencio al sentarse, pero esto ha de suceder por sí mismo, sin represión, sin esfuerzo. Es simplemente lo que el cuerpo quiere. Todo tu ser quiere sentarse. Y sentándote así no hay una mente dividida, no hay represión. Este estar sentado se convierte en un florecimiento.

Habrás visto en más de una ocasión estatuas de Buda sentado sobre una flor, una flor de loto. El loto es sólo simbólico. Simboliza lo que está sucediendo en el interior de Buda. Cuando el "sentarse" ocurre desde dentro, su acción es similar a la de la flor abriéndose. Nada está siendo reprimido desde el exterior; al contrario, es un crecimiento; dentro de uno se abre y florece. Podrás imitar la postura de Buda, pero nunca lograrás imitar la flor.

Podrás sentarte como Buda, incluso de una forma más búdica que el propio Buda, pero el florecimiento interior no estará allí. Jamás podrá ser imitado.

Puedes usar toda suerte de artimañas. Puedes utilizar ritmos respiratorios que te fuercen a permanecer quieto, a reprimir tu mente. La respiración también puede ser utilizada de forma represora pues con cada ritmo de respiración aparece un determinado estado mental. No es que los demás desaparezcan; sólo se esconden.

Puedes forzar cualquier estado que desees. Si quieres estar furioso, simplemente respira con el ritmo que acompaña a la ira. Los actores suelen hacerlo así; cuando quieren expresar enojo varían el ritmo de su respiración. El ritmo debe ser el mismo que cuando estás enfadado. Acelerando el ritmo comienzan a sentir la ira. La parte de la mente que contiene la ira, aparece.

De ese modo puede ser usado el ritmo de respiración para reprimir la mente, para reprimir cualquier cosa en ella. Pero esto no es bueno; nada más alejado del verdadero florecer.

El camino opuesto es más eficaz. Tu mente cambia y entonces, como consecuencia de ello, cambia tu ritmo de respiración. El cambio parte primero de la mente.

De modo que yo empleo el ritmo de la respiración como un indicio, un signo exterior de algo mucho más profundo. Aquella persona que viva constantemente centrada en sí misma, sostendrá un ritmo de respiración regular e inalterable; un ritmo que la propia mente jamás podrá variar. Cambiará en función del cuerpo – si corres, cambiará-, pero nunca lo hará debido a la mente.

Ser consciente no es algo estático. Ser consciente es también movimiento, un flujo dinámico. Por consiguiente, si empiezas desde lo exterior, si te fuerzas a ti mismo a sentarte inmóvil como una estatua, estarás eliminando muchas cosas. Ante todo vuélcate en la catarsis, en limpiar tu mente, en expulsarlo todo, de forma que te quedes vacío y limpio; simplemente un conducto a través del cual algo del más allá te penetre. Entonces, y no antes, sentarte te será verdaderamente útil; el silencio te servirá.

El silencio por sí solo, para mí, carece de importancia. Puedes crear un silencio muerto. El silencio debe ser algo vivo, dinámico. Si "creas" el silencio, te convertirás en un ser mucho más estúpido, más amodorrado, más muerto Pero eso es lo más fácil y mucha gente lo hace. Toda la cultura es tan represiva que lo más fácil es reprimirte aún más. En esas condiciones no has de asumir ningún riesgo; no has de dar el salto.

¡Las puertas de tu manicomio, deben ser abiertas de par en par! No temas lo que los demás vayan a decir. Una persona que se preocupa de la opinión de los demás nunca podrá ir hacia adentro. Estará demasiado preocupado por lo que los demás piensan y murmuran.

Cuando permaneces sentado, simplemente en silencio, con los ojos cerrados, todo en ti está en su sitio. Tu mujer o marido dirán que te has convertido en una buena persona. Todo el mundo quiere que estés muerto; incluso las madres desearían que sus hijos estuvieran muertos; obedientes, silenciosos. La sociedad entera te quiere muerto. Las mal llamados "buenas personas", no son más que hombres muertos.

No te preocupes pues por lo que los demás piensen de ti, no te preocupes por la imagen que los demás puedan tener de ti. Empieza con la catarsis y algo prodigioso florecerá en ti. Algo cualitativamente distinto, de una belleza distinta, totalmente diferente; todo será auténtico.

