sábado, 29 de octubre de 2022

LOS PROBLEMAS Y LA MENTE (PARTE 2)


Sí. Los problemas son solo juegos de la mente. Y la ‘mente’ no es nada más que otro nombre para la inconsciencia.


Si permites que la consciencia tome posesión de ti, será no represiva. Si practicas la consciencia, tercamente, si es una especie de fuerza de voluntad, entonces reprimirás. La voluntad siempre reprime. La voluntad es la fuente de la represión. Dondequiera que haya voluntad, habrá represión.


Así pues, tu consciencia no tiene que ser producto de la represión. Tiene que surgir de la comprensión. Tiene que ser relajada. Tiene que ser una especie de soltar. No forzada. Esa es una de las cosas más esenciales que hay que entender. Si tratas de volverte consciente, reprimirás.


Por ejemplo, ha surgido la ira y tratas de hacerte consciente de la ira, tercamente, a la fuerza, violentamente, agresivamente, activamente, con fuerza de voluntad. Con ese esfuerzo, la ira disminuirá. Caerá en la reserva de tu inconsciente. Se trasladará al sótano de tu ser y esperará ahí. Cuando se haya ido tu esfuerzo, y el esfuerzo no puede ser continuo, porque el esfuerzo te cansa. Puedes hacer un esfuerzo, lo harás durante unos minutos, unas cuantas horas o unos días, pero más pronto o más tarde, necesitarás unas vacaciones. Estarás cansado de todo el esfuerzo. Y en el momento en que estés de vacaciones, la ira volverá, y con una fuerza mayor, porque mientras fue reprimida, cogió presión. Y siempre que se presuriza cualquier energía, gana energía, se vuelve más condensada. Así que cuando se quita la tapa y se suprime la voluntad y el peso, explotará en rabia violenta.


Eso es lo que les ocurre a las personas que cultivan cosas. Pueden reprimir su ira, pero solo estarán produciendo rabia. La ira es momentánea, la rabia es crónica. La ira no es nada para preocuparse, viene y se va. Es solo una brisa. Pero la rabia es peligrosa. Se vuelve parte de ti. Se vuelve tu fundamento, está siempre ahí. No conoces personas que están siempre enfadadas? Y no pueden mostrar su ira, y siempre están enfadadas. Sea lo que sea lo que hacen, lo hacen con ira. La ira está fluyendo constantemente bajo ellos como una corriente subterránea. Se ha vuelto subterránea, pero afecta su amor, afecta su amistad, afecta su misma vibración. Se vuelven repulsivos, se vuelven feos. Y no pueden estar enfadados, no pueden mostrar ira.


Habitualmente lo que ocurre es que las personas que se enfadan por razones pequeñas son buenas personas, nunca tienen rabia. Puedes confiar en ellas: no pueden asesinar o cometer suicidio. Nunca reunirán tanto veneno. Se produce poco veneno y se expulsa. Están siempre frescas, saludables. Las situaciones producen ira, pero ellos no la coleccionan, no la acumulan, no son atesoradores.


Las llamadas buenas personas, la gente respetable, los santos, etcétera, son las personas realmente peligrosas, van acumulando. Algún día van a explotar. Y si no explotan, tiene que convertirse en su estilo de vida. Será crónico.


No traigas nunca la consciencia a través de la fuerza de voluntad. Cualquier cosa producida por la fuerza de voluntad va a ser incorrecta, deja que ése sea el criterio. Entonces, cómo traer la consciencia? Entiende. Cuando llega la ira, trata de entender por qué ha venido; trata de entender sin ninguna condenación, sin ninguna justificación tampoco, sin ninguna evaluación. Solamente obsérvala. Debería ser neutral.


Lo mismo ocurre cuando observas una nube que se mueve en el cielo: en el cielo interior, se mueve una nube de ira, obsérvala. Mira lo que es. Mira profundamente en ella. Trata de entenderla. Y descubrirás que hay una cadena: la nube de ira desaparece, pero porque miraste profundamente en ella se ha encontrado algo más, quizá el ego estaba herido, por eso te enfadas. Ahora mira esa nube de ego, que es más sutil. Continúa mirándola. Entra profundamente en ella.


Nadie ha sido capaz nunca de encontrar algo en el ego. Así que si entras profundamente en él, no lo encontrarás; y cuando no lo has encontrado, ya no está. Entonces, súbitamente, hay una gran luz, surgida de la comprensión, de la penetración, del presenciar, sin esfuerzo, sin voluntad, sin sacar conclusiones de que debería ser así o asá. Un presenciar neutro y surge la consciencia. Y esta consciencia tiene belleza y bendición. Esta consciencia te curará. Y si llega esta consciencia, nunca te cansarás de ella, porque no ha sido forzada, para empezar. !Así que no hay necesidad de vacaciones!


Piensa: el Dios cristiano, el judío, después de seis días estaba cansado y tuvo que descansar el séptimo día. En Oriente, no tenemos una concepción del descanso de Dios.


Por que? Parece un poco duro con él; el Dios oriental continúa trabajando, continúa trabajando, sin vacaciones. Por que no hay vacaciones en Oriente para Dios? De hecho, las vacaciones que ocurren aquí, en Oriente, en las oficinas, en las escuelas y universidades, han sido traídas de Occidente. De lo contrario, no había nada que ver con vacaciones, porque la vida se veía desde una visión totalmente diferente. Es juego, no trabajo.


El Dios judío debe haberse cansado. Seis días de trabajo, un trabajo tan largo, !y tal fracaso! Debe haberse cansado. Y finalmente, al final, creó al hombre, y desde entonces no ha creado nada. Eso indica lo que le ha ocurrido: se hartó tanto de su propia creación que después del hombre la detuvo. Dijo: “Ya está bien”.


Pero el Dios oriental es un continuo de creatividad. Es juego, léela. Entonces es posible. Permite que tu consciencia sea un juego. Sin esfuerzo, relajada, y entonces puede volverse un continuo, estará ahí, no se perderá.


Una vez que has mirado un problema profundamente, relajadamente, se ha terminado para siempre. Porque toda la ira es la misma. Si has examinado una situación de ira profundamente, la has entendido para siempre. Se ha terminado, estás liberado de ella. Y toda la energía que se estaba involucrando en la ira será tuya; toda la energía que se estaba involucrando en la codicia es tuya. Repentinamente, uno encuentra que uno es una gran reserva de energía. Entonces, uno puede bailar, desbordar alegría. Entonces, la vida no es ya algo que uno debe soportar. Entonces, la vida es una celebración.

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