sábado, 30 de diciembre de 2023

TENER SED POR LO DIVINO

Jesús dice: "Los encontré totalmente ebrios", y "encontré que ninguno de ellos estaba sediento".

Esto debe de entenderse, es un punto muy delicado: si estás ebrio con este mundo, no podrás tener sed por el otro. Si estás ebrio con el alcohol común, con el vino común, no podrás tener sed del vino divino !imposible!

Cuando un hombre no está ebrio con este mundo, surge una sed. Y esa sed no puede ser satisfecha por nada que pertenezca a este mundo; sólo lo desconocido podrá satisfacerla, sólo lo invisible podrá satisfacerla.

Así que Jesús dice algo muy contradictorio: "Los encontré totalmente ebrios, encontré que ninguno de ellos estaba sediento". Nadie estaba sediento porque piensan que ya encontraron la clave, el tesoro, el reino. Ahora ya no hay búsqueda.

Dios es una embriaguez de un tipo distinto. Kabir lo ha dicho: "He caído en tal embriaguez que ahora nada la puede perturbar, es eterna". Pregunta a Omar Khayam; él la conoce, él habla del vino del otro mundo. Fitzgerald lo malentendió totalmente, porque él no está hablando del vino que puedes conseguir aquí; está hablando del vino divino que es el símbolo Sufi de Dios. Una vez que estás ebrio con Dios, entonces no habrá sed en absoluto.

Pero este mundo y su vino sólo podrán darte alivio temporal, podrán darte sólo espacios temporales de olvido. Y la diferencia es diametral: cuando uno está ebrio con el vino de Dios, está totalmente alerta, consciente, completamente atento; cuando alguien está ebrio con este mundo y sus vinos, está hipnotizado, durmiendo, se mueve como un zombie, vive en un sueño, toda su vida es un gran sueño.

"Los encontré totalmente ebrios, encontré que ninguno de ellos estaba sediento". "Y mi alma se afligió por los hijos de los hombres, porque están ciegos en sus corazones y no ven que han venido vacíos a este mundo, y vacíos también buscan irse de este mundo".

"Y mi alma se afligió..." Tú no podrás comprender qué sufrimiento le ocurre a un Jesús o a un Buda cuando te mira, ebrio con este mundo, no sediento por lo divino, por la verdad; viviendo en mentiras y creyendo en las mentiras como si fueran verdades, perdiéndose por nada, perdiéndose todo por nada. Sucede entonces que las más pequeñas cosas pueden convertirse en barreras.

Estás perdiéndote lo divino, no por grandes causas, ¡no! y los ojos no pueden verlo, están saltando; y los oídos no pueden oír, están sonando. Sencilla es la causa del hombre... que se ha vuelto adicto a pequeñas cosas.

Las cosas son muy pequeñas: aun si logras un reino, ¿qué es eso? Algo muy pequeño ¿Dónde están los reinos que existieron en la historia? ¿Dónde está Babilonia? ¿Dónde está Siria? ¿Dónde está el reino del faraón? Todos ellos desaparecieron, simplemente ruinas, y los reinos eran muy grandes. Pero, ¿qué se consiguió con ellos? ¿Qué logró Genghis Kan? ¿Qué logró Alejandro Magno? Todos los reinos son tan solo cosas triviales.

Y lo que te estás perdiendo no lo sabes, te estás perdiendo el reino de Dios. Aun si tienes éxito ¿qué conseguirás con ello? ¿A dónde llegarás? Mira a la gente con éxito, diagnostícalos: ¿a dónde han llegado? Observa a la gente que se sienta en los tronos del éxito: ¿a dónde han llegado? Ellos también están en busca de la paz mental, más que tú. Ellos también están con miedo y temblándole a la muerte, igual que tú.

Si observas detenidamente a tu gente de éxito, encontrarás que esos "dioses" también tienen pies de barro. La muerte se los llevará y con la muerte todos los triunfos desaparecen, toda la fama desaparece. Todo el asunto es una pesadilla: tanto esfuerzo, tanta desgracia, tanto esfuerzo, y nada se ha logrado. Y al final viene la muerte y todo desaparece como una burbuja. Y por esta burbuja, aquello que es eterno se ha perdido.

sábado, 23 de diciembre de 2023

LA VIDA INCONSCIENTE


 Jesús dice:

"Tomé mi puesto en medio del mundo y en carne aparecí ante ellos...". "Y no estaba en espíritu". Porque muchos Maestros continuamente te visitan sólo en espíritu. Buda aún te toca la puerta, pero sólo en espíritu. Y si no puedes ver a una persona que ha venido en carne y hueso, ¿cómo podrías reconocer a Buda?