Cuando sientas al silencio aproximarse a ti, cuando descienda sobre ti, no se tratará de nada falso. No lo habrás estado cultivando; vendrá a ti; te sucederá. Empezarás a sentirlo crecer dentro de ti de la misma forma que la madre empieza a sentir al niño crecer. En ti estará creciendo un profundo silencio; te quedarás preñado de él. Solamente entonces habrá una transformación; en caso contrario, será un auto engaño. Y uno puede estar engañándose a sí mismo durante vidas y vidas. La capacidad para hacerlo es infinita.

sábado, 18 de marzo de 2023

LA MEDITACIÓN SILENCIOSA

Podrías entrar en meditación, efectivamente, estando sentado, pero solamente si permaneces sentado en silencio sin hacer otra cosa. Si eres capaz de estar sentado - en el sentido estricto de estar simplemente sentado, sin más - entonces eso se convierte en meditación. Mantente totalmente centrado en estar sentado. El no-movimiento deberá ser tu único movimiento. De hecho la misma palabra "zen" es lo suficiente explícita al respecto. Deriva de la palabra "zazen" que significa "simplemente sentado... sin hacer nada". Si puedes estar simplemente sentado sin hacer nada ni con tu cuerpo ni con tu mente, eso se convierte en meditación. Pero es difícil.

Es fácil permanecer sentado cuando estas haciendo algo, pero en el momento en que tratas de estar simplemente sentado, sin hacer nada, comienzan las dificultades. Cada fibra de tu cuerpo, cada nervio, cada músculo, empezarán a moverse incontroladamente y tu cuerpo entero acabará vibrando sutilmente en una especie de temblor. Te volverás consciente de muchas partes de tu cuerpo que hasta ahora no habías sentido. Cuando más trates de mantenerte simplemente sentado, menos lo conseguirás; más actividad sentirás dentro de ti. Por eso el sentarse puede ser empleado solamente si antes has hecho otras cosas.

Puedes simplemente andar; eso es fácil. Puedes simplemente danzar; eso es aún más fácil. Y una vez hayas practicado esas cosas más fáciles, entonces podrás intentar sentarte; sólo entonces. La última cosa que deberías hacer sería sentarte en posición búdica. Jamás se debería hacer al principio. Sólo tras haberse identificado uno con el movimiento. Puedes empezar a identificarte con el no-movimiento.

Por eso nunca aconsejo a nadie que empiece con el sentarse. Hay que empezar por lo que más cómodo te resulta o de lo contrario te verás afectado por cosas que nada tienen que ver con lo que estás haciendo, por cosas que no existen.

Tan pronto como estés sentado, surgirán muchas interferencias en tu interior. Y cuanto más procures estar simplemente sentado, mayores serán las dificultades. Tu misma impotencia por atajarlas te causará depresión y te sentirás frustrado, incapaz de estar en paz contigo mismo. Cobrarás consciencia de tus frustraciones, y empezarás incluso a pensar que estás loco. Y, a veces, realmente puedes volverte loco.

Si haces un sincero esfuerzo por "sentarte", puede que verdaderamente te vuelvas loco. Es precisamente a causa de la falta de sinceridad que suele presidir las relaciones entre los hombres, que el número de personas que se vuelven locas no es aún mayor

Estando sentado empiezas a percibir tal locura en tu interior que, sí eres sincero y continuas, puede que verdaderamente te vuelvas loco. ha sucedido antes, muchas veces, demasiadas, de modo que yo, por mí parte, nunca te sugeriré nada capaz de provocarte frustración, depresión, tristeza, nada que te vaya a hacer consciente de tu locura. Puede que aún no estés preparado para ser consciente de toda la locura que contienes; se te ha de dejar ver las cosas de forma gradual. El conocimiento no siempre es bueno; debe ir aumentando paralelamente a tu capacidad de asimilarlo.

Empiezo con tu locura, no con la posición de sentado. Permito tu locura. Si eres capaz de danzar desenfrenadamente durante largo tiempo, verás cómo lo contrario a ese alocado movimiento surge dentro de ti. Con una danza loca empiezas a ser consciente de un punto silencioso en tu interior. Cuando estás sentado en silencio, empiezas a ser consciente de tu locura. Lo opuesto es siempre el foco de consciencia.

