sábado, 31 de agosto de 2013

LA OBEDIENCIA

En Japón hay árboles que tienen quinientos, seiscientos años, y sólo miden veinte centímetros de altura. Se considera un arte. Para mí sencillamente es un crimen. Los jardineros han estado manteniendo la situación de esos árboles durante generaciones.

Ahora bien, un árbol de quinientos años... Puedes ver que las ramas son viejas, aunque sean pequeñas; es un hombrecito muy pequeño, pero se puede ver la vejez en las hojas, en el tronco, en las ramas. Y la estrategia que utilizan es ésta: plantan un árbol en un tiesto desfondado y le van cortando las raíces. Cuando las raíces salen y tratan de llegar a la tierra, las cortan. No tienen que hacerle nada al árbol; simplemente le van cortando las raíces. El árbol puede vivir durante miles de años, pero nunca florece, nunca llega a dar fruto.

Se ha hecho lo mismo con el ser humano en todo el mundo.

Se le han cortado las raíces desde el principio, en relación a todo.

El niño tiene que ser obediente. Le estás cortando las raíces. No le estás dando la oportunidad de decirte sí o de decirte no. No le estás permitiendo pensar, no le estás permitiendo tomar una decisión propia. No le estás dando responsabilidad, le estás quitando la responsabilidad bajo la maravillosa palabra "obediencia". Le estás quitando la libertad, le estás quitando la individualidad, con una estrategia simple: insistes en que es un niño y no sabe nada. Los padres deciden y el niño tiene que ser absolutamente obediente.

El niño obediente es un niño respetado. Pero hay tantas cosas implicadas que lo estás destruyendo completamente. Se hará viejo, pero no crecerá. Se hará viejo, pero no florecerá ni tampoco dará fruto. Vivirá, pero su vida no será un baile, no será una canción, no será un disfrute. Has destruido la posibilidad básica de todo aquello que le convierte en un individuo, auténtico, sincero, de todo lo que le da cierta integridad.

La obediencia te deja inválido, no puedes decir no, tienes que decir sí. Pero cuando una persona es incapaz de decir no, su sí no significa nada; está funcionando como una máquina. Le has convertido en un robot.

El mundo es de tal forma que... En este mundo ser libre, tener un pensamiento propio, decidir con tu propia consciencia, actuar en consonancia con tu propia consciencia se ha vuelto casi imposible. En todas partes: en la iglesia, en el templo, en la mezquita, en la escuela, en la universidad, en la familia, en todas partes esperan que seas obediente.

Los niños son esclavos de sus padres; las esposas son esclavas, los maridos son esclavos, los ancianos se convierten en esclavos de los jóvenes que tienen todo el poder. Si te fijas, todo el mundo vive en la esclavitud, ocultando sus heridas detrás de bellas palabras.

Las raíces sólo pueden ser fuertes si dejamos de hacer lo que hemos estado haciendo hasta ahora y hacemos exactamente lo opuesto. Cada niño debería tener la oportunidad de pensar. Deberíamos ayudarle a agudizar su inteligencia. Deberíamos ayudarle proponiéndole situaciones y dándole oportunidades de decidir por sí mismo. Deberíamos partir del principio de no forzar a nadie a ser obediente, y de enseñar a todo el mundo la belleza y la grandeza de la libertad. Entonces las raíces se rían fuertes.

Pero cuando hasta Dios ha estado cortando las raíces de sus hijos por no ser obedientes. Su desobediencia se convirtió en el pecado más grande, un pecado tal que después de que hayan pasado cientos de generaciones, el pecado continúa; no lo habéis cometido pero estáis en la línea de cientos de generaciones. Alguien desobedeció a Dios al principio y Dios se pone tan furioso que no sólo castiga a Adán y Eva, sino a todas las generaciones futuras, para siempre.

Éstas son las religiones que han hecho vivir al ser humano sin florecimiento y sin fragancia; en realidad cada individuo tiene la capacidad de ser un Sócrates, de ser un Pitágoras, de ser un Heráclito, de ser un Gautama Buda, de ser un Chuang Tzu. Cada individuo tiene el potencial, pero este potencial no es alimentado suficientemente. Sigue siendo un potencial... hasta que el hombre muere, con lo que nunca llega a realizarse.

