sábado, 25 de mayo de 2013

EL OMBLIGO, LA MENTE Y EL CORAZÓN

Hay que crear un nuevo hombre, es absolutamente esencial que cambiemos el centro de la vida del hombre. Si ese centro está más cerca del ombligo que de la cabeza, estará más cerca de la energía vital

¿Por qué digo esto? En este contexto es necesario entender algunas cosas más. El niño que se desarrolla en el vientre de la madre, el feto que se está desarrollando está conectado con la madre a través del ombligo. La energía vital de la madre fluye hacia el niño a través del propio ombligo. La energía vital de la madre es un flujo muy desconocido, muy misterioso, que nutre a todo el ser del niño a través de su ombligo. Después el niño se separa de la madre, nace. Inmediatamente después de su nacimiento su cordón umbilical debe ser cortado y comienza la separación de su madre.

Es absolutamente necesario separar al niño de la madre; de lo contrario, no tendrá vida propia. Llegado a este punto, el niño que ha crecido dentro de la madre y que ha sido uno con su cuerpo tiene que separarse de ella. Esta separación sucede cuando se corta la conexión que tenía con ella a través del ombligo. Cuando se corta esta conexión, la energía vital que recibía a través del ombligo se detiene totalmente. Todo su ser comienza a temblar. Todo su ser empieza a pedir ese flujo de energía que estaba recibiendo hasta ayer y que se ha detenido de pronto.

El dolor que siente el niño, el llanto después de nacer, no es debido al hambre, sino al dolor de la separación y desconexión de la energía vital. Su conexión con toda la energía vital se ha interrumpido; la fuente de donde obtenía la vida hasta ayer ahora ya no existe. El niño lucha por vivir, y si el niño no llora, los médicos o las personas que saben dirán que algo va mal. Si el niño no llora significa que no será capaz de sobrevivir. Si no siente que ha sido separado de la energía vital sólo puede querer decir una cosa: que su muerte está próxima y no podrá sobrevivir. Por eso se intenta conseguir que el niño llore. Su llanto es absolutamente necesario, porque si tiene que vivir deberá saber que ha sido separado de la energía vital. Si no lo sabe estará en un gran peligro.

Entonces es cuando el niño intenta reconectarse con su energía vital de alguna otra manera. Y se vuelve a conectar a través de la leche de la madre. De modo que la segunda conexión del niño es con el corazón. Junto al corazón de su madre, su propio centro del corazón también empieza a desarrollarse y el centro del ombligo se olvida. El centro del ombligo debe ser olvidado porque ha sido desconectado, ya no está relacionado con él. Y la energía que recibía a través del ombligo ahora empieza a recibirla a través de la boca. De nuevo está unido a la madre. Se crea un nuevo circuito a través del cual se conecta.

Te sorprenderá saber que si un niño no consigue su alimento a través de la leche de su madre, si no es alimentado con la leche materna, su energía vital será débil toda la vida. Puede alimentarse también con otras cosas, pero si no recibe regularmente el toque cálido del corazón de su madre, su vida se frustrará para siempre, y la posibilidad de vivir una larga vida se verá reducida. Los niños que no son alimentados con la leche materna nunca podrán alcanzar mucha dicha ni silencio en sus vidas.

La generación más joven de Occidente, y gradualmente también de India, está cargada de rebelión. El motivo más importante de esto, la causa primigenia, es que muchos de los los niños occidentales no están siendo alimentados con la leche de su madre. Su respeto por la vida y su relación con la vida no están llenas de amor. Su energía vital ha recibido muchos golpes desde su misma infancia y han dejado de ser amorosos. En esos golpes, en la separación de su madre, se han separado de la vida en sí porque, fundamentalmente, para el niño no hay más vida que su madre.

En cualquier parte del mundo, en cualquier lugar que las mujeres reciban educación, éstas no quieren criar a sus hijos teniéndólos cerca, y el efecto de esto ha sido muy perjudicial. En las sociedades tribales los niños se alimentan de la leche de la madre durante un largo tiempo. Cuanto más culta es una sociedad, antes se desteta a los niños. Cuanto antes se separa a los niños de la leche materna, más dificultades tienen para experimentar paz en sus vidas. Hay un profundo resentimiento que prevalece en sus vidas desde el principio. ¿Con quién se vengarán de esta inquietud? Se vengarán con sus propios padres.

