sábado, 22 de agosto de 2020

LOS RETOS DE LA VIDA

El único problema con la tristeza, con la desesperanza, con la ira con la desesperación, con la ansiedad, con la angustia, con el sufrimiento, es que tú quieres desembarazarte de ellos. Esa es la única barrera. Tendrás que vivir con ellos. No puedes simplemente escapar. Son la situación misma en la que la vida ha de integrarse y desarrollarse. Son los retos de la vida. Acéptalos. Son bendiciones disfrazadas. Si quieres escapar de ellos, si quieres liberarte en alguna forma de ellos, entonces surge el problema.

Debido a que quieres desembarazarte de algo, nunca lo observas directamente. Y luego eso empieza a ocultarse de ti porque tú lo condenas; entonces eso se va desplazando más y más hacia el inconsciente, se esconde en el rincón más profundo de tu ser donde nunca podrás encontrarlo. Penetra en la misma base de tu ser y ahí se oculta. Desde luego, cuando más profundo penetra, más problemas crea porque entonces empieza a funcionar desde puntos desconocidos de tu ser y tú estás totalmente indefenso.

Por eso lo primero es: nunca reprimas. Lo primero es: sea lo que sea, es. Acéptalo y déjalo que venga, déjalo que se sitúe delante de ti. En realidad, solamente decir «no reprimas» no es suficiente. Si me permites decirlo te diría, «Hazte su amigo». ¿Tienes tristeza? Hazte amigo de ella, ten compasión de ella. La tristeza también posee un ser. Permítela, abrázala, siéntate con ella, estrecha sus manos. Sé amistoso. Quiérela. ¡La tristeza es hermosa! No hay nada malo en ella. ¿Quién te dijo que había algo de malo en estar triste? En realidad solamente la tristeza te aporta profundidad. La risa es superficial; la felicidad es superficial. La tristeza penetra hasta los mismos huesos, hasta la médula. Nada profundiza tanto como la tristeza.

De modo que no te preocupes. Permanece con ella y la tristeza te llevará a tu centro más profundo. Puedes subirte en ella y podrás así conocer nuevas cosas sobre tu ser, cosas que nunca habías conocido antes. Esas cosas solamente pueden revelarse en un estado de tristeza, nunca pueden ser reveladas en un estado de felicidad. La oscuridad también es buena y la oscuridad también es divina. No solamente el día es de Dios; la noche también es suya. A esa actitud yo la llamo religiosa.

El miedo se vuelve sutil si quieres desembarazarte de él. Entonces; obviamente, se protege, se esconde en los rincones más profundos de tu ser. Se vuelve tan sutil y se disfraza de tal manera que eres incapaz de reconocerlo, Empieza a surgir bajo diferentes nombres. Si estás muy en contra de la ira, entonces la ira surgirá bajo otro nombre distinto, puede ser orgullo, puede convertirse en ego, puede incluso convertirse en orgullo religioso, puede incluso convertirse en pío. Puede ocultarse tras tus virtudes, puede que empiece a ocultarse bajo tu personalidad. Entonces se vuelve muy sutil porque ahora si ha cambiado la etiqueta. Está desempeñando el rol de otro, pero en lo profundo permanece siendo ira.

Deja las cosas como son. Esto es lo que es el coraje religioso: permitir que las cosas sean como son. No te estoy prometiendo ninguna rosa de jardín; las espinas están ahí, las rosas también. Pero solamente puedes alcanzar las rosas cuando has pasado por las espinas. Un hombre que nunca ha estado triste, no podrá ser verdaderamente feliz. Es imposible para él el ser feliz. Su felicidad será solamente un simple gesto, vacío, impotente. Puedes observarlo en las caras de la gente cuando ríen; su risa es muy superficial, solamente está dibujada en sus labios. No tiene relación alguna con su corazón; está absolutamente desconectada. Es como el lápiz de labios. Los labios lucen rojos y rosáceos, pero esa rojez no pertenece a la rojez de la sangre. Está bien que los labios sean rojos, pero esa rojez debería provenir del estar vivo, de tus células sanguíneas, de tu energía, de tu vitalidad, de tu juventud. No; pintas tus labios, parecen rojos, pero es feo. ¿Qué puede hacer una mujer hermosa con un lápiz de labios? En su conjunto parece absurdo. Si tus labios son rojos, vitales, vivos, ¿para qué pintarlos? Los estás volviendo feos y falsos.

Tu felicidad es también como lápiz de labios. No eres feliz y sabes que no eres feliz, pero no puedes aceptar el hecho porque sería demasiado demoledor para tu ego. ¿Tú, y no eres feliz? ¿Cómo puedes aceptarlo? Puede que por dentro no seas feliz, pero ése es tu problema; no has de expresarlo, no has de decir la verdad. Cara al mundo has de mantener una fachada, has de mantener una personalidad. De modo que sigues riendo. Observa la risa de la gente e inmediatamente distinguirás cuál es la risa que proviene del corazón. Cuando la risa surge del corazón, de inmediato puedes sentir una vibración diferente, un desbordamiento. Ese hombre es realmente feliz. Cuando la risa solamente está en los labios, es hueca. Es un simple gesto, no hay nada detrás. Es una fachada.

El hombre que no es capaz de reír profundamente es el hombre que ha reprimido su tristeza. No puede profundizar porque ha reprimido su tristeza. Incluso aunque profundice en su risa, existe miedo de que la tristeza pueda salir, pueda burbujear hasta la superficie. Siempre ha de estar en guardia. De modo que, por favor, sea cual sea la situación, empieza a permitirla. Si estás triste, está triste. Eso es lo que Dios significa para ti; en este momento al menos, quiere que estés triste. Sé pues auténtico... ¡está triste! Vive esa tristeza. Y si eres capaz de vivir esa tristeza, surgirá en ti una calidad distinta de felicidad. No será una represión de la tristeza, será trascender la tristeza.

Una persona que puede ser pacientemente triste, de repente descubrirá una mañana que la fe1icidad está surgiendo en su corazón desde un origen desconocido. Esa fuente desconocida es Dios. Te lo has ganado si has estado honestamente triste, si has estado auténticamente desesperado, desesperanzado, si has sido infeliz, miserable; si has vivido en el infierno, te has ganado el cielo. Has pagado su precio.

Sea cual sea la situación, si estás triste, está triste; si estás con ánimo de venganza, tómate tu venganza; si estás celoso, está celoso; si estás enfadado, está enfadado. Nunca evites el hecho. Has de vivirlo; eso es parte del progreso de la vida, del crecimiento, de la evolución. Aquellos que lo evitan, perma­necen inmaduros. Si deseas seguir inmaduro, entonces sigue evitándolo, pero recuerda que estás esquivando la vida misma. Sea lo que sea que evites, ése no es el punto; al evitar, evitas la vida. ­

Encara la vida, confróntala. Habrá momentos difíciles, pero un día verás que esos momentos difíciles te han proporcionado fortaleza debido a que los encaraste. Tenían que estar ahí. Esos momentos difíciles son duros cuando los estás atravesando, pero después verás que te han hecho más integrado. Sin ellos nunca habrías estado centrado, con una base. Las antiguas religiones en todo el mundo, han sido represivas. La nueva religión del futuro será expresiva. Y yo enseño esa nueva religión... deja que el expresar sea una de las reglas más fundamentales de tu vida. Incluso aunque hayas de sufrir por ello, sufre. Nunca serás un perdedor. Este sufrir te hará más y más capaz de disfrutar la vida, de regocijarte en la vida.

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