sábado, 22 de julio de 2017

LA CREATIVIDAD

La creatividad nunca puede ser indiferente. La creatividad es atenta porque es amor. La creatividad es la función del amor y el afecto, no puede ser indiferente. Si eres indiferente, poco a poco toda tu creatividad desaparecerá. La creatividad necesita pasión, vitalidad, energía. La creatividad necesita que fluyas, que vivas en un intenso y apasionado fluir.

Si miras a una flor con indiferencia, la flor no puede ser hermosa. A través de la indiferencia todo se vuelve ordinario. Entonces se vive fríamente, contraído en uno mismo. Esta fue la calamidad que ocurrió en Oriente, porque la religión tomó un camino equivocado y la gente empezó a pensar que había que volverse indiferente a la vida.

Una vez vino a verme un sannyasin hindú. Cuando él llegó, yo estaba trabajando en el jardín, donde crecían muchas flores. Después de echarle una mirada me preguntó: “¿Te interesas por las flores y la jardinería?”. En su rostro se podía ver una mirada de condena. Y continuó: “Pues yo creía que no deberían importarte estas cosas”.

Me importan, no me son indiferentes. La indiferencia es negativa, es suicida, es escapista. Desde luego, si te vuelves indiferente; vivirás rodeado de tu indiferencia; muchas cosas no te molestarán, no te distraerán; pero no se trata de eso. Nunca estarás rebosante de felicidad.

En Oriente, mucha gente cree que ser indiferente es ser religioso. Se alejan de la vida, se escapan de ella. No crean nada; simplemente vegetan y creen que así han conseguido algo. Así no se consigue nada.

Lograr algo es siempre positivo y siempre creativo. Dios es creatividad; ¿cómo puedes llegar a Dios si eres indiferente? Dios no lo es; él cuidad hasta de las pequeñas hojas de hierba, hasta ellas le importan. Pone tanto cuidado en pintar una mariposa como en crear un Buda.

El todo es amoroso. Si quieres volverte uno con el todo, tendrás que amar. La indiferencia es un suicidio lento. Vive en tan profundo amor, que desaparezcas completamente en él, que te conviertas en pura energía creativa. Solamente entonces participas de Dios, amando mano a mano con él.

Para mí la creatividad es la única plegaria, la creatividad es meditación, la creatividad es vida.

La creatividad no tiene nada que ver con alguna actividad en particular; ni con pintar ni con escribir ni con bailar ni con cantar. No tiene nada que ver con algo en particular.

Cualquier cosa puede ser creativa; eres tú quien le pone la cualidad a la actividad. La actividad en sí misma no tiene que ser necesariamente creativa. Se puede pintar, se puede cantar de una manera que no sea creativa. Y se puede limpiar el suelo de una forma que sí lo sea. Se puede cocinar creativamente.

La creatividad es la cualidad que tú pones en la actividad que estás haciendo. Es una actitud, una aproximación interior: es tu forma de mirar las cosas.

Así que lo primero que tienes que tener en cuenta es no reducir la creatividad a algo en particular. El hombre es creativo; y si lo es, haga lo que haga, aún cuando camina, en su forma de caminar se puede ver la creatividad. Hasta sentarse en silencio y sin hacer nada será un acto creativo. Buda sentado bajo el árbol sin hacer nada es el mayor creador que el mundo ha conocido.

Una vez que entiendes que la creatividad está en ti, el problema desparece.

No todo el mundo puede ser pintor, y tampoco hay necesidad. Sería espantoso, si todo el mundo lo fuera; sería difícil vivir. No todo el mundo puede ser bailarín, y además no hay necesidad. Pero sí, todo el mundo puede ser creativo.

Lo que sea que hagas, si lo haces gozosamente, si lo haces con amor, si el hecho de hacerlo no es puramente económico, será creativo. Si al hacerlo algo en ti crece, si te hace crecer, es espiritual, es creativo, es divino.

Te vas volviendo más divino a medida que te vas haciendo más creativo. Todas las religiones del mundo han dicho: Dios es el creador. Yo no sé si será creador o no, pero una cosa sí sé: que cuanto más creativo te vuelvas, más divino serás. Cuando tu creatividad llega a su clímax, cuando toda tu vida se vuelve creativa, vives en Dios. Así que debe ser verdad que es el creador, porque todo aquel que ha sido creativo se ha acercado a él.