Con tu loca, caótica, danza, con tus gritos, con la respiración caótica, liberas tu locura. Entonces empiezas a ser consciente de un sutil punto, un profundo punto dentro de ti que está en silencio y quieto en contraste con la locura de la periferia. Permítela expresarse para que fluya netamente. Te sentirás dichoso; en tu centro habrá un silencio interno. En cambio, si estás simplemente sentado te centrarás interiormente en tu propia locura. Tu exterior estará en silencio. pero interiormente estarás loco.

Es mejor empezar con algo activo, positivo, vivo, lleno de movimiento. Poco a poco irás percibiendo una quietud interior que va creciendo. Y cuanto más crezca, más te será posible utilizar la postura de sentado o tumbado; se hará posible la meditación más silenciosa. Y para entonces, las cosas habrán cambiado ostensiblemente.

Una técnica de meditación cuyos primeros pasos se inician con el movimiento y la acción te ayuda a encontrar el silencio y la quietud. Se convierte en una catarsis. Cuando estás simplemente sentado, estás frustrado; tu mente quiere moverse y tú estás sentado. Cada músculo y cada nervio se niegan a ser gobernados; tanto más cuando mayor sea el empeño. Y al estar forzándote hacia algo que no te es natural, lo único que consigues es dividirte en dos partes opuestas: la parte que fuerza y la que se resiste a ser forzada. Y la parte reprimida y forzada es la parte más auténtica y mayor de tu mente; es mayor que la parte represora. A largo plazo, se impondrá.

Eso que estás reprimiendo debería ser expulsado, no reprimido. Lo has ido acumulando a medida que lo has estado reprimiendo continuamente. Nuestra sociedad, su educación, el sistema educativo, todo es represivo. Has estado reprimiendo lo que podía haber sido fácilmente expulsado con una educación diferente, con una educación más consciente, con una paternidad más consciente. Con una mayor consciencia del mecanismo interno de la mente, la cultura te habría permitido expulsar muchas cosas.

Por ejemplo, cuando vemos aun niño enfadado y le ordenamos ¡No has de enfadarte!", el niño empieza a reprimir su enfado. Lentamente, lo que hubiera sido algo sólo momentáneo, pasajero, se irá convirtiendo en permanente. Ahora el niño no actuará con ira, pero el enfado subsistirá en su interior. Hemos ido acumulando demasiada ira en esas situaciones pasajeras. Nadie puede mantenerse permanentemente sin mostrar jamás el menor indicio de enfado, a no ser que la ira haya sido reprimida.

La ira es una situación de violencia que viene y se va; una vez expresada desaparece. De modo que yo trataré siempre de que el niño pueda enfadarse más auténticamente. Enójate, pero hazlo totalmente; no lo reprimas.

Por supuesto que surgirán problemas. Si decimos, "Enfádate", te enfadarás con el primero que encuentres. Sin embargo el niño puede ser moldeado. Se le puede facilitar una almohada y decirle, "Enfádate con la almohada. Ensáñate con ella". Desde un principio un niño puede ser educado de forma que la ira sea desviada dándole algún objeto sobre el que él pueda volcar su ira hasta que ésta desaparezca. En unos segundos o en unos minutos habrá disipado todo su enfado y no lo acumulará.

Has estado acumulando rabia, sexo, violencia, codicia, de todo. Ahora, en tu interior se han convertido en locura. Está ahí, dentro de ti. Si empiezas con cualquier tipo de meditación represiva - por ejemplo, sentándote -, estarás reprimiendo todo esto; no dejarás que sea liberado. Empieza pues con una catarsis. Deja primero que toda represión sea expulsada al exterior, y cuando seas capaz de hacerlo, te habrás vuelto maduro.

Si no soy capaz de sentir amor estando solo, si únicamente lo siento en compañía de aquél a quien amo, entonces no soy aún lo suficientemente maduro. Dependo de alguien, incluso para amar; sólo si alguien está contigo soy capaz de amar. Entonces ese amor es solamente superficial; no es mi naturaleza. Si estoy solo en la habitación, no siento amor; por lo tanto la cualidad de amar no ha profundizado, no se ha convertido en parte de mi ser.