Todo mi planteamiento y mis esfuerzos están dirigidos a dar a cada individuo oportunidades de desarrollar su potencial, sea el que sea. Nadie debería malgastar su vida, nadie tiene derecho a hacerlo. Y entonces podremos tener un mundo que sea verdaderamente un jardín de seres humanos. Ahora mismo vivimos en el infierno.

sábado, 24 de agosto de 2013

LA INDIVIDUALIDAD Y LAS MUCHEDUMBRES

Toda muchedumbre es una banda de perdidos, pero ningún individuo es un perdido. Cada individuo es una auténtica consciencia; el momento en que se vuelve parte de la muchedumbre, pierde su consciencia; entonces es dominado por la mente colectiva y mecánica.

No quiero ninguna muchedumbre en el mundo. Ya sea que se hayan reunido en el nombre de alguna religión, o en el nombre de alguna nación o en el nombre de alguna raza. La masa como tal es fea, ha cometido los más grandes crímenes en el mundo, porque la masa no tiene consciencia. Es una inconsciencia colectiva.

La consciencia hace de uno un individuo - un pino solitario danzando en el viento, la solitaria cima de una montaña iluminada en su total gloria y belleza, un león solitario y su tremendamente hermoso rugido, que va haciendo ecos por kilómetros en los valles.

La muchedumbre es siempre un rebaño de ovejas, y todos los esfuerzos del pasado han sido para convertir a cada individuo en parte de un engranaje, en una parte muerta de una muchedumbre muerta. Cuanto más inconsciente es, y más es dominada su conducta por la colectividad, cuanto menos peligroso es. De hecho, se vuelve casi inocuo. No puede destruir ni siquiera su propia esclavitud.

Al contrario, empieza a glorificar su propia esclavitud, su religión, su nación, su raza, su color. Estas son sus esclavitudes, pero empieza a glorificarlas. Como individuo no pertenece a la muchedumbre. Cada niño nace como individuo, pero raramente un hombre muere como un individuo.

Mi trabajo es enseñarte a recibir tu muerte con la misma inocencia, con la misma integridad, con la misma individualidad con que has recibido tu nacimiento. Entre tu nacimiento y tu muerte, tu danza debería permanecer una búsqueda consciente, solitaria, hacia las estrellas…, solo, sin transacciones - un espíritu rebelde. A menos que tengas un espíritu rebelde, no tienes espíritu en absoluto-. No hay disponible ningún otro tipo de espíritu.

¡Y descansa seguro que yo no me voy a detener! Ese es mi único gozo - liberar a mucha gente de su esclavitud, de sus oscuras celdas, de sus esposas, de sus cadenas- y traerlos a la luz, para que ellos también puedan conocer las bellezas de este planeta, la belleza de este cielo, la belleza de esta existencia. Fuera de esto, no hay Dios, ni templo de Dios.

En libertad puedes entrar al templo.

En una colectividad, en una multitud, simplemente sigues colgado a los cadáveres del pasado. Un hombre que vive de acuerdo con la muchedumbre, ha dejado de vivir. Simplemente está siguiendo…, como un robot.

El hombre en la muchedumbre siempre se ha conducido ciegamente. Si lo sacas de allí y le preguntas: “Lo que estás haciendo, ¿puedes hacerlo sólo por ti mismo?”. Se sentirá desconcertado. Y te sorprenderás de oír su respuesta: “Por mí mismo no puedo hacer algo tan estúpido, pero cuando estoy en la muchedumbre, algo extraño sucede”.

He vivido durante veinte años en una ciudad, que estaba igualmente dividida, mitad hindúes, mitad mahometanos. Eran igualmente poderosos, y casi todos los años había disturbios. Conocía un profesor en la universidad donde yo enseñaba. Nunca hubiese soñado que este hombre podía incendiar un templo hindú, era tal caballero - simpático, bien educado, culto. Cuando había un motín entre hindúes y mahometanos, yo observaba de pie, al borde de la carretera. Los mahometanos quemaban un templo hindú, los hindúes quemaban una mezquita mahometana.

Vi a este profesor ocupado en quemar el templo hindú. Lo retiré del sitio y le pregunté: “Profesor Farid ¿Qué está haciendo?”.

