sábado, 10 de diciembre de 2022

EL YOGA CIENCIA O RELIGIÓN

El Yoga equivale a una ciencia total del hombre. No es simplemente una religión. Es la ciencia total del hombre, la trascendencia de todas las partes. Y cuando trasciendes las partes, te vuelves el todo. La totalidad no es únicamente la acumulación de las partes; no es algo mecánico donde todas las partes se alinean y forman un todo. No, es algo más que mecánico; es algo artístico.

Puedes dividir un poema en palabras, pero entonces las palabras aisladas no significan nada. Mas cuando está integrado, el todo resulta más que simples palabras. Tiene su propia identidad. Contiene vacíos, así como palabras. Un poema es poesía sólo cuando dice algo que no ha sido verdaderamente expresado, cuando algo de él trasciende todas sus partes. Si lo divides y analizas, extraes solamente partes, y la flor trascen­dental que era, se habrá perdido.

De igual forma, la consciencia es una totalidad. Negando simplemente una parte pierdes algo, algo que era realmente importante. Y no ganas nada; ganas sólo un extremo. Todo extremo llega a convertirse en una enfermedad; todo extremo llega a convertirse en un mal interior. Entonces te vas sumiendo más y más en la confusión, entonces hay una anarquía interior.

El Yoga es la ciencia de trascender la anarquía, la ciencia de hacer que tu consciencia sea un todo, y eres un todo sólo cuando trasciendes las partes. En consecuencia el Yoga, ni es religión, ni es ciencia. El Yoga es ambas cosas a la vez, trasciende a las dos. Puedes decir que es una religión científica o una ciencia religiosa. Por eso el Yoga puede ser usado por cualquiera, pertenezca a la religión que pertenezca; puede ser usado por cualquiera con independencia de su mentalidad.

En la India, todas las religiones que se han desarrollado tienen entre ellas muy diferentes, algunas incluso antagónicas, filosofías, conceptos, percepciones; tienen poco en común. Entre el hinduismo y el jainismo no hay apenas ninguna afinidad; entre el hinduismo y el budismo no hay nada en común. Solamente hay un denominador común que ninguna de las religiones puede negar: el Yoga.

Buda dice: "No hay cuerpo, no hay alma", pero no puede decir: "No hay Yoga". Mahavira dice: "No hay cuerpo, hay alma", pero no puede decir: "No hay Yoga". El hinduismo dice: "Hay cuerpo, hay alma... y hay Yoga". El Yoga permanece como constante. Incluso el cristianismo no puede negarlo; ni el islamismo tampoco.

De hecho, ni siquiera alguien que sea totalmente ateo tiene porqué negar el Yoga, dado que el Yoga no impone como condición previa el creer en Dios. El Yoga no tiene preconcepciones; es absolutamente experimental. Cuando se menciona el concepto de Dios - y en los más antiguos libros de Yoga no se mencionaba en absoluto - se le menciona significándolo sólo como un método. Dicho concepto puede ser usado como una hipótesis - si sirve de ayuda puede ser empleado -, pero no es una condición absoluta. Por eso Buda puede ser un yogui sin Dios, sin los Vedas, sin ninguna creencia. Sin tener ninguna fe, sin ninguna mal llamada fe, él puede ser un yogui.

El Yoga puede ser un terreno común tanto para aquellos que creen en Dios como para los ateos. Puede ser un puente entre ciencia y religión. Es simultáneamente racional e irracional. Su metodología es totalmente racional, pero a través de la metodología puedes adentrarte profundamente en las entrañas de lo irracional. La totalidad del proceso es tan racional, cada paso es tan racional, tan científico, tan lógico, que solamente tienes que dar un paso y todo lo demás sucederá por sí mismo.

Jung menciona que en el siglo XIX ningún occidental interesado en psicología podía concebir nada más allá de la mente consciente, porque mente significa consciencia. Así pues, ¿cómo puede existir una mente inconsciente? Es absurdo, no es científico. Posteriormente, cuando la ciencia poseía más conocimientos acerca del inconsciente, se desarrolló en el siglo XX una teoría sobre la mente inconsciente. Después, cuando profundizaron más tuvieron que aceptar la idea de un inconsciente colectivo, no sólo individual. Parecía absurdo; mente significaba algo individual, consecuentemente, ¿cómo podía haber una mente colectiva?. Pero lo cierto es que habían aceptado incluso el concepto de la mente colectiva.

