sábado, 9 de abril de 2022

LA INFLUENCIA DE LA MADRE EN EL AMOR


Si realmente quieres eliminar esa basura de las influencias tienes que ser consciente de que tu madre forma parte de esa basura, y eso te hará daño. Tu madre te ha envenenado. De cada cien problemas y conflictos, casi el noventa por ciento los causan vuestras madres, porque el niño crece en el vientre de su madre. Incluso dentro del vientre, le afectan el estado de ánimo y las emociones de la madre. Si la madre está constantemente enfadada, triste, deprimida, frustrada; si no quiere tener ese hijo y es el marido quien la ha obligado a tenerlo; si está teniendo ese niño de mala gana... todas esas circunstancias afectarán al tejido de la mente del niño. El niño se está formando; no solo le influyen la carne y la sangre de la madre, también le influye su psicología.

Así que mientras la madre está embarazada, tiene que tener mucho cuidado porque en su interior se está formando una nueva vida. Todo lo que haga —pelearse con su marido, pelearse con los vecinos o sentirse frustrada por cualquier cosa— estará envenenando la mente del niño desde las raíces. Antes de que nazca ya está lleno de prejuicios.

Tu madre no es la única que está enfadada con los hombres. La gran mayoría de las mujeres están enfadadas con sus maridos. Lo mismo puede decirse de los maridos; la mayoría de ellos están enfadados con sus mujeres. Pero el enfado del padre no afecta tanto al niño porque este comienza a vivir dentro del vientre de la madre, empieza a crecer a la sombra de la madre, no a la del padre. El padre no es más que un visitante ocasional. Puede que por la mañana le dé un beso y unas palmaditas en el hombro antes de irse a la oficina. Puede que por la tarde llegue y hable un poco con el niño; de lo contrario, el niño se pasará el día con la madre y lo aprenderá todo de ella.

Por eso llamamos “lengua materna” a cualquier idioma, porque mientras la madre está delante ¡el padre no puede ni abrir la boca para hablar con su hijo! La madre habla y el padre escucha; el niño aprende el idioma de su madre. Y no solo el idioma sino todas sus actitudes.

Sin embargo, la vida, tal como la hemos vivido hasta ahora, está dominada casi totalmente por los hombres. Es una sociedad hecha por hombres y durante siglos no ha habido espacio para las mujeres. Por eso es muy raro que las mujeres no sientan afinidad con otras mujeres. Pero sus mentes también están condicionadas para sentir simpatía hacia los hombres.

De vez en cuando también ocurre que en lo más profundo la mujer carga con los sentimientos de la madre. La madre estaba en contra de los hombres —y no veo por qué no debería estarlo; tenía toda la razón del mundo para estar en contra de ellos—; tenía motivos para ello, pero eso no ayudará a la sociedad ni creará un futuro mejor.

Lo pasado, pasado está. Debes empezar a mirar a los hombres con otros ojos; y particularmente en este terreno, donde tienes que esforzarte en reconocer tu condicionamiento, en deshipnotizarte. Hay que eliminar toda la basura con la que estás cargando; debes eliminar toda la carga y sentirte ligera para que puedas alcanzar el conocimiento, tu propio enfoque.

Además, las mujeres de tu comunidad no son incultas. Tú eres económicamente independiente, y eres igual de inteligente que cualquier hombre. No necesitas estar enfadada con los hombres. Si tu madre estaba enfadada, quizá fuera porque no había sido educada, quizá no podía ser económicamente independiente. Quería volar pero estaba enjaulada. Tú no lo estás.

Esta es una de las razones por las que no puedo comunicarme con la gran mayoría de la India: porque el hombre no querrá escucharme; iría contra su dominio, contra su poder. Y la mujer no puede entenderme, no ha sido educada. Incluso aunque me entendiera, no lograría ser independiente económicamente; no puede rebelarse contra la sociedad hecha por los hombres. En la mayor parte de la India no existe nada parecido a un movimiento para la liberación de la mujer; ni siquiera se habla de ello. Ninguna mujer piensa que tenga la posibilidad de liberarse. Ha perdido toda esperanza.

Pero tu situación es distinta. Provienes de un país en el que las mujeres pueden recibir una educación, y la educación te permite ser económicamente independiente. No tienes por qué ser ama de casa; no tienes por qué casarte. Puedes vivir con la persona que ames sin necesidad de casarte.

La mujer tiene que luchar para conseguirlo, la mujer tiene que hacer que el matrimonio sea una cuestión absolutamente personal en la que ni el gobierno, ni el Estado, ni la sociedad tengan por qué intervenir.

Estás en una situación totalmente distinta a la de tu madre, así que es una estupidez que sigas cargando con su ira y su condicionamiento. Simplemente, perdónala y olvídala porque si sigues teniendo su condicionamiento negativo hacia los hombres, nunca te sentirás completa, ya que la mujer o el hombre que es incapaz de amar permanece incompleto, frustrado.

De ese modo se crea un círculo vicioso. Tu ira te impide amar porque amar significa eliminar la ira contra los hombres y dirigirse a un polo diametralmente opuesto; en vez de la ira, el amor; en vez del odio, el amor. Para dar ese salto importante hace falta valor. Te hallas en un círculo vicioso porque a causa de tu condicionamiento negativo no puedes amar a ningún hombre, y como no puedes amar a ningún hombre te sientes cada vez más frustrada, y tu frustración te hace estar cada vez más airada; ese es el círculo vicioso. La ira provoca frustración, y la frustración hace que te sientas cada vez más airada, más violenta, más en contra de los hombres. Eso provoca más ira, y el círculo se va haciendo cada vez más profundo. Se vuelve casi imposible salir de él.