El se desconcertó y dijo: “Lo siento, me perdí en la muchedumbre. Porque todos los demás lo estaban haciendo, olvidé mi propia responsabilidad - Todos los demás eran responsables. Por primera vez me sentí libre de responsabilidades. Nadie podía culparme. Era una muchedumbre musulmana y yo sólo era una parte de ella”.

He visto por lo menos una docena de reyertas en la ciudad y he preguntado a los individuos que participaron incendiando, asesinando y violando: “¿Lo hubieras hecho solo, por ti mismo?”. Y todos, sin ninguna excepción dijeron: “Por nosotros mismos no lo hubiéramos hecho. Mucha gente lo estaba haciendo, y no nos quedaba responsabilidad. Nosotros no éramos responsables, la muchedumbre lo era”.

El hombre pierde su pequeña consciencia tan fácilmente, dentro del océano colectivo de la inconsciencia. Esa es la causa de todas las guerras, de todos los motines, de las cruzadas, de los asesinatos. Los individuos han cometido muy pocos crímenes comparados con la muchedumbre. Y los individuos que han cometido crímenes, tenían razones totalmente diferentes - ellos han nacido con una mente criminal, han nacido con una química criminal, necesitan tratamiento. Pero el hombre que comete un crimen, porque es parte de la muchedumbre, no tiene nada de que ser tratado. Todo lo que necesita es ser separado de la muchedumbre. Debería ser limpiado, debería ser limpiado de todas las cadenas; de toda clase de colectividad. Debería ser hecho un individuo de nuevo - tal como llegó al mundo.

La muchedumbre debe desaparecer del mundo.

Sólo los individuos deberían permanecer.

Entonces los individuos pueden tener encuentros, los individuos pueden tener comunión, los individuos pueden dialogar. Ahora mismo, al ser parte de una muchedumbre, no son libres, ni siquiera conscientes de tener un diálogo o una comunión.

Mi trabajo es sacar individuos de cualquier muchedumbre - cristiana, mahometana, hindú, judía..., cualquier muchedumbre política, cualquier muchedumbre racial, cualquier muchedumbre nacional - indios, chinos, japoneses. Yo estoy contra la muchedumbre y absolutamente por el individuo, porque sólo el individuo puede salvar el mundo. Sólo el individuo puede ser el hombre nuevo, los cimientos para la futura humanidad.

Sólo tal hombre tiene tanta belleza, gracia. Sólo tal hombre ha realizado el deseo de la existencia al darle nacimiento, al darle una oportunidad. Aquellos que permanecen parte de la muchedumbre han perdido el último tren.

sábado, 17 de agosto de 2013

LA LIBERTAD Y LA RESPONSABILIDAD

Estas son las complejidades de la vida: la libertad y la responsabilidad, van juntas o permanecen juntas. Mientras más ames la libertad, más preparado estarás para aceptar responsabilidades.

Pero en el mundo de afuera, en la sociedad de afuera, no hay ninguna posibilidad de responsabilidad. Y debe ser recordado que todo lo que aprendemos, lo aprendemos siendo responsables.

El pasado ha destruido la belleza de la palabra responsabilidad. La han hecho equivalente a deber; y no es así realmente. Un deber es algo que se hace en forma renuente, como parte de tu esclavitud espiritual. Deber hacia tus mayores, deber hacia tu esposo, deber hacia tus hijos, no son responsabilidades. Comprender el significado de la palabra responsabilidad es muy importante. La tienes que dividir en dos: Responsabilidad.

Puedes actuar de dos maneras: una es reaccionando y la otra es respondiendo.

La reacción viene de tus viejos condicionamientos, es mecánica.

El responder viene de tu presencia, de tu estar alerta, consciente, no es mecánico.

La habilidad de responder es uno de los principios más importantes en tu crecimiento. No estás obedeciendo ninguna orden, ningún mandamiento, estás simplemente siguiendo tu consciencia. Estás funcionando como un espejo, reflejando la situación y respondiendo - no desde tu memoria del pasado en experiencias similares - sin repetir tus reacciones, sino actuando en forma nueva, fresca, respondiendo al momento. Ni la situación es vieja, ni lo es tu respuesta. Ambas son nuevas.

