sábado, 26 de diciembre de 2009

EL AMOR Y EL SUFRIMIENTO


No solo tus intentos dirigidos hacia el amor te causan sufrimiento. Todos tus intentos siempre acaban en sufrimiento, sin exclusión finalizan en el sufrimiento; porque todos los intentos surgen del ego. No hay esfuerzo que pueda triunfar porque el ejecutor es la causa de todo sufrimiento.

El verdadero amor no es posesivo, no es celoso. Simplemente da. No es un negocio, no comercias con él. No es un lujo, es un desbordamiento de tu ser. Tú no compartes. Es como el respirar. Tú simplemente respiras, no importa quien esté contigo. Puedes estar en una habitación vacía, pero el amor sigue fluyendo. Ahora el amor no es una actividad, es tu ser. No puedes encenderlo y apagarlo. Entonces el amor es como una flor que florece, como el sol que sale, como las estrellas que llenan el cielo nocturno. Simplemente sucede.

Ese es el significado del dicho de Jesús, cuando dijo: “Ama a tus enemigos”. Lo que importa no es amar a los enemigos; es convertirse en amor. Entonces no puedes hacer otra cosa, incluso si el enemigo se acerca has de amarlo. No puedes hacer otra cosa. El odio es algo tan estúpido que solo puede existir con el ego. El odio es una estupidez porque estás perjudicando al otro y te estás perjudicando a ti mismo más que al otro. Es una estupidez porque todo el daño que haces recaerá sobre ti. Volverá a ti multiplicado. Serás aplastado.

Si tu amor supone sufrimiento, has de saber que no es amor. Es tu ego el que te hace sufrir. El ego lo envenena todo lo que toca, es como el rey Midas.

¿Que hay de ti entonces? Todo lo que tocas se convierte en veneno. Incluso aunque todo se convierta en oro, se crea un infierno. Tocas cualquier cosa y se convierte en veneno. Vives en el sufrimiento, pero has de descubrir la causa. La causa está en tu interior, en aquel que actúa: el ego, el “yo”. Pero has de pasar por ello, no puedes aprender pasando por la experiencia de otros. Has de observarlo, has de sentirlo y comprender a tu propio ego, lo que te ha hecho.

Pero el ego es muy astuto, siempre que sufres te dice que otro tiene la culpa. Ese es el truco que utiliza el ego para protegerse a si mismo. Si sufres, nunca piensas que es por tu culpa, siempre es por culpa de otro. El marido sufre porque la esposa le hace sufrir. La esposa sufre porque el marido es el que causa el sufrimiento. El ego siempre responsabiliza al otro. Hay gente que sufre por tener niños, y hay gente sufriendo por no tener niños. Hay gente sufriendo por estar enamorada, su relación le está causando muchos problemas, y hay gente que sufre porque no está enamorada, porque sin amor son desgraciados. Parece que estas absolutamente decidido a seguir sufriendo; en cualquier situación creas sufrimiento.

Nunca miras hacia tu interior, dentro debe haber algo que lo genere: ese ego que piensas que eres, la idea del “yo”.

Cuanto mayor sea la idea del “yo” mayor será tu sufrimiento.

sábado, 19 de diciembre de 2009

LA REALIDAD Y LA MENTE

Los hindúes denominan a este mundo “maya”, ilusorio, un sueño, una proyección mental. ¿Qué quieren decir? ¿Quieren decir que es irreal? No, no es irreal, pero cuando tu mente se entremezcla, tú mismo creas de ello un mundo irreal. No vivimos en el mismo mundo; todo el mundo vive en su propio mundo. Cuando los hindúes dicen que esos mundos son maya, quieren decir que la realidad más la mente, es maya. No sabemos lo que es la realidad, eso que existe, existe de por sí. La realidad más mente, es ilusión.

Cuando alguien despierta por completo, descubre la realidad sin la mente. Es esa la verdad. Le sumas la mente y todo se convierte en un sueño, porque la mente es la que crea los sueños. Si le quitas la mente, nada puede convertirse en un sueño, solo la realidad permanece en su pureza cristalina. La mente es como un espejo. En el espejo se refleja el mundo. Ese reflejo no puede ser real, ese reflejo es simplemente un reflejo. Cuando el espejo desaparece, el reflejo desaparece, ahora puedes ver lo real.

Una noche de luna llena, el lago se encuentra en silencio y la luna es reflejada en el lago. Tratas de alcanzar la luna. Esto es todo lo que el mundo ha estado tratando de hacer durante muchas vidas: tratando de alcanzar la luna en el espejo del lago. Y evidentemente, nunca tienes éxito, no puedes tenerlo, no es posible. Uno ha de olvidarse del lago y mirar exactamente en la dirección opuesta. Ahí está la luna.

La mente es el lago en el que el mundo se convierte en ilusorio, tanto si sueñas con los ojos cerrados, como si sueñas con los ojos despiertos. No importa. Si la mente se encuentra presente, todo lo que sucede es un sueño. Este será tu primer descubrimiento si meditas sobre tus sueños.

A continuación, descubrirás que TÚ eres un testigo, que el sueño está allí, pero TÚ no formas parte de él. TÚ no eres parte de tu mente, TÚ la trasciendes. Estás en la mente pero no eres la mente. Utilizas la mente, pero no eres la mente.

“Medita también sobre el conocimiento que te llega durante el sueño”

Ya eres consciente. Entra en las profundidades del inconsciente. Dirígete a los fundamentos de tu ser. Ve acumulando más y más consciencia, de manera que puedas penetrar en el sueño, en el estar dormido. Ve acumulando consciencia en tus horas de vigilia, eso te ayudará a penetrar en el inconsciente.

sábado, 12 de diciembre de 2009

EL SUEÑO

El ser humano duerme casi una tercera parte de su vida, pero el dormir ha sido desaprovechado, terriblemente desaprovechado. Nadie piensa en ello nadie medita sobre ello, esto ha sucedido porque el hombre ha prestado demasiada atención solo a su mente consciente.

La mente, como la materia tiene tres dimensiones, solamente una dimensión es consciente: otra dimensión es inconsciente y la otra es superconsciente.

Lo primero que hay que recordar sobre la mente es que es como un iceberg, su parte superior se encuentra en la superficie, puedes verla, pero solo es una décima parte del total, nueve décimas partes están ocultas debajo. Generalmente no puedes verlas a menos que te sumerjas en las profundidades, pero estas son solo dos dimensiones. Existe una tercera dimensión, es la que como una parte del icberg se hubiera evaporado y se hubiera convertido en una pequeña nube suspendida en el cielo. Alcanzar el inconsciente es difícil, alcanzar esa nube es casi imposible, desde luego, forma parte del mismo iceberg, pero como vapor.

