sábado, 25 de agosto de 2012

LA VERDADERA SOLEDAD


Es muy fácil "hacer" dinero y es muy fácil hacer de la pobreza una virtud. Pero estas dos formas de "hacer" no son muy diferentes. Un hombre puede continuar acumulando dinero hasta que de repente se siente frustrado. Lo ha logrado, y no ha ganado nada, por eso renuncia. Entonces la pobreza se convierte en virtud, vive la vida de un pobre y dice: "Esta es la verdadera vida, esta es la vida religiosa". Este hombre es el mismo, nada ha cambiado. El péndulo se fue a la izquierda pero ahora se ha ido al otro extremo.

Tú dependes de los demás, de tu mujer, de tus niños, de tu padre, de tu madre, de tus amigos, de la sociedad; y de pronto lo abandonas todo y escapas a los Himalayas. Y comienzas a envanecerte: "Vivo solo, no necesito de nadie, me he liberado de este mundo".

Incluso así no estás todavía solo porque tu soledad depende aún del mundo. ¿Cómo podrías estar solo si no hubiera un mundo que dejar? ¿Cómo podrías estar solo si no hubiera una sociedad a la que renunciar? ¿Cómo podrías estar solo si no hubiera una esposa, unos niños, una familia a la que abandonar'? Tu soledad depende de ellos. ¿Cómo podrías ser pobre si no hubiera un dinero que dejar? Tu pobreza depende de tus riquezas.

No, un hombre perfecto, uno que es realmente un sabio, el hombre del Tao, anda su camino sin esperar de los demás. Si esperas de los demás, sufrirás, si esperas de los demás, siempre serás un esclavo, te volverás dependiente y débil.

Esto no significa que debas enorgullecerte de andar solo. Camina solo, pero no te enorgullezcas de ello. Entonces podrás estar en el mundo sin formar parte de él. Podrás ser un marido sin ser un marido. Podrás poseer sin ser poseído por tus posesiones. Entonces el mundo estará ahí afuera, pero no dentro de ti. Entonces estarás ahí, pero sin ser corrompido.

Esta es la verdadera soledad: moverse en el mundo sin ser tocado por él. Pero si te enorgulleces, es que no lo has comprendi¬do. Si piensas, "Me he convertido en alguien", de nuevo has caído víctima del ego.

“El hombre del Tao permanece sin ser conocido.
La perfecta virtud no produce nada.
Ningún yo es el verdadero yo.
El hombre más grande es un don nadie”

Escucha... El hombre del Tao permanece sin ser conocido. No es que nadie lo pueda conocer, sino que depende de ti el que lo descubras. No hace esfuerzo alguno para darse a conocer. El esfuerzo para darse a conocer proviene del ego, porque el ego no puede existir cuando eres desconocido. Existe solamente cuando eres conocido, cuando te prestan atención, cuando eres alguien "importante o valioso".

¿Pero cómo puedes ser importante si nadie te conoce? Cuando el mundo entero te conozca, entonces serás importante. Por esto es que la gente persigue tanto la fama, y si no pueden alcanzar fama intentan ser escandalosos, ¡pero no para ser desconocidos! Si la gente no puede ensalzarte intentarás que te censuren, pero no puedes soportar que la gente permanezca indiferente a ti.

La indiferencia te hiere al máximo porque el ego no puede existir en la indiferencia. El hombre del Tao permanece sin ser conocido. Eso significa que no busca a la gente para que le conozcan. Si ellos desean saber de él, pueden buscarle.




sábado, 18 de agosto de 2012

LA DUDA DE LA MENTE


Lo primero que debe entenderse es que tu eres lo que piensas de los demás. Tus deseos, tus propias ambiciones te dan el modelo. Si persigues el dinero crees que los demás van en pos del dinero.

Tu deseo interior es el lenguaje de tu entendimiento. Los políticos siempre piensan en términos de complots, conspiraciones: Alguien me va a suplantar, alguien desea librarse de mí... Porque esto es lo que ellos han hecho, esto es lo que han estado haciendo durante toda su vida, conspirando. Los políticos son conspiradores. Ese es su lenguaje. Y tú miras a los demás a través de tu mente, proyectas en los demás.

Sólo puedes hallar lo que eres. Siempre te descubres a ti mismo en los demás, porque ellos actúan como espejos.

Escuchando a Buda, o a Jesús o a Zarathustra, siempre se te ha dicho: Abandona el deseo y la dicha será tuya. Pero no puedes dejarlo, no puedes comprender cómo puede ser tuya la dicha cuando abandones el deseo, porque sólo has probado el deseo. Puede que sea venenoso, pero ha sido tu única comida. Has estado bebiendo de fuentes emponzoñadas, y cuando alguien te dice,"abandónalo", te asustas y crees que morirás de sed. No puedes saber que existen fuentes puras, claras y no sabes que hay árboles de frutos exquisitos. Ves sólo a través de tu deseo, por eso no puedes ver esos frutos y esos árboles.