Te vuelves más y más maduro a medida que eres menos dependiente. Si puedes enfadarte hallándote solo, demuestras más madurez. No necesitas de ningún objeto para enfadarte. Por eso, al principio, hago de la catarsis un deber. Has de lanzarlo todo al exterior, al espacio abierto, sin ser consciente de ningún objeto.

Enfádate con quien desees estar enfadado. Llora sin motivo; ríe, simplemente ríe, sin nada de lo que reírte. Entonces podrás desprenderte de todo lo acumulado; podrás expulsarlo. Y una vez sepas cómo, te habrás descargado de todo tu pasado.

En unos instantes te descargarás de la totalidad de tu vida; incluso de otras. Si estás dispuesto a expulsarlo todo, si puedes dejar que tu locura salga, al cabo de unos momentos habrá una profunda limpieza. Ahora has sido limpiado.

Fresco, inocente, de nuevo eres un niño. Ahora, en tu inocencia, la meditación de sentado puede ser realizada. Simplemente sentándote o estando tumbado o de cualquier forma, porque ahora dentro no está el loco para alterar la sentada.

sábado, 11 de marzo de 2023

LA NEUROSIS Y ESQUIZOFRENIA

 

El hombre, tal como es, es un ser neurótico. No solamente unos pocos son los neuróticos; la Humanidad en pleno padece esa neurosis. No es un problema de curar a unos cuantos; el problema es curar a toda la Humanidad. La neurosis es la condición normal en el hombre. Tal como naces, naces neurótico. Existen para ello unas causas. Has de comprender esas causas que hacen del hombre un ser "normalmente neurótico".

La neurosis es innata. La primera causa es que el hombre es el único animal que nace sin haberse desarrollado por completo en el útero. Todo ser humano nace inmaduro. Excepto el hombre, todos los animales nacen ya maduros; la madre no es muy necesaria. El niño está totalmente indefenso. Sin una madre, sin una familia, sin unos padres, no es capaz de sobrevivir; nace inmaduro.

Los científicos sostienen que los nueve meses son solamente la mitad del período que sería necesario. El niño necesitaría estar en el vientre dieciocho meses. Pero se presentan problemas. Las mujeres no pueden llevar a un niño durante dieciocho meses. Por eso, todo nacimiento es un aborto. Esto sucede porque el hombre es el único animal que se mantiene erecto sobre dos pies. El vientre, el cuerpo humano, no fue diseñado para una postura erecta. Esta postura erecta crea problemas y el niño ha de nacer antes de que haya madurado totalmente y esté dispuesto a ser alumbrado. Eso le proporciona un comienzo neurótico; un niño sin evolucionar.

En segundo lugar, incluso si la situación pudiera ser cambiada, seguiría habiendo problemas. Y algún día seremos capaces de cambiarla. Cuando seamos capaces de proporcionar a la futura Humanidad un vientre creado científicamente, solamente entonces podremos cambiarla.

Pero incluso entonces seguirá habiendo problemas. El segundo problema, que incluso es más profundo que el fisiológico, es psicológico. Ningún animal tiene una cultura, pero el hombre sí tiene una cultura. Ha de pasar por un cierto aprendizaje, por un cierto condicionamiento. No se le permite ser lo que tiene que ser; ha de ser moldeado según ciertas pautas. Esas pautas originan la neurosis.

No se te permite ser tú mismo. La sociedad moldea al índividuo conforme a un particular patrón establecido. Eso significa represión. La parte restante de tu ser es reprimida. Solamente un pequeño fragmento puede ser expresado. Esto crea una división, una esquizofrenia. A una parte de tu mente se le permite expresarse a expensas de la totalidad. A la mayor parte no se le permite que se exprese. No se le permite ni siquiera que viva. Debe esconderse en los rincones más oscuros de tu ser.

Pero permanece ahí y existe un conflicto constante. La parte que la sociedad tolera y la parte aún mayor que la sociedad no tolera, están en tensión, en conflicto; en un constante conflicto interno. De modo que tú estás en contra de ti mismo. Esa es la neurosis.

