sábado, 6 de marzo de 2010

EL CONOCIMIENTO Y EL SABER

El conocimiento es indirecto; el saber es directo. El conocimiento se obtiene a través de multitud de medios; no se puede confiar en él. El saber es inmediato, sin utilizar ningún medio. Solamente se puede confiar en el saber.

Se ha de recordar esta distinción. El conocimiento es como un mensajero que viene y te dice algo. El mensajero puede que haya mal interpretado el mensaje, puede que haya añadido al mensaje algo de su propia cosecha, puede que haya eliminado algo del mensaje, puede que se haya olvidado de parte del mensaje, puede haberle añadido su propia interpretación, o puede que el mensajero sea simplemente astuto y falso. Y has de confiar en el mensajero. No tienes forma de aproximarte directamente al mensaje. Eso es conocimiento.

No se puede confiar en el conocimiento. Y en el conocimiento no se encuentra implicado un solo mensajero; lo están cuatro. El hombre se encuentra encerrado, prisionero, tras muchas puertas.

En primer lugar, el conocimiento alcanza los sentidos; luego los sentidos lo transportan a través del sistema nervioso, luego alcanza el cerebro y entonces el cerebro lo entrega a la mente y luego la mente te lo entrega a ti, a la consciencia. Es un enorme proceso y careces de un acercamiento directo a la fuente de conocimiento.

Esto es lo que sucede cuando alguien es amputado alguna extremidad, a la mañana siguiente recuperan la consciencia y sigue quejándose de su extremidad adolorida, sin embargo, siguen diciendo que tienen mucho dolor. ¡Es completamente absurdo! La mente trata de engañar. ¿Cómo se puede entender?, Un grupo de cirujanos explicaron de la siguiente forma: el nervio encargado de transmitir el mensaje del dolor del pie estaba todavía funcionando. Seguía estremeciéndose de la misma forma que lo hacía cuando había alguna extremidad con el dolor. Y cuando el nervio entrega el mensaje, obviamente el cerebro ha de decodificarlo. El cerebro no tiene ningún medio para verificar si el nervio le está transmitiendo el mensaje correcto o un mensaje equivocado, real o irreal. El cerebro no puede salir a verificar el nervio. El cerebro depende del nervio y el cerebro se lo decodifica a la mente. Entonces la mente no tiene forma de verificar el cerebro; simplemente ha de creer en él. Y la mente entrega el mensaje a la consciencia. Entonces la consciencia sufre por una extremidad que ya no está allí.

Así funciona el mecanismo del conocimiento. Es muy difícil comprobar este proceso en alguna de sus partes a menos que salgas de ti mismo. La mente no puede hacerlo porque la mente no puede existir fuera del cuerpo. Depende del cerebro, se asienta en el cerebro. El cerebro no puede hacerlo porque el cerebro se halla entroncado en el sistema nervioso; no puede salirse de él. La posibilidad de verificación solamente existe en un punto: en la consciencia.

La consciencia no se encuentra arraigada en el cuerpo; el cuerpo es solamente su morada. De la misma forma que sales y entras de tu casa, la consciencia puede entrar y salir de su casa. Solamente la consciencia puede entrar y salir de este mecanismo y observar los hechos, lo que está ocurriendo.

Esto sucede en la iluminación. Los pensamientos cesan. Se corta la conexión entre la mente y la consciencia, porque el pensamiento es la conexión. Sin pensamiento, no posees mente alguna. Y cuando no tienes mente se rompe la conexión con el cerebro. Y cuando no tienes mente y la conexión con el cerebro se ha roto, se interrumpe la conexión con el sistema nervioso. Ahora tu consciencia puede flotar entrando y saliendo; se abren todas las puertas. La consciencia es libre de moverse y flotar. Se convierte en una nube sin raíces, sin hogar. Se libera del mecanismo con el que has vivido. Puede salir, puede entrar. En su camino no hay obstáculos.

Ahora, el conocimiento directo es posible. El conocimiento directo es "saber". Ahora puedes ver inmediatamente, sin ningún mensajero entre tú y el origen del conocimiento. Es algo tremendo cuando tu consciencia sale y observa una flor. No puedes imaginártelo porque no forma parte de la imaginación, ¡no puedes creer lo que está sucediendo! Cuando la consciencia mira directamente a la flor, por primera vez conoce la flor, y no sólo la flor. A través de la flor conoce toda la Existencia, estás en un inmenso océano de belleza, de verdad y de bondad sin formas.

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