sábado, 25 de octubre de 2014

LA HIPNOSIS

Cada niño es hipnotizado desde la más tierna infancia. Así es como tiene lugar el condicionamiento; así es como te formas una mentalidad. Puede que tus padres no lo sepan, puede que tus profesores no lo sepan, puede que tus sacerdotes no sepan lo que están haciendo: están practicando técnicas hipnóticas. Para cuando sales de la universidad, ya conoces todas las técnicas para condicionar a los demás. Por eso todos los que vienen a mí ya están condicionados.

Yo trato primero de deshipnotizar a estas personas, dejo que se liberen de lo que la sociedad les ha impuesto; sólo entonces la hipnosis será limpia, joven, fresca, recién nacida.

En la hipnosis llegas a tu mente inconsciente, el lugar donde están todos los condicionamientos. Estás en un estado volcánico. Vas a encontrar horrores, porque posiblemente recordarás tu infancia y lo que te ha ocurrido desde entonces, todo lo cual está reprimido. Recuerda, nadie reprime una experiencia agradable, ¿por qué debería uno reprimirla? De hecho uno trata de exagerarla tanto como puede, para sí mismo y para los demás. Uno sólo reprime las cosas que cree desagradables.

Por eso tu inconsciente está lleno de las serpientes, escorpiones y dragones que has reprimido porque no querías saber nada de ellos y tampoco querías que los demás los conocieran. Si se te lleva a la hipnosis directamente, sin descondicionarte, llegarás a un infierno de tu propia creación: lo reprimido te mostrará su verdadero rostro; y lo natural es que te quedes aterrorizado.

El problema de los terapeutas es que ellos mismos no han pasado por el proceso; simplemente han estudiado para ser profesores. Nunca han trabajado en una escuela de misterios, cosa que les habría limpiado. Y en la escuela de misterios sólo se te da la técnica cuando puedes usarla sin entrar en puntos oscuros, en espacios de horror, estados terribles. Todos ellos son imaginarios, pero cuando te encuentras en ellos son reales para ti.

En realidad, la hipnosis es un método muy suave..., una música muy dulce. Puede ocurrir mientras estás sentado a mi lado en silencio. Puede ocurrir si estás escuchando con tanta intensidad que todas tus preocupaciones y tensiones desaparecen, y empiezas a moverte hacia lo profundo de tu ser. Pero en primer lugar deben desaparecer esas preocupaciones y tensiones, esas angustias y ansiedades.

La «hipnoterapia» es una palabra antigua, pero «deshipnoterapia» es una construcción mía. El proceso es completamente opuesto. La hipnoterapia puede llevarte a un sueño deliberado; la deshipnoterapia puede llevarte a un despertar deliberado.

He oído hablar de un agente de la propiedad inmobiliaria que vivía en una gran ciudad y era considerado el mejor en su profesión. Formaba parte de una gran compañía. Aquel día su jefe estaba muy enfadado y le estaba esperando. Cuando llegó, su jefe tuvo un estallido de ira y le dijo: «Esto es demasiado. El hombre al que le acabas de vender esa tierra al doble de su precio acaba de salir por la puerta. Podemos entender que eres astuto e inteligente y te las has ingeniado para hacer un gran negocio, por eso te pagamos tanto. Pero ese hombre ha dicho: "Ha llovido y la tierra que me vendisteis está bajo dos metros de agua. ¿Qué clase de empresa es ésta? ¡Esto es un timo!»

El vendedor le dijo: «No te preocupes jefe, me encargaré de él. Me voy.» Y después de una hora volvió sonriente, y dijo: «Hoy me tienes que dar un premio.»

El jefe dijo: «Primero cuéntame qué les ha pasado a ese hombre y a su tierra.»

Él respondió: «No ha pasado nada; hemos tenido por aquí dos barcas medio podridas durante muchos años; se las he vendido a ese hombre. Le he dicho: "Eres un estúpido. Esta tierra tan hermosa que en la estación de las lluvias se convierte en un lago..., toma estas dos barcas. Construye una casa suficientemente grande para poder disfrutar de ambas cosas. En la estación de las lluvias, disfruta del lago y de las barcas que he traído conmigo." Y esas barcas están tan podridas que se hundirán la primera vez que el hombre se monte en ellas. No te preocupes. Habían estado por aquí desde ni se sabe cuándo. Y les hemos sacado un buen precio.»

