sábado, 8 de enero de 2022

LA ENERGÍA MEDITATIVA

 


CUANDO ESTÁS REALIZANDO UNA PEREGRINACIÓN INTERIOR las energías se dirigen hacia el interior, las mismas energías que antes se movían hacia el exterior, y de repente te encuentras solo como una isla. La dificultad estriba en que no estás realmente centrado en ser mismo, y todas las relaciones parecen una dependencia, una esclavitud. Sin embargo, es una fase pasajera; no la conviertas en una actitud permanente. Más tarde o más temprano, cuando estés nuevamente centrado, rebosarás energía y querrás mantener de nuevo una relación.

De manera que la primera vez que la mente se vuelve meditativa, el amor parece ser una servidumbre. En cierto sentido es verdad, porque la mente que no es meditativa no puede estar realmente enamorada. Ese amor es falso, ilusorio; es más apasionamiento que amor. Pero no tienes nada a lo que compararlo a menos que lo experimentes de verdad, así que cuando empieza la meditación, el amor ilusorio se va disipando poco a poco; desaparece. En primer lugar, no te desanimes. En segundo lugar, no lo conviertas en una actitud permanente; son dos cosas que pueden ocurrir.

Si te desanimas porque está desapareciendo tu vida amorosa, y te aferras a ella, esto se convertirá en una barrera en tu viaje interior. Acéptalo; ahora la energía está buscando un nuevo camino, y durante unos días no la podrás utilizar de cara al exterior para realizar otras actividades.

Si alguien que sea un creador comienza a meditar, toda su creatividad desaparecerá momentáneamente. Si eres pintor, de repente no te sentirás inspirado. Puedes continuar, pero poco a poco ya no tendrás energía ni entusiasmo. Si eres poeta, cesará la poesía. Si eres un hombre que ha estado enamorado, esa energía sencillamente desaparecerá. Si tratas de forzarte a ti mismo para mantener una relación, para ser tu antiguo yo, esto será algo muy, muy peligroso.

Al actuar así, estás haciendo algo contradictorio: por un lado, estás tratando de entrar y por otro, estás tratando de salir. Es como si estuvieras conduciendo un coche pisando al mismo tiempo el acelerador y el freno. Sería un desastre, porque estás haciendo dos cosas opuestas al mismo tiempo.

La meditación sólo está contra el falso amor. Desaparecerá el falso; ésa es una condición imprescindible para que aparezca el auténtico. El falso tiene que marcharse, el falso tiene que desalojar totalmente; sólo entonces estarás preparado para el auténtico. Así que durante unos días olvídate de cualquier relación.

En segundo lugar, y esto es también algo muy peligroso, lo puedes convertir en un estilo de vida. Es algo que les ha ocurrido a muchas personas. En los monasterios hay viejos monjes, religiosos ortodoxos, que han convertido el hecho de no mantener una relación amorosa en un estilo de vida. Piensan que el amor está en contra de la meditación, y que la meditación está en contra del amor. Eso no es cierto. La meditación está en contra del falso amor, pero está totalmente relacionada con el amor auténtico.

Una vez que estás asentado, cuando ya no puedes ir más lejos, cuando has alcanzado el mismísimo centro de tu ser, la piedra angular, entonces estás centrado. De repente, dispones de energía, pero no tienes ningún lugar adonde ir. El viaje exterior finalizó cuando empezaste a meditar, y ahora ha finalizado también el viaje interior.

Estás asentado, has llegado a casa. Esta energía te empezará a rebosar Es un tipo de movimiento totalmente distinto; su carácter es diferente porque carece de motivación. Antes te dirigías hacia los demás con una motivación; ahora ya no habrá ninguna. Simplemente te dirigirás a los demás porque tienes mucho que compartir.

Antes te comportabas como un mendigo; ahora te comportarás como un emperador. No estás buscando que alguien te de felicidad; ya la tienes. Ahora la felicidad es plena, la nube está tan llena que le gustaría llover. La flor está tan llena que le gustaría danzar en el viento como fragancia y llegar hasta el último rincón del mundo. Ha nacido un nuevo tipo de relación; es un compartir No es correcto llamarlo una relación, porque ya no es una relación; más bien es un estado de ser. No significa que ames, significa que eres amor.

Así que no te desanimes ni lo conviertas en un estilo de vida; no es más que una fase pasajera. La renuncia es una fase pasajera; la meta en la vida es la celebración. La renuncia es un medio. Hay momentos en que tienes que renunciar, como cuando estás enfermo y el doctor te dice que hagas un régimen. Hacer régimen no va a ser tu estilo de vida. Renuncia a la comida; pero una vez que estés curado disfruta de ella de nuevo, y serás capaz de hacerlo más que nunca. No conviertas el ayuno en tu estilo de vida; sólo era una fase pasajera, algo que necesitabas.

Haz un poco de ayuno de amor y de relaciones, y pronto serás capaz de mantener relaciones de nuevo, estarás rebosante de nuevo, y podrás relacionarte desinteresadamente. De ese modo, el amor es maravilloso. Antes de que esto suceda nunca es maravilloso. Es siempre feo. Por mucho que lo intentes, es algo amargo.

Puede que las dos personas estén intentando convertirlo en algo bello, pero no está en la naturaleza de las cosas; ocurre algo feo. Toda relación amorosa es siempre pobre. Sólo tienes que esperar.

No hay comentarios:

Buscar este blog