domingo, 10 de noviembre de 2024

TENER UNA MENTE SIN PALABRAS

 


El auto-conocimiento le sucede a una mente clara, no a una mente llena de conocimiento, no a una mente llena de juicios de bueno o malo; no a una mente llena con belleza o fealdad, sino a una mente que está sin palabras. El auto-conocimiento le ocurre a una mente sin palabras. Siempre está ahí, sólo que necesitas una claridad en la mente para percibirlo de tal manera que pueda reflejar; necesitas una mente como un espejo para que el reflejo se haga posible. Una vez que esto sucede, entonces podrás ayudar a tu vecino, nunca antes. ¡Así que no aconsejes a nadie! Todos tus consejos son peligrosos porque no sabes lo que estás haciendo.

No trates de cambiar a nadie, ni siquiera a tu hijo, ni siquiera a tu hermano. Nadie necesita de tu cambio, porque eres peligroso. Puedes mutilar, puedes matar, puedes lisiar, pero no puedes ayudar en transformar. Pero a menos que tú te hayas transformado, no entres en la vida de nadie. Cuando estés lleno de luz podrás ayudar. Realmente, entonces no habrá necesidad de hacer ningún esfuerzo en ayudar.

La ayuda fluye de ti, como la luz fluye de una lámpara, o la fragancia de una flor, o la luz de la luna en la noche, sin ningún esfuerzo de parte de la luna, naturalmente fluye.

Alguien le preguntó a Basho, un Maestro Zen: "Dinos algo sobre tus charlas". Continúas hablando pero sin embargo hablas en contra de las palabras. Continúas hablando y en lo que hablas vas hablando contra las palabras y contra el hablar. ¡Así que dinos, algo sobre eso!".

¿Qué dijo Basho? Basho dijo: "Los otros hablan ¡yo florezco!".

No hay esfuerzo, entonces es un florecimiento. Entonces es justo como cuando una flor florece, no hay esfuerzo en florecer. Un Basho habla, un Buda habla, sin esfuerzo ¡simplemente sucede! Es un fenómeno natural cuando Buda habla. Cuando tú hablas, no es un fenómeno natural, hay otras cosas involucradas: quieres impresionar a los otros, quieres cambiar a los otros; quieres controlar, manipular al otro, quieres dominar al otro; quieres dar la impresión de que eres un hombre de conocimiento, quieres alimentar tu ego. Muchas otras cosas están involucradas. Tú no estás floreciendo. Es un gran juego político cuando hablas, hay una estrategia, una táctica.

Pero cuando un Basho habla, él florece. Si alguien está presente será beneficiado, pero beneficiar al otro no es la meta, el beneficio puede suceder sin esfuerzo. La flor florece no para ti. Si pasas por el camino la fragancia te llegará, puedes disfrutarla, puedes sentirte extático, puedes estar agradecido, pero la flor nunca floreció para ti, la flor simplemente floreció.

Un Buda florece, un Jesús florece y todo el mundo se beneficia. Y tú vas tratando de beneficiar a los demás y nadie se beneficia, más bien al contrario, haces daño. El mundo estaría mejor si hubiera menos malhechores cambiando y transformando. Todas las revoluciones simplemente han hecho daño y toda reforma ha conducido a un caos más profundo.

D.H. Lawrence una vez sugirió que por un ciento de años detuviésemos todas las revoluciones, que detuviésemos todas las universidades, todas las reformas y toda charla sobre eso, y que por cien años viviésemos como primitivos. La sugerencia es hermosa. Entonces la humanidad podría llegar de nuevo a estar viva, entonces la energía podría surgir y la gente podría lograr claridad.

Las palabras han oscurecido, se han vuelto una carga demasiado grande, y cargas tanto conocimiento que no puedes volar en el cielo.

Estás demasiado cargado, no estás sin peso, tus alas no están libres. Y a las cosas que se han vuelto tus prisiones y ataduras, tú te aferras, porque crees que son muy valiosas. ¡Cosas sin valor!, no sólo sin valor sino peligrosas para ti: palabras, escrituras, conocimientos, teorías, "ismos", todas ellas te mutilan. La claridad no se puede lograr a través de ellas. Pon a un lado todas las escrituras, pon a un lado todos los juicios.

Mira la vida como un niño, sin saber a lo que está mirando, simplemente mirando, y esa mirada te dará una nueva percepción, sobre esa nueva percepción Jesús está hablando. Repetiré sus palabras:

"La astilla que está en el ojo de tu hermano tú la ves, pero la viga que está en tu ojo no la ves".

"Cuando te saques la viga de tu ojo, entonces verás claramente para sacar la astilla del ojo de tu hermano".

Sólo eso puede ayudarte. Si te vuelves una luz para ti mismo llegas a ser una luz para otros. Pero eso es un florecimiento, y todos serán beneficiados, sabiéndolo o no sabiéndolo, todos serán beneficiados. Te vuelves una bendición.

sábado, 2 de noviembre de 2024

LA DUDA Y LA CONFIANZA

 

Hay duda en ti, porque la duda tiene sus beneficios: te da más poder calculador, te da más protección, nadie puede engañarte tan fácilmente. Así que dudas, pero entonces la duda crea ansiedad porque en lo profundo estás intranquilo. La duda es tal como la enfermedad.

A menos que tengas confianza no puedes estar en tranquilidad, porque la duda significa vacilación y la vacilación es intranquilidad. La duda significa: "¿Qué hacer, esto o aquello?". La duda significa: "¿Ser o no ser?". Y es imposible decidir.