El jefe dijo: «¡Esto es demasiado! Has vuelto a timar a ese hombre y ahora encima le has puesto en una situación peligrosa. Esas barcas le matarán.»

El agente le respondió: «Así es como funciona el mundo. No tienes que pensar en lo que les vaya a ocurrir a los demás; sólo tienes que pensar en tus propios bolsillos.»

Y ese parece ser el estado de algunos terapeutas: están pensando en sus propios bolsillos. No les preocupa lo que le ocurra a la gente. No han vivido lo que sugieren a la gente; no es su experiencia personal. Es deshonesto decir cosas a la gente que no forman parte de tu propia experiencia personal y ponerles en estados que pueden hacerles enloquecer.

La hipnosis también puede ser peligrosa. En manos equivocadas, cualquier cosa puede ser peligrosa; por lo demás, la hipnosis es una forma simple de relajación. Pero puede ser peligrosa porque si el hipnotizador tiene la intención de timarte, puede sugerirte bajo hipnosis que hagas cosas que no deseas hacer. Y tendrás que hacerlas al despertar.

Si eres una persona que trata de timar a los demás puedes hacerles cualquier cosa bajo hipnosis.

La hipnosis puede emplearse mal. Todo lo grande puede emplearse mal. Quizá ésta sea la razón por la que la mayoría de los países y de las culturas han tratado de evitar cualquier enredo con la hipnosis. El «hipnotismo» se ha convertido en una palabra condenatoria. Pero eso no está bien porque puede hacer un bien inmenso. Cualquier persona que tenga problemas con un tema determinado puede ser hipnotizada y se le puede decir: «No tienes ese problema. Ese tema es sencillo, y tienes la suficiente inteligencia como para comprenderlo.» Y el hombre empezará a comportarse de manera diferente desde el día siguiente; su inconsciente ha entendido: no tiene que tener miedo.

A la gente se le puede ayudar con sus enfermedades, porque casi el setenta por ciento de las enfermedades son mentales. Puede que se expresen a través del cuerpo, pero su origen es mental. Y si puedes poner en tu mente la idea de que la enfermedad ha desaparecido, de que no tienes que preocuparte por ella, de que ya no existe, la enfermedad desaparecerá.

La mente tiene un poder tremendo sobre tu cuerpo. La mente lo dirige todo dentro de tu cuerpo. El setenta por ciento de las enfermedades pueden cambiarse cambiando la mente, porque es allí donde empiezan; sólo el treinta por ciento de las enfermedades empiezan en el cuerpo. Si te caes y te haces una fractura, la hipnosis no puede ayudarte con esa fractura diciéndote que no la tienes. Seguirás teniéndola. La fractura ha empezado en el cuerpo y el cuerpo no puede ser hipnotizado. El cuerpo tiene su propia forma de funcionar. Pero si el proceso empieza en la mente y se extiende a algún punto del cuerpo, entonces es muy fácil cambiarlo.

sábado, 18 de octubre de 2014

LA REPRESIÓN DEL SEXO

Alrededor de seiscientos libros llevan mi nombre. Yo no he escrito nada, son recopilaciones de mis charlas. De todos ellos sólo hay uno oficialmente sobre sexo y ni siquiera ese libro trata exactamente de sexo; trata básicamente sobre cómo trascender el sexo, de cómo llevar la energía sexual a un estado sublimado, porque es nuestra energía básica.

Puede producir vida... Esa es una de las cosas que sabemos de ella, pero en eso toman parte hasta los animales. Y los científicos dicen que incluso los árboles tienen su propia sexualidad, toda la existencia muestra algún tipo de energía sexual. Sólo el hombre tiene el privilegio de poder cambiar el carácter y la cualidad de su energía sexual.

El nombre del libro es From Sex to Superconsciousness,, pero nadie habla de la superconsciencia. El libro es sobre la superconsciencia, el sexo sólo es el principio, el lugar donde está todo el mundo. Existen métodos que permiten impulsar la energía hacia arriba, y en Oriente, durante al menos diez mil años, se ha desarrollado una ciencia especial que lo estudia, el Tantra. En Occidente no existe ningún paralelo de esta ciencia.