En todo el mundo los niños se están vengando de sus padres. ¿De quién más se pueden vengar? Ellos mismos no saben el tipo de reacción que están teniendo, el tipo de rebelión que está naciendo en ellos, el fuego que se está encendiendo dentro de ellos. Pero, inconscientemente, muy en el fondo, saben que ésta rebelión es el resultado de haber sido separados de la madre demasiado pronto. Sus corazones lo saben pero sus intelectos no. El resultado es que se vengarán de sus madres y sus padres, se vengarán de todo el mundo.

El niño que está en contra de su madre y de su padre no puede estar a favor de Dios. No hay ninguna posibilidad de que esté a favor de Dios porque los primeros sentimientos que tiene hacia Dios son los que tiene hacia su madre y su padre.

No es por casualidad que en todo el mundo Dios reciba el nombre de «el Padre». No es por casualidad que veamos a Dios como una imagen de nuestro padre. Si las primeras experiencias de un niño son la confianza, la gratitud y la reverencia hacia su madre y su padre, entonces desarrollará la misma experiencia hacia Dios, pero no al contrario.

Tan pronto como nace le separan de su madre. Su segunda fuente de energía vital está relacionada con el corazón de su madre. Pero, llegado un momento, también se tendrá que separar de la leche materna.

¿Cuándo llega el momento apropiado? Este momento no llega tan pronto como nosotros pensamos. Los niños deberían estar cerca del corazón de la madre durante más tiempo si queremos que su amor y su corazón se desarrollen correctamente a lo largo de sus vidas. Se les obliga a separarse demasiado pronto. Una madre no debería separar a su hijo de la leche, debería permitir que el hijo se separase por sí mismo. Llegará un momento en el que el niño se separe por sí mismo. Que la madre fuerce la separación es como sacar al niño del útero a los cuatro o cinco meses en lugar de permitir que salga a los nueve meses. Separar al niño de su leche antes de que él decida que puede hacerlo es tan perjudicial porque el segundo centro, el centro del corazón del niño, tampoco se desarrolla correctamente.

Es muy necesario que el niño se quede junto a los pechos de su madre el tiempo suficiente como para que su desarrollo psíquico y psicológico tenga lugar de la forma adecuada. De lo contrario, su centro del corazón no se desarrollará apropiadamente: será inmaduro, subdesarrollado, atascado. Y cuando el centro del corazón permanece subdesarrollado, empieza a suceder algo imposible: la persona intenta completar con la mente el trabajo que no ha podido completar el corazón, que no ha podido completar el ombligo. Este esfuerzo complica aún más las cosas, porque cada centro tiene su función y cada centro sólo puede hacer su trabajo, no puede hacer el trabajo de los demás centros.

Ni el ombligo ni la mente pueden hacer el trabajo del corazón. Pero en cuanto el niño es separado de la madre sólo le queda un centro sobre el que recae todo el peso: es el centro de la mente. La educación, la enseñanza, las escuelas y los colegios se han creado para el centro de la mente. Entonces sucede que sólo pueden progresar en la vida aquellas personas cuya mente está más desarrollada y es más capaz. Comienza una carrera e intentan hacer todo el trabajo con la mente.

El amor de una persona que ama con la mente será falso, porque la mente no tiene nada que ver con el amor. El amor sólo puede suceder a través del corazón, y no a través de la mente. Pero el centro del corazón no se ha desarrollado adecuadamente, de modo que empiezas a usar la mente. Incluso ¡piensas sobre el amor! El amor no tiene nada que ver con el pensamiento pero, en ti, incluso el amor se expresa como un pensamiento. Por eso hay tanta sexualidad en el mundo.

sábado, 18 de mayo de 2013

COMO SE FORMA UN BUSCADOR II PARTE

Lo primero que hay que entender es que el centro de la energía vital del hombre se halla en el ombligo. Sólo desde ahí adquiere vida el niño; sólo desde ahí empiezan a extenderse las ramas y sub ramas de su vida; sólo desde ahí obtiene la energía; sólo desde ahí obtiene la vitalidad. Pero nunca prestamos atención a ese centro de energía, a ese centro de vitalidad, ni siquiera un minuto. Nuestra atención no se dirige al sistema a través del cual llegamos a conocer ese centro de energía, ese centro de vitalidad. En cambio, nuestra atención y nuestra educación se dirigen al sistema que nos ayuda a olvidarlo. Este es el motivo de que nuestra educación sea errónea.

