sábado, 30 de marzo de 2013

SOMOS PARTE DEL TODO

“Cuando se es todo, uno no se tiene ninguna fisura
por la que una cuña pueda entrar.”

Hay dos categorías para el ego: lo conocido y lo desconocido. Lo conocido forma parte de lo que el ego ha ya caminado, y lo desconocido es parte de lo que le queda por recorrer. El ego siente que es posible recorrerlo, pero que no hay nada incognoscible.

EL ego no permite misterio alguno en el mundo. Y cuando no estás rodeado de misterio, no puede haber misterio en ti. Cuando, desaparece el misterio todas las canciones desaparecen; cuando, desaparecen los misterios, la poesía muere: cuando el misterio desaparece, Dios no está en el templo, no hay nada más, que una estatua sin vida; cuando desaparece el misterio, no hay posibilidad alguna para el amor, porque únicamente dos misterios pueden enamorarse el uno del otro. Si sabes, no hay posibilidad de que se dé el amor; el saber está en contra del amor. Y el amor apoya siempre el desaprender. Porque él ya ha desaprendido.

Su naturaleza tiene sus raíces... El ego existe en la cabeza, recuérdalo, y puedes elevar la cabeza muy alto. La raíz está en el otro polo de tu ser. Chuang Tse y Lao Tse solían decir: Concéntrate en el dedo del pie. Cierra tus ojos y ve al dedo del pie y permanece allí. Esto te conferirá equilibrio. La cabeza te ha dado desequilibrio. ¿El dedo...? Parece como si bromearan. No bromean, saben lo que dicen. Están en lo cierto. Vete de la cabeza porque en la cabeza no está la raíz, y estamos demasiado en la cabeza.

La ola se hunde en el océano, en el uno. Y recuerda, el origen es uno. Las olas pueden ser miles, millones, pero el océano es uno. Estás separado ahí, yo estoy separado aquí, pero mira tan sólo un poco más hondo, a las raíces, y verás que somos uno, somos como las ramas de un mismo árbol. Observas las ramas y están separadas, pero en lo más hondo son una.

Cuanto más profundo te hundas, encontrarás menos y menos multiplicidad, más y más unidad. En el fondo sólo hay uno. Por eso es que los hindúes hablan de la no dualidad, el uno.

Y sea cual sea la vitalidad que le llegue al hombre del Tao, no está manipulada, no está creada por él, se la dan las raíces. Es vital porque está enraizado, es vital porque ha vuelto al océano, al uno. Ha regresado al origen, ha vuelto a la madre.

Y cuando uno está centrado en lo más hondo de su ser, que es uno, no hay posibilidad de fisura alguna. No puedes penetrar un hombre así. Las espadas no le atravesarán, el fuego no le quemará. ¿Cómo puedes destruir lo final? Puedes destruir lo momentáneo, pero ¿cómo puedes destruir lo eterno? Puedes destruir la ola, pero ¿cómo puedes destruir el océano? Puedes destruir al individuo, pero no puedes destruir el alma. La forma puede ser disuelta, pero ¿y lo que carece de forma...? ¿Cómo acabarás con lo que no tiene forma? ¿Dónde encontrarás la espada que acabe con lo que no tiene forma?

Krishna dice en el Gita; ninguna espada puede matarlo, ningún fuego puede quemarlo. No quiere decir que: si vas a matar a Chuang Tse no puedas matarlo. Podrás matar la forma, pero la forma no es Chuang Tse; y él se reirá.

Si me entiendes verás que sólo el ego puede ser alcanzado, Es muy fácil herirlo. Si alguien te mira de un modo particular, él es herido. El otro no ha hecho nada, Si alguien sonríe un poco, es tocado. Si alguien vuelve su cabeza y no te mira, él es tocado. Es muy sensible. Es como una herida siempre abierta, viva. La tocas y surge el dolor. Una sola palabra, un solo gesto; el otro puede que no se dé cuenta de lo que te ha hecho, pero ha herido.