Ramakrishna solía decir: "Hay gente que no puede ver nada más que el objeto de su codicia". Siempre en todo momento, sólo entra lo que tus deseos permiten. Tus deseos son como un vigía a la puerta de tu ser, Permiten entrar sólo lo que les atrae.

El sendero está ahí. No tienes que hacer nada. Simplemente sigues por la pista, vas trazando círculos: los mismos deseos, los mismos afanes, las mismas ambiciones. Con razón vives angustiado, vives en una pesadilla.

Deja que tu ser interior se haga oír, deja que el fénix interno se haga valer. Escúchalo, es todavía una vocecita. Tienes que tranquilizarte, sólo entonces serás capaz de escuchar.

Siempre que uno comienza a meditar, la mente se hace rebelde. Crea todo tipo de discusiones. ¿Qué estás haciendo, por qué estás perdiendo tu tiempo? Úsalo. Puedes alcanzar tanto en ese tiempo. Este deseo ha estado esperando ahí durante tanto tiempo para ser colmado y ahora estás desperdiciando el tiempo meditando. Olvídalo. Los que dicen que la meditación es posible te están engañando. Cree en la mente, dice la mente. Crea toda clase de dudas sobre todos, pero nunca crea dudas sobre sí misma.

Oí de un hombre que hablaba a su niño. El chico había escrito una carta como parte de sus deberes y se la estaba enseñando a su padre. Había tantas faltas de ortografía como palabras, incluso más. Por eso el padre le dijo. "Tu ortografía es terrible. ¿Por qué no miras en el diccionario? Cuando sientas la duda, mira en el diccionario".
El chico contestó: "Pero papá, yo nunca tengo dudas”.

Esto es lo que tu mente hace. La mente nunca duda de sí misma, este es el problema. Duda de todo el mundo, dudará incluso de un Buda. Incluso si Krishna llamase a su puerta, dudaría; si Jesús viniese, dudaría. Siempre ha sido así, lo has estado haciendo desde siempre.

Dudas de todos, pero nunca dudas de ti mismo, porque una vez que la mente comienza a dudar de sí misma ha empezado ya a desaparecer. Una vez que la duda surge sobre sí misma, la base se ha roto, la mente ha perdido su confianza. Una vez que comienzas a dudar de la mente, antes o después caerás en el abismo de la meditación.

sábado, 11 de agosto de 2012

LA VIRTUD


La virtud perfecta no produce nada, porque cuando eres perfectamente virtuoso nada se necesita. Cuando eres perfectamente virtuoso no hay deseo, no hay motivación. Eres perfecto. ¿Cómo puede la perfección ir hacia algo? Sólo la imperfección se mueve. Sólo la imperfección desea producir algo. Por eso un artista perfecto nunca pinta un cuadro, y un músico perfecto arroja a un lado su sitar. Un arquero perfecto rompe su arco y lo tira, y un hombre perfecto como Buda es absolutamente inútil. ¿Qué es lo que, Buda produjo? ¿poesía, una escultura, un cuadro, una sociedad? Parece ser absolutamente improductivo, no ha hecho nada.

La perfecta virtud no produce nada porque no necesita nada. El producir surge del deseo. El producir surge porque eres imperfecto. Creas algo como sustitutivo porque te sientes incompleto. ¿Por qué vas a crear, cómo vas a crear si estás absolutamente realizado? Entonces te has convertido en la gloria de la creación, entonces el ser interior es perfecto, no se necesita nada.

La perfecta virtud no produce nada. Si el mundo fuera virtuoso, todas las metas utilitarias se perderían. Si el mundo fuera en verdad virtuoso existiría el juego y no la producción. Entonces se convertiría en un juego. Lo disfrutarías, pero no lo necesitarías.

Cuando sientes que no eres, por primera vez eres porque el yo no es nada más que un sinónimo del ego. Por esto es que Buda, Lao Tse, Chuang Tse, todos ellos dijeron que no hay yo, no hay atman. No, eso no existe, ellos dicen que no hay atman, no hay yo, porque tu ego es tan astuto que puede esconderse tras él. Puedes decir, yo soy Dios, y el ego puede esconderse tras él.

Buda dice que no hay nadie a quién dirigirse, no hay yo dentro de ti. Buda dice que eres como una cebolla: quitas y quitas capas, y finalmente nada queda. Tu mente es como una cebolla, sigue pelándola. Es lo que es la meditación: pelar, pelar y llega un momento en que nada queda. Esta vacuidad es tu verdadero yo. Ningún yo es el verdadero yo.

