sábado, 8 de julio de 2023

LA INTUICIÓN


 La intuición no puede ser explicada científicamente porque el fenómeno mismo es irracional y no científico. El fenómeno mismo de la intuición es irracional. En el lenguaje parece que está bien preguntar, "¿Puede explicarse la intuición? Eso quiere decir: ¿Puede la intuición ser reducida al intelecto? Pero intuición significa algo más allá del intelecto, algo que no es del intelecto, algo que viene de algún lugar donde el intelecto está totalmente ausente. De modo que el intelecto puede sentirla, pero no puede explicarla.

El salto puede percibirse porque hay una brecha. La intuición puede ser percibida por el intelecto, puede saberse que algo ha sucedido, pero no puede ser explicada porque la explicación significa causalidad. Explicación significa "¿De dónde viene? ¿Por qué aparece? ¿Cuál es su causa?" Y procede de algún otro lugar, no del intelecto en sí, así que no hay una causa intelectual, no hay un motivo, no hay un enlace, no existe una continuidad del intelecto.

Por ejemplo, Mahoma era un analfabeto. Nadie había sabido nada de él nunca; nunca nadie había podido imaginarse que de él naciera una obra tan grande como el Corán. No había ni una sola acción, ni un solo pensamiento sobre él que fuera especial; era sencillamente un hombre corriente, absolutamente corriente, Nunca nadie había sentido que algo extraordinario pudiera sucederle a él. Entonces, como de repente, aparece registrada esta parábola:

Un ángel se le apareció a Mahoma y le dijo, "¡Lee!"

Mahoma le dijo, "¿Cómo voy a leer? No sé cómo hacerlo, no sé leer; soy analfabeto”.

El ángel le repitió de nuevo, " Lee”

Mahoma le dijo de nuevo., "¿Pero cómo voy a leer? No sé nada de leer".

Entonces el ángel le dijo, "¡Lee! Por la gracia de Dios, podrás hacerlo". Y Mahoma empezó a leer. Esto es intuición.

Regresó a su casa temblando, temblando porque no podía entender lo que había sucedido. Podía leer y había leído algo inimaginable. Se le había entregado el primer ayat del Corán. Él no podía entenderlo porque nada de su pasado guardaba relación con eso. No podía percibir su significado; se había convertido en el vehículo de algo que no guardaba relación con su pasado; algo que estaba absolutamente desconectado. Algo de lo desconocido había penetrado en él. Podía haber estado relacionado con otras cosas, con otra gente, pero no guardaba relación alguna con Mahoma. Esta es la penetración.

Llegó a su casa temblando; tenía fiebre. Solamente seguía pensando, "¿Qué ha sucedido?” Era incapaz de comprender lo que había sucedido y durante tres días tuvo una fiebre muy alta, temblaba, porque no existía una causa para lo que le había ocurrido. No tenía ni siquiera el valor de contárselo a nadie. Era un analfabeto, ¿quién iba a creerle? El mismo, no podía creer lo que le había sucedido; era increíble.

Después de tres días con fiebre muy alta, de estar en coma, inconsciente, reunió el coraje suficiente para contárselo a su mujer, pero sólo bajo la condición de que no se lo dijera a nadie. "Parece que me he vuelto loco", dijo. Pero su mujer era mayor que él y tenía más experiencia. Ella tenía cuarenta años y Mahoma veintiséis.

Ella era una mujer rica, una viuda rica. Sintió que algo auténtico le había sucedido y ella fue la primera conversa de Mahoma.

Solamente entonces logró Mahoma reunir el valor suficiente para hablar con algunos amigos y parientes. Siempre que se ponía a hablar, empezaba a sudar, a temblar, porque ese suceso era inconcebible. Por eso Mahoma insistía, y esto se convirtió en un dogma, un dogma fundamental del Islam en que "Yo no soy divino. No soy nada especial. No soy extraordinario. Soy sólo un vehículo".

Esto es lo que significa "entregarse", y nada más, ¡Nada más! El cartero tan sólo te entrega el mensaje; tú no eres ni siquiera capaz de entenderlo.

Esto es intuición. Es una esfera distinta donde ocurren cosas que no guardan en absoluto relación con el intelecto, aunque puedan penetrar en el intelecto. Debe comprenderse que una realidad superior puede penetrar una realidad inferior, pero la inferior no puede penetrar la superior. De modo que la intuición puede penetrar el intelecto porque es superior, pero el intelecto no puede penetrar la intuición porque es inferior. Es como tu mente que es capaz de penetrar tu cuerpo, pero tu cuerpo no puede penetrar la mente. Tu ser puede penetrar la mente, pero la mente no puede penetrar el ser. Por eso es que, si entras en el ser, te has de separar del cuerpo y de la mente; de ambos. Ellos no pueden penetrar un fenómeno superior.

A medida que te adentras en una realidad superior, el mundo inferior ha de ir siendo abandonado. No existe una explicación de lo superior en lo inferior, porque los términos mismos de la explicación no tienen existencia propia, no tienen significado. Pero el intelecto puede percibir la brecha, puede conocer la brecha, puede llegar a sentir que "algo ha sucedido que está más halla de mí”. Si esto se percibe, el intelecto ya ha hecho suficiente.

Pero el intelecto también puede rechazar. Esto es lo que se quiere decir con una mente que tiene fe o una mente que carece de fe. Si tú sientes que lo que no puede ser explicado por el intelecto no existe, entonces eres un no creyente. Entonces continúas en esta existencia inferior, atado a ella. Entonces desautorizas al misterio, entonces desautorizas a la intuición para que te hable. Esto es lo que significa una mente racional. Los racionalistas tan sólo ven que algo del más allá se ha presentado.

Mahoma fue el elegido. Había eruditos a su alrededor, muchos eruditos, pero Mahoma, un hombre muy analfabeto, fue elegido porque tenía fe. Lo superior pudo penetrar, él pudo dejar que lo superior penetrara en él. Si estás entrenado racionalmente, no tolerarás lo superior, lo negarás, dirás, "No puede ser. Debe de ser mi imaginación, debe de ser un sueño mío. A menos que pueda demostrarlo racionalmente, no lo aceptaré”.

Una mente racional se cierra, está cerrada por los límites del razonamiento, y la intuición no puede penetrar. Pero tú puedes emplear el intelecto sin que esté cerrado. Entonces puedes emplear la razón como un instrumento, pero estando abierto, estando receptivo a lo superior. Si algo se presenta, estás receptivo. Entonces puedes emplear tu intelecto como una ayuda. El se dará cuenta de que "Algo más allá de mí ha ocurrido". Puede ayudarte a entender esta brecha.

Además de esto, el intelecto puede ser empleado para expresar; no para explicar, para expresar. Un Buda no explica nada en absoluto; él es expresivo pero no es explicativo. Todos los Upanishads son expresivos sin ninguna explicación. Dicen, "Esto es así, esto es asá. Esto es lo que sucede. Si tú quieres, entra; no te quedes afuera. No hay explicación posible desde el interior hacia el exterior; así que entra. Pasa a formar parte de los de dentro". E incluso si entras, no se te explicarán las cosas. Tendrás que llegas a conocerlas y a sentirlas. El intelecto puede tratar de comprender, pero fracasará. Lo superior no puede ser reducido a lo inferior.

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