Por eso la meditación es tan difícil requiere de toda tu energía, exige total devoción. Solamente entonces se hace posible el movimiento vertical hacia esa especie de nube que es la superconsciencia, en donde no existe nada, ni pensamientos ni sentimientos, simplemente te vuelves un vacío, una ausencia.

Estas son las tres dimensiones de la mente. Mientras estas despierto, vives en el consciente: trabajas, piensas, haces esto y lo otro. Cuando te duermes, el consciente deja de funcionar, descansa y otra dimensión comienza a trabajar: el inconsciente, entonces no puedes pensar, pero puedes soñar. Y durante la noche se suceden ininterrumpidamente unos ocho ciclos de sueños. Solo durante unos pocos instantes dejas de soñar, durante el tiempo restante sueñas. Te deslizas en el sueño como si fuera una cierta clase de ausencia. No lo es, tiene una presencia propia. El estar dormido no solamente es una negación del estar despierto. Si lo fuera entonces no habría nada sobre lo que meditar. El dormir no es como la oscuridad, una ausencia de luz; no, el dormir tiene su propia positividad. Existe, y existe al igual que existe tu estar despierto. Y cuando medites y los misterios del sueño te sean revelados, entonces descubrirás que no existe diferencia alguna entre estar despierto y estar dormido. Ambos existen por si mismos.

Soñar es una actividad tremenda, más poderosa que tu pensar, más importante, porque pertenece a una parte de tu ser más profunda que el pensar.

Cuando te duermes, la mente que funcionó todo el día se encuentra cansada, agotada. Es una mente diminuta, una décima parte comparada con el inconsciente que es nueve veces más grande y poderoso. Y si la comparas con el superconsciente…la comparación no es posible, porque el superconsciente es infinito, omnipotente, omnipresente, omnisciente, es lo que Dios es.

“Medita sobre ello y descubrirás muchas cosas en tu propio ser”

sábado, 5 de diciembre de 2009

LAS ACTITUDES NATURALES

Siempre que ves a alguien que es feliz, sientes celos, nunca te sientes realmente feliz, nunca. Te sientes desgraciado. Esta es la actitud natural, la actitud que ya tienes. Sin embargo, la mente se tranquiliza al cultivar la actitud de la simpatía hacia el que es feliz. Es muy difícil. Mostrar simpatía con alguien que es feliz es una de las cosas más difíciles de la vida.

Por lo general crees que es muy fácil. No lo es. Ocurre lo contrario. Sientes celos. Puede que aparentes felicidad, pero es solo una fachada, una representación, una máscara. ¿Cómo puedes ser feliz? ¿Cómo puedes mantenerte tranquilo, silencioso, si tienes esa actitud? La vida en sí es una celebración, millones de felicidades en todo el universo, pero si tienes una actitud celosa, sufrirás, estarás en un constante infierno. Y estarás en un infierno, precisamente porque en todas partes existe el cielo. Crearás un infierno para ti, un infierno privado, porque la existencia misma es una celebración.

Si alguien es feliz, ¿qué es lo que primero viene a tu mente? Es como si te hubieran arrebatado la felicidad, como si ese alguien hubiera triunfado y tú hubieras sido derrotado, como si te hubiera engañado. La felicidad no es una competición, de modo que no estés preocupado. Si alguien es feliz, eso no significa que tú no puedas ser feliz, no significa que se te haya arrebatado tu felicidad y que por eso ahora no puedas ser feliz. La felicidad no existe en un lugar determinado, de forma que la gente feliz no pueda agotarla.

¿Por qué te sientes celoso? ¿Porque alguien sea rico? Pueda que para ti sea difícil ser rico, porque la riqueza existe en una cierta cantidad. Pero la felicidad no es una competición. La felicidad existe en cantidades infinitas. Nadie ha sido capaz nunca de agotarla; no existe la competitividad. Si alguien es feliz, ¿por qué te siente celoso? Y al sentirte celoso, el infierno entra en ti.

Cuando alguien sea feliz, siéntete sinceramente feliz. Siéntete amistoso hacia él. Entonces abrirás en ti mismo una puerta hacia la felicidad. Si puedes sentir simpatía hacia alguien que es feliz, inmediatamente, de una forma sutil, empiezas a compartir su felicidad, se convierte también en la tuya. ¡Inmediatamente! Y la felicidad no es un objeto, no es algo material. No es algo a lo que nadie pueda aferrarse. Puedes compartirla. Y su belleza radica en que no dependa de que él la comparta. Depende de que tú participes.

Cuando el sol sale por las mañanas puedes sentirte feliz y el sol no puede hacer nada por evitarlo. No puede impedir que seas feliz. Si alguien es feliz, tú puedes sentir simpatía hacia él. Es tu propia actitud y el no puede impedir que lo hagas. Inmediatamente abres la puerta y su felicidad fluye también hacia ti.

Este es el secreto para crear un cielo a tu alrededor, y solamente en el cielo estás tranquilo. ¿Cómo vas a estar tranquilo en el fuego del infierno? Y nadie más lo está creando: tú lo estás creando, tú eres su causa.

Nunca cargues la responsabilidad sobre otro porque no asumir la responsabilidad es escapar de la verdad fundamental.

sábado, 28 de noviembre de 2009

LOS DESEOS DEL CUERPO Y LOS DEL ALMA

Tú no eres exclusivamente cuerpo y mente, tú eres algo más. Eres Alma, el Yo, el Atman. El cuerpo tiene necesidades, el alma también tiene sus necesidades; en el medio se encuentra la mente con sus deseos.

El cuerpo tiene necesidades que se han de satisfacer: el hambre, la sed, un abrigo. La mente tiene deseos, la mente no necesita nada, pero ella te crea falsas necesidades. Puedes satisfacer una necesidad, no puedes satisfacer un deseo. Un deseo es un sueño, un sueño no puede ser satisfecho ¡No tiene raíces! La mente es soñar. Quieres fama reputación, prestigio y aunque los consigas no ganarás nada, porque ellos no satisfacen ninguna necesidad. No es una necesidad. Puedes volverte famoso, pueda que toda la tierra te conozca ¿Qué ganaras? ¿Qué harás con eso? Cuando todo el mundo te conoce te sientes frustrado. ¿Qué vas ha hacer con ello? Es inútil.

El alma tiene sus necesidades. Debes acordarte de Jesús diciéndoles a sus discípulos en numerosas ocasiones: “Comedme. Soy vuestra comida. Y dejadme ser vuestra bebida”. Qué quería decir? Es una clase de necesidad distinta y a menos que sea satisfecha, a menos que te conviertas en Dios al comerlo, al absorberlo, a menos que El fluya en tu alma como tu sangre, a menos que El se convierta en tu consciencia, seguirás estando insatisfecho. El alma tienes sus necesidades. La religión satisface esas necesidades.