Ama lo que haces. Sé meditativo mientras lo hagas; ¡cualquier cosa que hagas! No importa lo que sea.

Creatividad significa amar lo que hagas; ¡gozarlo, celebrarlo como un regalo de Dios! Quizá nadie llegue a darse cuenta.

Así que, si lo que buscas es fama y piensas que así serás creativo, que si te haces famoso como Picasso serás creativo, te equivocas. De hecho entonces, no lo serás en absoluto: serás un político, ambicioso. Si la fama viene, bien; si no viene, también. Ese no es el criterio. Lo que hay que considerar es si gozas lo que estás haciendo. Si es un acto de amor.

Si lo que haces es para ti un idilio, entonces se vuelve creativo. Las pequeñas cosas se hacen enormes al contacto con amor y el gozo.

Dices: “Siempre he creído que no soy creativo”. Si así lo crees, así será; porque las creencias no son sólo creencias. Abren y cierran puertas. Si tienes una creencia errónea te rondará y será como una puerta cerrada. Si crees que no eres creativo, no lo serás; porque la creencia te obstruirá, te negará continuamente toda posibilidad de fluir. No le permitirá a tu energía fluir porque continuamente te dirás: “No soy creativo”.

Esto es lo que se le enseña a todo el mundo. Muy poca gente es aceptada como creativa: unos pocos pintores, algunos poetas, uno entre un millón. ¡Esto es estúpido! Cada ser humano nace siendo creativo. Observa a los niños: todos son creativos. Poco a poco destruimos su creatividad. Poco a poco les imponemos creencias erróneas. Poco a poco los distraemos. Poco a poco los volvemos más y más económicos, políticos, ambiciosos.

Cuando aparece la ambición, la creatividad desaparece; porque un hombre ambicioso no puede ser creativo, un hombre ambicioso no puede amar ninguna actividad en sí misma. Mientras pinta está mirando más allá; pensando: “¿Cuándo conseguiré el premio?”. Cuando escribe una novela, busca reconocimiento, siempre está en el futuro; y una persona creativa está siempre en el presente.

Destruimos la creatividad. Nadie nace sin capacidad creativa, pero hacemos que el noventa y nueve por ciento de la gente la pierda.

Simplemente poner la responsabilidad en la sociedad no va a servir de nada; tienes que tomar tu vida en tus manos. Tienes que abandonar esos erróneos condicionamientos. Tienes que abandonar esas falsas e hipnóticas autosugestiones que te han inculcado en la infancia. ¡Déjalas! Purifícate de todo condicionamiento… y enseguida verás que sí eres creativo.

Existir y ser creativo son sinónimos. Es imposible existir, y no ser creativo. Pero este imposible ha ocurrido, debido a que se han bloqueado y destruido todas vuestras fuentes de creatividad y a que toda vuestra energía ha sido encauzada en alguna actividad que la sociedad piensa que debe ser remunerada.

Nuestra actitud en la vida está siempre orientada monetariamente. Y el dinero es una de las cosas menos creativas en las que uno se pueda interesar. Nuestra actitud está totalmente orientada hacia el poder, y el poder es destructivo, no es en absoluto creativo. Un hombre que persigue el dinero se volverá destructivo, porque para tenerlo tendrá que explotar, robar, quitárselo a mucha gente, sólo así podrá tenerlo. Ser poderoso simplemente significa que te tienes que imponer a mucha gente, que tienes que destruirlos; sólo entonces serás poderoso, sólo así.

Recuerda, esos son actos destructivos. Un acto creativo realiza la belleza del mundo; le da algo al mundo, nunca le quita nada. Cuando una persona creativa viene al mundo, realza su belleza; pone una canción aquí, un cuadro allá. Hace que el mundo baile mejor, disfrute mejor, ame mejor, medite mejor. Cuando se va, deja tras de sí un mundo mejor. Puede que nadie le conozca o puede que sí; esa no es la cuestión. Pero él deja un mundo en mejor estado, tremendamente satisfecho porque su vida ha tenido algún valor en sí misma.

El dinero, el poder y el prestigio no son creativos; y no sólo eso, además son actividades destructivas. ¡Cuidado con ellos! Si tienes cuidado con ellos puedes volverte creativo muy fácilmente. No, no te prometo ningún jardín de rosas. Por el contrario puede causarte problemas. Puede que tengas que vivir la vida de un hombre pobre. Lo único que te puedo asegurar es que en lo más profundo de ti serás el hombre más rico que se pueda ser (en tu interior te sentirás satisfecho); entonces en lo profundo de tu ser rebosarás gozo y celebración. Y continuamente recibirás más y más bendiciones de Dios. Tu vida estará llena de bendiciones.