Y siempre crees que el otro es el responsable, que él es el que te ha herido. No, tu llevas tu herida. Con el ego, todo tu ser es una herida. Y la llevas sobre ti. Por lo general, nadie está interesado en herirte, nadie está esperando para herirte; todo el mundo está ocupado en proteger su propia herida. ¿Quién ha tenido la energía? Pero sigue pasando, porque uno está absolutamente dispuesto a ser herido, totalmente dispuesto, esperando que algo suceda.

Sé consciente de tu herida. No la ayudes a crecer, deja que se cure; y se curará sólo cuando alcances las raíces. Cuanto menos estás en la cabeza, más se curará la herida. Sin cabeza no hay herida. Vive una vida sin cabeza.

Muévete como un único ser, y acepta lo que venga. Tan sólo durante veinticuatro horas, pruébalo; total aceptación, suceda lo que suceda. Si alguien te insulta, acéptalo, no reacciones, y observa lo que ocurre. Repentinamente sentirás una energía que nunca antes habías sentido fluyendo por ti. Alguien te insulta: te sientes débil, alterado, empiezas a cavilar cómo vengarte. Te has quedado colgado de ese hombre, y ahora no haces más que darle vueltas. Durante días y noches, meses e incluso años serás incapaz de conciliar el sueño, tendrás pesadillas. La gente puede desperdiciar toda su vida por cosas tan simples; sólo porque alguien les ha insultado.

Sólo por veinticuatro horas, y verás una erupción de energía que no habías conocido antes, una nueva vitalidad surgiendo desde las raíces. Y una vez lo hayas conocido, una vez lo hayas probado, tu vida será distinta. Podrás entonces reírte de todas las tonterías que has estado haciendo, de todos los rencores, reacciones, venganzas, con las que has estado destruyéndote a ti mismo.

Nadie puede destruirte excepto tú mismo; nadie puede salvarte, excepto tú mismo. Tú eres el Judas y tú eres el Jesús.

sábado, 23 de marzo de 2013

EL EGO Y EL TODO

Cuando el ego desaparece tú estás ausente y entonces eres el todo. Cuando el ego está ahí tú estás presente, y eres tan sólo una partícula, una partícula pequeñita y repugnante. La parte será siempre fea. Por eso tratamos de volverla hermosa de múltiples maneras. Pero un hombre con ego no puede ser bello. La belleza se da sólo en aquellos que carecen de ego. Entonces la belleza tiene algo de lo desconocido en ella, algo no mensurable.

Recuerda esto: la fealdad puede ser medida. Tiene sus límites. La belleza, la mal llamada belleza puede ser medida. Tiene sus límites. Pero la verdadera belleza no puede ser mensurada, no tiene límites. No puedes agotarte con un con Jesús o un Buda. Puedes entrar en él y nunca saldrás. !Sin fin! Su belleza nunca se agota.

Pero el ego prueba una y otra vez de ser hermoso. De algún modo recuerdas la belleza del todo, de alguna forma recuerdas el silencio del vientre materno; de alguna forma en lo más hondo de ti conoces la dicha de ser uno, la unión, la unidad con la existencia. Debido a eso, surgen muchos deseos. Conoces la belleza de vivir como un Dios y has de vivir como un mendigo. Por eso ¿qué es lo que haces? Creas rostros, te pintas a ti mismo. En lo más hondo sin embargo, la fealdad persiste, porque todas las pinturas son sólo pinturas.

Sucedió una vez que una mujer iba andando por la playa. Encontró una botella, la abrió y de ella salió un genio. Y, como todos los auténticos genios, este genio le dijo, "Me has liberado, has roto mi encierro, por eso puedes pedirme cualquier cosa y satisfaré tu más ferviente deseo".