La mente es una frontera donde el cuerpo y el alma se encuentran. Cuando el cuerpo y el alma se separan, la mente simplemente desaparece. No existe por si misma.

Si meditas sobre alguien que haya trascendido los deseos, te volverás como él antes o después, porque la meditación te convierte en algo semejante al objeto de meditación. Si meditas sobre el dinero, te convertirás en algo parecido al dinero. Ve y observa al avaro, ya no tiene alma, solamente tiene una cuenta corriente, no tiene nada dentro. Si le escuchas, solo oirás cheques, allí no descubrirás corazón alguno.

Te convierte en algo similar a lo que prestas atención. No pongas tu atención en algo en lo cual no te gustaría convertirte. Presta solamente atención a aquello en lo que te gustaría convertirte, porque ese es el principio.

La semilla es enterrada con la atención y pronto se convertirá en un árbol

sábado, 21 de noviembre de 2009

PORQUÉ ERES UN CAOS

Eres como los edificios muy, muy antiguos: no puedes ser renovado, durante miles de vidas has estado allí. Primero has de ser demolido totalmente y solamente entonces podrás ser recreado. Solamente de un caos nace un cosmos.

Es posible que te renueves, pero eso no te servirá por mucho tiempo. Será simplemente una decoración superficial. En tus cimientos seguirás siendo viejo y toda tu estructura seguirá estando resquebrajada. Puedes desmoronarte cualquier día. Se necesitan nuevos cimientos. Todo ha de ser nuevo. Has de renacer completamente, en caso contrario serás una modificación. Se te puede pintar exteriormente, pero no hay forma de pintar lo interior. Lo interior seguirá siendo lo mismo, la misma vieja podredumbre.

Se necesita una discontinuidad. No debe permitírsete que continúes. Es necesaria una brecha. Lo viejo simplemente muere, y de ahí, de la muerte, surge lo nuevo. Y ha de haber una separación entre lo nuevo y lo viejo, pues sino, lo viejo puede continuar. Todas las modificaciones son, realmente, para salvar lo viejo, y si te resistes, el caos continuará en ti. Entonces te llevará mucho tiempo. Si te abres a que suceda, puede suceder en un solo instante. Si permitas que suceda, lo viejo desparece y un nuevo ser es alumbrado. Ese nuevo ser será divino porque no surgirá del pasado, no nacerá del tiempo. Será intemporal, más allá del tiempo. No nacerá de ti, tú no serás su padre y su madre. Saldrá de la nada, de repente.

Buda insiste siempre en que eso surge de la nada. Tú eres algo, esa es la desgracia. En realidad, ¿qué eres? Eres tan solo el pasado. Sigues acumulando el pasado. De este modo te has convertido en una ruina, un ruina muy antigua. Simplemente date cuenta, y no trates de seguir con lo viejo. ¡Abandónalo!

Jesús invitó a dos pescadores a que le siguieran y cuando estaban dejando la ciudad llegó hasta ellos un hombre corriendo. Les dijo a los pescadores: “ Donde vais? Vuestro padre ha muerto. Regresad”. Ellos le dijeron a Jesús: “Danos unos días para que podamos ir y hacer lo que ha de hacerse. Nuestro padre ha muerto y hemos de cumplir con los últimos ritos”. Jesús les dijo: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos. No os preocupéis. Seguidme”. ¿Qué es lo que Jesús les estaba diciendo? Les decía que la ciudad entera estaba muerta, y que por tanto dejaran que ellos se hicieran cargo: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos. Vosotros seguidme”. Si vives en el pasado, no tienes vida. No eres una fuerza viva. Y solo hay una forma de recuperar la vida, y es morir al pasado, morir a lo muerto.

Recuerda siempre: muere al pasado. Lo que ha pasado, ha pasado. Ya no existe, no está en ninguna parte. Solamente se aferra a tu memoria. Está solo en tu mente. La mente es el almacén de todo lo muerto. Por eso la mente es el único obstáculo para que fluya la vida.

Juan 3.7 “No te maravilles de que te dije: Es necesario que nazcas de nuevo”

domingo, 15 de noviembre de 2009

EL ORIGEN DE LA ENFERMEDAD

Las enfermedades son una cadencia no rítmica de tu bio-energía. Te sientes incómodo. Pero si esta incomodidad, si esta enfermedad continúa, antes o después afectará a tu cuerpo. Patanjali coincide absolutamente con la acupuntura, y en la Rusia soviética un hombre llamado Kirlian , coincide absolutamente con Patanjali. La acupuntura se ocupa de cómo llega el cuerpo a enfermar, de cómo aparece la enfermedad. La acupuntura ha descubierto setecientos puntos, distribuidos por todo el cuerpo, en los que la bio-energía interior entra en contacto físico con el cuerpo físico.

Siempre que la electricidad no fluye en círculo, siempre que aparecen algunas interrupciones en esos setecientos puntos, cuando algunos de esos puntos han dejado de funcionar, cuando la electricidad deja de circular por algunos puntos, cuando existen bloqueos, cuando la electricidad es interrumpida, entonces aparece la enfermedad. De modo que la acupuntura ha creído durante cinco mil años que sin medicina alguna, sin ningún otro tratamiento, si dejas que la bio-energía fluya formando un círculo. La enfermedad desaparece. La acupuntura nació aproximadamente en la época en que vivió Patanjali.

En los días de Patanjali, nació un principio. El principio del prana, de la bio-energía. En China tomó la forma de acupuntura, en la India asumió la forma del sistema del Yoga. ¿Cómo es que cuando la energía del cuerpo no fluye de forma correcta te sientes incómodo? Se debe a que en ti existe una interrupción, una ausencia, y tú sientes que hay algo que falta. Esto, al principio se manifiesta como incomodidad. Primero se siente en la mente, primero lo percibirás en el inconsciente,

Puede que no te des cuenta. En tu inconsciente aparecerá una pesadilla, porque el inconsciente es el más próximo al cuerpo y lo más próximo a la naturaleza. Desde el inconsciente se elevará hasta el subconsciente, entonces te sentirás irritado. Tú tratas de descubrir la causa en alguna otra parte. Entonces la causa asciende al consciente, entonces empezarás a sentir que estás mal y la enfermedad aparece en el cuerpo.