Durante diez mil años la gente ha experimentado con la conversión de la energía sexual en espiritualidad, con la conversión de la sexualidad en espiritualidad. El método está probado más allá de toda duda, miles de personas han sido transformadas. El Tantra es una ciencia que antes o después será aceptada en todo el mundo, porque la gente sufre todo tipo de perversiones. Por eso siguen preguntando sobre sexo como si ese fuera mi trabajo, como si estuviera hablando de sexo las veinticuatro horas del día. El problema está en su sexualidad reprimida.

Un gran poeta, Heinrich Heine, una vez se perdió en el bosque. Tardó tres días en encontrar el camino de salida. Estaba hambriento, cansado, se pasaba toda la noche subido a los árboles y preocupado por los animales salvajes, y por el día iba dando tumbos, intentando encontrar algún ser humano... Durante tres días no pudo encontrar a nadie que le mostrara el camino. La tercera noche era una noche de luna llena. Estaba sentado en un árbol, totalmente exhausto. Miró a la luna, y de repente se echó a reír.

Se reía porque había escrito muchos poemas sobre la luna y también había leído muchos poemas sobre el mismo tema.

La luna es un fenómeno tan romántico que ningún poeta de renombre puede prescindir de ella, ningún pintor de renombre puede prescindir de ella. Su impacto es profundo, su belleza enorme. ¿Entonces por qué se reía? Se reía porque cuando miró hacia la luna no vio todas las cosas románticas de las que hablaba en sus poemas; vio una rebanada de pan redonda, flotando en el cielo.

Y dijo: «¡Dios mío! ¿Qué me ha ocurrido?» Después de tres días de cansancio y de hambre, eso era lo natural, pero quizá su experiencia fue única: ¡Nadie más ha visto una rebanada de pan flotando en el cielo! Se rió de sí mismo y por primera vez comprendió que lo que había estado diciendo sobre la luna no tenía nada que ver con la luna; tenía que ver con él mismo.

Por eso la gente que habla de sexo y me condena no entiende que es su propia represión. El sexo se ha reprimido tradicionalmente en todo el mundo. Naturalmente surgirá de una forma u otra. No puedes evitarlo.

Si reprimes algo en el ser humano surgirá por algún otro lado, de una forma o de otra.

Esta represión del sexo por parte de todas las religiones ha ayudado a que la literatura pornográfica del mundo sea la más leída.

La mayoría de internos en las cárceles tienen la Biblia, y vi alguna vez que alguno de ellos colocaba ritualmente cada mañana y cada tarde la Biblia sobre la cama, ponía su cabeza sobre la Biblia, y rezaba. Parecía muy piadoso.

Yo le pregunté: «Esto es precioso, lo que haces es muy bueno, ¿pero por qué tienes fotografías de mujeres desnudas por toda la habitación? ¿Y no tienes ni una fotografía de Jesucristo?»

Se quedó conmocionado y me dijo: «Nunca lo había pensado. Soy un cristiano devoto, un fundamentalista.»

Yo le dije: «Debes de ser un fundamentalista; si no, ¿cómo se explican las fotos? Para que existan esas fotos es absolutamente necesario un fundamentalista cristiano. ¡No te preocupes! No son cosas contradictorias, son complementarias. Se trata de una conspiración entre las iglesias y la gente que está explotando tu mente.»

Todo mi esfuerzo ha ido dirigido a que el sexo sea un fenómeno natural y aceptado para que no haya represión; entonces no necesitarías la pornografía, no habría represión y no soñarías con el sexo. La energía puede ser transformada. Hay métodos válidos y accesibles por medio de los cuales la misma energía que aporta nueva vida al mundo puede aportarte nueva vida a ti. Ese era el tema del libro. Pero a nadie le importaba el tema y a nadie le importaba tampoco por qué hablaba de él. La palabra «sexo» estaba en el título y eso era suficiente.

En Khajuraho, un templo indio, el templo más famoso del mundo... hay treinta templos; quizá se tardaron miles de años en construirlos. Como esculturas son las mejores, no se puede crear nada mejor. Pero se puede observar, en dicho templo, algunas posturas sexuales tan absurdas que no te lo puedes ni imaginar...