Tienes que empezar por el principio. En primer lugar tienes que intentar entender que tu madre vivía en un contexto diferente. Puede que su ira estuviera justificada. Tu situación es distinta, y no tiene sentido que tu mente cargue con tu madre. Tienes que vivir tu vida, no la vida de tu madre. Ella sufrió, pero ¿por qué quieres causar más sufrimiento en el mundo? ¿Por qué quieres ser una mártir?

Siente compasión por tu madre; no estoy diciendo que te enfades con ella porque te haya condicionado. Eso supondría mantener tu ira; simplemente cambiarías a los hombres por tu madre. No, necesitas eliminar completamente la ira. Tu madre necesita tu compasión; debe de haber sufrido, y eso ha creado ira en ella. Pero tú no estás sufriendo. Puedes dejar la ira a un lado y mirar a los hombres con una mirada nueva. Los hombres no pueden deshacer de un plumazo el daño que sus antepasados inflingieron a las mujeres. Lo pasado, pasado está. Puede que ahora lamenten profundamente lo que el hombre hizo a las mujeres.

Ese tipo de hombre constituye un tipo de persona distinta.

Estoy intentando crear la posibilidad de que surja un nuevo tipo de ser humano que no esté contaminado por el pasado, que se desmarque del pasado. Es un trabajo difícil; es casi como darme cabezazos contra un muro, pero estoy decidido a seguir dándomelos. ¡Confío en mi cabeza! Además, el muro es muy viejo y antiguo. Puede que me haga daño, pero algún día caerá; ya le ha llegado su hora. Ya ha vivido más de lo que le correspondía.

Así que medita, y sé consciente de cuándo comienza a hablar la voz de tu madre en tu mente. Poco a poco, consigue acallar esa voz. No la escuches, arruinará toda tu vida. Tienes que aprender a amar. Además, cuando lo aman, el hombre se vuelve más educado, más bueno, todo un caballero. Pierde sus aristas, se vuelve más suave. A través del amor, la mujer empieza a florecer; de lo contrario sigue siendo un capullo cerrado. Solo en el amor, bajo el sol del amor, ella abre sus pétalos. Solo en el amor sus ojos empiezan a tener una profundidad distinta, un brillo diferente; su rostro comienza a tener un aspecto alegre. Por medio del amor experimenta una profunda transformación; llega a la madurez, es mayor de edad.

Así que libérate del condicionamiento que tu madre te ha transmitido inconscientemente. Tú lo has aceptado de forma inconsciente. El modo de liberarse de él consiste en ser consciente de él. Haber planteado esta pregunta supone un buen comienzo. Ese es el principio de la conciencia; su abecé. Tienes que llegar mucho más lejos para cambiar totalmente tu mente, para ser nueva, sin condicionamientos, abierta y vulnerable.

Como consecuencia de ese condicionamiento te has comportado de manera horrible, y cada vez que un hombre se te acercaba mostrándote su amor, tú salías corriendo, lo que lo impulsaba a ir detrás de ti. Eso es algo con lo que disfrutas: que vaya detrás de ti. A todas las mujeres les gusta eso. Realmente es horrible, y no eres consciente de sus profundas implicaciones. Significa que tú eres la presa; el hombre es el cazador y va a la caza de su presa. Inconscientemente, estás permitiendo la supremacía del hombre. Tradicionalmente se te ha inculcado que los hombres deben tomar la iniciativa en el amor, no las mujeres; va en contra del encanto femenino. Todas estas ideas están anticuadas. ¿Por qué vas a estar en un segundo plano desde el principio? Si amas a un hombre, ¿por qué esperar? Conozco a muchas mujeres que han esperado durante años porque querían que el hombre tomara la iniciativa. Pero se enamoraron de hombres que no iban a tomarla nunca.

En realidad, no existe ninguna razón por la que la mujer tenga que esperar a que el hombre tome la iniciativa. Si la mujer siente amor hacia alguien, debería tomar la iniciativa y no debería sentirse humillada si al hombre no le apetece. Eso les acercará a la igualdad. Estas son las pequeñas cosas que harán posible la liberación de la mujer.

Pero la mujer siempre ha intentado actuar como una “presa”. Atrae al hombre; lo intenta de todas las formas posibles: con su belleza, la ropa, el perfume., su peinado; con todo lo que pueda. Atrae al hombre, y una vez que lo ha atraído, sale corriendo. Pero tampoco corre demasiado rápido. No hace más que mirar atrás para comprobar si el pobre chico va tras ella o no. Si lo deja muy atrás, espera un poco. Cuando se acerca otra vez, vuelve a correr.

Eso es una tontería; el amor debería ser una cuestión transparente. Amas a alguien, le manifiestas tu amor y te dices: “No estás obligado a decir sí; respetaré tu negativa. No es más que lo que yo deseo. No tienes que aceptar si no te apetece, porque si tú no sientes amor hacia mí ese sí será peligroso. Solo si me amas nuestra vida podrá llegar a ser completa”.

Una mujer y un hombre que estén enamorados pueden meditar muy fácilmente. La meditación y el amor son dos fenómenos tan cercanos que si empiezas a meditar, tu energía amorosa comenzará a rebosar. Si realmente te enamoras de alguien que esté enamorado de ti, tu energía meditativa empezará a crecer; son experiencias que están estrechamente unidas. Por tanto, yo estoy a favor de ambas.

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