Kirlian ha descubierto que antes que una persona enferme, seis meses antes, la enfermedad puede ser fotografiada. Es uno de los descubrimientos más grandes de los últimos tiempos que transformará todos los conceptos del hombre, la medicina y de la enfermedad. El dice que puede predecir que a los seis meses allí aparecerá un tumor, y al cabo de seis meses, cuando el tumor aparezca en el cuerpo, los rayos X revelarán la misma foto que él había tomado seis meses antes. Kirlian dice que sin que estés todavía enfermo, se puede predecir tu enfermedad. Y de esta forma, si el aura corporal recupera su circulación, puede ser curada antes que alcance al cuerpo.

domingo, 8 de noviembre de 2009

NECESIDAD Y DESEO

Las necesidades surgen del cuerpo y el deseo nace de la mente. La necesidad nace y pertenece al animal, el desear es humano. Desde luego, cuando sientes hambre necesitas comer, paras cuando deja de haber necesidad, tu estómago dice de inmediato: “¡Es suficiente!”. Pero la mente dice: “Un poco más, ¡Sabe tan bien!”. Esto es tu deseo.

Observa siempre donde termina la necesidad y donde comienza el deseo. Conviértelo en una consciencia continua. Si eres capaz de distinguirlos, habrás alcanzado algo, una pista para la existencia. Tener necesidades es hermoso, desear es feo. Pero hay gente que continua deseando y va reduciendo sus necesidades, es decir están haciendo justo lo opuesto a lo que hay que hacer.

Hay gente que ayuna durante días y desea el cielo. Ayunar es reducir la necesidad y anhelar el cielo es ayudar a que el deseo crezca. Recuerda, es fácil desatender las necesidades. Debido a que el cuerpo es tan silencioso, puedes torturarlo. Y el cuerpo es tan adaptable que si lo torturas durante mucho tiempo, se adapta a tu tortura. ¡Y es mudo! No puede decir ni una palabra.

Es fácil ser violento con el cuerpo, ¡es tan mudo! Pero con la mente es difícil, porque la mente tiene una voz. No atiende. Y lo que realmente vale la pena es hacer que la mente escuche y cortar con los deseos. No pidas el cielo ni el paraíso.

¡No existe el paraíso! El paraíso es una creación de la mente. ¡Y no existe el infierno! También eso es una creación de la mente. El infierno no es más que la pérdida del paraíso, eso es todo. Primero lo creas y luego lo echas falta porque no lo tienes. Y esa gente, aquellos envenenadores, siempre te ayudan a que desees. Primero crean el deseo, entonces el infierno viene detrás, luego vienen ellos para salvarte. Estás siendo explotado y seguirás explotado hasta cuando dejes de desear.

Un hombre que no desea no puede ser explotado, entonces ninguna iglesia puede explotarte. La explotación sucede porque deseas. Entonces creas la posibilidad de ser explotado. Reduce tus deseos tanto como puedas, porque no son naturales. Nunca reduzcas tus necesidades porque son naturales, trata de satisfacer tus necesidades. Y obsérvalo todo. No hay muchas necesidades, no son muchas, y son muy simples. Deshazte de los deseos y sé consciente. Entonces trascenderás el tiempo. Los deseos crean el tiempo, pero si vas reduciendo los deseos, te encontrarás más allá del tiempo. Y acuérdate de distinguir entre deseo y necesidad, sino te verás sumido en una gran confusión

sábado, 31 de octubre de 2009

LA NATURALEZA DEL DESEO

Dijo el Buda que la propia naturaleza del deseo es permanecer insatisfecho. Hagas lo que hagas permaneces insatisfecho y esa es la naturaleza intrínseca del deseo. Así que, puedes sentarte en un árbol que conceda todos tus deseos, que no cambiará nada. Te darás cuenta que por muchas veces que seas colmado por los deseos, ellos volverán a manifestarse, una y otra vez, ad infinitum.

El cristiano, el musulmán, el judío, el hinduista, etc., tienen sus cielos y paraísos, que no son más que deseos proyectados insatisfechos, deseos reprimidos y frustrados. Si, claro, consuelan mucho al ser humano. “Si no has podido hallar satisfacción aquí… entonces allá. Tarde o temprano llegarás a Dios, lo único que has de hacer es rezarle, inclinarte ante una imagen, o ante una idea o ante algún ideal y tenerle contento. Ten contento a Dios y recogerás una gran cosecha de placeres y gratificaciones. Ese será su regalo para ti…a cambio de tus oraciones, de tu aprecio, de tu entrega continua, de tocar sus pies, una y otra vez, de tu obediencia… Esa será tu recompensa”

La recompensa, claro, llega tras de la muerte, porque ni siquiera el más artero de los sacerdotes puede engañarte en esta vida, ni siquiera pueden lograr eso. Saben que el deseo permanece insatisfecho, así que han tenido que inventar un más allá. Nadie ha conocido el más allá, así que resulta muy fácil engañar a la gente.

Si llega alguien y te dice: “Dios puede satisfacer tu deseo aquí y ahora” sería muy difícil de demostrar, porque a nadie se le ha satisfecho nunca un deseo aquí y ahora. Se pondría en entredicho toda la idea de Dios, así que en lugar de ello, lo han intentado utilizando un mecanismo muy taimado, y dicen: “Tendrá lugar después de esta vida”. ¿Es que vuestro Dios no es lo suficientemente poderoso para colmar vuestros deseos aquí? ¿No es vuestro Dios lo suficientemente poderoso para crear árboles que colmen los deseos en la tierra? ¿No es vuestro Dios lo suficientemente poderoso para hacer algo mientras la gente está viva? ¿Si no puede colmar vuestros deseos aquí, donde está la prueba de que los colmará en el más allá?

Dice el Buda: Examina la naturaleza del deseo. Observa el movimiento del deseo, es muy sutil, y verás dos cosas. Una es que el deseo, por su propia naturaleza, es incolmable, y segunda, en el momento en que comprendes en que el deseo es incolmable, este desaparece y te quedas sin deseos. Ese es el estado de paz, silencio, tranquilidad. Ese es el estado de satisfacción. El ser humano nunca alcanza la satisfacción a través del deseo, el ser humano alcanza la satisfacción, solo al trascender el deseo.

Has de examinar el deseo; ni aquí ni en ninguna otra parte, el deseo se ha visto nunca colmado ni satisfecho. Nunca ha sucedido ni nunca sucederá, porque va contra la naturaleza propia del deseo. El deseo no puede ser colmado, porque su misma naturaleza es quedar insatisfecho y proyectarse en el futuro. Siempre está en el horizonte, al cual nunca llegarás ya que llegues a donde llegues verás que el horizonte ha retrocedido. Y la distancia entre ti y el horizonte seguirá siendo exactamente la misma.

sábado, 24 de octubre de 2009

LOS MAESTROS

Hay tres clases de maestros, uno no es exactamente un Maestro, más bien es un maestro. Un maestro es alguien que enseña, que ayuda a la gente a conocer cosas, sin haberlas el mismo realizado. A veces los maestros pueden atraer a miles de personas, lo único necesario es que sean buenos profesores. Puede que no se conozcan a si mismos, pero pueden hablar, pueden argumentar, pueden predicar, y mucha gente puede sentirse atraída con sus charlas, prédicas o sermones. Hablando continuamente de Dios pueden que se estén engañando a si mismos. Poco a poco puede que empiecen a creerse que saben.