Nuestra educación está llevando al hombre, poco a poco, hacia la locura.

La mente por sí sola llevará al hombre hacia la locura.

¿Sabías que cuanto más culto es un país, mayor es el número de locos? Actualmente, Estados Unidos tiene el mayor número de locos. iSe pueden sentir orgullosos! Esta es la prueba de que Estados Unidos es el país más culto y más civilizado. Los psicólogos norteamericanos dicen que si este sistema continúa cien años más, será difícil encontrar a una persona cuerda en Estados Unidos. En estos momentos, la mente de tres de cada cuatro personas está en una condición dudosa.

Solamente en Estados Unidos, diariamente hay veinte millones de personas que consultan a un psicoanalista. Poco a poco, en Estados Unidos va disminuyendo el número de médicos y aumentando el número de psicoanalistas. Los médicos también dicen que el ochenta por ciento de las enfermedades son producto de la mente y no del cuerpo. Y a medida que aumenta esta interpretación aumenta el porcentaje. Antes solían decir que el cuarenta por ciento, después decían el cincuenta por ciento y ahora dicen que el ochenta por ciento de las enfermedades son mentales y no físicas. Y te puedo asegurar que dentro de veinte o veinticinco años dirán que el noventa y nueve por ciento de las enfermedades son producto de la mente y no del cuerpo. Tendrán que hacerlo porque nuestra educación se centra en la mente. La mente se ha vuelto loca.

No tienes idea de lo delicada, lo frágil y lo sutil que es la mente. La mente del hombre es la máquina más delicada que hay en el mundo. !Se está imponiendo tanta tensión a esta máquina que es un milagro que no se estropee del todo y se vuelva loca! La mente carga con todo el peso de la vida, y no tenemos ni idea de lo delicada que es la mente. Apenas intuimos lo finos y sensibles que son los nervios de la cabeza que tienen que transportar toda la carga, toda la ansiedad, todo el sufrimiento, toda la sabiduría, toda la educación..., todo el peso de la vida.

Quizá no sepas que en esta pequeña cabeza hay cerca de setenta millones de nervios. Simplemente por el número te puedes hacer una idea de lo pequeños que son. No hay ninguna máquina ni ninguna planta tan delicada como ésta. El hecho de que haya setenta millones de nervios en esta pequeña cabeza muestra lo delicada que es. Hay tantos nervios en la cabeza de un hombre que si se colocaran uno a continuación del otro darían la vuelta completa al mundo.

En esta pequeña cabeza hay un mecanismo muy sutil, muy delicado. En los últimos cinco mil años toda la tensión de la vida se cargaba sólo sobre este delicado cerebro. El resultado era de esperar. El resultado es que los nervios han empezado a colapsarse, han empezado a desvariar, a volverse locos.

La carga de los pensamientos no puede llevar al hombre a otro lugar más que la locura. Toda nuestra energía vital ha empezado a girar en torno a la mente.

El meditador tiene que profundizar en su energía vital, tiene que llevarla hacia abajo, hacia el centro, tiene que hacerla regresar. ¿Cómo puede hacerla regresar? Para entender esto tenemos que entender algo sobre el cuerpo: este es el primer paso.

No vemos al cuerpo como un vehículo para el viaje espiritual, como un templo de lo divino o como un instrumento para descubrir el centro de la vida. Vemos el cuerpo o bien desde el punto de vista de la indulgencia, o del de la renunciación, pero las dos perspectivas están equivocadas.

El camino hacia cualquier cosa importante en la vida y hacia cualquier cosa que valga la pena alcanzar está en el cuerpo y va a través del cuerpo.

El cuerpo debería ser aceptado como si fuese un templo, como un camino espiritual, y mientras nuestra actitud no sea ésta, seremos indulgentes o estaremos renunciando. En ambos casos nuestra actitud hacia el cuerpo no es buena ni es equilbbrada.

