sábado, 2 de septiembre de 2023

LA CONFIANZA RELIGIOSA

La gente que vive con la naturaleza es más confiada. Un país que es menos industrializado, menos mecanizado, menos tecnológico, vive más con la naturaleza, tiene más confianza en ella. Por esto es que no puedes concebir que Jesús vaya a nacer en Nueva York -casi imposible. Fanáticos de Jesús pueden nacer ahí, pero no Jesús. Y estos fanáticos son sólo neuróticos, Jesús es sólo una excusa. No, no puedes pensarlo... que Jesús vaya a nacer ahí, es casi imposible. Y aun si naciera ahí, nadie lo escucharía; y aun si él estuviera ahí, nadie sería capaz de reconocerlo. El nació en una época sin tecnología, sin ciencia, el hijo de un carpintero. Vivió toda su vida con los pobres, con la gente simple que estaba viviendo con la naturaleza. Ellos podían confiar.

Jesús llega al lago un día... es de mañana y el sol todavía no ha salido en el horizonte. Dos pescadores están ahí, acaban de tirar sus redes para pescar, cuando Jesús viene y les dice: "¡Miren! ¿por qué están desperdiciando sus vidas? Yo puedo hacerlos pescadores de hombres. ¿Por qué están desperdiciando su energía en pescar? Yo los puedo hacer pescadores de hombres. ¡Vengan, síganme!".

Si él te hubiera dicho eso cuando estabas sentado en tu oficina o en tu negocio, habrías dicho: "¡Fuera de aquí! No tengo tiempo, no me hagas perder mi tiempo". Pero aquellos dos pescadores miraron a Jesús, miraron a Jesús sin ninguna duda. El sol estaba saliendo y el hombre era bello, este hombre Jesús. Y sus ojos, eran más profundos que el lago; y su brillo era mayor que el del sol. Ellos arrojaron sus redes y siguieron a Jesús.

Esto es confianza, ni siquiera una sola pregunta "¿Quién eres tú extraño?". Ellos no le conocían, no era de su pueblo; nunca le habían visto, nunca le habían escuchado. Pero era suficiente; el llamado, la invitación, fue suficiente. Habían escuchado la invitación, miraron a Jesús, sintieron su sinceridad y le siguieron.

Justo cuando ellos estaban saliendo del pueblo, un hombre vino corriendo y dijo a esos dos pescadores: "¿A dónde van? Su padre ha muerto repentinamente. ¡Regresen!". Así que ellos le dijeron a Jesús: "¿Podemos ir a casa para enterrar a nuestro padre y luego regresar?". Jesús les dijo: "No se preocupen de los muertos, hay suficientes muertos en el pueblo, ellos enterrarán a su muerto. Ustedes vengan y síganme. Ustedes no necesitan preocuparse por el muerto". Y aquellos dos pescadores le siguieron.

Esto es confianza. Ellos oyeron, ellos vieron a Jesús. El lo quería así, y tenía razón: "Cuando el padre está muerto ¿qué se va a hacer? Cuando alguien está muerto, está muerto. No hay necesidad de ir. Y hay suficientes muertos en el pueblo; ellos se ocuparán del resto, ellos harán los rituales, ellos enterrarán a tu padre. Ustedes vengan y síganme". Y ellos lo siguieron y nunca voltearon hacia atrás, nunca miraron hacia atrás. Confianza significa no mirar hacia atrás. Confianza significa no regresar hacia atrás.

Una mente que duda siempre está mirando hacia atrás y siempre pensando en la alternativa, siempre pensando en lo que no ha hecho, siempre pensando si es que lo hizo correcto o incorrecto: "¿Debería regresar o seguir a este loco? ¿Quién sabe? El dice que es el hijo de Dios, pero ¿quién sabe? Nadie sabe sobre Dios, nadie sabe sobre sus hijos “¡y este hombre parece ser uno de nosotros!". Pero los pescadores siguieron a Jesús.

Si sigues a un hombre como Jesús, tarde o temprano él se volverá contagioso. Pero tienes que seguirlo desde el comienzo. Tarde o temprano sentirás que es el hijo de Dios. No sólo eso, a través de él te darás cuenta que ustedes también son hijos de Dios. Pero al principio tendrán que confiar; si al principio hay duda, las puertas estarán cerradas.

Esta relación entre Maestro y discípulo ha desaparecido debido a los tres siglos de éxito de la ciencia. La ciencia ha logrado tanto... y ha hecho milagros, por supuesto milagros inútiles porque no han agregado ni un solo pedacito de felicidad al ser humano, y un milagro es inútil si la felicidad no ha sido aumentada a través de éste. Por el contrario, la felicidad ha disminuido.

Mientras más tecnología, más comodidad, pero menos felicidad: éste es el milagro que la ciencia ha logrado. Cuantas más cosas pueden ser hechas por artefactos mecánicos, menos necesario eres. Y cuanto menos necesario seas, más inútil te sentirás, sin sentido. Tarde o temprano el computador te reemplazará y entonces no serás necesario en absoluto; entonces podrás ir y suicidarte porque el computador lo hará todo.

La felicidad surge al sentirse necesario. Cuando eres necesario te sientes feliz porque sientes que tu ser tiene significado; sientes que tu vida tiene significado; sientes que eres necesario y que sin ti las cosas serían diferentes. Pero ahora, sin ti nada es diferente, mas bien las cosas serán mejores sin ti porque las máquinas pueden hacer todo mejor que tú. Tú eres simplemente un obstáculo, simplemente una cosa arcaica. El hombre es la cosa más obsoleta hoy en día, porque todos los años sale una nueva edición de todas las cosas, un nuevo modelo de todo. Sólo el hombre permanece siendo el modelo más obsoleto. En medio de tantas cosas nuevas, tú eres la única cosa vieja.

La mente moderna continuamente siente una falta de significado porque nadie te necesita. Aun los niños no te necesitarán, porque el gobierno, los asistentes sociales del gobierno, se encargarán de ellos. Los ancianos padres no te necesitarán, habrán entidades -del gobierno, del estado- que se encargarán de sus necesidades. ¿Quién te necesita? Y cuando sientes que nadie te necesita, que eres simplemente una carga innecesaria ¿cómo puedes ser feliz?

La ciencia no puede crear un Buda o un Jesús, pero la ciencia puede crear una sociedad en la cual un Buda será imposible. Mucha gente viene hacia mí y me pregunta por qué ahora no hay más Budas, más Jesuses. ¡Por causa tuya! Ustedes han creado tal sociedad, que se hace más y más imposible que un hombre simple pueda existir, que un hombre inocente exista. Y aun si existiera, no lo reconocerían; no es que no hayan Budas, difícil pero los hay. Puedes estar pasando junto a ellos todos los días cuando vas a la oficina, pero no puedes reconocerlos, estás ciego.

La confianza ha desaparecido. Recuerda esto: que Jesús vivió en una época de confianza, de profunda confianza. Toda su gloria, todo su significado puede ser entendido sólo a través de la dimensión de la confianza.

No hay comentarios:

Buscar este blog