Cuando hablas de algo, el mayor peligro que existe es que empieces a creerte que sabes. Enseñar es algo muy atractivo porque colma al ego. Cuando alguien te escucha atentamente satisface a tu ego profundamente porque sientes que sabes y que él no sabe. Tú eres el que sabe y él es el ignorante. Por lo general, para ser maestro se necesita una inteligencia media para acumular información. Uno no necesita ser un genio, uno no ha de poseer mucho talento, una inteligencia corriente es suficiente, puedes seguir acumulando información, puedes convertirte en un maestro.

Existe una segunda clase de Maestro: aquel que se conoce a si mismo, diga lo que diga puede decir como Heráclito “He buscado”, o como Buda: “Lo he encontrado”.

Uno que ha llegado es un Maestro, el aceptará discípulos, los estudiantes están prohibidos, no pueden acudir allí por si mismos, incluso si por casualidad se acercan, partirán pronto como les sea posible, porque el no les estará ayudando a acumular más conocimientos. El tratará de transformarte, te dará tu ser, no conocimiento, te volverá centrado.

Un maestro te ayuda a arraigarte más y más en la cabeza, un Maestro te desarraigará de la cabeza y te replantará. ¡Es un renacimiento!

Con un Maestro aparece una discontinuidad. Tu pasado se vuelve como si nunca hubiera sido tuyo, como si lo hubieras soñado o como si perteneciera a otro. Aparece una brecha. Lo viejo desparece y lo nuevo llega, un Maestro te ayuda a cruzar esta brecha.

Luego existe una tercera categoría: el Maestro de Maestros, el que trasciende el tiempo, para el cual el tiempo ha dejado de existir, el que ha llegado a la comprensión de la eternidad. Este nivel solamente se alcanza cuando un Maestro deja el cuerpo, no antes. En el cuerpo puedes ser consciente, pero el cuerpo tiene un reloj biológico. Siente hambre, y al cabo de cierto tiempo vuelve a sentir. Por la noche el cuerpo ha de dormir, por la mañana el cuerpo ha de despertar. Cada Maestro cuando deja el cuerpo en forma permanente, cuando no ha de volver de nuevo, se convierte en un Maestro de Maestros.

Esto es muy paradójico y muy difícil de comprender, porque no podemos comprender nada que trascienda el tiempo. Toda nuestra comprensión está dentro del tiempo, está dentro del espacio.

domingo, 18 de octubre de 2009

TODO DESEO CONDUCE AL INFIERNO

Los deseos siempre te van haciendo promesas. Siempre prometen más. Dicen: “haz esto y aquello, ¿Por qué no disfrutar este momento?” Nunca haz disfrutado, porque un hombre sin comprensión interior nunca puede disfrutar. Simplemente sufre, todo se convierte para el en un sufrimiento. Incluso el amor, algo como el amor, le hace sufrir. La más hermosa posibilidad para un hombre que está dormido, que está inconsciente es el amor, pero él sufre inclusive a través de esto. Cuando estás dormido no hay otra posibilidad. El amor es la mejor posibilidad, pero tú incluso sufres con ella. De tal manera que suceda lo que suceda, sufrirás. El estar dormido convierte todo sueño en pesadilla. Empieza de forma bella, pero siempre algo se tuerce en alguna parte. Al final llegarás al infierno.

Al comienzo todo deseo te proporciona muchas esperanzas, sueños; ese es el truco. Así es como eres atrapado. Si el deseo, desde el mismo comienzo te dijera. “Mantente alerta, te estoy llevando al infierno”, no lo seguirías. El deseo te promete el cielo, y te promete que con solo unos pasos llegarás. Te dice: “Simplemente ven conmigo”, esto te deslumbra, te hipnotiza y te promete muchas cosas, y tú, al estar sufriendo piensas: “¿Qué hay de malo en intentarlo? Déjame probar un poquito también de este deseo” .

Esto te conducirá al infierno, porque los deseos en sí, son un camino al infierno. Por eso Buda dice: “A menos que dejes de desear, no podrás ser dichoso”. Y el deseo existe solamente cuando estás dormido, porque cuando estás despierto y alerta, los deseos no pueden engañarte, entonces ves a través de ellos. Entonces todo está tan claro que no puedes ser engañado. ¿Cómo va a poder engañarte el deseo del dinero, cuando te diga: “Serás muy, muy feliz cuando me tengas”?

Observa a los ricos: también están en el infierno puede que sea un infierno rico, pero eso no lo hace diferente, un infierno rico es peor que un infierno pobre. Ahora han alcanzado ya el dinero y están simplemente en un estado de constante nerviosismo.

Un hombre pobre está asustado de algo en particular, un hombre rico, está simplemente asustado. Si temes algo determinado, puedes hacer algo. Un hombre rico siempre está nervioso. ¿Por qué está nervioso? ¿Por qué está asustado? Porque cada deseo va siendo satisfecho y aún, la frustración permanece. Ahora no puede ni siquiera soñar, porque el ha atravesado todos los sueños y ha visto que no conducen a nada. No puede soñar y tampoco puede acumular suficiente valor para abrir los ojos, porque existen intereses. En su sueño ha prometido muchas cosas.

Para un hombre dormido, la causa es más poderosa que el efecto, la semilla es más poderosa que la flor. Para un hombre que ha despertado el efecto es más poderoso que la causa, la flor es más poderosa que la semilla. Es el futuro el que produce el pasado, no el pasado que produce el futuro. Pero para una mente dormida, preocupada solamente del mundo exterior, el pasado, lo que está muerto, lo que se ha ido, es más poderoso que lo que no es.

El ser está ya ahí. Todo, tal como es, es ya perfecto, absoluto, no puede añadírsele nada, no hay forma de mejorarlo. ¿Qué es necesario entonces? Solo hay una cosa: que te vuelvas consciente y lo veas.

sábado, 10 de octubre de 2009

COMPRENDER

La primera regla del comprender es no comparar. Quién eres tú para comparar? Comparar es juzgar. Quién eres tú para juzgar? Pero la mente quiere siempre juzgar, porque al juzgar se siente superior, te convierte en el juez, de modo que tu ego se siente muy, pero muy bien. Alimentas al ego. Juzgando y comparando piensas que sabes.

