La propia terminología crea muchos inconvenientes, porque la palabra reino es una palabra política, pero siempre había la posibilidad de que quien pronunció esta frase no sea comprendido, como sucede hasta nuestros días.
El problema era que tenía que decirlo con nuestras palabras para que lo entendieran, pero quien lo dijo era un revolucionario, un maestro revolucionario, pero del mundo interior. Entonces que clase de reino es? Él hablaba de un reino totalmente opuesto al reino de este mundo y por más que explicaba y explicaba, era muy difícil hacer que la gente, hasta ahora, lo entendiese.
El Reino de los Cielos no puede ser explicado de una manera directa, inmediata, como lo tratan de hacer algunas religiones. Es imposible. Por eso la confusión en el hombre antiguo y en el contemporáneo, por que lo que no conocemos, puede ser explicado en términos de semejanza, de similitud. Y de allí todos los mitos. La mitología trata de explicar las cosas que el hombre no conoce, que no se puede conocer en este estado mental, trata de explicar lo desconocido en términos de lo conocido. Es la cosa más difícil del mundo, y de ahí las parábolas, los koanes, los sutras, los mitos y las historias. El mito es un relato puramente simbólico.
Es exactamente como si un ciego preguntara qué es la luz, el solo hecho de preguntar, excluye la respuesta. Es una pregunta que no se la puede responder íntegramente. La luz se puede conocer, pero solamente con los ojos. De ahí que, todas las parábolas son verdades dichas en el lenguaje de los ciegos.
Y Él les dijo: “El Reino de los cielos se parece a una semilla de mostaza, la más pequeña de todas las semillas, pero cuando cae sobre la tierra cultivada produce una gran rama y se convierte en refugio para todos los pájaros del cielo”
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