En este siglo, cuando H.P. Blavatsky descubrió o redescubrió la existencia de Maestros en espíritu que van trabajando y ayudando a la gente que está en el camino, nadie le creyó. La gente creyó que se había vuelto loca, porque la gente decía: "Danos pruebas ¿dónde están esos Maestros?". Una de las más grandes cosas que hizo la teosofía fue el redescubrir a los Maestros, porque cualquiera que haya llegado a la iluminación permanece en el mundo, porque no hay ningún otro sitio dónde ir. Esta es la única existencia que hay. El permanece, pero sin el cuerpo, y su ser continúa funcionando, ayudando, porque esa es su naturaleza, eso no es algo que él tenga que hacer.

Simplemente es como la luz. La luz está presente: y va iluminando todo lo que está a su alrededor. Si el camino está desierto y no pasa nadie, entonces la luz también continúa encendida porque esa es su naturaleza. Alguien llega al camino, y entonces la luz está presente y la luz guía; no es que él tenga que hacer algo de su parte, simplemente es su naturaleza.

Cada vez que un ser llega a la iluminación permanece como guía. Pero no podrás reconocer un guía en espíritu si no puedes reconocer a un guía de carne y hueso.

Jesús dice: "Me aparecí ante ellos en carne y hueso, estaba en el cuerpo, podían verme, podían oírme, podían sentirme, pero aun así erraron. Erraron porque los encontré a todos ebrios. Realmente no estaban presentes, y la consciencia tampoco, en absoluto. Toqué sus puertas, pero no estaban en casa".

Si Jesús llega a tu casa y toca la puerta, ¿estarás ahí para recibirlo? Estarás en alguna otra parte, nunca estás en casa. Vas vagando por todo el mundo, excepto en casa. ¿Dónde está tu hogar? Dentro de ti, donde está el centro de la consciencia, es tu hogar. Nunca estás ahí, porque solamente en profunda meditación estás ahí. Y cuando estés en meditación profunda podrás reconocer a Jesús inmediatamente, ya sea que venga en carne y hueso o sin cuerpo, no habrá diferencia. Si estás en casa reconocerás su toque. Pero si no estás en casa, ¿qué se puede hacer? Jesús tocará y no estarás ahí. Ese es el significado de la palabra "ebrio": no estar en casa.

Realmente, cada vez que quieres olvidarte de ti mismo, tomas alcohol, drogas; cada vez que quieres olvidarte de ti mismo bebes. Beber quiere decir olvido, y toda la religión consiste en recordarse. Por lo tanto, toda las religiones insisten en que no bebas. No es que haya algo de malo en beber intrínsecamente; si tú no estás en el camino no hay nada de malo. Pero si tú estás yendo en el camino, entonces no puede haber nada más errado que eso, porque todo el camino consiste en el auto-recuerdo, y el beber es olvido.

Pero ¿por qué quieres olvidarte de ti mismo? ¿Por qué estás tan aburrido contigo mismo? ¿Por qué no puedes vivir contigo mismo? ¿Por qué no puedes estar alerta y en tranquilidad? ¿Cuál es el problema? El problema es que cada vez que estás alerta, solo, te sientes vacío; te sientes como si no fueras nadie. Sientes una nada adentro y esa nada se vuelve el abismo. Te asustas, comienzas a huir de eso.

En la profundidad de tu interior, eres un abismo; por eso es que vas escapando. Buda, llamó a ese abismo el "no ser", anatta. No hay nadie allá adentro. Cuando lo observas es una vasta expansión, pero no hay nadie ahí, tan solo un cielo interno, un abismo infinito, sin fin, sin comienzo. Desde el momento en que lo miras, te mareas, comienzas a correr, inmediatamente escapas. Pero ¿a dónde puedes escapar? Dondequiera que vayas ese vacío irá contigo, porque eso eres tú, es tu Tao, tu naturaleza. Uno tiene que llegar a entenderlo y a aceptarlo.