No se encuentran genios cada día, en cada playa, en todas las botellas. Sucede raramente y sólo en los cuentos. Pero la mujer no se lo pensó, ni un instante. Le dijo, Quiero volverme bella: el pelo como Elizabeth Taylor, los ojos como Brigitte Bardot, el cuerpo como Sophia Loren".

El genio la miró de nuevo y dijo, "Cariño, méteme de nuevo en la botella”.

Y éste es el modo en que tú estás pidiendo, todo el mundo pide así, por eso es que los genios han desaparecido. Te temen tanto porque pides lo imposible. No puede ser porque la parte nunca puede ser bella.

Piénsalo: mi mano puede ser cortada. ¿Puede esa mano ser bella? Se volverá más y más repugnante, se deteriorará, empezará a oler. ¿Cómo puede ser bella mi mano una vez separada de mí? La separación conlleva la muerte; la unión, la vida. En tu totalidad estás vivo; sólo, separado, estás muerto o te estás muriendo.

Mis ojos, sácalos, ¿en qué se convierten? Incluso las piedras, los guijarros coloreados serán más bellos que ellos porque están todavía unidos al todo. Arranca una flor, en ese instante ya no es más hermosa, el esplendor se ha ido. Era bella sólo un instante antes cuando estaba unida a las raíces, con la tierra. Desarraigado, flotas como ego. Estás enfermo, y permanecerás enfermo y nada será de ayuda. Todos tus esfuerzos, por muy inteligentes que sean, están condenados al fracaso.

Sólo integrado en el todo eres hermoso.
Sólo integrado en el todo eres bello.
Sólo integrado en el todo es posible la gracia.

El aprender es algo del ego; el aprender refuerza el ego. Es por ello que los los eruditos, son los que tienen los egos más sutiles. El aprender les amplia su campo de acción, el aprender les da más espacio. Se vuelven tumores, egos. Todo su ser es entonces explotado por el ego.

Cuanto más erudito es un hombre, tanto más difícil es vivir con él, tanto más difícil es relacionarse con él, tanto más difícil es para él llegar al templo. Es casi imposible para él el conocer a Dios porque el mismo es como un tumor y el tumor tiene su propia vida; ahora el ego es el tumor. Y explota. Cuanto más sabes, menos posibilidades hay de que la oración suceda.

Un hombre del Tao vive. No es consciente de ello, no porque lo haya aprendido sino porque ha desaprendido. La verdadera religión no es más que un proceso de desaprendizaje. El aprender es un proceso del ego, el desaprender es el proceso del no-ego. El desaprendizaje te volverá liviano; el desaprender te hará inocente de nuevo.
Y recuerda, nada ha sido resuelto: toda tu ciencia no ha conseguido nada. La semilla germinando es todavía un misterio y seguirá siendo un misterio. Incluso la ciencia puede crear una semilla, pero su germinación permanecerá siendo un misterio. Nace un niño; un misterio ha nacido. Incluso si se puede crear a un niño en un tubo de ensayo, no importa. El misterio permanece el mismo.

Estás aquí. Es un gran misterio. No te lo has merecido, no le puedes decir al universo, "Estoy aquí porque me lo he ganado". Es un auténtico regalo, estás aquí sin ninguna razón que lo justifique. Si no estuvieras aquí, ¿qué diferencia habría?

Un hombre que piensa que sabe, no sabe. Los Upanishads vienen diciendo que un hombre que cree que no sabe, sabe. Sócrates dice: Cuando un hombre realmente sabe, sólo sabe una cosa, que no sabe nada. Chuang Tse dice: Se debe a que ha desaprendido. Sea lo que sea lo que el mundo le haya enseñado, sea lo que sea lo que la sociedad le haya enseñado, sea lo que sea lo que los padres y los hombres de provecho le hayan enseñado, él lo ha abandonado. De nuevo se vuelve como un niño. Sus ojos se llenan de nuevo de asombro. Mira a su alrededor y en todo ve un misterio.

