sábado, 4 de abril de 2009

IDENTIFICARSE

La identificación es una palabra muy significativa, quiere decir que te identificas con algo o con alguien, te identificas con una parte. Eres uno con una parte de la vida, con la parte que consideras el todo. No hay nada erróneo con la parte en si, pero una parte es una parte, no el todo. Cuando empiezas a considerar a la parte como el todo es cuando existe la parcialidad. Cuando empiezas a afirmar que la parte es el todo, es que estás ciego frente al todo, y entrarás en conflicto con la realidad.

Y no puedes ganar a la realidad, recuérdalo. No puedes vencerla. Es imposible, no ocurre, no puede suceder. Solo puedes ganar con la realidad nunca contra de ella, de ahí que todos los Maestros han puesto énfasis en la rendición. Rendirse significa ser con la realidad, entonces la victoria está asegurada, porque la realidad siempre gana. Si estás con ella serás un ganador, si estas contra ella serás un perdedor. Y todos somos perdedores, todos hemos estado peleando.

Elegimos una parte pequeña y afirmamos que es el todo. Elegimos la vida, sacamos a la vida de su contexto básico – la muerte – y decimos: Este soy yo, soy vida. Entonces es cuando empiezan los problemas. Entonces es cuando te quedas atrapado en esa identificación. Te identificas con el cuerpo, te identificas con la mente.

Identificarse es meterse en problemas. La identificación es la sustancia de la ignorancia. Una vez que dejas de identificarte con nada, permaneces como testigo, sin decir: yo soy esto o yo soy aquello. Ves pasar la muerte, ves pasar la vida, la frustración, la alegría, el éxito o el fracaso, no te dejas enganchar por nada. Si permaneces sin proclamar quien eres tú, sin limitarte ni definirte, sin confinarte a ser nada, si permaneces fluyendo, eso es liberación.

Sin identificarse uno es libre, identificándose uno está enjaulado.

No te identifiques con nada. Y entonces de manera natural, sucederá la trascendencia. No digas nada de nada, permaneces sin juzgar, simplemente ves el hecho y algún día empezará a desaparecer. Las nubes se reúnen y luego desaparecen y vuelve a aparecer el sol.

Sucederá en muchas ocasiones – la infelicidad llegará y también la felicidad -, en muchas ocasiones triunfarás y en otras tantas fracasarás. Muchas veces te deprimirás, y en otras te sentirás elevado. Observando esta dualidad, poco a poco irás dándote cuenta de que TÚ estás más allá de esas parejas duales.

Deja de identificarte con las cosas que aparecen frente a ti, y podrás ver que nunca estuviste enfermo, ni tuviste hambre, ni naciste, ni nunca morirás. Porque eres la auténtica fuente de la eternidad. ERES ETERNO.

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