Qué sabes tú del estado más íntimo de Heráclito, de Buda o de Jesús? Todos ellos son clases distintas de flores; incomparables. Cómo vas a comparar una rosa con un loto? ¿Existe alguna comparación posible? No existe esa posibilidad porque son mundos distintos. ¿Cómo vas a comparar la luna con el sol? No es posible. Pertenecen a dimensiones diferentes.

Cuando tú empiezas a florecer, entonces una nueva comprensión se extiende sobre ti; la comprensión de que las flores difieren en color, en olor, en su forma, en su tipo y en su nombre. Pero no difieren en su florecer. El florecimiento, el hecho de que han florecido es el mismo. Cada individuo es único, no puedes colocarlos en una categoría. Pero si tú también floreces, entonces entenderás que el hecho de florecer es el mismo, tanto si la flor es un loto, como si es una rosa. No existe diferencia. El fenómeno interior de la energía que celebra, es el mismo.

No eres capaz de comprender siquiera a una flor corriente del jardín, y aquellos Maestros son el florecimiento supremo de la existencia. A menos que tú florezcas de la misma forma, no podrás comprenderles. Pero puedes comparar, puedes juzgar, y juzgando no captarás nada.

De modo que la primera regla para comprender, es no juzgar nunca. Ellos existen en una dimensión más allá de toda comparación y todo lo que sabes de ellos es en realidad nada, solo fragmentos. No puedes tener la comprensión total. Están mucho más allá. En realidad, solo ves el reflejo en el agua de tu mente.

Desde que la humanidad existe, todos los niños han tratado de alcanzar la luna, lo han tratado, pero la diferencia ha de ser comprendida en su totalidad. El esfuerzo de un niño es hermoso, es un poético esfuerzo. No existe el ego. Es una simple atracción, es un asunto de amor. Todos los niños son atrapados en ese esfuerzo amoroso.

En la existencia real, las cosas existen sin ninguna comparación. Un árbol que se alza veinte metros al cielo y una muy diminuta florecilla son lo mismo, por lo que respecta a la existencia, pero tu los camparas y has destruido un bello fenómeno.

La comparación es una satisfacción para tu propio ego. ¿Cómo no va a ser tu Maestro el más grande? Ha de serlo porque tú eres un “gran discípulo”. Si Cristo o Buda no son lo más grande, entonces donde quedan los cristianos, donde quedan los budistas? En esta existencia todo es lo más grande. La existencia crea solamente lo más grande, todo es único. Pero eso no atrae a la mente porque entonces lo grande es muy común. ¿Todo el mundo grande? ¡Entonces que utilidad tiene! Alguien ha de ser inferior. Tu mente ha de crear una jerarquía.

domingo, 4 de octubre de 2009

LA CONFIANZA Y LA FE

La confianza es muy diferente de la fe. La fe es algo con lo que has nacido. La confianza es algo que crece en ti. Ser un hindú, cristiano o musulmán es un acto de fe, pero ser un discípulo, es confianza. Un Maestro no puede exigir fe, recuerda. Jesús tampoco pudo exigir fe, porque la fe es algo con lo que naces. Los judíos tenían fe, eran fieles. Y de hecho, por eso acabaron con Jesús, porque pensaban que les estaba apartando de su fe, que estaba destruyendo su fe.

Jesús pedía confianza. La confianza es algo íntimo y personal; no es un fenómeno social. Llegas a ella mediante tu respuesta. Nadie puede nacer confiando, pero uno puede nacer en el seno de una fe. La fe es una confianza muerta. La confianza es una fe viva. Trata entonces de entender la diferencia.

Los primeros discípulos de Jesús, alcanzaron la confianza, nacieron judíos, eran judíos. Dejaron su fe, fue una rebelión. La fe es una superstición, la confianza es una rebelión. La confianza te aleja primero de tu fe. Ha de ser así, porque si estás viviendo en un cementerio, primero has de ser sacado de él. Solamente entonces te puede ser mostrada de nuevo la vida. Jesús trataba de llevar a sus discípulos hasta la confianza. Siempre parece como si estuviera destruyendo su fe.

Las religiones se basan en la fe, pero ser religioso es confiar. Y ser religioso no quiere decir ser cristiano, hindú o musulmán, porque la confianza no tiene un nombre, no está etiquetada. Es como el amor. ¿Acaso el amor es cristiano, hindú o musulmán? El amor no conoce clases ni distinciones.

El matrimonio es como la fe. El amor es como la confianza. Has de crecer en ella. Es una aventura. La fe no es una aventura, naces en su seno. Si estás buscando comodidad y practicidad, es mejor permanecer en la fe, sigue las reglas del hinduismo o del cristianismo, pero continuarás siendo algo sin vida. El nacer no puede proporcionarte alguna religión. Puede darte una sociedad, un credo, una secta, puede darte una superstición. La palabra superstición es muy significativa, significa fe innecesaria.

Recuerda, no naces en el seno de una religión; la religión ha de nacer en tu seno. Entonces es confianza. No puedes dar tu religión a tus niños, ellos han de buscar y descubrir la suya. Todo el mundo ha de buscar y ha de descubrir la suya.

Perteneces a una religión porque naciste en su seno. Es un deber, no un amor. Es una formalidad social. Ayuda, pero no es nada profundo en ti. Es solamente un rostro, una fachada, sino, ve a una iglesia y observa: la gente de los domingos, acude e incluso reza, pero están esperando a que la misa se acabe.

Pertenecer a una religión es solo una etiqueta, ser religioso es cuando todo tu ser se halla implicado, es un compromiso.

sábado, 26 de septiembre de 2009

LA IMPORTANCIA DEL DESAPEGO

El comienzo y el final no son dos cosas. El principio es el final, de modo que no las dividas y pienses en términos de dualidad. Si quieres estar en silencio al final, tendrás que estar en silencio desde el principio. Al principio, el silencio será como una semilla, al final, será como un árbol. Pero el árbol está escondido en la semilla, así que el principio es el final.

Sea cual sea la meta suprema, debe estar escondida aquí y ahora, en ti, desde el principio mismo. Si no estuviera al principio, no podría llegar a él al final. Desde luego habrá una diferencia, al principio solamente podrá estar como semilla, al final será el florecimiento total. Puede que no seas capas de reconocerlo cuando sea tan solo una semilla, pero está ahí, tanto si lo reconoces, como si no.

El desapego de las cosas es necesario al comienzo del viaje y es necesario al final. Al comienzo el desapego será con esfuerzo, al final el desapego será espontáneo. Al comienzo tendrás que mantenerte consiente de él, al final será tu forma natural.