Renunciando al mundo, escapando a los bosques y a las montañas, simplemente estás escapando de una situación de aprendizaje. En una cueva en los Himalayas no tienes ninguna responsabilidad. Pero recuerda, sin responsabilidad no puedes crecer, tu consciencia permanecerá detenida. Para que haya crecimiento se necesita encarar, y confrontar los desafíos de las responsabilidades.

Los escapistas son cobardes, no pueden con la vida. Conocieron su debilidad, su fragilidad y decidieron que era mejor escapar, porque entonces nunca tendrás que enfrentar tu debilidad, tu fragilidad; nunca te encontrarás con un desafío. Pero sin desafío, ¿Cómo vas a crecer?

No, no se puede renunciar al mundo y a la sociedad, pero puede ciertamente renunciar a muchas otras cosas. Puedes renunciar a la mal llamada moralidad impuesta sobre él por la sociedad; puedes renunciar a los valores impuestos por la sociedad, puedes renunciar al conocimiento dado por la sociedad. No renuncias a la sociedad como tal, pero renuncias a todo lo que te ha dado la sociedad. Esta es la verdadera renuncia.

Obedecer a tu propia consciencia, es una tremenda oportunidad para tu crecimiento. Hace que nazca de ti lo mejor; te dignifica. Si encuentras que algo está bien, lo obedeces, pero obedeces a tu propio sentimiento de lo correcto, no a una orden dada por lo demás. Y si te das cuenta de que no está bien, la desobedece, cualquiera sea su costo. Puede aceptar la crucifixión, pero no aceptará ninguna esclavitud espiritual.

De este modo no sólo creces, sino que permites a la sociedad aprender que hay muchas cosas que no están bien, pero que se ha pensado que lo están. Hay muchas cosas que son inmorales, hay muchas cosas que se han considerado sabias, pero que son realmente lo opuesto.

Por ejemplo, todas las sociedades han alabado la virginidad en la mujer. Es un ideal aceptado universalmente que la mujer debe llegar virgen al matrimonio.

Pero la ignorancia fue propuesta en nombre de la virginidad, en nombre de la moralidad. La ignorancia no puede ser apoyada bajo ningún punto de vista. Si en todo el mundo la mayoría de los matrimonios son tan miserables, una de las razones es que no se les permitió conocer a muchas mujeres, o a muchos hombres, antes de su matrimonio, de otro modo hubiesen elegido con mayor comprensión la persona que armoniza con ellos.

Se consultan a los astrólogos, como si las estrellas se preocuparan de con quién te casas, como si las estrellas se interesaran en ti. Se consultan a los quirólogos, como si hubieran líneas en tu mano que fueran a dar indicaciones de cuál es tu compañero apropiado. Se consultan los esquemas celestes de nacimiento... todas estas cosas son absolutamente irrelevantes. Las fechas de nacimiento tuya y de tu mujer no tienen ninguna relación con la vida que vas a vivir.

Pero estas son racionalizaciones. El hombre trata de consolarse pensando que ha tratado en todas las formas de conseguir al compañero apropiado.

Hay sólo un modo de encontrar al compañero apropiado y es permitiendo a los muchachos y a las muchachas que se mezclen con compañeros, para que puedan conocer las diferencias entre las mujeres, las diferencias entre los hombres, y lleguen a conocer con quiénes son polos opuestos, con quiénes hay sólo algo tibio, con quién hay una armonía apasionada. A no ser que esto suceda, no hay modo de encontrar al compañero posiblemente correcto.

Lao Tzu, un auténtico rebelde - más auténtico que Gautam Buddha y que Mahavira, debido a que permaneció en el mundo y peleó en el mundo - vivió de acuerdo a su propia luz, luchando; no escapando. Se transformó en un hombre tan sabio, que el emperador lo invitó a ser su primer ministro. El simplemente rehusó, dijo: “No funcionará, pues es muy improbable que lleguemos a las mismas conclusiones respecto a las cosas. Tú vives de acuerdo a los ideales de tus antepasados, y yo vivo de acuerdo a mi propia consciencia”. Pero el emperador era insistente; no veía el problema.