La meditación no es otra cosa que llegar a entender y a aceptar tu vacío interno: reconociéndolo, no escapando; viviendo a través de él, no escapando; siendo a través de él, no escapando. Entonces de pronto el vacío se vuelve la plenitud de la vida. Cuando no escapas es la cosa más hermosa, la más pura, porque sólo el vacío puede ser puro. Si hay algo ahí, ha entrado suciedad; si hay algo ahí, entonces ha entrado la muerte; si hay algo ahí, entonces ha entrado la limitación. Si hay algo ahí, entonces Dios no puede estar ahí. Dios quiere decir el gran abismo, el último abismo. Está ahí, pero nunca te has entrenado para verlo ahí.

Uno tiene que llegar a entender y a aceptar el vacío interno. Y una vez que lo entiendas y aceptes, repentinamente el vacío cambia de naturaleza se convierte en todo. Entonces no está vacío, no es negativo; es la cosa más positiva en la existencia. Pero la aceptación es la puerta.

sábado, 16 de diciembre de 2023

VIVIMOS DORMIDOS


Jesús dijo: "Tomé mi puesto en medio del mundo y en carne aparecí ante ellos. Los encontré totalmente ebrios, encontré que ninguno de ellos estaba sediento".

Y Jesús nunca renunció al mundo; se ubicó en medio de todos nosotros. No fue un escapista, trabajó en la plaza pública, vivió con las multitudes. Habló con prostitutas, trabajadores, labradores, pescadores. El no salió del mundo, permaneció aquí entre ustedes. El conoce el mundo más que cualquiera que haya escapado.

No es de sorprender que el mensaje de Cristo llegara a ser tan poderoso, el mensaje de Mahavira nunca fue tan poderoso, pero Jesús convirtió a casi medio mundo. ¿Por qué? El permaneció en el mundo, comprendió al mundo, sus maneras, a la gente, su mente. El trabajó con ellos, llegó a entender cómo están funcionando, dormidos, ebrios. El comenzó a encontrar métodos y medios para despertarlos.

La última noche, cuando Jesús fue apresado, mejor dicho cuando provocó su arresto, cuando el drama final fue escenificado, un discípulo estaba con él. Y Jesús dijo: "Esta es mi última noche, así que entraré en oración profunda. Debo orar, y tú mantente en vigilia. ¡No te duermas! Regresaré y veré !y ésta es mi última noche!".

Jesús se fue. Después de media hora regresó y el discípulo estaba profundamente dormido. El lo despertó y le dijo: "Estás profundamente dormido y te dije que te mantengas en vigilia, porque ésta es mi última noche. Permanece alerta, porque ¡ya no estaré más aquí! Entonces podrás dormir por los siglos de los siglos. Pero conmigo, por lo menos en mi última noche ¡permanece alerta!". El discípulo dijo: "Discúlpame, me sentía con tanto sueño que no pude evitarlo. Pero lo intentaré ahora".

Jesús entró de nuevo en oración. Después de media hora regresó, y el discípulo estaba profundamente dormido. El lo despertó de nuevo y le dijo: "¿Qué estás haciendo? La mañana se está acercando y ¡seré apresado!". El discípulo dijo: "Discúlpame, perdóname, pero la carne es muy fuerte y la voluntad muy débil, y el cuerpo estaba tan pesado y pensé: '¿Qué hay de malo en dormir un poco? Para cuando regreses estaré despierto nuevamente”.

Por tercera vez Jesús vino y el discípulo estaba profundamente dormido... Pero esta es la situación de todos los discípulos. Muchas veces he venido donde ustedes y los he encontrado profundamente dormidos. Cada vez que vengo donde ustedes los encuentro profundamente dormidos. Dormir se ha vuelto su estado normal. ¿Qué significa estar dormido? Que no estás consciente que tú eres, entonces serás irresponsable por cualquier cosa que hagas. Estás enajenado; cualquier cosa que hagas, la estás haciendo como un ebrio.

sábado, 9 de diciembre de 2023

MIRAR HACIA ADENTRO

 

Jesús dijo: "Te daré lo que el ojo no ha visto, y lo que el oído no ha escuchado, y lo que la mano no ha tocado, y lo que no ha brotado en el corazón del hombre".