Antes no sabíamos lo que pasaba por la mente del hombre durante la noche, pero ahora se han inventado las máquinas. Mientras duermes, la máquina va informando de lo que sucede dentro del cerebro.

Actualmente, en Estados Unidos y en Rusia hay alrededor de cien laboratorios analizando lo que hace el hombre durante el sueño. Aproximadamente cuarenta mil personas han sido analizadas mientras duermen por la noche. Los resultados han sido sorprendentes. Muestran que el hombre hace lo mismo por la noche que hace durante el día. Haga lo que haga durante el día..., si durante el día regenta un negocio, durante la noche también regentará un negocio. Si la mente se preocupa durante el día, durante la noche seguirá preocupándose. Si la mente está enfadada durante el día, por la noche seguirá enfadada.

La noche es el reflejo del día; es el eco. Lo que pasa por la mente durante el día resuena como un eco por la noche. Si estabas enfadado con alguien y no has expresado tu enfado totalmente, si el enfado no está completo o está atascado, entonces la mente lo libera por la noche. Todo lo que ha quedado sin concluir durante el día se intentará concluir por la noche.

Cualquier cosa que haga la mente durante el día es lo que hará por la noche. La mente está tensa durante las veinticuatro horas; no descansa. Las cuerdas de la mente nunca se relajan. Las cuerdas de la mente están muy tensas; esta es una de las cosas.

Y en segundo lugar, las cuerdas del corazón están muy flojas. Las cuerdas de tu corazón no están tensadas en absoluto. ¿Sabes lo que es el amor? Sabes lo que es el enfado, sabes lo que es la envidia, sabes lo que son los celos, sabes lo que es el odio. ¿Sabes lo que es el amor? Quizá digas que sí, a veces amas. Quizá digas que odias y también amas. ¿Pero sabes...? ¿Es posible que haya un corazón que odie y también ame? ¡Es como decir que una persona a veces está viva y a veces está muerta! No puedes creerlo porque un hombre puede estar vivo o muerto, pero no pueden suceder las dos cosas simultáneamente. No es posible que un hombre a veces esté vivo y a veces muerto; es imposible. O bien el corazón conoce el odio o bien conoce el amor. Pero no puede haber un arreglo entre los dos. El odio es imposible en un corazón que tiene amor.

El amor y el odio no pueden coexistir en el mismo corazón, las dos cosas son tan opuestas como la vida y la muerte: no pueden existir a la vez en el mismo corazón.

Entonces, ¿a qué llamas amor? Cuando hay menos odio lo llamas amor; cuando hay más odio lo llamas odio. Son proporciones mayores o menores del mismo odio. No hay amor en absoluto. Esta confusión se debe a la gradación. Por culpa de la gradación crees que el frío y el calor son dos cosas diferentes. No son dos cosas diferentes: el frío y el calor son gradaciones del mismo fenómeno. Si disminuye la proporción de calor, entonces empiezas a sentir frío; si la proporción de calor aumenta, entonces empiezas a sentir calor. El frío es otra forma de calor. Parecen opuestos, diferentes, lo contrario del otro, pero no lo son. Son formas condensadas y no condensadas del mismo fenómeno.

Del mismo modo conoces el odio: la forma menos condensada del odio es lo que llamas amor, y la forma más condensada de odio es lo que llamas odio; pero el amor no es, de ninguna manera, una forma de odio. El amor es algo completamente distinto al odio, el amor no tiene ninguna relación con el odio.


sábado, 11 de mayo de 2013

COMO SE FORMA UN BUSCADOR I PARTE

Para un buscador, el primer paso es el cuerpo, pero nunca se le presta atención ni se toma en consideración. Se ha descuidado el cuerpo no sólo en algunas ocasiones, sino desde hace miles de años. Este descuido es de dos tipos. En primer lugar, están las personas indulgentes que descuidan el cuerpo. No tienen otra experiencia de la vida más que comer, beber y vestirse. Descuidan el cuerpo, hacen mal uso de él, lo desperdician tontamente, estropean su instrumento.

Han torturado su cuerpo, lo han reprimido y han sido hostiles con él. Ninguno ha comprendido la importancia del cuerpo, ni las personas que han descuidado su cuerpo ni los ascetas que lo han torturado. Por tanto, hay dos formas de descuidar y torturar el cuerpo: una es la indulgencia y otra es el ascetismo. Los dos maltratan el cuerpo.