El ego mata el misterio. Tanto si es el ego de un científico como si es el ego de un erudito o de un filósofo, no importa. El ego dice, "Lo sé". Y el ego dice, "Y si no lo sé, antes o después lo sabré". El ego sostiene que en el Todo no hay nada incognoscible.

sábado, 16 de marzo de 2013

LA MANERA COMUN DE VIVIR

Por lo común vivimos en el engaño, el ingenio y la estrategia; no vivimos como niños, inocentes. Planeamos, nos protegemos, nos fabricamos todas las salvaguardas posibles, pero ¿cuál es el resultado? Al fin y al cabo, ¿qué sucede? Por lo general, todas las salvaguardas son destruidas, toda astucia demuestra ser pura estupidez y en último término, la muerte nos arrebata.

El Tao dice que tu astucia no te ayudará, porque ¿qué es sino una lucha contra el todo? ¿Con quién eres astuto: con la naturaleza, con el Tao, con Dios? ¿A quién crees que estás engañando: a la fuente de la que has nacido y a la que finalmente volverás? Es la ola intentando engañar al océano, es la hoja intentando engañar al árbol, es la nube tratando de engañar al cielo? ¿A quién piensas que estás tratando de engañar? ¿Con quién estás jugando?

Una vez se comprende esto, un hombre se vuelve inocente, abandona su astucia, todas las estrategias y simplemente acepta. No hay otro sistema que el de aceptar la naturaleza tal cual es y fluir con ella. Entonces no hay resistencia, entonces se vuelve como un niño que va con su padre, en profunda confianza.

La confianza es el único puente, en caso contrario tu vida se malgastará por completo; luchas en una lucha imposible en la cual la derrota es una certeza, sucederá. Es mejor darse cuenta ahora, porque en el momento de la muerte todo el mundo descubre que ha sido una derrota. Pero entonces ya nada puede hacerse.

La verdadera inteligencia no es saber engañar, es algo totalmente distinto. La verdadera inteligencia es mirar dentro de las cosas... y siempre que observas las cosas por dentro, descubres que eres tan sólo una ola, que el todo es el océano y que no hay por qué preocuparse. El todo te ha hecho, él te cuidará. Vienes del todo, no es tu enemigo. No tienes por qué preocuparte, no necesitas hacer planes. Y cuando no planeas, cuando no te preocupas, por primera vez surge la vida. Por primera vez te sientes libre de preocupaciones, y la vida te sucede.

Esta inteligencia es religión. Esta inteligencia te da más confianza y finalmente, la confianza total. Esta inteligencia te conduce a la naturaleza última, a la aceptación, Buda dijo: "Ocurra lo que ocurra, sucede". No puede ser de otro modo, nada más es posible. No pidas que sea de otra forma; déjate ir y permite que el todo opere. Y cuando permites que el todo opere y no eres una barrera, una resistencia, entonces no puedes ser derrotado.

Siempre que te enfadas, tu ser presenta fisuras. Siempre que deseas, tu ser presenta huecos. Siempre que te sientes celoso, lleno de odio, sexualidad, no eres un pilar de energía. De ahí que los budas hayan enseñado el permanecer sin deseos, porque siempre que estás en un estado de ausencia de deseos, la energía no se dirige al exterior, se mueve hacia adentro. Se vuelve un círculo interno, se vuelve un campo eléctrico, un campo bioenergético. Cuando el campo está allí, sin fisuras, eres un pilar, no puedes ser derrotado.

Eres débil, no porque los demás sean fuertes, eres débil porque tienes demasiados deseos. Eres derrotado, no porque los demás sean más astutos o inteligentes, eres derrotado porque tienes muchas fisuras.

Aceptación total, quiere decir ausencia de deseos. El deseo surge de la no aceptación. No puedes admitir cierta situación, y surge el deseo. Vives en una choza y no puedes consentirlo, es demasiado para el ego, deseas un palacio; entonces eres un pobre hombre, no porque vivas en una cabaña, no. Los emperadores han vivido en chozas. Buda vivió bajo un árbol, y no era pobre. No encontrarás a ningún hombre más rico.