Estas son las tres primeras divisiones de la psicología budista, del Yoga budista: mente consciente, mente inconsciente e inconsciente colectivo. Luego Buda continúa fraccionándolas en ciento sesenta divisiones más. Jung dice: "Antes negábamos estas tres mentes. Ahora las aceptamos. Puede suceder que existan otras más. Tenemos que avanzar paso a paso; tenemos que adentrarnos cada vez más lejos". La aproximación de Jung es muy racional. Es una aproximación profundamente arraigada en Occidente.

Con el Yoga tenemos que proceder racionalmente, pero sólo con la finalidad de saltar al plano irracional. El objetivo es con toda certeza irracional. Lo que puedes entender, lo racional, no puede ser la fuente porque es infinito. La fuente debe ser mayor que tú. La fuente de la que has venido, de la que todo ha surgido, de la que proviene la totalidad del universo, y en donde todo desaparece de nuevo, tiene que ser más que esto. Lo que se manifiesta ha de ser menos que su origen. Una mente racional puede sentir y entenderlo manifiesto, pero lo inmanifestado sigue estando detrás.

El Yoga no insiste en que uno deba ser racional. Dice: "Es racional concebir lo irracional. Es racional, también, conocer los límites de lo racional". Una auténtica y verdadera mente conocerá siempre las limitaciones de la razón, sabrá siempre que la razón acaba en alguna parte. Quienquiera que sea auténticamente racional tiene que llegar a un punto límite donde se siente lo irracional. Si procedes con la razón hacia lo esencial, sentirás el límite.

Einstein lo sintió; Wittgenstein lo sintió. El Tractatus de Wittgenstein es uno de los libros más racionales que jamás haya sido escrito; su autor es una de las mentes más racionales. Habla de la Existencia de una forma muy lógica, de una manera muy racional. Sus expresiones, palabras, conceptos, lenguaje, todo en él es racional, pero al final dice: "Hay algunas cosas de las que nada podemos decir; existe un punto más allá del cual nada puede ser dicho y con relación al cual debemos permanecer mudos". Después escribe: "Aquello que no puede ser dicho no debe ser dicho".

Todo el edificio se desploma: ¡todo el edificio! Wittgenstein intentaba ser racional con el fenómeno de la vida y de la existencia, y repentinamente llega a un infranqueable punto y dice: "Ahora no se puede decir nada más allá de este punto." Esto expresa algo, algo muy significativo. Algo hay allí ahora mismo y nada puede decirse acerca de él. Se trata de un punto que no puede definirse, donde simplemente se derrumban todas las definiciones.

Siempre que ha habido una mente lógica y racional llega a este punto infranqueable. Einstein murió como un místico... y más místico que los supuestos místicos occidentales, porque si se es un místico sin haber jamás intentado seguir el camino de la razón, nunca podrá profundizarse en el misticismo. No se habrán conocido realmente los límites.

He visto místicos que continuamente hablan de Dios como un concepto lógico, ¡como un argumento! Ha habido místicos cristianos que han intentado ..comprobar" a Dios, la existencia de Dios. Qué tontería! Aun en el caso de que Dios pueda ser comprobado, no demuestras nada y el origen es lo que queda sin demostrar.

Quien haya tenido alguna experiencia de lo Divino no intentará comprobarlo, porque el mismo deseo de comprobarlo demuestra que uno no ha estado nunca en contacto con la fuente original de la vida, la cual no es comprobable; no se pueden obtener pruebas. La totalidad no puede ser demostrada a través de 1a parte. Por ejemplo, mi mano no puede probar mi existencia. Mi mano no puede significar más que yo; no puede abarcarme. Es una estupidez intentarlo. Pero si la mano puede abarcarse a sí misma por completo, es más que suficiente. En el momento en que la mano se conozca a sí misma sabrá también que está implantada en algo más, que es en todo momento "una" con algo más. Está allí porque ese "algo más" también está allí.

Si muero, mi mano también morirá. Existía únicamente porque yo existía. La totalidad permanece sin ser comprobada; sólo son conocidas las partes. No podemos demostrar la totalidad, pero sí que podemos sentirla. La mano no puede demostrar mi totalidad, pero la mano puede sentirme. Puede entrar profundamente en sí misma y cuando alcanza las profundidades, es "yo".

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