Allí están absolutamente todos los tipos de posturas que el hombre -sano o enfermo- se ha podido imaginar. ¿Pero por qué ocurrió esto? ¡Y esta gente debe haber trabajado duro! Reprime cualquier cosa y alcanzará proporciones perversas.

Actualmente conocemos la homosexualidad, el lesbianismo, la sodomía, y todo tipo de perversiones distintas, y nadie piensa nunca en quién es el responsable. Los animales salvajes nunca son homosexuales, pero en un zoo, cuando no hay hembras disponibles, se vuelven homosexuales. Eso nos da una pista. Parece que hemos hecho de nuestra sociedad un zoo, no un fenómeno natural. Hemos reprimido tanto el sexo que ahora asume formas extrañas.

Por ejemplo, la homosexualidad debe haber nacido en los monasterios, por eso digo que es una cosa religiosa. En los monasterios los hombres están separados; no hay mujeres disponibles. En los conventos de monjas las mujeres están separadas; no hay hombres disponibles. En Athos, Grecia, hay un monasterio que tiene mil años: puedes entrar en él, pero no puedes salir vivo de él. Renuncias al mundo para siempre.

Si entras en ese monasterio, el mundo se acabó. En él no se admite ni siquiera a una niña de seis meses de vida, ni animales que sean hembras. Y a veces me pregunto: ¿Son monjes los que viven dentro del monasterio o son monstruos? No se permite la entrada ni a una niña de seis meses; ninguna mujer de ninguna edad ha entrado allí jamás, ni viva ni muerta.

Ahora bien, se está forzando a la gente... Estas personas se vuelven homosexuales. Sigues predicando que los monjes deben ser célibes, que las monjas deben ser célibes, y paradójicamente algunos de ellos están leyendo o pensando en la literatura pornográfica.

Estamos viviendo en una sociedad muy enferma, que podría haber sido muy sana y puede sanar inmediatamente... sólo es cuestión de entender.

sábado, 11 de octubre de 2014

FILOSOFIA Y PHILOSIA

Occidente nunca ha creído en la idea de iluminación. Va en contra de la sociedad, en contra de la religión; nunca se han preocupado por ella.

Las desviaciones son peligrosas para las sociedades podridas. En Occidente -donde nunca he existido la idea de iluminación- aún es más así, porque iluminación simplemente significa ir más allá de la mente. Si vas más allá de la mente serás tú mismo.

Puedes pensar sobre la verdad, ¡eso está permitido! Por eso, en Occidente, la filosofía se ha desarrollado hasta grandes alturas y profundidades. Pero siempre se trata de pensar en la verdad. Es como si los locos pensaran en la salud, como si los ciegos pensaran en la luz...; pueden crear grandes sistemas de pensamiento sobre qué es la luz, pero no se parecerán en nada a la luz. Para ver la luz tienes que usar los ojos.

No puedes pensar sobre la verdad porque lo que piensa es tu mente, que está llena de mentiras, nada más que mentiras. ¿Cómo vas a pensar en la verdad? La verdad sólo puede ser hallada cuando has dejado la mente a un lado.

En Oriente decimos que verdad es la experiencia que tiene lugar en el estado no mental, en el estado más allá de la mente. Pero en Occidente esta misma idea no ha existido. Y esto te dejará una cosa clara: la filosofía es occidental. En Oriente no hay nada que se le parezca.

Es muy extraño: Oriente es mucho más antiguo, su cultura tiene al menos diez mil años, pero no tiene nada parecido a la filosofía. La llamada filosofía oriental tiene un nombre equivocado. En Oriente se le llama darshan; darshan significa «ver.» No tiene nada que ver con pensar. La misma palabra darshan significa «ver.»

Yo tuve que acuñar mi propia palabra para ello: le llamé philosia, como opuesto a filosofía, porque filosofía significa «el amor al pensar».

Y philosia significa «el amor a ver.» Filosofía significa «el amor a pensar, pero ¿qué puedes pensar? Se ha creado un sustituto, un juguete, para evitar que los individuos vayan más allá de la mente y se vuelvan peligrosos para la sociedad. Eso es la filosofía.

Ningún filósofo llega a experimentar nada. Ningún filósofo se ilumina o llega a despertar; permanece en el mismo terreno que tú, es tan inconsciente como tú.