Tus ojos pueden ver aquello que está afuera, pero no pueden ver tu interior, no hay manera. Tus oídos pueden escuchar aquello que está afuera, pero no pueden escuchar tu interior, no hay manera. Están orientados hacia el exterior, todos los sentidos están orientados hacia el exterior. No hay un solo sentido que esté orientado hacia adentro. Así que cuando todos estos sentidos dejan de funcionar, de pronto estás adentro. No hay ningún sentido que se dirija hacia adentro.

Jesús dice: "Te daré lo que el ojo no ha visto...", pero primero hazte solitario. Esto es lo que quiero decir cuando digo sannyasin: un solitario. Primero vuélvete un sannyasin, primero date cuenta de que estás solo y estate tranquilo con esta soledad. No tengas temor. Mas bien disfrútala, mas bien ve su belleza, el silencio, la pureza y la inocencia. La suciedad jamás ha entrado ahí porque nadie ha entrado en ese altar. Ha permanecido eternamente puro, es virgen, nadie ha estado ahí.

Tu virginidad está escondida dentro de ti. Hazte un sannyasin, un solitario, entonces Jesús dice: "Te daré lo que el ojo no ha visto...".

Cuando te haces solitario, totalmente solo, repentinamente te das cuenta de aquello que ningún ojo puede ver, de lo que ningún oído puede oír, y de lo que la mano no ha tocado. ¿Cómo puedes tocar tu ser? Podrás tocar tu cuerpo, pero eso no es tu ser. La mano no puede ingresar hacia adentro, no puede tocar tu consciencia, no hay forma.

Y la última frase es la más hermosa jamás pronunciada por ninguna persona en esta tierra:

"...y lo que no ha brotado en el corazón del hombre".

Porque tu alma está aun más allá de tu corazón. Por supuesto, tu corazón está en la profundidad; pero en lo que respecta a tu alma también está afuera, no está adentro. Las manos están hacia afuera, los ojos están hacia afuera, el corazón también está hacia afuera, en la periferia. El punto más profundo ni siquiera es el corazón. El hambre surge en tu cuerpo, el amor surge en tu corazón, no la oración.

La oración está aun más profunda, más profunda que el corazón. El hambre es una necesidad corporal; el amor es una necesidad del corazón. Dios es una necesidad del más allá, ni siquiera del corazón. Uno tiene que trascender la mente, uno también tiene que trascender el corazón. Uno tiene que trascender todas las periferias. Sólo el centro permanece.

¿Y qué cosa no ha surgido en el corazón del hombre? Dios no ha surgido en el corazón del hombre. En la mente surge la ciencia, surge la filosofía; en el corazón surge el arte, la poesía, pero no la religión. La religión surge en una capa más profunda, en la más profunda, más allá de la cual ya no hay dónde ir; en tu mismo centro, ni siquiera es en el corazón.

"…..y te daré lo que no ha brotado en el corazón del hombre", aquello que está más allá, más allá y más allá. No podrás agarrarlo, no podrás verlo, no podrás oírlo, no podrás ni siquiera sentirlo. Aquí Jesús trasciende aún a aquellos místicos que son del corazón.

Hay tres tipos de místicos: místicos de la cabeza, hablan en términos de teología, de filosofía, tienen las pruebas de la existencia de Dios. No hay ninguna prueba en absoluto, o a su vez todo es una prueba. Pero no hay necesidad de ninguna prueba; y uno no puede probarlo, porque todas las pruebas pueden ser discutidas y se puede demostrar que todas las pruebas están erradas. Luego están los místicos del corazón: hablan de amor, del amado, de lo divino, de Krishna; hablan en canciones, en poesías, son románticos. Su búsqueda es más profunda que la de los que usan la cabeza, pero aún no suficientemente profunda.

Jesús dice: "Te daré lo que no ha brotado en el corazón, donde no llega ninguna teología y donde ninguna poesía puede darte un vislumbre, ni la lógica ni el amor, donde ambas se detienen. Te daré lo que no ha brotado en el corazón del hombre".

Esta es la más profunda posibilidad, y Jesús la abre. Pero en el cristianismo se ha perdido. El cristianismo comenzó a tejer teorías entorno a ello, se convirtió en un asunto de la cabeza, ni siquiera en un asunto del corazón, se volvió un asunto cerebral. Los cristianos han producido grandes teólogos. Mira a la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino, cientos de volúmenes de teología. Pero erraron, porque Jesús no está en la cabeza. Y por causa de estos teólogos orientados a la cabeza, los místicos que eran del corazón fueron expulsados de la iglesia, ellos estaban un poco más profundo. Eckhart o San Francisco fueron expulsados; se les creyó tontos, o locos, o herejes, porque estaban hablando del corazón, estaban hablando del amor.