Puedes ser alguien, pero no puedes ser el más grande. Siempre hay alguien en el mundo más grande que tú. ¿Y cuándo se considera que uno es alguien? Tú eres la medida. Tú dices que este hombre es alguien importante, pero, ¿quién es la medida? La medida eres tú. ¡y él se convierte en alguien importante debido a ti!

sábado, 4 de agosto de 2012

SER SUPERIOR


La superioridad supone la ausencia de inferioridad, no es su opuesto. Simplemente no comparas. Cuando no comparas, ¿cómo puedes ser inferior? Mira, si fueses el único ser sobre la Tierra y no existiera nadie más, ¿serías inferior? ¿Con quién te compararías? ¿En relación a qué? Si estás solo, ¿qué serás, inferior o superior? No eres ninguna de las dos cosas. No puedes ser inferior porque no hay nadie por encima de ti; no puedes declararte superior porque no hay nadie por debajo de ti. No serás ni superior ni inferior, y yo te digo que esa es la superioridad del alma. Nunca compares. Compara y surgirá la inferioridad. No compares, y simplemente eres Único.

Cuando comparas, yerras; siempre estarás mirando a los demás. Y no hay dos personas iguales, no puede haberlas.

Cada individuo es único, y cada individuo es superior, pero su superioridad no es comparable. Tú eres superior porque no puedes ser otra cosa. Superioridad es tu naturaleza. Ese árbol es superior, esa roca es también superior. Toda la existencia en su totalidad es divina, de forma que ¿cómo puede algo ser inferior? Es Dios, desparramándose en millones de formas. En algún lugar Dios se ha convertido en árbol, en otro Dios se ha convertido en roca, en algún otro Dios se ha tornado pájaro, en otra parte Dios se ha transformado en ti. Y sólo Dios existe, de forma que no puede haber comparación. Dios es superior, pero no superior a algo, porque sólo Dios es, y no puede haber inferioridad alguna.

Un hombre religioso llega a experimentar esta unicidad, llega a experimentar su divinidad, y a través de esta experiencia de divinidad reconoce la divinidad de todo.

Así pues recuerda esto como la ley básica. Si en religión sigues comparando, estás en terreno político, no en religión. Por eso es que todas las religiones han devenido en política. Usan de la terminología religiosa, pero escondida detrás está la política. ¿Qué es el Islam? ¿Qué es el Hinduismo? ¿Qué es el Cristianismo? Todos ellos son agrupaciones políticas, organizaciones políticas, haciendo política en nombre de la religión.

Buda dice: No seas ambicioso, porque mediante la ambición permanecerás inferior siempre. No seas ambicioso y alcanza tu intrínseca superioridad. Es intrínseca. No tiene que ser probada, o alcanzada, tú ya la posees, la tienes. Está ya ahí; siempre ha estado contigo y siempre permanecerá en ti. Tú mismo ser es superior, pero tú desconoces el ser que está ahí. No sabes quién eres. De ahí tanto esfuerzo en buscar tu identidad, en demostrar que eres superior a los demás. No sabes quién eres. Una vez que lo sepas, no existirá el problema. Tú eres en realidad ya superior. Y no sólo es que eres superior, todo es superior. La totalidad de la existencia es superior sin que nada sea inferior, porque Dios es uno, la existencia es una. Ni lo inferior ni lo superior pueden existir. La mente no ambiciosa llega a comprender esto.

Por esto mismo, Jesús fue crucificado. El decía, "Soy un Rey”. Fue malinterpretado. El hombre que era el rey, Herodes, se puso en guardia. El virrey, Poncio Pilatos, creyó que Jesús era peligroso, porque hablaba del reino y del rey, y había declarado, "Yo soy el rey de los Judíos". Fue malinterpretado. Hablaba de un tipo de reino diferente, un reino que no es de este mundo.

Cuando era crucificado los soldados se mofaban de él arrojándole piedras y zapatos y a modo de escarnio le colocaron una corona de espinas en su cabeza con la inscripción: Rey de los Judíos. Y mientras le arrojaban piedras y sandalias le decían, "Cuéntanos ahora algo sobre el reino, di algo Rey de los Judíos".

El les hablaba de otro reino, no de este mundo; ese reino no está afuera, ese reino está dentro. Más cuando un hombre como Jesús camina, él es el emperador. No puede remediarlo. No es que compita con nadie, no suspira por ninguna corona de este mundo, pero dondequiera que va la gente ambiciosa se asusta. Este hombre es peligroso porque su misma cara, sus ojos, la forma en que camina, muestran que es un emperador. No necesita demostrarlo, él es la evidencia. No necesita mencionarlo, no necesita decirlo.

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