Darshan -philosia- es un planteamiento totalmente diferente. El planteamiento es observar la mente, no pensar sino simplemente convertirse en un observador de la mente y crear distancia entre tú y tus pensamientos. Al verlos como si estuvieras en lo alto de una colina y todo el tráfico mental ocurriera abajo, en el valle, llega un momento en que los pensamientos comienzan a desaparecer porque su vida reside en la identificación con ellos. Son parásitos; te chupan la sangre.

Si estás lejos y no los alimentas, tus pensamientos empiezan a encogerse y a morir. Y cuando no quedan pensamientos a tu alrededor, sino un inmenso silencio, una tremenda nada, sólo un observador sin nada que observar..., en ese momento te liberas de los grilletes de la mente. Y es el momento del comienzo de una nueva vida.

Pero puede que a la gente le parezcas un loco, porque a partir de ese momento tu comportamiento será diferente.

Desde ese momento serás original; ya no puedes ser parte de la multitud. La gente pensará que te has equivocado en algo. Es extraño, ¡son ellos los que se equivocan! Pero no es tan extraño: si te presentas en una sociedad de ciegos con los ojos abiertos, nadie va a creer que tienes ojos. Debes estar teniendo algún tipo de ilusión o alucinación, los ojos no existen. Nadie los tiene, ¿cómo vas a tenerlos tú?

La persona iluminada en Occidente será condenada por loca.

La gente loca de Occidente está loca porque ha creado tanta tensión, ansiedad y angustia, y se les has dado una mentalidad tan podrida que no pueden funcionar. Cuando la mente colapsa, la persona cae por debajo de la mente; de ahí que el psicoanálisis sea un fenómeno occidental. En Oriente no hay nada que se parezca al psicoanálisis.

En Oriente hemos intentado despertar, no entrar en crisis. El despertar te lleva más allá de la mente mientras que la crisis simplemente te deja en un nivel subhumano. Pero la sociedad también es responsable de ello. Incita excesivamente tu ambición y no la puede satisfacer. Incita en ti demasiados deseos -de dinero, de poder- que no puede satisfacer. Sólo te enseña a ir ascendiendo por la escala de poder, cada vez más alto, y te dice que vayas rápido porque sólo tienes una breve vida y ¡tienes tanto que hacer! No queda tiempo para vivir, no queda tiempo para amar, no queda tiempo para alegrarse.

La gente va posponiendo todo lo que es significativo. Mañana se reirán; hoy tienen que ganar dinero..., más dinero, más poder, más cosas, más artilugios. Ya amarán mañana, hoy no tienen tiempo. Pero mañana nunca llega, y un día se encuentran cargados de todo tipo de cosas, cargados de dinero. Han llegado a la cima y ya no queda ningún lugar donde ir, excepto saltar a un lago.

Y ni siquiera pueden decir a los demás: «No os molestéis en venir aquí, no hay nada», porque eso les haría parecer estúpidos. Te conviertes en el presidente del país y dices: «Aquí no hay nada, no os molestéis. Esta es una escalera que no lleva a ninguna parte»; te sentirías muy estúpido.

Por eso siguen aparentando que han logrado algo, que han encontrado lo que buscaban; y en lo profundo están vacíos, no encuentran sentido a su situación, han desperdiciado toda su vida. Si la gente entra en crisis bajo tanta presión, la sociedad es la responsable: la sociedad vuelve loca a la gente.

En Oriente no encontrarás gente tan loca, gente que se suicide; y Oriente es pobre, tan pobre que la gente no tiene garantizada ni una comida diaria. Lógicamente debería haber más gente que se suicidase, más gente que se volviese loca. Pero no, ni se vuelven locos, ni se suicidan. Parecen disfrutar de cierta alegría porque la ambición no es parte de la mentalidad que les transmite la sociedad; su sociedad también les hace ambiciosos, pero no de este mundo, sino del otro. Este mundo está condenado.

Intenta entender... su sociedad también les hace ambiciosos: ambición de alcanzar el paraíso, de conocer a Dios, pero esa ambición va en contra de las ambiciones mundanas. «¡Renuncia al mundo! Aquí no hay nada más que sombras; es ilusorio.» Han pensado que es ilusorio duran¬te miles de años, que no merece la pena preocuparse por él, ¿por qué no buscar lo real? Entonces no se vuelven locos.

