sábado, 14 de enero de 2023

EL NO HACER ES EL HACER EN LA MEDITACIÓN

La meditación es siempre pasiva; su misma esencia es pasiva. No puede ser activa porque su propia naturaleza es la del no hacer. Si estás haciendo algo, tu misma acción lo alterará todo; tu hacer, tu misma actividad crea la alteración.

No hacer, es meditación, pero cuando digo: "No hacer es meditación", no quiero decir que no necesites hacer nada. Incluso para este no hacer, uno ha de hacer mucho. Pero este hacer no es meditación. Es sólo un paso más, un trampolín. Todo hacer es solamente un trampolín; no es meditación.

Estás justo en la puerta, en los escalones... la puerta es el no hacer; pero para llegar a este estado mental de no hacer es mucho lo que previamente deberemos haber hecho. Uno jamás debe confundir este hacer con la meditación.

La energía de la vida trabaja contradictoriamente. La vida es una continua dialéctica, no es un simple movimiento. No fluye como un río; es dialéctica. Con cada movimiento, la vida crea su propio opuesto y en su lucha con el opuesto se desplaza cada vez más allá. Con cada nuevo movimiento la tesis crea la antítesis. Y así constantemente: la tesis crea la antítesis, se fusiona con ella y se convierte en la síntesis, la cual vuelve a plantear una nueva tesis; y otra vez la antítesis....

Por movimiento dialéctico, quiero expresar un movimiento que no es simplemente en línea recta; es un movimiento dividido en sí mismo, dividiéndose a sí mismo, creando su propio opuesto, y encontrándose con su opuesto otra vez. Entonces, de nuevo, vuelve a dividirse en su opuesto. La misma dinámica aplicaremos para la meditación, porque es lo más profundo de la vida.

Si te digo: "Relájate", te será imposible porque no sabrás que hacer. Así es como muchos pseudomaestros de la relajación siguen diciendo, "Simplemente relájate. No hagas nada; sólo relájate". ¿Qué has de hacer entonces? Puedes seguir simplemente tendido, pero esto no será relajación. La agitación interior seguirá manteniéndose... y además ahora un nuevo conflicto vendrá a añadírsele: cómo relajarse. Habremos añadido un problema más. Todo el sin sentido estará allí, toda la agitación estará allí, con algo añadido: cómo relajarse. Una nueva tensión ha sido ahora añadida a todas las viejas tensiones ya existentes.

De modo que la persona que trata de vivir una vida relajada es paradójicamente la persona más tensa que pueda haber. Ha de ser así porque no ha comprendido el fluir dialéctico de la vida. Cree que la vida es un flujo en línea recta, que puedes decirte a ti mismo, "¡Relájate!" y que inmediatamente te relajarás.

Es imposible relajarse así. Por eso, si vienes a mí, nunca te diré, "¡Relájate!". Te diré, "Primero ponte tenso, tan tenso como te sea posible". ¡Ténsate completamente! Primero permite a tu organismo estar completamente tenso, permítele llegar al punto máximo de tensión. Y entonces, espontáneamente, llegarás a sentir en ti la relajación. Tú hiciste todo cuanto pudiste; ahora la energía de la vida se ocupará de crear el opuesto.

Has acumulado tensión hasta el máximo. Ya no hay nada más allá de ella; no puedes seguir acumulándola. Toda tu energía ha sido canalizada hacia la tensión. Pero no podrás continuar con esta tensión indefinidamente. Ha de disolverse. Pronto empezará a disolverse; sé entonces testigo de ello.

A través de la tensión llegaste al límite, al punto idóneo para dar el salto. A partir de ahí no puedes continuar. Si vas más allá puedes explotar, morir. El punto óptimo ha sido alcanzado. Ahora la energía de la vida se relajará por sí misma. Es ella la que se relaja. Ahora sé consciente y observa la relajación descendiendo sobre ti. Cada extremidad de tu cuerpo, cada músculo, cada nervio, se irá relajando fácilmente sin que tú hagas nada de tu parte. No estás haciendo nada para relajarte; simplemente te dejas relajar. Sentirás cómo muchas partes del organismo están relajándose. El organismo entero será una multitud de puntos relajándose. Solamente sé consciente.

Este ser consciente es meditación. Pero es un "no hacer". Tú no estás haciendo nada porque estar despierto no es una acción. No es en absoluto una acción; es tu naturaleza, una muy intrínseca cualidad de tu ser. Eres consciente. Lo que tú habías alcanzado era no ser consciente y lo habías conseguido a costa de mucho esfuerzo.

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