sábado, 25 de mayo de 2024

SE TÚ MISMO


 ¿Tienes algo de consciencia propia, o simplemente vives como una parte de la sociedad en la que naciste? Eres un hindú, un mahometano, un cristiano, un sikh, un jaina, pero ¿eres tú un hombre? No puedes decir que eres un hombre, porque el hombre no tiene sociedad. Un Sócrates es un hombre, un Jesús es un hombre, un Nanak es un hombre, pero tú no. Tú perteneces a algo, un hombre no pertenece a nada, se para en sus propios pies.

Esto es lo que Jesús dice: La mejor oveja se sale del camino.

Y una vez que la mejor oveja se ha salido: "El pastor... dejó atrás a las noventa y nueve, buscó a aquella hasta que la encontró".

Tú vas rezando a Dios, pero él no está en busca tuya, por eso es que no lo encuentras. Primero sé tú mismo, entonces él te buscará. No hay necesidad de buscar a Dios, ¿y cómo lo puedes buscar? No sabes su dirección, no conoces su residencia. Sólo sabes palabras y teorías sin sentido, eso no te ayudará.

Escuché que un sacerdote había llegado a una ciudad nueva. Los taxis estaban en huelga y él tenía que ir a la iglesia porque tenía que dar un sermón esa noche. Así que le preguntó a un pequeño niño dónde estaba la iglesia; el niño lo condujo hasta la iglesia. Cuando llegaron a la iglesia le agradeció al niño y le dijo: "Estoy muy agradecido por tu ayuda, no sólo me indicaste, sino que viniste conmigo. Si tienes algún interés de saber dónde está Dios, ven esta noche a mi sermón, a mi charla. Voy a hablar sobre el camino a la residencia de lo divino".

El niño se rió y dijo: "Ni siquiera conoces el camino a la iglesia; ¿cómo vas a saber el camino a lo divino? ¡No voy a ir!".

Pero te lo digo, aun si conoces el camino a la iglesia, no hay diferencia. Todo el mundo conoce el camino a la iglesia, pero no hay diferencia; la iglesia no es su residencia ¡nunca lo ha sido! No lo puedes buscar porque no lo conoces. El te puede buscar, porque él te conoce, y ésta es una de las enseñanzas básicas de Jesús: que el hombre no puede llegar a lo divino, pero lo divino puede llegar al hombre. Y él siempre llega cuando estás listo.

Así que el asunto no es buscarlo, el asunto es simplemente estar listo y esperar. Y el primer paso es llegar a ser un individuo: "salirse del camino". Esta es la primera cosa, ser rebelde, porque sólo entonces podrás lograr el ego. Lo primero es ir más allá de la muchedumbre, eso es lo que quiere decir salirse de la muchedumbre: ir más allá del alcance delineado, formulado y limitado por la sociedad. Porque más allá está lo desconocido, más allá existe la vastedad de Dios.

La sociedad es sólo un claro en el bosque. No es real, es creada por el hombre. Todas tus leyes son creadas por el hombre; cualquier cosa que llames virtud, cualquier cosa que llames pecado, sólo está hecha por el hombre. No sabes lo que realmente es virtud. Esta palabra "virtud" de origen griego, es muy buena: la palabra en griego significa "poderoso", no significa "bueno", significa "viril", significa "poderoso".

Sé poderoso, afirma tu individualidad, ¡apóyate en ti mismo! ¡No caigas víctima de la muchedumbre! ¡Comienza a pensar! ¡Comienza a ser tú mismo! Y sigue tu propio camino solitario ¡no seas una oveja!

Noventa y nueve ovejas pueden ser abandonadas en el bosque, no hay temor por ellas, no se perderán, porque se arrimarán entre ellas, se les puede encontrar en cualquier momento. El problema no es con ellas, sino con aquella, con la mejor, con la que dejó el rebaño. Cada vez que una oveja puede dejar el rebaño significa que existe el poder, y que la oveja no tiene temor del bosque, no tiene temor de los animales salvajes, no tiene temor en absoluto; la oveja ha perdido el miedo, sólo entonces puede dejar el rebaño. Y no tener miedo es el primer paso para estar listo.

El ego es el primer paso para rendirse. Parece absolutamente paradójico. Pensarás que estoy loco, tú crees que es necesario humildad, yo digo ¡no! Primero es necesario el ego, de otro modo tu humildad será falsa. Primero es necesario el ego afilado, filudo como una navaja. Eso te dará una claridad de ser, una distinción, y entonces podrás dejarlo; y cuando lo tengas podrás dejarlo. Entonces surge una humildad; entonces esa humildad es totalmente diferente: no es la humildad del pobre, no es la humildad del débil, es la humildad del fuerte, es la humildad del poderoso. Entonces puedes rendirte, pero no antes de eso.

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