Y ambos se equivocaron con Jesús. El no está orientado ni a la cabeza ni al corazón, no está orientado a nada en absoluto. El simplemente dice que dejes todas las orientaciones, que dejes todo lo que está hacia afuera y que entres al centro más interno donde solamente tú estás, donde solamente vibra el ser, donde solamente la existencia es. Y tú puedes llegar a esto; y si llegas a esto, entonces se te revelará todo misterio y se te abrirán las puertas. Pero puedes fallar aun estando en la puerta. Si permaneces orientado a la cabeza, puedes estar parado en la puerta y teorizando, puedes estar parado en la puerta y poetizando, hablando en poesía y cantando.

Así que haz una cosa: anda más allá. Ni caigas víctima de la lógica, del intelecto, ni te vuelvas una víctima de las emociones, del sentimentalismo. Anda más allá. La cabeza también está en el cuerpo, y el corazón también está en el cuerpo, anda más allá. ¿Qué cosa es más allá? Donde sólo hay simple existencia, tú simplemente eres.

El ser no tiene ningún atributo. Ese simple estado del ser es dhyan, ese simple estado del ser es meditación, y eso es lo que está escrito en la puerta.

Repentinamente se abre la puerta cuando eres un ser simple, sin emociones, sin pensamiento; sin ninguna nube a tu alrededor, sin humo en torno a la llama, sólo la llama, has entrado.

"...y lo que no ha brotado en el corazón del hombre, yo te lo daré".

sábado, 2 de diciembre de 2023

DESPERTAR SIENDO CONSCIENTE

 

Jesús dijo: "Tomé mi puesto en medio del mundo y en carne aparecí ante ellos. Los encontré totalmente ebrios, encontré que ninguno de ellos estaba sediento.Y mi alma se afligió por los hijos de los hombres, porque están ciegos en sus corazones y no ven que han venido vacíos a este mundo, y vacíos también buscan irse de este mundo. Pero ahora están ebrios. Cuando se hayan sacudido del vino,entonces se arrepentirán".

Jesús, o Buda, o cualquiera que haya despertado, los encontrará totalmente ebrios. La embriaguez es de muchos tipos, pero la embriaguez está presente. Tú no estás alerta, no estás despierto, simplemente piensas que estás despierto y alerta, tu sueño continúa desde el nacimiento hasta la muerte.

Gurdjieff solía contar una pequeña historia: Había un hombre que tenía miles de ovejas, y siempre tenía problemas porque las ovejas se extraviaban y eran víctimas de los animales salvajes. Así que le preguntó a un hombre sabio; el sabio le sugirió: "Consigue perros policías". Así que consiguió cien perros para cuidar las ovejas. Ellos no permitían que las ovejas salieran, y si alguna oveja trataba de escapar ellos la mataban.

Poco a poco, se volvieron tan adictos que comenzaron a matar a las ovejas, se volvieron peligrosos. Así que de nuevo el hombre fue donde el sabio y le dijo: "Se ha vuelto un peligro, los protectores se han vuelto asesinos".

Siempre sucede, observa a tus políticos: ellos son los protectores, los perros policías, pero una vez que se vuelven poderosos comienzan a matar.

Así que el sabio dice: "Entonces sólo hay un camino; regresaré". Regresó e hipnotizó a todas las ovejas y les dijo a todas las ovejas: "Ustedes están despiertas, alertas, son completamente libres. Nadie es su amo".

Y entonces esas ovejas permanecieron en ese estado hipnótico, ya no se iban a ninguna parte, ya no se escapaban, porque ésta no era una prisión, y todas ellas creían que eran las dueñas, amos de su propio ser. Aun si alguna oveja era muerta por el amo, ellas pensaban: "Ese es su destino, no el mío. Nadie me puede matar. Tengo un ser inmortal y soy totalmente libre, así que no necesito escapar". Entonces no había necesidad de perros policías; entonces el amo estaba tranquilo porque las ovejas estaban hipnotizadas.

