sábado, 19 de diciembre de 2020

OCUPARSE DE SI MISMO



Recuerda la lógica, la profunda lógica del ocuparse de sí mismo. La felicidad no puede existir como una isla, no. Si todos los que te rodean fueran infelices, te sería muy difícil ser feliz, casi imposible, porque ese océano de infelicidad que te rodearía por todas partes, seguiría estrellándose en tus orillas. La infelicidad de alrededor te afectaría, penetraría en tu ser.


Por tanto, una persona feliz poco a poco empieza a entender la ley básica, fundamental, que dice: “Si quiero ser feliz, es bueno hacer feliz a la gente que me rodea”. Pero no está sirviendo a otros, recuérdalo. No se sacrifica. Se ocupa simplemente de sí mismo. Quiere sonreír, entonces te ayuda a sonreír a ti, porque una sola sonrisa no puede existir; parecerá muy absurda. Piénsalo, simplemente: estás sentado en medio de un salón lleno de gente; sólo una persona sonríe y todos los demás están serios. Se sentirá un poco avergonzada, empezará a sentirse culpable; ¿por qué sonrío cuando nadie más está sonriendo? Hay algo que no está bien. La próxima vez será más cuidadosa; se lo pensará dos veces.


Ahora bien, cuando todos se ríen, entonces es muy simple reír; el todo crea la posibilidad de reír. Dependemos del todo, somos parte del todo.


Al ser feliz, tú creas la posibilidad de que otros sean felices. Y éste es un servicio real, no es un sacrificio en absoluto; no te estás convirtiendo en un mártir. La madre es feliz; por eso ama al hijo. Ella es tan feliz que quiere compartir su felicidad con el hijo. Ella no tendrá nunca resentimiento alguno. En realidad, ella se sentirá agradecida con el niño, porque gracias a él tuvo muchos momentos hermosos. Siempre se sentirá agradecida con el hijo. “Gracias a que viniste a mí, gracias a que me elegiste como tu madre, a que elegiste mi vientre, me has hecho tan feliz, me has dado momentos tan hermosos que no habrían sido posibles sin ti. Me siento agradecida”. Y el hijo se sentirá agradecido hacia una madre que está agradecida con él, y nunca irá en contra de la madre o en contra del padre; será muy difícil. Es raro encontrarse con alguien que no esté en contra de la madre o en contra del padre. Es muy raro.


Gurdjieff solía decir a sus discípulos: “Hasta que no hayáis perdonado a vuestros padres y a vuestras madres, no podréis crecer”. Tú dirás: “¡Qué tontería! ¿Qué está diciendo? Hasta que no perdones…”. Él lo tenía escrito en su puerta: “Hasta que no hayas perdonado a tu padre y a tu madre no entres aquí”. No obstante, nadie ha sido capaz de perdonar a su padre y a su madre, porque el padre y la madre se han sacrificado demasiado.


El padre y la madre han sido tan desgraciados debido a los hijos. Y continúan diciendo lo mucho que han sufrido. Pocas madres dicen: “He disfrutado mucho al tenerte como hijo” o el padre que dice: “Al venir a nuestra casa nos has traído luz, nos has traído amor”. Si esto sucediese los hijos serían capaces no sólo de perdonar, sino de amar, de sentirse agradecidos.


Una vez que se haya entendido el Tao, todo el negocio del psicoanálisis desparecerá, porque todo el negocio del psicoanálisis se basa en el hecho de que tú no puedes perdonar a tu padre y a tu madre. ¿Qué haces cuando yaces en el diván del psicoanalista? Simplemente te enojas con tu padre y con tu madre. ¿Qué haces en la terapia primal? Janov carecerá de significado si se entiende el Tao. ¿Qué es lo que haces cuando pataleas y gritas en una terapia primal? ¿A quiénes estás dando puntapiés? A tu padre y a tu madre.


Si escuchas a un paciente en el diván del psiquiatra, el noventa por ciento de todo lo que habla está relacionado con su madre. “Madre” parece ser el problema. Lo es, pero la razón de ello está en que el político y el cura han contaminado la mente de la humanidad. Ellos siempre dicen: “Lo conseguirás. Mira hacia delante. Serás feliz en el futuro”.


El momento presente es todo lo que tienes. Utilízalo inteligentemente, no te dejes engañar por cualquiera, no esperes llegar a la tumba para descanzar.


Una tumba es una tumba; no importa cómo la construyas, es una cosa fea. Puedes hacerla de mármol y escribir el nombre con letras de oro, pero no engaña a nadie, no tiene sentido. Dentro sólo está la muerte y una muerte fea porque puede ser de una vida no vivida. Una vida que nunca se ha vivido, es fea. Una vida que se pospone es fea; una vida que se vive es hermosa. Y hay muy pocas personas que viven sus vidas; sólo esas personas tienen una muerte hermosa. Entonces la muerte también es hermosa, porque ellos son tan capaces de vivir que un día empiezan también a vivir su muerte. Viven su vida, luego viven su muerte.


Una vida no vivida no te puede llevar a una muerte hermosa. Sí, puedes construir una tumba de mármol y escribir el nombre con letras de oro y grabar sobre ella una hermosa poesía. Puedes además alumbrarla con velas y colocar flores, pero todo eso es falso. ¿A quién estás tratando de engañar? A pesar de todo ese mármol y letras de oro y flores y velas, la persona no puede vivir; la persona está muerta. Además, nunca se le permitió vivir, debido a ti.


Si el descanso no se logra en la vida, no se podrá conseguir con la muerte. Permite que ésta sea una regla absoluta: todo lo que logres en la vida podrás mantenerlo en tu muerte; no al revés. Si has logrado meditar, entonces tu muerte será meditativa. Si has logrado el amor, tu muerte estará llena de energía de amor. Si has logrado la divinidad, tu muerte será divina.


Pero recuerda: la muerte no puede lograr cosa alguna, el logro viene a través de la vida. La muerte es sólo el reconocimiento final, el juicio final. Si la persona supo realmente amar y amó incondicionalmente, y su vida fue una llama de amor, una luz de amor, entonces la muerte cerrará el capítulo con esta llama ardiendo brillantemente. Pero si la muerte cierra tu vida, y ésta fue mísera y nada más –sólo una esperanza por el futuro, nunca una experiencia auténtica-, entonces morirás de forma fútil. Gurdjieff la llama “la muerte del perro”. Entonces tú simplemente mueres, pero no logras cosa alguna; no hay nada.


Nadie logra algo en la muerte a menos que lo haya logrado en vida. La muerte sucede en un solo momento. ¿Qué puedes conseguir en un solo momento? ¿Desperdicias una vida durante setenta y ocho años y esperas lograr algo en un solo momento? Durante ochenta años viviste inconscientemente, en confusión, en la locura, en medio de pesadillas ¿y súbitamente vas a descansar en la muerte? No, señor, te revolverás en la tumba, no encontrarás descanso.



No hay comentarios:

Buscar este blog