No, tu choza no te hace pobre. El momento en que deseas el palacio te vuelves un pobre. Y no eres pobre porque los demás vivan en palacios, eres pobre debido a que el deseo de vivir en un palacio crea una comparación con la choza. Te vuelves envidioso. Eres pobre.

Cuando surge el descontento, hay pobreza; cuando no hay descontento, eres rico. Y tienes tales riquezas que ningún ladrón puede robarlas; tienes tales riquezas, que ningún gobierno puede gravártelas; tienes tales riquezas que no pueden serte quitadas de ningún modo. Tienes una fortaleza en tu ser, irrompible, impenetrable.

Una vez que el deseo entra y tu energía comienza a decaer te vuelves débil debido al deseo, te vuelves débil debido al anhelo. Siempre que no anhelas y estás satisfecho, siempre que nada se mueve, cuando todo tu ser está calmo, entonces, dice Chuang Tse, eres una fortaleza impenetrable.

Una casa se incendia; muere todo el mundo excepto un niñito. Hay un accidente; los mayores mueren y el pequeño sobrevive. La gente dice que ha sido un milagro. La gracia de Dios. No, no es nada así, es debido a que el chico aceptó la situación. Los listos comenzaron a correr intentando salvarse, y se metieron en problemas. El niño descansó. No se daba ni cuenta de lo que pasaba, de que iba a morir. El niño se salvó por la inocencia.

sábado, 9 de marzo de 2013

LOS PROBLEMAS DE LA MENTE

“La finalidad de las palabras es expresar ideas. Cuando se comprenden las ideas, se olvidan las palabras.”

Recuérdalo como una ley básica de la vida: Todo lo que pertenece al mundo exterior parece tan significativo porque no eres consciente de tu centro. Este mundo parece tan significativo porque no te das cuenta de Dios. Cuando se conoce a Dios, se olvida el mundo. Y siempre es así.

La gente ha intentado olvidarse del mundo para así poder conocer a Dios, pero nunca ha ocurrido ni nunca ocurrió. Puedes intentar una y otra vez olvidarte del mundo, pero no puedes. El mismo esfuerzo se volverá un continuo recordar. Sólo cuando se ha conocido a Dios se olvida uno del mundo. Puedes seguir esforzándote en abandonar el pensar, pero no puedes abandonar el pensar a menos que se alcance la consciencia. El pensar es un sustituto.

¿Cómo puedes desprenderte de las palabras cuando aun no has alcanzado a comprenderlas? No luches con las palabras, intenta alcanzar su sentido. No intentes luchar contra los pensamientos. Por eso es lo que una y otra vez insisto en que si los pensamientos te alteran, no luches con ellos, no te pelees con ellos. Si vienen, déjalos que vengan. Si se van, déjalos irse. No hagas nada, mantente indiferente, como un observador, un espectador, sin inmiscuirte. Eso es todo lo que puedes hacer por ahora.: no inmiscuirte.

Mantente indiferente, no te alteres por los pensamientos, sean, los que sean. Y antes o después sentirás y sabrás que su ir y venir se ha vuelto más lento. Antes o después verás que surgen, pero no tantos; a veces el tráfico se para, la carretera está vacía. Un pensamiento ha pasado, otro no ha llegado todavía; hay un intervalo. En ese intervalo conocerás tu cielo interior en su absoluta gloria. Pero si un pensamiento entra, déjalo que entre; no te alteres.

Sólo puedes hacer esto y nada más que esto, nada más. No les prestes atención, se indiferente, sin preocuparte. Permanece como un testigo, observando, sin interferir, y la mente se irá porque nada puede ser retenido dentro de ti si eres indiferente.

Ser indiferente es cortar las raíces, las mismas raíces.

