sábado, 5 de agosto de 2023

ENCARAR AL INCONSCIENTE


El inconsciente no es realmente inconsciente; más bien, es menos consciente. De modo que la diferencia entre consciente e inconsciente es sólo una diferencia de grados. No son extremos opuestos; están unidos, relacionados.

Debido a nuestro falso sistema de lógica, lo dividimos todo en extremos opuestos. La lógica dice sí o no, o luz u oscuridad. Por lo que a la lógica respecta no hay nada intermedio. Pero la vida ni es blanca ni negra; más bien, es una enorme gradación de grises.

Así que cuando digo "consciente" e "inconsciente", no quiero decir que los dos estén en oposición. Para Freud, el consciente es consciente, y el inconsciente es inconsciente; es la diferencia entre blanco y negro, entre sí y no, entre vida y muerte. Pero cuando yo digo “inconsciente", quiero decir "menos consciente”. Cuando yo digo "consciente" quiero decir “menos inconsciente". Se superponen entre sí.

¿Cómo podemos encarar el inconsciente? Según Freud el encuentro es imposible. Si le preguntaras a Freud cómo encarar el inconsciente te diría, "Es una estupidez; no puedes encontrarte cara a cara con él. Y si lo haces, es el consciente, porque el encarar es un fenómeno consciente". Pero si me preguntas a mí cómo encarar el inconsciente te diré, "Existen métodos para encararlo". Para mí, lo primero que hay que saber es que “inconsciente simplemente significa "menos consciente". De modo que si creces en consciencia, podrás encararlo.

En segundo lugar, consciente e inconsciente no son límites fijos. Cambian a cada instante, de igual modo que las pupilas de tus ojos. Si hay más luz, la pupila se cierra; si hay menos luz, se abre. Eso crea constantemente un equilibrio con la luz del exterior. Y tu consciencia está constantemente cambiando de la misma forma. En realidad, es muy importante comprender el fenómeno de la consciencia a través de la analogía del ojo, porque la consciencia es el ojo interior, el ojo del alma. Por eso, al igual que tu ojo, tú consciencia está constantemente expandiéndose o encogiéndose.

Por ejemplo, si estás enfadado te vuelves más inconsciente. La inconsciencia se ha extendido y solamente una muy pequeña parte de ti permanece consciente. A veces incluso esa parte no está ahí y te vuelves completamente inconsciente. Por otra parte, en un accidente repentino, si estás en la carretera y de repente presientes que va a ocurrir un accidente; estás a las puertas de la muerte, te vuelves completamente consciente y la inconsciencia desaparece. De repente toda la mente es consciente. Así que este cambio está ocurriendo continuamente.

Cuando digo "consciente" e "inconsciente", no quiero decir que existan unos límites fijos entre los dos. No hay ninguno; es un fenómeno fluctuante. Depende de si tú eres menos consciente o más consciente. Tú puedes crear consciencia, puedes adiestrarte y disciplinarte a ti mismo buscando más consciencia o menos consciencia.

Si practicas para obtener menos consciencia nunca serás capaz de encarar el inconsciente. En realidad, serás incapaz de hallarlo. Cuando alguien ingiere drogas o algún intoxicante, está entrenando su mente para ser totalmente inconsciente. Cuando te vas a dormir, o si eres hipnotizado, o si te hipnotizas a tí mismo, pierdes consciencia. Existen muchas maneras y muchas de las formas que te ayudan a volverte más inconsciente reciben el nombre de prácticas religiosas. Cualquier cosa que genere aburrimiento crea inconsciencia.

Tal como eres, no puedes transformarte a ti mismo. Puedes cambiar un falso rostro por otro falso rostro; un ladrón puede convertirse en un monje, un criminal puede convertirse en un santo, pero eso no son verdaderas transformaciones. Transformación significa llegar a ser eso que realmente eres.

En el instante en que te encuentras ante el inconsciente, en que encaras el inconsciente, estás frente a frente con tu realidad, con tu auténtico ser. El falso ser social no está ahí, tu nombre no ésta ya ahí, tu forma no está ahí, tu rostro no está ahí. Solamente la realidad desnuda de tu naturaleza está ahí y con esta realidad desnuda la transformación es posible.

No hay comentarios:

Buscar este blog