sábado, 25 de octubre de 2014

LA HIPNOSIS

Cada niño es hipnotizado desde la más tierna infancia. Así es como tiene lugar el condicionamiento; así es como te formas una mentalidad. Puede que tus padres no lo sepan, puede que tus profesores no lo sepan, puede que tus sacerdotes no sepan lo que están haciendo: están practicando técnicas hipnóticas. Para cuando sales de la universidad, ya conoces todas las técnicas para condicionar a los demás. Por eso todos los que vienen a mí ya están condicionados.

Yo trato primero de deshipnotizar a estas personas, dejo que se liberen de lo que la sociedad les ha impuesto; sólo entonces la hipnosis será limpia, joven, fresca, recién nacida.

En la hipnosis llegas a tu mente inconsciente, el lugar donde están todos los condicionamientos. Estás en un estado volcánico. Vas a encontrar horrores, porque posiblemente recordarás tu infancia y lo que te ha ocurrido desde entonces, todo lo cual está reprimido. Recuerda, nadie reprime una experiencia agradable, ¿por qué debería uno reprimirla? De hecho uno trata de exagerarla tanto como puede, para sí mismo y para los demás. Uno sólo reprime las cosas que cree desagradables.

Por eso tu inconsciente está lleno de las serpientes, escorpiones y dragones que has reprimido porque no querías saber nada de ellos y tampoco querías que los demás los conocieran. Si se te lleva a la hipnosis directamente, sin descondicionarte, llegarás a un infierno de tu propia creación: lo reprimido te mostrará su verdadero rostro; y lo natural es que te quedes aterrorizado.

El problema de los terapeutas es que ellos mismos no han pasado por el proceso; simplemente han estudiado para ser profesores. Nunca han trabajado en una escuela de misterios, cosa que les habría limpiado. Y en la escuela de misterios sólo se te da la técnica cuando puedes usarla sin entrar en puntos oscuros, en espacios de horror, estados terribles. Todos ellos son imaginarios, pero cuando te encuentras en ellos son reales para ti.

En realidad, la hipnosis es un método muy suave..., una música muy dulce. Puede ocurrir mientras estás sentado a mi lado en silencio. Puede ocurrir si estás escuchando con tanta intensidad que todas tus preocupaciones y tensiones desaparecen, y empiezas a moverte hacia lo profundo de tu ser. Pero en primer lugar deben desaparecer esas preocupaciones y tensiones, esas angustias y ansiedades.

La «hipnoterapia» es una palabra antigua, pero «deshipnoterapia» es una construcción mía. El proceso es completamente opuesto. La hipnoterapia puede llevarte a un sueño deliberado; la deshipnoterapia puede llevarte a un despertar deliberado.

He oído hablar de un agente de la propiedad inmobiliaria que vivía en una gran ciudad y era considerado el mejor en su profesión. Formaba parte de una gran compañía. Aquel día su jefe estaba muy enfadado y le estaba esperando. Cuando llegó, su jefe tuvo un estallido de ira y le dijo: «Esto es demasiado. El hombre al que le acabas de vender esa tierra al doble de su precio acaba de salir por la puerta. Podemos entender que eres astuto e inteligente y te las has ingeniado para hacer un gran negocio, por eso te pagamos tanto. Pero ese hombre ha dicho: "Ha llovido y la tierra que me vendisteis está bajo dos metros de agua. ¿Qué clase de empresa es ésta? ¡Esto es un timo!»

El vendedor le dijo: «No te preocupes jefe, me encargaré de él. Me voy.» Y después de una hora volvió sonriente, y dijo: «Hoy me tienes que dar un premio.»

El jefe dijo: «Primero cuéntame qué les ha pasado a ese hombre y a su tierra.»

Él respondió: «No ha pasado nada; hemos tenido por aquí dos barcas medio podridas durante muchos años; se las he vendido a ese hombre. Le he dicho: "Eres un estúpido. Esta tierra tan hermosa que en la estación de las lluvias se convierte en un lago..., toma estas dos barcas. Construye una casa suficientemente grande para poder disfrutar de ambas cosas. En la estación de las lluvias, disfruta del lago y de las barcas que he traído conmigo." Y esas barcas están tan podridas que se hundirán la primera vez que el hombre se monte en ellas. No te preocupes. Habían estado por aquí desde ni se sabe cuándo. Y les hemos sacado un buen precio.»

El jefe dijo: «¡Esto es demasiado! Has vuelto a timar a ese hombre y ahora encima le has puesto en una situación peligrosa. Esas barcas le matarán.»

El agente le respondió: «Así es como funciona el mundo. No tienes que pensar en lo que les vaya a ocurrir a los demás; sólo tienes que pensar en tus propios bolsillos.»

Y ese parece ser el estado de algunos terapeutas: están pensando en sus propios bolsillos. No les preocupa lo que le ocurra a la gente. No han vivido lo que sugieren a la gente; no es su experiencia personal. Es deshonesto decir cosas a la gente que no forman parte de tu propia experiencia personal y ponerles en estados que pueden hacerles enloquecer.

La hipnosis también puede ser peligrosa. En manos equivocadas, cualquier cosa puede ser peligrosa; por lo demás, la hipnosis es una forma simple de relajación. Pero puede ser peligrosa porque si el hipnotizador tiene la intención de timarte, puede sugerirte bajo hipnosis que hagas cosas que no deseas hacer. Y tendrás que hacerlas al despertar.

Si eres una persona que trata de timar a los demás puedes hacerles cualquier cosa bajo hipnosis.

La hipnosis puede emplearse mal. Todo lo grande puede emplearse mal. Quizá ésta sea la razón por la que la mayoría de los países y de las culturas han tratado de evitar cualquier enredo con la hipnosis. El «hipnotismo» se ha convertido en una palabra condenatoria. Pero eso no está bien porque puede hacer un bien inmenso. Cualquier persona que tenga problemas con un tema determinado puede ser hipnotizada y se le puede decir: «No tienes ese problema. Ese tema es sencillo, y tienes la suficiente inteligencia como para comprenderlo.» Y el hombre empezará a comportarse de manera diferente desde el día siguiente; su inconsciente ha entendido: no tiene que tener miedo.

A la gente se le puede ayudar con sus enfermedades, porque casi el setenta por ciento de las enfermedades son mentales. Puede que se expresen a través del cuerpo, pero su origen es mental. Y si puedes poner en tu mente la idea de que la enfermedad ha desaparecido, de que no tienes que preocuparte por ella, de que ya no existe, la enfermedad desaparecerá.

La mente tiene un poder tremendo sobre tu cuerpo. La mente lo dirige todo dentro de tu cuerpo. El setenta por ciento de las enfermedades pueden cambiarse cambiando la mente, porque es allí donde empiezan; sólo el treinta por ciento de las enfermedades empiezan en el cuerpo. Si te caes y te haces una fractura, la hipnosis no puede ayudarte con esa fractura diciéndote que no la tienes. Seguirás teniéndola. La fractura ha empezado en el cuerpo y el cuerpo no puede ser hipnotizado. El cuerpo tiene su propia forma de funcionar. Pero si el proceso empieza en la mente y se extiende a algún punto del cuerpo, entonces es muy fácil cambiarlo.

No hay comentarios:

Buscar este blog