Pero es posible que no seas famoso, puede que ni tengas dinero, puede que no triunfes en el llamado mundo. Pero triunfar en ese mundo es fracasar rotundamente, es fracasar en el mundo interior. ¿Qué vas a hacer con el mundo entero a tus pies si has perdido tu propio ser? ¿Qué vas a hacer si posees el mundo entero y no te posees a ti mismo? Una persona creativa posee su propio ser, es un maestro.

Da. Comparte lo que puedas y recuerda: no estoy haciendo distinciones entre cosas pequeñas y grandes. Si puedes sonreír con todo tu corazón, cogerle a alguien la mano y sonreír, será un acto creativo, un gran acto. Tan sólo con abrazar a alguien con todo tu corazón eres creativo. Tan sólo con mirarle con ojos amorosos… sólo una mirada amorosa puede cambiar el mundo de una persona.

Sé creativo. No te preocupes por lo que haces; uno tiene que hacer cosas, pero todo creativamente, con devoción. Entonces tu trabajo se volverá un acto de reverencia. Entonces cualquier cosa que hagas será una oración, una ofrenda en el altar.

Abandona la creencia de que no eres creativo. Yo sé cómo se ha creado esa creencia: puede que tú no hayas conseguido ninguna medalla de oro en la universidad, puede que no hayas sido el primero de tu clase, que tus dibujos no hayan sido apreciados, que cuando toques la flauta los vecinos llamen a la policía. Quizá; pero sólo por esas cosas, no caigas en la creencia errónea de que no eres creativo. Puede que sea porque imitas a otros.

La gente tiene una idea muy limitada de lo que significa ser creativo: tocar la guitarra o la flauta o escribir poesía, y así va la gente escribiendo porquerías en nombre de la poesía. Tienes que descubrir lo que puedes y lo que no puedes hacer. ¡No todo el mundo puede hacerlo todo! Tú tienes que buscar y descubrir tu destino. Tienes que ir a tientas en la oscuridad, lo sé. Tu destino no es una cosa definida; pero así es como es la vida. Y es bueno que uno tenga que buscarlo; en esa misma búsqueda, algo crece.

Si Dios te diera un mapa de tu vida al entrar al mundo (esta será tu vida: serás guitarrista) entonces tu vida sería mecánica. Serías solamente una máquina, no un hombre. El hombre es impredecible. El hombre es siempre una apertura…; la potencialidad de mil y una cosas. A cada paso se abren muchas puertas y se presentan infinidad de alternativas; y tú tienes que elegir, tienes que sentir. Pero si amas tu vida serás capaz de hacerlo.

Si no amas tu vida y amas en cambio otras cosas, habrá un problema. No puedes adorar el dinero y ser creativo. La misma ambición destruirá tu creatividad. Si lo que quieres es fama, entonces olvídate de la creatividad. La fama llega más fácil si eres destructivo. La fama le llega antes a un Adolf Hitler, a un Henry Ford. Conseguir la fama te será más fácil si eres competitivo, violentamente competitivo. Si puedes matar y destruir a la gente, podrás conseguirla más fácilmente.

Si lo que buscas es fama, no hables de creatividad. No quiero decir que la fama nunca le llegue a una persona creativa, pero ocurre muy raramente, es muy raro. Es más como un accidente y además puede tardar mucho. Casi siempre cuando la fama alcanza a una persona creativa, ya se ha ido; es siempre póstuma: muy retrasada.

Jesús no fue muy famoso en su época. Si no existieran los Evangelios, no se hubiera sabido nada de él. El reconocimiento procede de sus cuatro discípulos ya que jamás le mencionó nadie más, ni siquiera si existió o no; no fue famoso. No tuvo éxito. ¿Puedes imaginar un fracaso mayor que el de Jesús? Pero, poco a poco, se fue volviendo más y más significativo, poco a poco, la gente le fue reconociendo. Lleva su tiempo.

Cada hombre viene a este mundo con un destino específico; tiene algo que realizar, algún mensaje que recibir, algún trabajo que completar. No estás aquí accidentalmente; estás aquí por algún motivo. Hay un propósito detrás de todo esto. El todo intenta hacer algo a través de ti.

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