El primer día en que estaba en la corte, se trajo a un ladrón; lo habían pillado con las manos en la masa, robándole al hombre más rico de la capital, y él confesó que estaba robando. Lao Tzu les dio seis meses de cárcel al rico y al ladrón. El hombre rico dijo: “¿Qué? ¡Me han robado, soy una víctima, y estoy siendo castigado! ¿Estás loco o qué? No hay precedente en la historia en que un hombre al cual se le ha robado sea castigado y no al ladrón”.

Lao Tzu le contestó: “En verdad, a ti se te debe dar más tiempo en la cárcel que al ladrón - estoy siendo demasiado compasivo - porque tú te has apropiado de todo el dinero de la ciudad. ¿Tú crees que el dinero viene del cielo? ¿Quién ha convertido a estas personas en seres tan pobres que tengan que hacerse ladrones? Tú eres responsable”.

“Y este será mi juicio en cada caso de robo. Ambos deben ir a la cárcel. Tu crimen es mucho más profundo. Su crimen no es nada. El es pobre y tú eres el responsable. Y si él estaba robando un poco de dinero de tus arcas, no es un gran crimen. Ese dinero pertenece a muchos de los pobres; de quienes lo has obtenido. Al enriquecerte más y más, mucha gente empobreció más y más”.

El hombre rico pensó. “Este hombre parece loco, totalmente loco”. Le dijo: “Quiero tener la oportunidad de ver al emperador”. Era tan rico que incluso el emperador le pedía dinero prestado. Le dijo al emperador lo que había sucedido. Le sugirió: “Si no sacas a este hombre de la corte, estarás entre rejas al igual que yo – porque; ¿de dónde has sacado todos tus tesoros?, si yo soy un criminal, tú eres un criminal mucho mayor”.

El emperador vio la situación, vio la lógica de la situación. Le dijo a Lao Tzu: “Quizás tuvieras toda la razón, que sería difícil que llegáramos a las mismas conclusiones. Estás eximido de tus servicios”.

Este hombre vivía en la sociedad, trabajaba en la sociedad, luchaba en la sociedad. Una mente lúcida sólo puede pensar lo que él pensó. No estaba reaccionando; sino hubiera habido precedentes y libros de leyes. No estaba mirando en los libros de leyes, ni los precedentes; estaba mirando dentro de sí mismo, observando la situación. ¿Por qué hay tanta gente pobre? ¿Quién es el responsable de esta situación? Ciertamente aquellos que han acumulado demasiada riqueza son los verdaderos criminales.

Debes nutrir al mundo porque él, a su vez te está nutriendo. Ha de ser respetado porque es tu fuente de vida. Toda la savia que fluye a través de ti, todo el regocijo, la celebración que se manifiesta en ti, es un regalo de la existencia misma. Harás mejor en dejar de escapar de él para zambullirte en sus profundidades. Extiende tus raíces hacia fuentes nunca exploradas, de vida, de amor, de risas. ¡Danza y celebra!





domingo, 11 de agosto de 2013

EL REBELDE


El rebelde, por su naturaleza misma, no puede pertenecer a ninguna categoría. El es una nueva categoría, introduce un nuevo hombre al mundo. Es el heraldo de un nuevo amanecer, un nuevo comienzo. No puede ser clasificado en categorías del pasado. Todas las categorías que han existido hasta ahora han demostrado ser, ya sea fracasos, o insuficientes para cambiar toda la humanidad.

El rebelde es la semilla de la transformación total.

Han existido grandes hombres en el mundo, pero aún el más notable de ellos es muy pequeño en comparación con el auténtico rebelde sobre el que estoy hablando, porque todos ellos, de una manera u otra se han comprometido con lo establecido. Y es aquí donde el rebelde difiere de todos ellos.

Eran sabios, artistas creativos, músicos, bailarines, toda clase de gente - el pasado ha producido muchas figuras brillantes, pero hay algo que carecen, una cosa básica - todos ellos vivieron en compromiso con los intereses establecidos. Ninguno de ellos fue total en su rebeldía. Sí, rebeldes parciales han existido, pero un rebelde parcial no es suficiente. El hombre necesita rebeldes totales para cambiar el destino de la humanidad, y en vez de encaminarse hacia el cementerio, cambiar su rumbo hacia el jardín del edén.