Ni siquiera en un solo punto es posible decidir con la duda. A lo más, puedes decidir con la parte de la mente que llega a ser la mayoría. Y la minoría está ahí, y no es una pequeña minoría. Y contra la minoría has escogido, la minoría estará por siempre buscando la situación donde te pueda decir que has hecho una elección errada. Y la minoría está ahí para rebelarse, es un torbellino constante dentro de ti.

Con la duda hay intranquilidad. Es una enfermedad, es tal como cualquier otra enfermedad, es una enfermedad mental. Así que un hombre que duda se vuelve más y más enfermo. Pero no puedes engañarlo tan fácilmente, él es más astuto, es más listo en los quehaceres del mundo. No lo puedes engañar, pero él está enfermo. Así que hay un beneficio: no puede ser engañado. Pero hay una pérdida, una gran pérdida. El beneficio es a un costo muy grande: él permanece vacilante, intranquilo, no puede decidir. Aun si decide, esa decisión es sólo una porción mayor decidiendo contra una menor. El está dividido, siempre hay conflicto.

La confianza también la quieres. También quieres tener fe, porque la fe te da salud, no hay indecisión, estás completamente seguro. La certeza te da felicidad: no hay vacilación, no estás vacilante; eres un todo sin dividir, y totalidad y salud. La confianza te da salud, pero entonces te vuelves vulnerable, cualquiera puede engañarte. Si confías estás en peligro, porque hay gente por todas partes que querrá explotarte, y puede explotarte sólo cuando confías. Si dudas no pueden explotarte.

Así que estás montado en dos caballos: la duda y la fe, pero estás haciendo lo imposible. Permanecerás constantemente en ansiedad y angustia, te deteriorarás. En este conflicto de dos caballos morirás. Algún día va a haber un accidente, ese accidente será tu muerte: estarás acabado antes de que hayas llegado a ninguna parte; estarás acabado antes de que broten las flores, estarás acabado antes de que llegues a saber lo que era la vida, lo que quiere decir ser. El ser ha desaparecido.

Jesús dice: "Es imposible que un hombre monte dos caballos...".

Pero todo el mundo está tratando de hacer lo imposible, por eso es que todos los hombres están en problemas. Y digo que esto sucede en todas las direcciones, así que no sólo son dos caballos, hay millones de caballos juntos y en todo momento estás haciendo la contradicción.

¿Por qué ocurre? El mecanismo tiene que ser entendido, sólo entonces podrás dejarlo. Pero ¿por qué sucede? La manera en que todos los niños son criados es la causa. La causa es la forma en que todos los niños entran a este mundo de gente loca por todas partes. Ellos crean contradicciones, te enseñan cosas contradictorias.

Por ejemplo, te han enseñado: "Ama a toda la humanidad, sé fraternal con todos, ama a tu prójimo como a ti mismo", y simultáneamente se te ha educado, se te ha criado, se te ha condicionado para competir, para competir con todo el mundo. Cuando compites el otro es tu enemigo, no tu amigo. Tiene que ser vencido, tiene que ser derrotado, realmente tiene que ser destruido. Tienes que ser despiadado, de otro modo el otro te destruirá. Si eres un competidor, entonces toda la sociedad es el enemigo, nadie es un amigo, nadie es un hermano. Y no puedes amar, tienes que odiar, tienes que ser envidioso, tienes que ser colérico. Y tienes que estar listo para pelear continuamente y ganar, y es una lucha dura, si eres tierno de corazón estás perdido.

Así que sé fuerte, violento y agresivo. Antes de que el otro te ataque, ataca primero. Antes de que sea demasiado tarde, ataca y gana, de otro modo estarás perdido, porque millones están compitiendo por lo mismo, no estás solo. ¿Y cómo una mente que está en competencia puede amar al prójimo? ¡Es imposible! Pero ambas enseñanzas te han sido dadas: se te ha enseñado que la honestidad es la mejor política, y también que ¡negocios son negocios! Ambas cosas juntas, ambos caballos te han sido dados conjuntamente. Y un niño inconsciente de las maneras del mundo, no puede ver ni sentir la contradicción.

Para sentir la contradicción es necesario una inteligencia muy madura; un Jesús, un Buda, es necesario para sentir la contradicción. Un niño es inconsciente de las maneras y los maestros son personas a quienes él ama. Al padre, a la madre, a la familia, él los ama. ¿Cómo puede pensar que están creando contradicciones en él? Ni siquiera puede imaginárselo porque ellos son los benefactores: son bondadosos con él, lo están criando. Son la fuente de energía, de vida, de todo. Así que ¿por qué van a crear contradicciones? Un padre ama, una madre ama, pero el problema es que ellos también fueron criados de la misma manera errada, y ellos no saben qué hacer excepto repetir.

Cualquier cosa que sus padres les enseñó, ellos están enseñando a sus hijos. Están simplemente transfiriendo una enfermedad de una generación a la otra. La enfermedad está siendo transferida. Pueda que la llames "el tesoro" o "tradición", pero es una enfermedad. Es una enfermedad porque nadie se vuelve sano a través de ella.

Toda la sociedad se hace cada vez más y más neurótica, y un niño es tan simple, tan inocente, que puede ser condicionado en formas contradictorias. Para cuando se de cuenta de las contradicciones será demasiado tarde. Y sucede que se pierde casi toda la vida y nunca te das cuenta que estás montado en dos caballos.

Piensa en esta contradicción y encuéntrala, trata de encontrarla en tu vida. Encontrarás millones de contradicciones, ¡eres una confusión, un desorden, un caos!

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