No te opongas, porque esto es alimentarlas de nuevo. Si te acuerdas de los amigos, tienes que acordarte aún más de los enemigos. A los amigos los puedes olvidar, pero ¿cómo puedes olvidar a los enemigos? Tienes que recordarlos constantemente porque estás asustado.

La gente es alterada por los pensamientos, la gente común. La gente religiosa es alterada aun más porque están en lucha constante. Pero a través de la lucha prestas atención y la atención es comida. Cualquier cosa crece si le prestas atención, crece más rápido, se vuelve más vital. Se tan sólo indiferente.

Ponte en el medio, solo observa, ni esto ni eso, tan sólo en el medio. Ni amistoso ni antagónico, ni a favor ni en contra, sólo en el medio, observando como si no fuera contigo, como si esos pensamientos no te pertenecieran, como si fuesen parte del gran mundo. Déjalos que estén ahí. Y un día, de repente, cuando la indiferencia sea total, la consciencia pasa de la periferia al centro.

Pero no puede ser predecido ni ser planeado, uno debe de seguir trabajando y esperando. Cuando suceda, uno puede reírse: esos pensamientos estaban ahí ¡porque querías que estuvieran ahí!, esos pensamientos estaban ahí porque los alimentabas continuamente.

No te enamores de la mente. Tiene que usarla, claro, y está ahí porque no conoces todavía la no-mente, no conoces el centro más interno de tu ser. La periferia está ahí y tienes que acarrearla pero llévala con indiferencia. No te conviertas en su víctima.

Recuerda esto: con la mente siempre serás un perdedor: Incluso aunque obtengas victorias, tus victorias serán solo derrotas. Con la mente no hay victoria; con la no-mente no hay derrota.

Tienes que focalizar toda tu consciencia desde la mente a la no-mente. Una vez la no-mente está allí, todo se torna victoria. Una vez la no-mente está allí, nada va mal, nada puede ir mal. Con la no-mente todo es como debiera de ser. Uno está contento, ni un solo fragmento de descontento permanece, uno está absolutamente en casa. Tú eres un intruso debido a la mente.

sábado, 2 de marzo de 2013

LA TOTALIDAD

La astucia nace del miedo. Cuanto más miedosa es una persona, más astucia observarás en ella. Un valiente no es astuto, puede depender de su bravura, pero un hombre que está asustado, que es un cobarde, puede depender únicamente de su astucia. Cuanto más inferior es una persona, más astuta es. Cuanto más superior es una persona, más inocente es. La astucia es un sustituto.

Observa esto: Cuando uno está borracho, absolutamente borracho, el pasado y el futuro desaparecen.

El atractivo del vino es debido a que sois tan egoístas. Estáis demasiado abrumados con ello y a veces deseáis olvidarlo. Por eso el mundo por lo general, o bien sigue al alcohol o al Tao; estas son las alternativas. Sólo un hombre religioso, un verdadero hombre religioso, va más allá del alcohol, de la marihuana o de cualquier droga. Sólo un hombre religioso las trasciende, pues sino ¿cómo puedes ir más allá de ellas? El ego es demasiado, la carga es demasiada, constantemente en tu cabeza. Tienes que olvidarte de ti mismo.

Pero si el vino hace tanto, no puedes ni concebir lo que el vino divino puede lograr. ¿Qué es lo que hace el vino? Por unos momentos, debido a ciertos cambios químicos en el cerebro, en el cuerpo, te olvidas de ti mismo. Pero es momentáneo. En lo profundo estás ahí, y al cabo de unas horas el efecto químico ha desaparecido, tu cuerpo ha expulsado el vino y el ego recobra su posición.

Pero existe un vino, te lo aseguro; Dios es ese vino, el Tao o como quiera que quieras llamarlo. Una vez que lo pruebas, el ego desaparece para siempre. Nadie vuelve en sí de esa borrachera.

Si puedes, mira en las profundidades de la existencia.

