sábado, 1 de marzo de 2025

VIVIMOS SIN CONSCIENCIA

 


Jesús dijo: "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo".

¡Así que no seas tímido! Anda... que hay un hombre que tiene ojos, la gente es guiada porque tiene la necesidad de que la guíen. Si no puedes encontrar a un Buda o a un Jesús, aún así seguirás a alguien porque hay una gran necesidad de seguir. Hay una gran necesidad porque no sabes dónde ir, y alguien dice: "Yo sé", ¿entonces qué hacer?

No hay Jesuses disponibles todos los días, los Budas no nacen todos los días. ¡Pero la necesidad está presente! Si no puedes conseguir la comida buena entonces comerás la comida mala, porque el hambre está presente todos los días. Porque es fácil encontrar un ciego porque tú eres ciego, comprendes el lenguaje. Es muy fácil seguir a un ciego porque ambos pertenecen al mismo mundo de la oscuridad, al mismo valle. Es mucho más fácil ser convencido por un ciego de que él es el maestro, que ser convencido por un hombre que no está ciego, porque el que no está ciego usa un lenguaje diferente, habla acerca de un mundo diferente; es tan extraño que no lo puedes entender.

Es siempre fácil seguir a un maestro falso porque tú estás errado; hay algo similar entre tú y el maestro. Pero, "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo".

Sucedió que Mulla Nasruddin murió y sus dos discípulos cometieron suicidio, porque sin el maestro ¿qué podrían hacer? Los tres tocaron la puerta del otro mundo, Mulla adelante y los discípulos siguiendo, una hermosa puerta. Nasruddin dijo: "¡Miren! Esto es lo que les prometí, y siempre cumplo lo que prometo. ¡Hemos llegado al cielo!". Y entraron.

El guía los llevó a un bello palacio y dijo: "Ahora van a vivir aquí eternamente, y cualquier cosa que necesiten simplemente díganmelo y sus deseos serán cumplidos inmediatamente". Mulla dijo: "¡Miren! Esto es lo que les prometí y he cumplido".

Por siete días vivieron en delirio, porque cualquier cosa que querían, inmediatamente el deseo era satisfecho, cualquier cosa. Todos los deseos de millones de vidas fueron satisfechos en siete días, porque no había ningún esfuerzo en hacerlo, no se perdía tiempo. Pero en el séptimo día les entró una gran frustración, porque cuando lo consigues demasiado fácil no puedes disfrutarlo. Y cuando lo consigues tan inmediatamente, que no hay tiempo entre el deseo y su satisfacción, te llegas a hartar, por eso es que la gente rica está tan harta. Un hombre pobre puede tener un poco de danza en su vida, pero no un hombre rico. Mira a los reyes: están muertos, hartos de todo, porque todo está a su alcance. Tenerlo todo es un gran problema, mayor que la pobreza, mayor que la escasez.

Al séptimo día ya estaban hartos porque ya habían gozado de las mujeres más bellas, del vino más costoso, de la mejor comida, de la ropa más cara, y vivieron como emperadores. Pero entonces ¿qué hacer?

Al séptimo día Mulla le pidió al guía: "Nos gustaría mirar abajo, al mundo. Nos gustaría abrir una ventana para que podamos mirar la tierra". Pero el guía dijo: "¿Para qué?". Mulla dijo: "Sólo para recuperar nuestro interés, para recuperar nuestro deseo, será útil". Así que el guía abrió una puerta, miraron hacia abajo a la gente de la tierra, nos miraron, la gente luchando toda su vida sin conseguir mucho, recuperaron su hambre por contraste.

Gozaron otros siete días de nuevo, pero de nuevo se hartaron. Ahora la misma medicina no tendrá efecto, tan solo mirar el mundo no será muy útil, se volvieron inmunes. Así que Mulla dijo: "Ahora tengo otro pedido ridículo: nos gustaría abrir una puerta al infierno, para que podamos mirar al infierno y recuperar nuestro gusto. Pero nos ha dado miedo, porque ¿qué vamos a hacer después de eso?".

El guía se comenzó a reír y dijo: "¿Dónde creen que están?". ¡Estaban en el infierno!

Si todos tus deseos son cumplidos estarás en el infierno, porque no conoces la bienaventuranza de estar sin deseos, conoces sólo la lucha. Por eso es que los poetas dicen que el placer está en la espera, no en el encuentro; el placer está en el deseo, no en su satisfacción. ¡Y están correctos acerca de ti! Cuando todo sea satisfecho ¿qué harás? Entonces llegarás a saber que estás en el infierno.

Pero esto sucede si sigues a un hombre ciego: aun si llegas al cielo resultará siendo el infierno, porque la ceguera nunca puede llegar al cielo. Porque el cielo no es realmente un sitio adonde llegar, es un estado de consciencia; no es un lugar en la geografía, no es geográfico, es algo en ti. El infierno y el cielo, ambos existen en ti. Y si sigues a un ciego ¿cómo un ciego puede conducirte a las alturas? Te conducirá al valle. Pero hay una necesidad de ser guiado, estás consciente de esa necesidad.

Quieres ser guiado porque entonces la responsabilidad recae en el otro. Es mejor tener un líder ciego que ninguno, éste es tu estado mental. De ahí que Jesús diga: "Ve y desde los techos de las casas dile a la gente ¡que el Maestro está aquí!".

Jesús ha aparecido, y la oportunidad es rara, y existe toda posibilidad de que puedas perder la oportunidad. Corre y agarra a este hombre, porque son pocos los momentos ¡cuando la puerta al cielo se abre! Esos son los momentos cuando un hombre llega a la iluminación. Entonces él es una puerta: entonces puedes mirar a través de él y puedes realizar toda la verdad.

Un Maestro no es hombre que te enseña, un Maestro es un hombre que te despierta. Un Maestro no es un hombre que tenga una información que darte, un Maestro es un hombre que te va a dar un vislumbre de tu propio ser. Pero esto se volvió problema: si Jesús hubiera permanecido en silencio, nadie lo hubiera crucificado. Y él tenía prisa y comenzó a movilizarse en el país hablándole a la gente. Eso creó un problema porque nadie lo entendía, todo el mundo lo malentendió. Esto va a ser así, porque son dos dimensiones diferentes... la comunicación es imposible. El hablaba sobre el reino de Dios y la gente pensaba que estaba hablando sobre algún reino aquí.

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