Están en medio de la pobreza total, de la enfermedad, de la muerte..., pero no los verás ansiosos ni tensos, y no necesitan psicoterapia.

La psicoterapia es absolutamente occidental; es una necesidad de la mente occidental. En primer lugar la mente occidental crea todo tipo de deseos y ambiciones que tarde o temprano producirán una crisis; entonces viene la psicoterapia. Ahora mismo es la profesión mejor pagada, pero lo extraño es que entre los psicoterapeutas se cometen más suicidios que en cualquier otra profesión, el doble que en cualquier otra profesión, y además la tasa de locura también es el doble que en cualquier otra profesión. iY ellos son los que ayudan a los demás a estar sanos! Es un verdadero lío.

Pero la mente puede limpiarse. Simplemente se trata de comprender que nuestra mentalidad es incapaz de encontrarse con la realidad, porque la realidad es contemporánea y nuestra mentalidad tiene dos mil años. La brecha es grande y la mente fracasa al tratar de encontrarse con la realidad. La mente tiene que ir con la realidad, paso a paso; no debe quedarse atrás.

Y eso sólo es posible si cada individuo tiene su propia mentalidad, su propia individualidad.

Yo soy básicamente un individualista, porque sólo el individuo tiene alma. Ningún grupo puede reivindicar un alma; sólo tienen acuerdos muertos. Sólo el individuo es un fenómeno vivo. Tenemos que ayudar a que el fenómeno vivo sea contemporáneo, a que siga siendo contemporáneo, porque lo que hoy es contemporáneo no lo será mañana; por eso tienes que aprender a fluir con la existencia como un río, a cada momento. Mueres cada momento al pasado y naces cada momento a lo nuevo.

A menos que esa se convierta en tu religión, vas a tener problemas y tu sociedad también los tendrá.

sábado, 4 de octubre de 2014

SER DIFERENTE SER INDIVIDUO

Ese es mi delito por el que me persiguen: yo creo una duda en ti respecto a tu mentalidad. Quiero que entiendas que no es tuya, y tú búsqueda debe ir orientada a encontrar tu propia mentalidad. Estar bajo el impacto de otros implica seguir siendo un esclavo psicológico. Y la vida no está hecha para ser esclavos, sino para saborear la libertad.

La verdad existe, pero con esta mentalidad nunca puedes saberlo, porque la mente está llena de mentiras repetidas siglo tras siglo. Puedes encontrar la verdad cuando dejas esta mentalidad completamente de lado y miras a la existencia con ojos nuevos, como un niño recién nacido; entonces cualquier cosa que experimentes es la verdad. Y si permaneces constantemente alerta para no dejar que nadie impida tu crecimiento interno, llega un momento en el que te sintonizas tanto con la existencia, estás tan unificado con la existencia... Sólo esa experiencia es una experiencia religiosa.

Esta vida es la que yo llamo espiritual.

Quiero que todo el mundo sea religioso, pero no quiero que nadie sea cristiano, hindú, musulmán, porque esas son las barreras que nunca te permitirán ser religioso. Y puedes verlo con claridad: Gautama Buda no es budista, nunca oyó la palabra budismo; Jesucristo no es cristiano, nunca oyó la palabra cristiano y ciertamente no es judío; si no los judíos no le habrían crucificado.

Si los judíos decidieron crucificar a Jesús, eso significa que había abandonado la mentalidad que debía haber tenido durante toda su vida, que estaba diciendo cosas que no eran propias de la mentalidad recibida. Y Jesús lo recuerda constantemente. Dice: «Ha sido dicho por los antiguos profetas» -¿quiénes eran esos antiguos profetas? Todos judíos- “ha sido dicho que la ley es ojo por ojo y diente por diente." Pero yo os digo que si alguien os golpea en una mejilla, poned también la otra.»

Esto no formaba parte de la mentalidad judía. El Dios judío declara: Soy un Dios iracundo, soy muy celoso. Y Jesús dice: «Dios es amor.»

Estoy intentando mostraros que Jesús abandonó la mentalidad judía, y la recompensa que consiguió es la crucifixión. La crucifixión fue la recompensa por abandonar la mentalidad judía. Era peligroso en el sentido de que crearía la duda en la mente de los demás: «Nuestro Dios dice que está enfadado, celoso, que destruirá a los que estén contra él, y Jesús dice que Dios es amor. Está yendo en contra de nuestros intereses creados.»