Ellas vivían en un semi sueño, y ese es el estado en el que estás, en el que Jesús te encuentra, en el que yo te encuentro. Pero nadie te ha hipnotizado, eso es una autohipnosis: tú eres ambos, el sabio que hipnotizó a las ovejas y las ovejas que fueron hipnotizadas, te has autohipnotizado a ti mismo.

Hay cierto método de cómo hipnotizarte a ti mismo: si tienes continuamente un pensamiento particular, serás hipnotizado por él; si miras alguna cosa continuamente, serás hipnotizado por ella; si estás obsesionado por algo continuamente, serás hipnotizado por eso.

Sucedió: Un poeta francés fue a los Estados Unidos. Lo pasearon por Nueva York, el guía lo llevó al edificio Empire State. Se le veía asombrado, miró una y otra vez, y luego dijo: "Me hace pensar en sexo".

El guía estaba asombrado. Había escuchado muchos tipos de reacciones, pero ésta era algo nuevo. Nadie había comentado mirando al edificio Empire State que: "Me hace pensar en sexo". Así que le preguntó: "Si no te sientes ofendido, por favor dime por qué te hace pensar en sexo".

El francés le dijo: "¡Todo me hace pensar en sexo!".

Si continuamente piensas en sexo, eso te hipnotiza, entonces todo es sexual. Aun si vas al templo, el templo te hace pensar en sexo. No importa donde vayas, llevas tu mente contigo y tu mente continúa creando un mundo entorno a ti. Algunos son hipnotizados por el sexo, algunos son hipnotizados por el dinero, algunos son hipnotizados por el poder, pero todos son hipnotizados. Y nadie te ha hipnotizado, tú lo has hecho. Ese es tu trabajo.

Pero lo has estado haciendo por tanto tiempo que te has olvidado de que tú eres el mago y que tú eres las ovejas. Y una vez que uno se da cuenta que: "Yo soy el mago y soy las ovejas", entonces las cosas comienzan a cambiar; entonces la primera chispa de transformación ha ingresado. Entonces jamás podrás ser el mismo otra vez, porque la hipnosis ha comenzado a desaparecer. Una ruptura se ha dado, algo de consciencia ha penetrado en ti.

Puedes tener diferentes objetos de hipnosis, trata de descubrir cuál es el objeto de tu hipnosis, aquello que más te atraiga, aquello que se haya vuelto el punto central para tu ser. Y entonces obsérvalo, cómo llegaste a ser hipnotizado por eso.

Mira alguna cosa continuamente, piensa en ella continuamente; la repetición es el método de la hipnosis. Si vas donde un hipnotista, él dirá: "Te estás durmiendo, durmiendo, durmiendo, durmiendo". Y continuará repitiendo la misma cosa en una voz monótona y pronto estarás profundamente dormido. Y no estaba haciendo nada, simplemente repitiendo algo. Al escucharlo una y otra vez, te quedarás dormido, tú mismo te has hipnotizado. Recuerda esto, porque esto lo estás haciendo continuamente, y esto es hecho por la sociedad continuamente.

Todo el mecanismo de la propaganda consiste en repetición. Los políticos van repitiendo ciertas cosas. Continúan repitiendo; no les importa si los escuchas o no. Que los escuches no es el asunto, simplemente van repitiendo. Poco a poco eres convencido, persuadido; no lógicamente, no racionalmente. ellos nunca argumentan contigo, sino que por medio de la repetición tú eres hipnotizado.

Esto es lo que Jesús encuentra: que todos están ebrios y profundamente dormidos. Tú no lo puedes encontrar porque tú mismo estás dormido. A menos que despiertes, no podrás darte cuenta de lo que está sucediendo a tu alrededor: todo el mundo moviéndose en sonambulismo. Por eso es que hay tanta desgracia, tanta violencia, tanta guerra.

Es innecesario, pero tiene que ser así, porque la gente que está dormida y ebria no puede ser responsable por nada. Si alguien fuera donde Jesús a preguntarle: "¿Qué debería hacer para cambiar? Jesús diría: "No puedes hacer nada para cambiar a menos que te hagas consciente". ¿Qué puedes hacer? ¿Qué puede hacer un hombre que está profundamente dormido, para cambiar sus sueños? ¿Qué puede hacer?

Ahora presta atención a estos dichos. Todos ellos son muy profundos, los más profundos, muy significativos, pueden llegar a ser guías en tu camino. ¡Recuérdalos!


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