sábado, 24 de marzo de 2012

LO FÁCIL DE VIVIR


CHUANG TZU: dice: «Lo fácil es lo correcto». El Gran Camino no es difícil. Si parece difícil, eres tú el que lo hace difícil. El Gran Camino es fácil. ¿Cómo va a ser difícil? Hasta los pájaros vuelan en él y los peces nadan en él. ¿Cómo va a ser difícil? El hombre lo hace difícil, la mente lo vuelve difícil; y el truco para hacer de cualquier cosa fácil algo difícil es elegir, hacer una distinción. El amor es algo fácil, el odio es algo fácil, pero tú eliges. Dices: «Sólo voy a amar, no voy a odiar». Así todo se vuelve difícil. ¡Así ni siquiera puedes amar! Inspirar es fácil, espirar es fácil. Pero tú eliges. Dices: «Sólo voy a inspirar, no voy a espirar». De esta forma todo se vuelve difícil. La mente puede decir: « ¿Para qué espirar? La respiración es vida. Simple aritmética: inspira, no expulses el aire; estarás cada vez más vivo. Acumularás más vida. Tendrás grandes reservas de vida. Inspira solamente, no espires porque espirar es morir».

Lo primero que hace un niño al nacer es inspirar. Y lo último que un hombre hace al morir es espirar. La vida comienza con la inspiración y la muerte comienza con la espiración. Cada vez que inspiras renaces; cada vez que espiras mueres, porque el aliento es vida. Es por eso que los hindúes lo han llamado prana: prana significa «vida». El aliento es vida. Simple lógica, simple aritmética, ningún problema, lo puedes hacer sencillo: inspira cada vez más y no espires, así no morirás. Si espiras morirás. ¡Y si espiras mucho te morirás antes! Entonces, ¿qué se supone que una persona lógica debería hacer? Una persona lógica solamente inspiraría, nunca espiraría.

El amor es inspirar, el odio espirar. ¿Qué hacer entonces? La vida es fácil si no decides, porque entonces sabes que inspirar y espirar no son dos cosas opuestas; son dos partes de un mismo proceso. Y estas dos partes son orgánicas, no puedes dividirlas. ¿Y si no espiras...? La lógica se equivoca. No vivirás; sencillamente, te morirás inmediatamente.

Pruébalo: solamente inspira, no espires. Lo entenderás, te pondrás tenso, muy tenso. Todo tu ser querrá espirar porque si no morirás. Si eliges, te meterás en un problema. Si no eliges, todo será fácil. Lo fácil es lo correcto.

Si el hombre se encuentra en un problema es debido a los muchos maestros que han envenenado su mente, que le han estado enseñando: «¡Elige esto! ¡No hagas esto, haz esto». Todas estas elecciones le han destruido. Y parecen lógicos. Si discutieras con ellos, ellos siempre tendrían razón. La lógica les apoya: «¡Mira, es tan simple! ¿Para qué espirar si espirar es morir?».

Y esto ha ocurrido, no sólo con la respiración..., o incluso con la respiración. Hay escuelas de yoga que dicen que tu vida se cuenta a través de la respiración; que tu vida no se cuenta por los años que vives sino por las veces que respiras; así que respira lentamente. Si respiras doce veces por minuto morirás pronto; así que respira seis veces, o mejor aún tres, vivirás más tiempo.

Nadie lo ha conseguido, pero la gente lo sigue intentando. Respira lentamente. ¿Por qué?; porque si respiras lentamente espirarás menos veces, así que cada vez estarás muriendo menos, o podrás vivir más tiempo. Pero lo único que ocurrirá será que perderás tus ganas de vivir. Y la vida no se prolongará, aunque lo parezca.

Esos a los que la gente llama yoguis, que cada vez respiran menos y más despacio, lo único que hacen es disminuir el proceso de la vida. Están menos vivos, eso es todo. No van a vivir más tiempo; tan sólo van a estar menos vivos. No están viviendo plenamente; su llama no arde adecuadamente. El ánimo, el entusiasmo y la danza desaparecen. Se consumen a sí mismos, eso es todo.

Y lo mismo pasa con todos los procesos de la vida. Comes, pero si retienes el alimento, te estriñes. La lógica es correcta: simplemente no echas el aire. El estreñimiento es una elección a favor de coger aire y en contra de soltarlo. Casi todo ser civilizado está estreñido; puedes medir la civilización por el grado de estreñimiento. Cuanto más estreñido esté un país, más civilizado será, porque será más lógico. ¿Para qué soltar el aire? Sigue tomándolo. El alimento es energía. ¿Por qué echarla? Puede que no te des cuenta pero esto es el inconsciente volviéndose lógico y aristotélico.

“El Gran Camino no es difícil. Tú lo haces difícil, tú eres difícil. El Gran Camino es fácil para aquellos que no tienen preferencias.
Cuando ambos, amor y odio, están ausentes todo se vuelve claro y diáfano.
Sin embargo, haz la mínima distinción, y el cielo y la tierra se distancian infinitamente.”

No prefieras; simplemente permítele a la vida moverse. No digas a la vida: «Muévete de esta forma, ve hacia el norte, o ve hacia el sur». No lo digas; simplemente fluye con la vida. No luches contra la corriente, hazte uno con ella.

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