El rebelde tendrá que crear una categoría propia, con su propia forma de vida, con sus propias respuestas, con su propia creatividad, con su propio amor, con su actitud de no transacción, convirtiéndose en un ser absolutamente desligado del pasado. El rebelde no tendrá ningún pasado ni ninguna historia. Solamente tendrá el presente y un vasto futuro abierto, no dominado por el pasado muerto, porque para el rebelde no existe el pasado.

El rebelde significa libertad absoluta, amor absoluto, creatividad absoluta. Es una especie de hombre totalmente nueva, soñada por algunos hombres del pasado, poetas, filósofos, místicos, pero nunca ha sido más que un sueño - hasta tal punto que la gente comenzó a llamar utópicos a esos poetas y místicos.

La palabra utopía significa en sus raíces, “aquello que nunca se cumple”. Puedes soñar con ello, pero tu sueño no es más que una tarea inútil; es utópico, nunca se hará realidad, nunca. Es una esperanza vana. Es un opio para mantener a la gente soñando y alucinando, para que puedan soportar el sufrimiento y la miseria del presente.

El rebelde no es un sueño.
El rebelde es una realidad. No es una utopía.

Es la realización verdadera del potencial humano, es una promesa cumplida, un sueño convertido en realidad. Naturalmente, no puede pertenecer a ninguna categoría existente. Tendrá que crear su propia categoría. Será creado, por el hecho de que mucha, mucha gente inteligente, joven, llena de vida, está preparada para aceptar el desafío de un futuro desconocido..., paso a paso la categoría se formará por sí misma.
Existen impedimentos para el rebelde que ha de surgir. La barrera más importante es, que tendrá que ir en contra de la muchedumbre, y a la muchedumbre pertenece todo el poder. El rebelde es muy vulnerable, tan vulnerable como una rosa. Puedes destruirlo con mucha facilidad, crucificarlo sin ningún esfuerzo.

Pero estoy sintiendo ahora, una tremenda seguridad, de que el rebelde nacerá..., quizás, ya haya nacido. Sólo que la gente tardará un poco en reconocerlo. Es tan nuevo, que no se ajusta a ninguna categoría; por lo tanto se precisa un lapso de tiempo para crear una categoría y para reconocerlo.

¿Por qué estoy tan seguro? Porque, el hombre ha llegado a una crisis que nunca antes había afrontado. Tiene que elegir, ya sea por un hombre nuevo, o por un suicidio global. Y no creo, que la gente elija cometer un suicidio global. Esta es mi garantía, mi esperanza de que el nuevo hombre está destinado a surgir.

Los días del hombre antiguo han pasado. Ha vivido demasiado tiempo..., casi póstumamente. Debería haber muerto hace mucho tiempo, ha estado arrastrando su propio cadáver. Pero ya es el momento de acabar. Él mismo ha creado la situación, en la cual, sólo el nuevo hombre, el hombre rebelde, rebelde contra todas las religiones, todos los gobiernos, todo lo establecido, todos los intereses creados, todo lo que ha mantenido ciego al hombre, haciéndolo prisionero, forzándolo a vivir en túneles oscuros, nunca permitiéndole disfrutar las bellezas de la vida....

El hombre antiguo, ha creado tal situación, que estaba destinada a ocurrir; se la veía venir poco a poco. Cada guerra era más y más peligrosa. Se le preguntó a Albert Einstein: “¿Tiene Ud. algo que decir acerca de la tercera guerra mundial?”.
El contestó: “Lo siento, no puedo decir nada acerca de la tercera guerra mundial, pero si quiere saber algo sobre la cuarta, le complaceré”.

El hombre que había preguntado simplemente, no pudo creer, que al no poder decir nada acerca de la tercera guerra mundial, pudiera en cambio hablar acerca de la cuarta.
Le preguntó, con incredulidad: ¿De acuerdo, dígame lo que sepa acerca de la cuarta? Y Albert Einstein dijo: “La cuarta no ocurrirá..., eso es todo lo que se puede decir acerca de la cuarta. Sobre la tercera, no hay nada que se pueda decir”.