En Occidente se ha maltratado el cuerpo de una forma y en Oriente de otra, pero participamos de igual modo a la hora de maltratarlo. Las personas que van a los burdeles o a los pubs maltratan el cuerpo de una forma, y las personas que están desnudas bajo el sol se aventuran en los bosques lo maltratan de otra.

El primer paso es el cuerpo y la atención adecuada hacia el cuerpo por parte del meditador. En este primer encuentro quiero hablaros sobre este tema.

Hay que entender algunas cosas.

Lo primero: el alma se conecta con el cuerpo en unos centros determinados; nuestra energía vital procede de esas conexiones. El alma está íntimamente relacionada con esos centros; la energía vital fluye hacia el cuerpo desde esos centros.

El buscador que no es consciente de esos centros nunca será capaz de percibir el alma. Si os pregunto cuál es el centro más importante, cuál es el sitio más importante de vuestro cuerpo, probablemente señalaréis la cabeza.

La educación del hombre está muy equivocada, y ha hecho que la cabeza sea la parte más importante del cuerpo humano. La cabeza o el cerebro no es el centro más importante de energía vital del hombre. Es como preguntarle a una planta cuál es su parte más importante y vital. Como las flores están en el extremo más visible de la planta, la planta y todo el mundo dirán que la parte más importante son las flores. Aunque las flores aparenten ser lo más importante, no lo son; lo más importante son las raíces, aunque no sean visibles.

En la “planta” del hombre, la mente es la flor y no la raíz. Las raíces van primero, las flores son lo último. Si ignoramos las raíces, las flores se marchitarán porque no tienen vida propia. Si cuidamos las raíces, automáticamente estaremos cuidando las flores; no necesitas hacer ningún esfuerzo especial para cuidarlas. Cuando observas una planta parece que las flores son la parte más importante; del mismo modo, parece que la mente es la parte más importante del hombre. Pero la mente es lo último que se desarrolla en el cuerpo del hombre, no la raíz.

Si le preguntamos a cualquier persona cuál es la parte más importante del cuerpo humano, inconscientemente su mano señalará la cabeza y dirá que la cabeza es la parte más importante. Si es una mujer, entonces quizá señale el corazón y diga que el corazón es la parte más importante.

Ni la cabeza ni el corazón son las partes más importantes. Los hombres han hecho énfasis en la cabeza y las mujeres han hecho énfasis en el corazón, y la sociedad que está basada en esta combinación se va aniquilando día a día, porque ninguna de estas partes es la más importante del cuerpo humano; ambas son desarrollos recientes. Las raíces del hombre no están ahí.

¿Qué quiero decir con las raíces del hombre? Del mismo modo que las plantas tienen raíces en la tierra de donde extraen su energía vital, los fluidos vitales, y viven a través de ellas, de un modo similar, en algún lugar del cuerpo humano hay raíces que extraen la energía vital del alma. Gracias a esto, el cuerpo se mantiene vivo. El día que esas raíces se debiliten, el cuerpo empezará a morirse.

Las raíces de las plantas están en la tierra, las raíces del cuerpo humano están en el alma. Pero el hombre no está conectado con su energía vital ni a través de la cabeza ni a través del corazón; si no sabemos nada de estas raíces, nunca podremos formar parte del mundo de la meditación.

Entonces, ¿dónde están las raíces del hombre? Quizá no seas consciente de este lugar. Si desde hace miles de años ni siquiera se le presta atención a las cosas sencillas y corrientes, éstas se olvidan. Un niño nace en el vientre de una madre y crece ahí. ¿A través de qué parte se conecta el niño con su madre? ¿A través de la cabeza o del corazón? No, se conecta a través del ombligo. El niño puede disponer de la energía vital de la madre a través del ombligo; el corazón y el cerebro se desarrollan más tarde. El niño está conectado con el cuerpo de su madre a través del ombligo. Desde ese punto se extienden las raíces hacia el cuerpo de su madre e igualmente en la dirección contraria, hacia su propio cuerpo.