Al principio será un constante estado de alerta, habrá una lucha con tu pasado, con tus pautas de apego, la lucha estará ahí. Al final no habrá lucha ni alternativa, ni elección, simplemente fluirás en la dirección de la ausencia de deseos. Se habrá convertido en tu naturaleza. Pero recuerda que, cualquiera que sea la meta, ha de ser practicada desde el comienzo mismo, el primer paso también es el último. De modo que uno ha de ser muy cuidadoso con el primer paso, si este es dado en la dirección correcta, se alcanzará el último. Si yerras el primer paso, habrás errado en todo.

Caerás muchas veces, una y otra vez te apegarás. Y tu mente es tal, que incluso puedes apegarte al desapego. Tu pauta es muy inconsciente, pero el esforzarte, el esfuerzo consciente, poco a poco te hará estar alerta y consciente. Y una vez que empieces a percibir la desgracia de estar apegado, entonces habrá menos necesidad de esfuerzo, porque nadie quiere sufrir, nadie quiere ser infeliz.

Somos infelices porque no sabemos lo que estamos haciendo, pero en todo ser humano existe la aspiración de ser feliz. Nadie suspira por sufrir, todos creamos el sufrimiento porque no sabemos lo que estamos haciendo.

Desde el instante mismo en que un niño nace, se le introduce en su mente mecanismos equivocados y actitudes erróneas. Nadie trata de equivocarle, pero a su alrededor solamente hay gente equivocada.

Un niño anhela la felicidad, pero nosotros no sabemos cómo enseñarle a se feliz.. por ejemplo, un niño se enfada y nosotros le decimos “Enfadarse es malo. No te enfades”. Pero enfadarse es natural y con solo decir “No te enfades” no estamos destruyendo la ira, solamente estamos enseñando al niño a reprimirla. La represión se convertirá en sufrimiento, porque cualquier cosa que es reprimida se convertirá en veneno.

Hay una cosa que no le estamos enseñando: cómo no enfadarse. Le enseñamos simplemente cómo reprimir la ira. Y podemos obligarle, porque depende de nosotros. Está indefenso, ha de obedecernos, le estamos haciendo un hipócrita, falso y dividido. El apego es sufrimiento, pero desde el comienzo mismo, un niño es educado hacia el sufrimiento. La madre y el padre dicen al niño: “Has de quererme por que soy tu madre, o soy tu padre”, como si el ser padre o madre te hicieran automáticamente digno de ser amado.

El apego obligan a las personas que se relacionan a convertirse en objetos y el amor ayuda a las personas a ser más libres, más independientes, más sinceros. Pero la verdad solo puede existir en un flujo constante, nunca puede estar congelada.

sábado, 19 de septiembre de 2009

LA MEMORIA

La memoria puede ser bien empleada o también mal utilizada, en este caso te creará confusión. En realidad puedes recordar algo pero no puedes tener la seguridad si ocurrió o no de esa forma. Tu memoria no es fiable. Puedes añadirle muchas cosas, la imaginación puede intervenir; puedes borrar muchas cosas de ella, puedes añadirle muchas cosas, y cuando dices: “Así lo recuerdo” es algo muy refinado y cambiado, no es real.

Todo el mundo tiene los mejores recuerdos de su infancia, y ¡mira a los niños! ellos también dirán más adelante que su infancia fue un paraíso, sin emabrgo están sufriendo. Y todos los niños suspiran por crecer rápidamente, para convertirse en adultos. Todos los niños piensan que los adultos están disfrutando, que todo lo que vale la pena disfrutar, ellos lo están disfrutando, que pueden ser poderosos, que pueden hacer lo que quieran; ellos están indefensos. Los niños creen que ellos están sufriendo, pero esos niños crecerán de la misma forma que tú has crecido, y mas tarde dirán que su infancia fue hermosa.

No puedes confiar en tu memoria. Estas imaginando. Simplemente estás creando tu pasado. No eres fiel a él. Y dejas de lado muchas cosas, todo lo que fue feo, todo lo que fue triste, todo lo que fue doloroso lo abandonas y continúas con todo lo que fue hermoso. Recuerdas todo aquello que fue un sostén para tu ego y todo lo que no dio soporte a tu ego lo olvidas.

Así pues, todo el mundo tiene un gran almacén de recuerdos descartados y cualquier cosa que dices, no es la verdad pura, no eres capaz de recordar fielmente. Todos tus centros se encuentran confusos, interfieren y se solapan unos a otros.

Patanjali dice que si la memoria es correcta, eso quiere decir que uno ha de ser totalmente honesto consigo mismo. Entonces, solamente entonces, puede la memoria ser correcta. Cualquier cosa que haya ocurrido, bueno o mala, no la cambies, reconócela tal y como es. ¡Es muy duro! Eliges y cambias. El reconocer el pasado tal y como es cambiará tu vida, porque no te gustará repetirlo en el futuro. Ahora mismo, todo el mundo está pensando en repetirlo en una forma modificada, pero si conoces tu pasado exactamente tal como fue, no desearás repetirlo.

Piensas que el pasado fue bello y que tu futuro será hermoso, que solo el presente es el que está mal, pero el pasado fue presente tan solo hace unos días y el futuro se convertirá en presente en unos pocos días. Y a cada momento piensas que el presente está mal y que el pasado fue hermoso y el futuro será hermoso.

Esta es la falsa memoria. Observa directamente. No la cambies. Contempla el pasado tal y como fue.

Para ser verdaderamente honesto con las memorias, has de realizar arduos esfuerzos, has de mantenerte siendo auténtico, si eso sucede, esto será una liberación, entonces te volverás verdadero, real y sincero, y nada te cambiará ni nada te confundirá. Alcanzarás la claridad mental.

sábado, 12 de septiembre de 2009

LOS SUEÑOS

El sueño significa inconsciencia respecto a tu consciencia dirigida hacia el exterior. Ha profundizado en sí misma. La actividad ha cesado; la actividad consciente se ha detenido, la mente ha dejado de funcionar. El sueño es una función de la mente. Si estas soñando, entonces no hay sueño. Estás simplemente a la mitad, entre el estado de vigilia y el sueño. Has dejado la vigilia y aún no estás en el sueño, estás simplemente en el punto medio.

Sueño significa un estado absolutamente vacío de contenidos, sin actividad sin movimiento mental. La mente ha sido relajada, absorvida por completo. Este sueño es hermoso, da vida. Puedes emplearlo. Y si sabes como utilizar este sueño, puede convertirse en samadhi. Porque el samadhi y el sueño no son muy distintos. La única diferencia es que en el samadhi tú estas consciente. Todo lo demás es lo mismo, pero en el sueño tú no eres consciente.

En el sueño profundo tú estás en el mismo estado de felicidad, pero no eres consciente, por eso, cuando despiertas tras un sueño profundo, sientes que la noche ha sido buena, te sientes refrescado, rejuvenecido, sientes que la noche fue simplemente hermosa, pero esto es solamente una vaga sensacion, no sabes lo que ha sucedido, no fuiste realmente consciente.

