Mira tu mano. ¿No puedes sentir una mano cósmica en ella? Entonces estarás en dificultad. Esto es lo que Jesús dice: "Dios es el padre. Todo este universo cuida de ti". Sino ¿para qué estás aquí? ¿Para qué se te permite existir? Todo este universo cuida de ti. Te ha traído hasta este punto de consciencia, quiere llevarte hasta el último pico, hasta el pico final de la iluminación, te ayuda en toda forma. Aún si sales del camino te seguirá. Siente la mano en tu mano y de pronto toda la perspectiva cambia.
Y Jesús dice: "Cada uno es el hijo", no sólo Jesús. Pero el cristianismo no puede existir si cada uno es el hijo; entonces no hay nada único en Jesús. Esta actitud es falsa. Cada uno es el hijo, y aun así Jesús es único, porque él lo ha logrado y tú aún estás en búsqueda.
El ser único no está en la naturaleza del ser, el ser único está en haberlo realizado. Jesús lo sabe y tú no lo sabes. Los hindúes siempre han dicho que la diferencia entre uno que está iluminado y uno que es ignorante, no está en el ser sino en su realización. Es como si alguien estuviera durmiendo y tú estás despierto: el ser es el mismo, pero uno que está dormido sueña; tú no estás soñando. Sacúdelo, despiértalo, y él estará tan despierto como tú, los sueños desaparecen. Sólo una sacudida es necesaria. Jesús está despierto y tú estás profundamente dormido, esa es la diferencia. En eso es único, pero no en el ser. El mismo dice: "Son los hijos del padre viviente".
Lo segundo que enfatiza es en "el padre viviente", porque normalmente un padre va a morir. La parte física del padre morirá, pero el todo cósmico siempre está vivo, nunca muere, es la eternidad.
Hace tan solo unas décadas, Nietzsche declaró: "¡Dios está muerto!". Eso es imposible porque el universo no puede morir, y Dios no es una persona. Si fuera una persona podría morir, las personas tienen que morir. Dios no es una forma, las formas tienen que morir. Dios no tiene cuerpo, los cuerpos tienen que morir. Dios es todo. En Dios nacemos y morimos. Tomamos una forma y la forma desaparece, pero el todo permanece. El todo no puede morir, el todo es la misma vida. Así que no estás viviendo en un universo muerto, sino en un Dios vivo, un padre, una madre, la relación es profunda y orgánica. No estás descuidado, alguien va cuidando de ti.
Este sentir te da raíces, entonces no te sientes un extraño, entonces no estás afuera, estás adentro. Este es tu hogar.
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