El punto más importante del cuerpo humano es el ombligo; después se desarrolla el corazón y después la mente. Son ramas que se desarrollan más tarde. Sobre estas ramas brotan las flores. Las flores de la sabiduría florecen en la mente, las flores del amor florecen en el corazón. Estas flores son las que nos fascinan, por eso creemos que son todo lo que hay. Pero las raíces del cuerpo humano y su energía vital se encuentran en el ombligo. Ahí no brota ninguna flor. Las raíces son absolutamente invisibles ni siquiera se pueden ver. Pero la degeneración que ha tenido lugar en la vida del ser humano en los últimos cinco mil años se debe a que hemos puesto el énfasis o bien en la mente o bien en el corazón. Incluso en el corazón hemos puesto muy poco énfasis; el mayor énfasis se ha puesto en la mente.

Desde la más tierna infancia la educación es una educación de la mente, en ninguna parte del mundo hay una educación del ombligo. Toda la educación es mental; por eso la mente, se va desarrollando cada vez más, mientras que nuestras raíces se van quedando cada vez más pequeñas. Cuidamos la mente porque las flores brotan ahí, de modo que va creciendo la mente mientras nuestras raíces van desapareciendo. La energía vital se va debilitando y nuestro contacto con el alma se debilita.

Poco a poco, hemos llegado hasta el punto en el que el hombre se pregunta: «¿Dónde está el alma? ¿Quién ha dicho que existe el alma? ¿Quién ha dicho que existe Dios? No hemos encontrado nada». No encontraremos nada. No podrás encontrar nada. Si alguien busca por todo el cuerpo del árbol y pregunta: «¿Dónde están las raíces? No las encuentro», tendrá razón en lo que dice. En el árbol no podrás encontrar las raíces, y no tenemos acceso al lugar donde se encuentran las raíces; no tenemos consciencia de ese lugar. Desde la más tierna infancia, sólo se educa y se forma la mente; de modo que nuestra atención se entrampa y acaba enfocándose en la mente. Después, el resto de nuestras vidas se desarrolla alrededor de la mente. Nuestra percepción nunca llega más abajo. El viaje del meditador es hacia abajo, hacia las raíces. Hay que descender de la cabeza al corazón y del corazón hasta el ombligo. Sólo podemos entrar en el alma a través del ombligo; nunca lo conseguiremos si no llegamos ahí.

Normalmente, nuestra vida se desplaza desde el ombligo hacia la cabeza. Pero para el meditador es exactamente lo contrario: tiene que descender desde la cabeza hasta el ombligo.

sábado, 4 de mayo de 2013

EL EGO Y LA MUERTE

Tú tienes tu vida y tienes tu muerte. Si te has comportado neciamente en tu vida, ¿cómo puedes hacerlo sabiamente a la hora de tu muerte? La muerte es resultado, el resultado final, la conclusión. En tu muerte toda tu vida está ahí en esencia, por eso un tonto muere de una forma tonta.

La vida es única, la muerte es única también. Nadie más puede vivir tu vida y nadie más puede vivir tu muerte, sólo tú. Es única, nunca sucederá de nuevo. Las formas difieren, no sólo en la vida sino en la muerte.

La vida es un asunto largo, setenta, ochenta, cien años. La muerte es un instante. Es un fenómeno atómico, concentrado. Es más vital que la vida porque la vida está diseminada. La vida nunca puede ser tan intensa como lo puede ser la muerte, y la vida nunca puede ser tan hermosa como puede serlo la muerte, porque es algo diseminado. Siempre es algo así.

En el momento de la muerte toda la vida llega al punto de ebullición. Todo se evapora desde este mundo al otro, desde el cuerpo a lo que no tiene cuerpo. Esta es la mayor transformación que puede ocurrir. Uno debería de permanecer en silencio, uno debería de ser respetuoso, uno no debería estar distraído, porque puede suceder en un instante y puedes perdértelo.

Por lo general, los necios discuten sobre la clase de funeral para su ser querido y también quieren convertirlo en un acontecimiento, siempre pensando solo en lo aparente. La mente siempre piensa en términos de exhibición, es exhibicionista.

La mente es exhibicionista. Ella gritará, ¡dale tan sólo un poco de tiempo para prepararlo!

