sábado, 6 de junio de 2020

LOS OPUESTOS SON COMPLEMENTARIOS


La Existencia es paradójica; la paradoja es su misma esencia. Existe a través de los opuestos, es un equilibrio de los opuestos. Y uno que aprende a equilibrarse se vuelve capaz de conocer lo que es la vida, lo que es la Existencia, lo que es Dios. La clave secreta es equilibrarse.

Unas cuantas cosas antes de entrar en esta historia...

Primero: nosotros hemos sido educados según la lógica aristotélica, que es lineal, unidimensional. La vida no es en absoluto aristotélica, es hegeliana. Su lógica no es lineal, su lógica es dialéctica. El proceso mismo de la vida es dialéctico, un encuentro entre los opuestos. Un conflicto, entre los opuestos y aun así un encuentro de los opuestos. Y la vida transcurre a través de este proceso dialéctico: desde la tesis, a la antítesis, desde la antítesis a la tesis, y luego, de nuevo, la síntesis se convierte en una tesis. Todo el proceso comienza una vez más.

Si Aristóteles estuviera en lo cierto, habrÌa solamente hombres y no mujeres o solamente mujeres y no hombres. Si el mundo estuviera hecho de acuerdo a Aristóteles, solamente existiría luz y no oscuridad, o solamente oscuridad y no luz. Eso seria lo lógico. Existiría o bien la vida, o bien la muerte, pero no ambos.

Pero la vida no se basa en la lógica aristotélica. La vida es ambos. Y la vida es únicamente posible debido a que ambos existen, debido a los dos opuestos: al hombre y a la mujer, al ying y al yang, al día ya la noche, al nacer y al morir, al amor y al odio. La vida consiste en ambos.

Esto es lo primero que has de dejar que penetre profundamente en tu corazón, porque Aristóteles está ya en la mente de todo el mundo. Todo el mundo de la educación cree en Aristóteles, aunque para las más avanzadas de las mentes científicas, Aristóteles está pasado de moda. Ya no es aplicable. La ciencia ha trascendido a Aristóteles porque la ciencia se ha aproximado a la Existencia y ahora la ciencia entiende que esta vida es dialéctica y no lógica.

Oí una vez.

¿Sabías que en el arca de Noé estaba prohibido hacer el amor mientras estuvieran embarcados?

Cuando las parejas salían del Arca después del Diluvio, Noé las observaba mientras salían. Por fin, el gato y la gata salieron seguidos de una numerosa corte de gatitos. Noé alzó sus cejas de forma interrogadora y el gato le dijo, «¿Te creíste que estábamos peleando?»

Noé debió de ser aristotélico. El gato sabía más.

El amor es como una pelea. Sin lucha el amor no existiría. Parecen opuestos porque creemos que los amantes nunca se pelean. Esto es algo lógico. Si amas a alguien, ¿cómo te vas a pelear con él? Es absolutamente claro y obvio para el intelecto que los amantes nunca debieran pelear, pero lo hacen. En realidad son íntimos enemigos, continuamente están peleando. En esta pelea, es liberada la energía la que llamamos amor. El amor no es solamente pelearse, el amor no es solamente enzarzarse, eso es cierto. Es más que eso. También es un pelearse, pero el amor lo trasciende. El pelearse no puede destruirlo. El amor sobrevive al pelearse, pero no puede existir sin él.

Mira la vida: la vida es anti-aristotélica, es no-euclidiana. Si no aplicas tus conceptos a la vida, si simplemente miras a las cosas tal y como son, entonces te verás sorprendido de improviso al ver que los opuestos son complementarios. Y la tensión entre los opuestos es la base misma sobre la cual la vida existe; si no, desaparecería. Piensa en un mundo donde la muerte no existiera... Tu mente podría decir «Entonces la vida perduraría eternamente», pero te equivocas. Si la muerte no existiera, la vida simplemente desaparecería. No puede existir sin la muerte. La muerte le aporta el contraste, la muerte le confiere color y riqueza, la muerte le comunica pasión e intensidad.

Por eso la muerte no está en contra de la vida; eso es lo primero. La muerte está implicada en la vida. Y si quieres vivir de un modo auténtico has de aprender a morir de un modo auténtico. Has de aprender a mantener un equilibrio entre el nacer y el morir y has de permanecer justo en el medio. Ese permanecer en el medio no puede ser algo estático, no consiste en que una vez hayas obtenido algo todo, se acabe, que entonces no haya nada más que hacer. Eso es una tontería. Uno nunca alcanza el equilibrio definitivo; uno ha de alcanzarlo una y otra vez.

Esto es algo muy difícil de comprender porque nuestras mentes se han desarrollado bajo conceptos que no son aplicables a la vida real. Crees que una vez has alcanzado la meditación no hay necesidad de nada más, que entonces estarás ya en meditación. Te equivocas. La meditación no es algo estático. Es un equilibrio. Has de lograrlo una y otra vez. Te volverás más y más capaz de alcanzarlo, pero no perdurará para siempre como algo que poseas en tus manos. Ha de ser reclamado a cada instante; solamente entonces será tuyo. No puedes descansar, no puedes decirte, «He meditado, he experimentado eso y ahora ya no hay necesidad de que haga nada más. Ya puedo descansar». La vida no cree en los descansos. Es un movimiento constante desde la perfección hacia una perfección mayor.

Escúchame: desde la perfección hacia una mayor perfección. Nunca es imperfecta, siempre es perfecta, pero siempre puede alcanzarse mayor perfección. Bajo el punto de vista de la lógica estas afirmaciones son absurdas.

Estaba leyendo una anécdota...

Un hombre fue acusado de pagar una cuenta con moneda falsa. Al oído, el acusado arguyó que él no sabía que el dinero era falso. Al solicitársele pruebas admitió, «Es porque yo lo robé. ¿Habría robado yo el dinero si hubiera sabido que era falso?»

Después de pensárselo un rato, el juez decidió ser benévolo, de modo que retiró los cargos de falsificación, pero los sustituyó por uno nuevo: el de robo.

«Es verdad que lo robé», admitió el acusado, «pero el dinero falso no tiene valor legal. ¿Es pues un crimen robar algo que no vale nada?»

Nadie pudo encontrar fallo alguno en su lógica; por lo que fue puesto en libertad.

Pero la lógica no funciona en la vida. No puedes quedarte libre tan fácilmente.

Puedes salir de una trampa de un modo legal y lógico porque la trampa consiste en lógica aristotélica. Puedes emplear la misma lógica para salirte de ella. Pero en la vida no te será tan fácil escaparte gracias a la lógica, gracias a la teología, gracias a la filosofía, gracias a tu gran inteligencia, a tu habilidad inventando teorías. Solamente podrás salirte de la vida o trascenderla mediante la auténtica experiencia.

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