Una vez que podáis escuchar vuestra voz interior no necesitaréis leyes, porque vosotros seréis la regla. Y cuanto más clara sea la voz, más pasos daréis en la dirección correcta. Se va convirtiendo en una fuerza cada vez más fuerte; cada paso os acerca más a vuestro destino y os hace sentir mejor. Sentiréis un profundo contento, sabréis que nada es erróneo, y podréis bendecir y ser bendecido por todos.
La religión es rebelión, rebelión contra los demás, rebelión contra los bienintencionados, rebelión contra los bienhechores. Es la mayor rebelión de todas, porque se está solo, no hay nadie más, y hay que recorrer el camino solo. Es la rebelión del individuo contra la masa. La masa es muy, muy poderosa. Puede aplastaros, ya casi lo ha conseguido. Estáis lisiados y machacados, casi muertos. Dejaros con vida es peligroso para la masa porque entonces seguiréis vuestro propio camino, y la masa tiene el suyo, que quiere que vosotros sigáis. La masa quiere que os convirtáis en hombre de negocios o burócrata y vuestra voz interior puede que no esté dispuesta a serlo. Puede que vuestra voz interior quiera ser poeta, o bailarina, o cantante. Puede que vuestra voz interior está llevándoos a ser un Buda o un Chuang Tzu. Pero la sociedad no necesita un Buda, sino un ejecutivo perfecto. ¿Para qué sirve un Buda? Económicamente no tiene sentido, es una carga.
Estáis en tan mala forma porque son muchos los que han querido muchas cosas de vosotros. Si los colmáis a ellos, entonces os quedáis vosotros vacíos, porque nadie puede saber para qué estáis aquí; para saberlo debéis investigar, indagar interiormente. Eso es el alma. Podéis llamarlo Dios, podéis llamarlo verdad. Los nombres difieren, pero el meollo es encontrar el destino auténtico que habéis venido a cumplir; si no algún día acabaréis en el psiquiatra tratando de indagar. ¡Y todo el mundo está cada vez más cerca de la puerta del psiquiatra! Ni siquiera el psiquiatra está bien, porque acude a otro psiquiatra para llevar a cabo su propio análisis; es algo que hacen todos ellos. Y eso quiere decir algo: los psiquiatras son la gente que más se suicida, más que nadie, el doble que en cualquier otra profesión. Y también se vuelven locos el doble de psiquiatras, y mira por dónde, ¡se supone que están aquí para ayudar a los demás! Todo el mundo está mal porque nadie ha escuchado a su auténtico ser. Escuchadlo y no hagáis caso a nadie más.
Será difícil, debéis perder mucho, se perderán muchas inversiones de todo tipo. Eso es lo que significa sannyas: es renunciar a las falsas inversiones, es renunciar a los demás, a sus deseos y expectativas, y es tomar la decisión de ser auténtico con uno mismo.
No estáis aquí para colmar las expectativas de los demás, sus reglas, sus mapas. Estáis aquí para realizar vuestro propio ser. De eso trata toda la religión, la religión entera; estáis aquí para realizar vuestro propio ser. Ese es vuestro destino. No vaciléis, no hay nada que pueda sustituirlo.
“Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese así mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida la perderá, y el que pierda su vida por causa de mi la hallará”.
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