Oí una vez de un actor cuya esposa murió. Lloraba desconsoladamente, gritaba, las lágrimas cayendo por sus mejillas.

Un amigo le dijo, "Nunca pensé que quisieras tanto a tu mujer".

El actor miró a su amigo y le dijo, "Esto no es nada. Deberías de haberme visto cuando murió mi primera esposa".

Incluso cuando demuestras tu angustia miras a los demás preguntándote que pensarán de ello. ¿Por qué pensar en un gran funeral? ¿Por qué grande? Haces de la muerte una exhibición, ¿Es realmente esto respetuoso? ¿O es la muerte algo comercial, un artículo de consumo?

Alguna persona ha muerto, y surge la competencia, debemos de intentar que tenga el funeral más grande; ningún otro habrá tenido uno como éste, ni nadie lo tendrá otra vez. Incluso en la muerte piensas en el ego. Pero la gente en su mayoría es así, porque el ego es fuerte.

Es una cuestión de la supervivencia del ego. En cualquier parte el ego se afirma. Es astuto y muy sutil. Incluso a la hora de la muerte, no te abandonará, incluso en la muerte estará allí.

Cuando una persona muere, sus allegados ya han empezado a planear, porque el tema no es la persona, el tema son los egos de las personas. Deben de ofrecerle una gran despedida y todo el mundo debe de saber que nunca antes se dio un hecho igual.

Pero cuando muere un Buda, un Chuang Tse o un Jesús no puedes engañarlos. Aun en su muerte no te abandonarán; aún en su muerte no pueden ser engañados; aun cuando estén en su adiós, te entregarán su corazón, su sabiduría; aun en su último momento compartirán lo que han conocido y experimentado. Aun este último momento será un compartir.

¿Qué más se necesita? Todo es muy simple: sencillo, suficientemente, dispuesto. ¿Qué más se requiere? ¿Qué más puedes hacer? Hagas lo que hagas no será nada, planees lo que planees será una trivialidad. No puede ser algo magnífico porque el universo al completo está preparado para recibirte. ¿Qué más puedes hacer?

Cuando Chuang Tse moría dijo: El sol y la luna y todos los seres del cielo y de la tierra están preparados para recibirme. Y todos los seres, la existencia entera, serán los que plañirán. Por eso no necesitas preocuparte, no necesitas contratar plañideros.
Contratas plañideros; ahora puedes encontrarlos en el mercado. Hay gente a la que pagas y ella llora la muerte. ¿Qué clase de humanidad es la que está surgiendo? Si muere una esposa, si muere una madre, no hay nadie para llorarla, por eso has de contratar a plañideros profesionales. Están disponibles en todas las ciudades, y hacen un trabajo tan bien hecho que no puedes competir con ellos. Desde luego son más eficientes, practican diariamente, pero qué repugnante es cuando les pagas. Todo se ha vuelto falso.

La vida es falsa, la felicidad es falsa. Incluso el plañir es falso. Y tiene que ser así, tiene un significado lógico. Si nunca has sido realmente feliz con una persona ¿cómo puedes llorarla cuando muere? Es imposible. Si no has sido feliz con tu esposa, si no has conocido instantes de dicha con ella, cuando muera ¿cómo podrán brotar lágrimas auténticas de tus ojos? En lo más hondo de ti serás feliz, en lo más hondo sentirás cierta libertad: Ahora soy independiente, ahora puedo hacer lo que desee. La esposa era algo así como una cárcel.

Ni fe, ni confianza, ni amor, ni felicidad alguna han surgido nunca de tus relaciones. Cuando la muerte llega, ¿cómo puedes llorarla? ¡Tu plañir será falso! Si tu vida es falsa tu muerte va a ser falsa. Y no creas que tú eres el único falso, todos los que te rodean, con todos los que te relacionas son falsos. Y vivimos en un mundo tan falso que es simplemente asombroso cómo podemos continuar.

Toda tu vida se ha vuelto falsa, raíces incluidas, y el cómo existes es un auténtico milagro. Hablando con un rostro falso, la felicidad falsa, la desgracia falsa. ¡Y así y todo esperas hallar la verdad! Con rostros falsos la verdad no puede ser nunca hallada. Uno tiene que encontrar su propio rostro y abandonar todas las falsas máscaras.

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