Todos vuestros grandes guerreros, todas vuestras figuras históricas, todos los llamados grandes hombres, han acercado tanto la muerte, que ahora, el hombre tiene que elegir. No existe otra alternativa, que un hombre nuevo. El hombre antiguo se ha borrado a sí mismo de la existencia. El rebelde tendrá una nueva moral - no de acuerdo a ningún mandamiento, sino de acuerdo a su propia conciencia.

Tendrá una nueva religiosidad, no pertenecerá a ninguna religión porque esto es absolutamente estúpido. ‘Religiosidad’ es un fenómeno completamente privado y personal. Es igual que el amor, no puede ser organizada. En el momento que organizas al amor o la verdad, los matas. El organizar funciona casi como un veneno. El hombre nuevo no será cristiano, hindú, mahometano o budista. Simplemente será religioso.

sábado, 3 de agosto de 2013

CUANDO SEAS TÚ MISMO

Cuanto más seas tú mismo, más responsable te sentirás del mundo porque te estarás convirtiendo en parte del mundo, no estarás separado de él. El hecho de ser tú mismo implica una tremenda responsabilidad, pero no es una carga. Es una alegría poder hacer algo por la existencia.

La existencia ha hecho tanto por ti que no hay forma de devolvérselo. Pero hay algo que puedes hacer. Será muy pequeño en comparación con lo que la existencia ha hecho por nosotros, pero demostrará nuestra gratitud. La cuestión no reside en si es mucho o es poco; la cuestión está en que es nuestra oración, nuestra gratitud, y nuestra totalidad está implicada en ella.

Sí, ocurrirá: cuanto más seas tú mismo, más sentirás responsabilidades que no habías sentido antes.

Esto me recuerda... En vida de Mahavira, el más importante de los filósofos Jainas,..., él va peregrinando de pueblo en pueblo con su discípulo más cercano, Goshalak. Y la cuestión que están discutiendo es la siguiente: Mahavira insiste en que «tu responsabilidad hacia la existencia muestra en qué medida has alcanzado tu auténtica realidad. No podemos ver tu auténtica realidad, pero podemos ver tu responsabilidad.»

Mientras van caminando se encuentran con una plantita. Y Goshalak, que es un lógico, arranca la planta y la tira. Era una planta pequeña con unas raíces también pequeñas.

Mahavira dijo: «Eso es una irresponsabilidad. Pero no se puede hacer nada contra la existencia. Puedes intentarlo, pero te devolverá el disparo.»

Goshalak dijo: «¿Qué puede hacerme la existencia? He arrancado la planta; ahora la existencia no puede devolverle la vida.»
Mahavira se rió. Entraron en la ciudad y se dispusieron a mendigar su comida. Después de comer volvieron a pasar por el mismo lugar y se quedaron sorprendidos: la planta había vuelto a enraizar. Mientras estaban en la ciudad había comenzado a llover y las raíces de la planta, con ayuda de la lluvia, volvieron al suelo. Las raíces eran pequeñas, hacía viento y el viento ayudó a la planta a mantenerse en pie.

Para cuando volvieron, la planta ya estaba en su posición normal. Mahavira dijo: «Mira la planta. Te dije que no puedes hacer nada contra la existencia. Puedes intentarlo, pero eso se volverá contra ti, porque te separará cada vez más de tu existencia. No te acercará más a ella.

Simplemente mira la planta. Nadie podría imaginar que esto iba a ocurrir, que la lluvia y el viento juntos iban a conseguir que volviera a enraizar. Va a vivir su vida.

Nos parece una planta pequeña pero es parte de un vasto Universo, de una vasta existencia, del mayor poder que existe.»

Y Mahavira dijo a Goshalak: «Desde este momento nuestros caminos se separan. No puedo permitir que viva conmigo un hombre que va en contra de la existencia y no siente ninguna responsabilidad.»

Toda la filosofía de la no-violencia de Mahavira puede expresarse mejor como una filosofía de veneración de la existencia. La no-violencia es simplemente parte de ella.

Es algo que seguirá ocurriendo: cuanto más te encuentres a ti mismo, más responsable te sentirás de cosas que nunca antes te habían importado. Haz que ese sea tu criterio: cuanto más responsable te sientas de la gente, de las cosas, de la existencia, más tranquilo puedes sentirte porque estás en la pista adecuada.

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