Fue asesinado, no era judío; tampoco era cristiano porque la palabra «cristiano» no existe en la lengua hebrea, la palabra «Cristo» no existe en hebreo. Le llamaban el mesías, esa es la palabra que equivale a «Cristo». «Cristo» es una palabra griega. Trescientos años después las palabras de Jesús fueron traducidas al griego; el mesías se convirtió en Cristo, y sus seguidores fueron los cristianos.

Lo que os estoy tratando de decir es que Gautama Buda no era hindú. Nació en una familia hindú, pero renunció a ella; renunció a ella el mismo día que comenzó su búsqueda de la verdad. Observa lo simple que es la cuestión: el hindú no tiene que buscar la verdad; ya le viene dada. Le viene dada por la tradición, por la religión, por las escrituras; no tiene que salir a buscarla.

El día que Gautama Buda salió a buscar la verdad dejó atrás la mentalidad hindú. Y por supuesto que no era budista; ese es el nombre que los hindúes dieron más tarde a sus seguidores, para hacer la distinción. Él tenía su propia mentalidad. En este mundo, tener una mentalidad propia es la mayor riqueza posible. Pero ninguna sociedad lo permite; todas las sociedades te mantienen en la pobreza. En tu nombre, cada sociedad, y especialmente los que tienen el poder -económico, político, religioso, científico o cualquier otro- los que tienen el poder, no quieren que la gente tenga su propia mentalidad. Es peligroso para sus intereses. No quieren hombres sino ovejas, no quieren individuos sino multitudes que siempre necesitan ser guiadas, que siempre necesitan que se les diga lo que tienen que hacer y lo que no tienen que hacer, que no tienen mentalidad propia, sus propias comprensiones, su propia consciencia. Siempre son dependientes.

El miedo a que seas diferente, a que seas un extraño, a que seas un marginal, siempre es el mismo, por la simple razón de que la sociedad no tendrá el coraje de aceptarte. Esa sociedad no ha forjado tu mentalidad y no puede confiar en que siempre le obedecerás, en que no pondrás pegas a nada, en que no crearás dudas ni te mostrarás escéptico res¬pecto a nada.

Por ejemplo, en India a la vaca se le rinde culto como madre. Cualquiera que no haya sido educado en la religión hindú será escéptico: «¡Esto no tiene sentido!» Y eso no es todo, algunos hindúes hacen cosas inconcebibles; beben la orina de vaca porque es sagrada, comen excrementos de vaca porque son sagrados.

Y no son sólo los pueblerinos o los que no tienen educación. En el ashram de Mahatma Gandhi había un hombre, un profesor universitario, que vivió durante seis meses únicamente de orina y de excrementos de vaca; no comía nada más, no bebía nada más. Y Mahatma Gandhi le ensalzaba, decía que era un santo.

Los hindúes están enfadados conmigo porque yo no puedo aceptar estas estupideces. ¡Que eso pueda convertir a alguien en santo!.

Simplemente prueba que aquel hombre era idiota! Pero Mahatma Gandhi era un político; tampoco era un santo. Si hubiera sido un santo; habría dicho: «Esto es una tontería. No puedes hacerte santo comiendo excrementos de vaca.» Pero él era el político par excellence, disfrazado de santo.

Diciendo que ese hombre es un santo satisfacía a toda la comunidad hindú; era el único líder de la comunidad hindú. Cualquiera que no haya sido educado en el hinduismo no podrá aceptarlo.

Por eso cualquier desviación de la norma, en cualquier sociedad... Hay mucha gente a la que llamas loca, pero no están locos. Simplemente no están de acuerdo con tu locura; tienen su propia locura privada. Tú tienes una locura colectiva.

Todos los grandes maestros, a lo largo de los siglos, sólo han dicho una única cosa: «Ten tu propia mentalidad y tu propia individualidad. No seas parte de la muchedumbre; no seas una rueda del mecanismo social. Se un individuo, se por ti mismo. Vive la vida con tus propios ojos; escucha la música con tus propios oídos.»

Pero no estamos haciendo nada con nuestros propios oídos, con nuestros propios ojos, con nuestras propias mentes; se nos enseña todo y nosotros lo seguimos.

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