Ningún hombre está a favor de sí mismo; todo hombre está en contra de sí mismo. El hombre está en contra de sí mismo. De esta forma es cómo la sociedad te culturiza, te cultiva, te condiciona. Esta represión tiene muchas implicaciones. Nunca podrás estar en paz porque a tu parte principal no se la deja existir; ni siquiera se le permite ser consciente. La mayor parte de ti está en la esclavitud. Y recuerda que una parte no puede nunca ser libre. ¿Puedes liberar una rama de un árbol mientras que todo el árbol es esclavo? La parte es fundamentalmente, parte del todo, de modo que la parte goza solamente de una libertad completamente ilusoria, Y la parte que ha sido reprimida continúa luchando para poderse expresar.

La vida necesita expresarse; la vida es expresión. Si no dejas que lo haga, estás creando, acumulando, fuerzas explosivas. Explotarán y te harán pedazos. En ti, esta división es la esquízofrenia. Todo hombre es un esquizofrénico, está dividido; dividido contra él mismo. Jamás podrá encontrar la tranquilidad, no podrá estar en silencio, no podrá ser dichoso. En su interior lleva al mismo infierno, y no podrá librarse de él a menos que se convierta en un todo.

Así que, si has comprendido, el hombre tal y como es, es esquizofrénico, neurótico. Algo tendrá que hacerse para liberar tantas neurosis, para que las partes divididas sean reagrupadas. La parte no expresada deberá ser expresada y deberá ser eliminada toda represión de tu mente, del consciente sobre el inconsciente.

sábado, 4 de marzo de 2023

LA MEDITACIÓN Y LA DIVISIÓN INTERIOR


Las técnicas tradicionales de meditación parecen haberlo pasado por alto. Por eso han fracasado. Las técnicas de meditación existen desde tiempos lejanos, han sido conocidas a través de toda la historia, pero un Buda, un Jesús, un Mahavira, todos han fracasado. No quiero decir que no se Realizaran a sí mismos. Se Realizaron, pero fueron excepciones, y las excepciones demuestran la regla. Buda se Iluminó, pero no pudo ayudar a que el resto de la Humanidad se Iluminara. Fue solamente una excepción.

¿Por qué las religiones no han sido de gran ayuda? La causa principal es la siguiente: tomaron al hombre como hombre y enseñaron, al hombre tal como es, técnicas de meditación. Pero todas esas técnicas pueden ser de ayuda en un cierto nivel, y sólo superficialmente. Las divisiones internas permanecen; nada has hecho para modificarlas.

Por ejemplo, existen las técnicas zen, la meditación trascendental de Mahesh Yogui... y otras. A determinados niveles pueden resultar eficaces. Pueden calmarte, tu exterior se volverá más tranquilo, pero nada le ocurrirá a tu ser interior. ¡Nada puede ocurrirle! Y esa calma superficial y aparente es peligrosa porque cualquier día explotará. Básicamente nada ha sucedido. Simplemente has entrenado a tu mente consciente para que se mantenga en un estado de mayor tranquilidad.

Podrás aquietar tu mente con la ayuda de mantras, con constantes cánticos, y por muchos otros sistemas. Cualquier sistema capaz de crear un profundo tedio interior, te ayudará a calmarte. Por ejemplo, la monótona repetición de "Ram-Ram-Ram'", llegará a producirte cierta somnolencia, aburrimiento, y tu mente empezará a adormecerse. La somnolencia que lentamente te invadirá se presta fácilmente a ser confundida con el estado de serenidad, de calma, de quietud, pero se trata en realidad de simple amodorramiento. Así podrás tolerar algo más tu vida; al menos superficialmente estarás satisfecho. Pero las fuerzas neuróticas seguirán hirviendo en tu interior y en cualquier momento podrán irrumpir y tú caerás fulminado.

A muy pocas personas podrán serles útiles estos métodos, dado que son métodos únicamente conciliatorios. Y aquellos a los que les pueden ser útiles, pueden ser ayudados sin ayuda de ninguna técnica. Esos casos son excepciones; individuos afortunados libres de toda neurosis. Hay muchos factores implicados, pero como regla, la mayor parte de la Humanidad carece de esa suerte.

