sábado, 14 de agosto de 2021

LA NECESIDAD DE ESPACIOS


Si vuestra unión no es fruto del deseo, vuestro amor se hará más profundo cada día. El deseo empequeñece todo, porque la biología no está interesada en si permaneces juntos o no; su interés está en la reproducción. Para eso no necesitas amor. Puedes seguir concibiendo niños sin amor.

He observado todo tipo de animales. He vivido en bosques, en montañas y siempre me he quedado asombrado; cuando hacen el amor parece que están muy tristes. Nunca he visto a los animales hacer el amor con alegría; es como si alguna fuerza desconocida los forzara a hacerlo.

No es una elección suya; no es una libertad, sino una atadura. Eso los hace tristes.

Me he dado cuenta de que ocurre lo mismo entre los hombres. ¿Has observado a un marido y a una mujer en la carretera? Puede que no sean marido y mujer, pero si los dos están tristes seguro que lo son.

Una vez estaba viajando de Delhi a Srinagar. En mi compartimento con aire acondicionado sólo había dos sitios, uno de los cuales estaba reservado para mí. Llegó una pareja, una chica muy guapa y un chico, un hombre guapo. Los dos no cabían en ese pequeño asiento, así que él dejó a la chica ahí y se fue a otro compartimento, pero a cada parada venía y le traía dulces, frutas y flores.

Yo estaba contemplando toda la escena. Le pregunté a la mujer:

¿Cuánto tiempo lleváis casados?

Ella me contestó:

Debe ser ya siete años.

Le dije:

¡No me mientas! Puede que engañes a otros, pero a no me engañas. No estáis casados.

Ella estaba asombrada. Yo era un desconocido que ni siquiera había hablado con ella..., que sólo había estado observando. Y dijo:

¿Cómo lo has averiguado?

Le contesté:

No tiene ningún misterio; es muy sencillo. Si fuera tu marido, una vez que se fue, si hubiera vuelto en la estación en la que os tenéis que bajar, serías afortunada!

Ella me contestó:

Ni me conoces, ni yo te conozco, pero lo que dices es verdad. Es mi amante. Es el amigo de mi marido.

Entonces dije:

Ahora todo concuerda...

¿Qué es lo que falla entre los maridos y sus esposas? No es amor, pero todo el mundo lo ha aceptado como si supiera lo que es el amor. Es puro deseo. Muy pronto os hartáis el uno del otro.

La biología os ha engañado para la reproducción, y muy pronto ya no hay nada nuevo: la misma cara, la misma geografía, la misma topografía. ¿Cuántas veces la has explorado? Todo el mundo está triste por culpa del matrimonio, pero la gente sigue sin saber la causa.

El amor es uno de los fenómenos más misteriosos. Almustafá habla de ese tipo de amor. No te puedes aburrir porque no hay deseo.

Dice Almustafá: Dejad que en vuestra unión haya espacios.

Permaneced juntos, pero no intentéis dominar, no intentéis poseer y no destruyáis la individualidad del otro.

Cuando viváis juntos, dejad que haya espacios... El marido llega tarde a casa; no hace falta, no hay ninguna necesidad de que su mujer le pregunte dónde ha estado, por qué ha llegado tarde.

Tiene su propio espacio, es un individuo libre. Dos individuos libres están viviendo juntos y nadie se mete en el espacio del otro. Si la mujer llega tarde, no hace falta preguntar «¿Dónde has estado?». ¿Con qué derecho? Ella tiene su propio espacio, su propia libertad.

Sin embargo, esto es algo que ocurre cada día, en todas las casas. Discuten por tonterías, pero la cuestión de fondo es que no están preparados para admitir que el otro tenga su propio espacio.

Los gustos son diferentes. A tu marido le puede gustar algo que a ti no te guste. Eso no significa que os tengáis que poner a discutir, que porque seáis marido y mujer tengáis que tener los mismos gustos. Y todas esas preguntas... Cada marido que vuelve a casa piensa: «¿Qué me preguntará? ¿Qué le voy a responder?». La mujer ya sabe lo que le va a preguntar y lo que él le va a responder, y todas esas respuestas son mentira, falsas. Él la está engañando.

¿Qué clase de amor es éste que siempre está sospechando, que siempre tiene miedo de los celos? Si la mujer te ve con otra mujer, simplemente riendo, hablando, es suficiente para fastidiarte la noche. Te arrepentirás: es demasiado por una simple risa. Si el marido ve a la mujer con otro hombre y ella parece estar más alegre, más feliz, esto es suficiente para comenzar una discusión.

La gente no es consciente de que no sabe en qué consiste el amor. El amor nunca sospecha, el amor nunca siente celos. El amor nunca interfiere en la libertad del otro. El amor nunca se impone al otro. El amor da libertad, y esa libertad sólo es posible si existen espacios en vuestra unión.

He aquí la belleza de Khalil Gibran... una gran interiorización. El amor debería sentirse feliz al ver que su mujer es feliz con alguien, ya que el amor quiere que la mujer sea feliz. El amor quiere que el marido esté alegre. Si sólo está hablando con una mujer, y se siente alegre, la mujer debería sentirse feliz, no hay por qué pelearse. Están juntos para hacerse la vida más feliz; sin embargo, sigue ocurriendo todo lo contrario. Parece que los maridos y las esposas están juntos para arruinar la vida del otro, para hacerla miserable. La razón de esto es que no conocen siquiera el significado del amor.

Sin embargo, dejad que en vuestra unión haya espacios... No es contradictorio. Cuanto más espacio le dejáis al otro, más juntos estáis. Cuanto más libertad le das al otro, más íntimos os hacéis. No enemigos íntimos sino íntimos amigos.

Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.

Es una ley fundamental de la existencia que estar mucho tiempo juntos, sin dejar espacio para la libertad, destruye la flor del amor. La has aplastado, no le has dejado espacio para que crezca.

Hace poco que los científicos han descubierto que los animales tienen un imperativo territorial. Puede que hayas visto a los perros hacer pis en esta columna, hacer pis en aquella columna; ¿te crees que lo hacen porque sí? No. Están marcando las fronteras: «Éste es mi territorio». El olor de su orina prevendrá a otros perros de cruzar ese territorio. Si otro perro se acerca a la frontera, el perro al que pertenece el territorio no hará caso. Pero un paso más y se pelearán.

Todos los animales en estado salvaje hacen lo mismo. Incluso un león, si no cruzas su territorio, no te atacará; eres un caballero. Pero si cruzas la frontera, entonces seas quién seas, te matará.

Nosotros todavía tenemos que descubrir el imperativo territorial de los seres humanos. Lo tienes que haber sentido, pero todavía no ha sido establecido científicamente.

A medida que va aumentando la población en el mundo, hay más gente que se vuelve loca, que se suicida, que comete asesinatos por la sencilla razón de que no tienen espacio para mismos. Al menos los enamorados deberían ser sensibles, la mujer necesita su propio espacio como necesitas tu propio espacio.

Si esto es posible, tener a la vez espacio y unión, los vientos del cielo danzan entre vosotros.

Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura. Debería ser un regalo, dado o recibido, pero no se debería exigir. De lo contrario, muy pronto estaréis juntos, pero tan separados el uno del otro como las estrellas lejanas. No habrá lazos de comprensión que os unan; no habréis dejado espacio siquiera para el lazo que os pudiera unir.

No lo convirtáis en algo estático. No lo convirtáis en una rutina. Dejad que sea como un mar que se mece entre las orillas de vuestras almas.

Si podéis conseguir libertad y amor, ya no necesitáis nada más. Ya lo habéis conseguido; para eso se os dio la vida.

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