¿De dónde has venido? ¿A dónde vas? ¿Con quién estás luchando y por qué? En estos mismos momentos porqué estás desperdiciando tu vida luchando? Atiende ahora al sutra: Totalidad.

Piensas de ti mismo como una individualidad. Estás equivocado. Sólo existe la totalidad. Esta apariencia de que: "Yo creo que yo soy". Es la cosa más falsa del mundo. Y debido a este "yo soy", surge el conflicto. Si "yo soy", entonces el todo parece el enemigo, cualquier cosa parece estar en contra mía.

Y no es que algo esté contra ti, ¡no puede ser! Esos árboles te han ayudado, este cielo te ha ayudado, esta agua te ha ayudado, esta tierra te ha creado. La naturaleza es tu madre. ¿Cómo puede estar la madre en tu contra? Provienes de ella, pero piensas que eres una individualidad, y surge la lucha. Desde un bando. Tú comienzas la lucha, y la naturaleza continúa riéndose. Dios continúa disfrutando. Incluso en un niño, cuando empieza a sentir el yo, surge la lucha.

Los psicólogos occidentales insisten en que el ego debería de ser reforzado. Esta es la diferencia entre la actitud occidental y la oriental. La psicología occidental insiste en que el ego debería de ser fortalecido, el chico debe desarrollar un ego fuerte, debe luchar, pelear, sólo entonces madurará.

El niño está en el vientre materno, es uno con la madre no es consciente de que él es; él es, sin consciente. En un sentido profundo toda consciencia es enfermedad. No es que sea inconsciente: es consciente. Su ser está ahí, pero sin consciencia del yo. El "soy" está presente, pero el "yo" no ha nacido todavía. El niño siente, vive, está perfectamente vivo, pero nunca siente que está separado. La madre y el niño son uno.

Y entonces el niño nace. La primera separación sucede, y el primer lloro. Ahora él se está moviendo, la ola se está alejando del océano. Los psicólogos occidentales dicen: Entrenaremos al niño, para que sea independiente, para que sea un individuo. La psicología de Jung es conocida como el camino de la individualización. El se debe convertir en un individuo, absolutamente separado. Debe luchar. Por eso es que en Occidente hay tanta rebeldía en la joven generación. Esta rebeldía no ha sido creada por la generación más joven, está rebelión fue creada por Freud, Jung, Adler y compañía. Ellos establecieron las bases.

El luchar te dará un ego más fuerte. Te pondrá en forma. Por eso lucha con la madre, lucha con el padre, con el profesor, con la sociedad. La vida es una lucha. Y Darwin estableció la tendencia cuando dijo que sólo los mejor adaptados sobreviven; la vida significa la sobrevivencia del más adaptado. Por eso cuanto más fuerte eres en tu ego, más oportunidades tienes de vivir.

Occidente vive en la política, Oriente tiene una actitud totalmente distinta... y el Tao es el centro, la misma esencia de la consciencia oriental. Dice: “sin individualidad, sin ego, sin lucha; vuélvete uno con la madre, no hay enemigo; la cuestión no es la conquista”.

Por eso es por lo que insisto una y otra vez en que Jesús proviene del Este, por eso es por lo que no pudo ser comprendido en Occidente, Occidente le ha malinterpretado. El Este podía haberlo comprendido porque el Este conoce a Lao Tse, Chuang Tse y Buda y Jesús les pertenece. El dice: los últimos serán los primeros en el reinó de Dios. Los más humildes, los más sumisos, poseerán el reino de Dios. La meta es ser el pobre de espíritu. ¿Quién es pobre de espíritu? el que no es; ni clama por nada, ni posee nada, ni yo. Vive como una ausencia.

No seas un individuo, sé el todo. No seas el ego. ¿Si puedes convertirle en lo Divino, por qué conformarte con esa cosa tan pequeña, tan diminuta, tan fea?

Buscar este blog