El sueño puede ser empleado como un descanso natural, incluso eso lo has dejado escapar. La gente no se sumerge realmente en el sueño. Continúan soñando. El silencio del sueño, la felicidad del sueño se ha convertido en algo desconocido. Lo has destruido. Incluso el sueño natural es destruido. Estás tan excitado y agitado que la mente no puede sumergirse completamente en el olvido.

El sueño natural es bueno para la salud del cuerpo, y si puedes permanecer alerta durante el sueño, puede convertirse en samadhi, puede convertirse en un fenómeno espiritual, en un despertar, en el éxtasis supremo. El cuerpo completo se sumergirá en el sueño, la mente se sumerge en el sueño. Pero el “testigo” permanece, alguien está observando. El observador continúa.

domingo, 6 de septiembre de 2009

LA IMAGINACIÓN

La mente posee la facultad de imaginar. Eso es bueno, es hermoso. Todo lo que es bello ha llegado a través de la imaginación: la pintura, la danza, la música. Pero también todo lo que es feo ha llegado a través de la imaginación.

Hitler imaginó a un mundo de superhombres y el creía en lo que Friedrich Nietzsche había dicho: “Destruye a todos los que sean débiles, destruye a todos los que no sean superiores. Deja solamente a los superhombres sobre la tierra”. Así que los destruyó. Solo imaginación, solamente imaginación utópica. Simplemente con destruir a los débiles, con destruir lo feo, destruyendo a los incapacitados, tendrías un mundo hermoso. Pero la destrucción misma es la cosa más repugnante del mundo.

Pero él estaba trabajando a través de su imaginación. Hitler es uno de los hombres más imaginativos. Y su imaginación se convirtió en algo tan fantástico y tan loco, que debido a su mundo imaginario, trató de destruir este mundo por completo. Su imaginación enloqueció.

La imaginación puede aportarte poesía, pintura, arte, pero también puede darte la locura. Depende de cómo la uses. Todos los grandes descubrimientos científicos han surgido a través de la imaginación, a través de la gente que fue capaz, que pudo imaginar lo imposible. Esas son imaginaciones de una gran profundidad.

A través de la imaginación se introduce la creatividad, pero también a través de la imaginación llega la destrucción.

La imaginación puedes emplearla incorrectamente, entonces te destruirá. Puedes usarla correctamente, y entonces surgen las meditaciones imaginativas. Empiezan con la imaginación, pero poco a poco ésta se va volviendo más y más sutil. Y por último uno se desprende de la imaginación y te ves cara a cara con la verdad.

Comprueba lo que es posible a través de la imaginación. Por eso cuando un hombre le dice a una mujer “Eres hermosa”, la mujer cambia de inmediato. Puede que no sea hermosa, simplemente común, pero ese hombre le ha aportado imaginación.

Ahora los psicólogos sostiene que si le dices a un niño: eres un inútil, eres un tonto, se volverán atontados. Les obligas a ser inútiles. Les sugestionas, haces que se imaginen que son unos tontos.

En la actualidad, y son datos científicos, los descubrimientos de la ciencia revelan que todo aquello que recoge la imaginación, se convierte en semilla. A través de la imaginación han cambiado generaciones enteras, épocas enteras, países enteros han cambiado.

Tu imaginación puede funcionar o bien como un infierno o bien como un cielo.

sábado, 29 de agosto de 2009

EL CONOCIMIENTO VERDADERO Y EL FALSO

Patanjali fue hijo de Gonika, encarnación de Sati la esposa de Shiva. Nació sabiendo el yoga intuitivamente. Dice él, que la mente posee una capacidad. Si esa capacidad es correctamente dirigida entonces todo aquello que se conoce es cierto. Sin embargo, no nos damos cuenta de ella porque nunca la hemos usado. Esa facultad ha permanecido sin ser usada.

La mente posee la capacidad del conocimiento verdadero, de la sabiduría. Una vez que sabes como encenderla, el conocimiento verdadero te será revelado. Sin saber esto, cualquier cosa que sepas estará equivocada.

La mente posee también el falso conocimiento, y tú tienes también esa capacidad. Ingieres alcohol. ¿Qué ocurre? El mundo entero se vuelve falso. Empiezas a ver cosas que no están ahí. ¿Qué ha sucedido? El alcohol no puede crear cosas. El alcohol está haciendo algo con tu cuerpo y con tu cerebro. El alcohol empieza a hacer funcionar el centro que Patanjali lo llama falso conocimiento. La mente posee un centro que puede pervertir cualquier cosa. Una vez que ese centro comienza a funcionar todo resulta pervertido.

Por eso todas las religiones siempre han estado en contra del alcohol. No se basan en premisas moralistas. ¡No!. Es debido a que el alcohol influencia el centro de perversión, y todas las religiones están a favor de la meditación porque ella crea un centro de quietud y de silencio. El alcohol hace exactamente lo contrario, te vuelve más y más agitado, excitado, alterado. Un borracho ni siquiera puede caminar correctamente, ha perdido su equilibrio. No solo en el cuerpo, también en la mente ha perdido el equilibrio.

Ahora, ¿Tú en donde estás? No eres un alcohólico y tampoco eres un meditador, debes estar en algún lugar entre los dos. No estas en ninguno de los dos centros. Estás entre esos dos centros: el del conocimiento verdadero y el del falso conocimiento. Por eso estás confundido.

A veces tienes vislumbres, te inclinas algo hacia el conocimiento verdadero, luego te inclinas hacia el centro de perversión, entonces ella entra en ti. Y todo está mezclado y estás sumido en el caos.

Te pierdes en la intoxicación y estás en paz. Al menos tienes un centro, es de falso conocimiento, pero estás centrado. El mundo entero puede decirte que estás equivocado, pero tú no lo crees así, tú crees que todo el mundo está equivocado. Estás centrado en el centro equivocado, pero aún así estás feliz, lo disfrutas, de ahí, el atractivo del alcohol.

Esas son las dos alternativas, si no eres meditativo, tarde o temprano tendrás que descubrir alguna droga. Y hay drogas muy sutiles. El alcohol no es sutil, es muy burdo. El sexo, el juego o cualquier otra actividad pueden convertirse en una droga para ti, y a través de ella puede que estés perdiendo tu consciencia. Si el falso centro está funcionando, no puedes hacer nada, hagas lo que hagas, leas, te comportes como te comportes, estará mal, irás hacia lo equivocado. Posees un centro que te está obligando a dirigirte hacia lo erróneo.

Solamente la meditación puede ayudarte, porque ella te ayuda a encender la luz del conocimiento verdadero.

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