De modo que mí énfasis estriba primero en disolver tu división interna y hacer de ti uno. Porque a menos que llegues a ser uno, nada podrá hacerse. Lo primero es cómo disolver tu neurosis.

La técnica de Meditación Dinámica acepta plenamente tu neurosis y tratará de liberarla. Mi técnica empieza con catarsis. Cualquier cosa oculta debe ser liberada, no intentes reprimirla; más bien, elige expresarla. No te condenes a ti mismo. Acéptate tal cual eres, ya que tu auto condena sólo creará división.

Condenando no destruyes nada. Si dices que el sexo es malo, lo condenas, pero no lo destruyes. Con sólo condenarlo, no lo destruyes. Al contrario, se va convirtiendo cada vez más y más en una fuerza peligrosa, porque cuando es reprimido, lucha por expresarse. Y si continúas luchando con él, sin tolerarlo, se convertirá en perversión. La represión te hará más sexual y la energía sexual luchará y tratará por todos los medios de expresarse, de cualquier forma.

Todas las perversiones, en todo el mundo, son subproductos de las mal llamadas religiones, particularmente del cristianismo, porque cuanto más reprimen, más trata la energía de encontrar sus propios caminos. El sexo natural es hermoso: el sexo pervertido es repugnante. El sexo natural puede ser venerado y considerado sagrado, pero el sexo pervertido no puede ser considerado sagrado porque, por dos veces, ha sido apartado de su fuente original.

El sexo está ahí, no lo condenes. Acéptalo No crees divisiones en tu ser, entre las partes de tu ser. La ira está ahí; acéptala. No quiero decir que hayas de ser codicioso; más bien al contrario. En el instante en que lo aceptas, lo trasciendes, porque la aceptación crea una unidad y cuando estás interiormente unido, posees la energía para trascender.

Cuando estás dividido interiormente, tu energía lucha consigo misma. No puede ser empleada para transformación alguna. Deja pues que exista una aceptación de eso que eres, sin condenas. Todo lo que has estado haciendo hasta ahora, sea lo que sea, es sólo represión. Todo eso ha de ser liberado.

Puede parecer paradójico, pero quienes se esfuerzan por reprimir sus neurosis se vuelven aún más neuróticos, en tanto que los que las expresan conscientemente, las expulsan. Por consiguiente, a menos que te conviertas en un individuo "conscientemente loco", te será imposible estar cuerdo. R. D. Laing acierta cuando dice: "Concédete a tí mismo el estar loco". Se trata, sin duda, de uno de los hombres más sensibles de Occidente. Tú estás loco, de manera que algo habrá que hacer. ¿Qué dicen las viejas tradiciones? Te aconsejan: "Reprime tu locura. No la permitas expresarse; si no, te volverás loco". Yo te digo que la dejes expresarse. Ese es el único camino hacia la cordura. ¡Libérala!. Dentro de ti se volverá venenosa. Échala fuera, expúlsala por completo de tu ser. Eso es catarsis. Una catarsis que deberá ser abordada muy sistemática y metódicamente, ya que te estás volviendo loco con un método... "conscientemente loco".

Solamente tienes que hacer dos cosas: permanecer consciente de lo que estás haciendo y no reprimir nada. En nuestras mentes consciencia es represión. Ese es el problema. Cuando empiezas a conocer ciertas cosas de ti mismo, las empiezas a reprimir. Esa es la disciplina y eso es lo que has de aprender: a ser consciente y no represivo; por el contrario, has de ser consciente y expresivo.

Te sientes un desgraciado; ¿qué has de hacer? 0 bien tratas de escapar para poder olvidar o pruebas con algo que pueda sacarte de tu sufrimiento, con algo que pueda calmarte. Hagas lo que hagas será una sutil represión y el sufrimiento se irá acumulando y seguirá en tu sistema. Cuanto más esté allí, más venenoso se volverá; cuanto más tiempo, más venenoso. No está tan sólo en tu mente. Está en todo tu cuerpo, en tu sangre, en tus huesos, en tu fisiología. Crea muchas enfermedades.

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