sábado, 17 de noviembre de 2012

CÓMO TRABAJA LA MENTE

La mente simplemente sigue cambiando el orden de las cosas. Con una combinación te sientes satisfecho; con otra, descontento y el total permanece inalterado. Pero nunca atiendes al total. La mente no puede ver el total. Sólo la meditación puede ver el total. La mente atiende a la parte, es corta de vista, muy corta de vista. Es por eso que siempre que experimentas placer, inmediatamente te abandonas a él, nunca esperas a la tarde.

Siempre que hay placer hay dolor escondido en él. Esta ha sido tu experiencia pero nunca has sido consciente de ello. El dolor vendrá a la tarde, pero el placer está aquí, por la mañana.

Nunca miras en lo que está escondido, en lo que es invisible, en lo que está latente. Miras tan sólo a la superficie y te vuelves loco. Haces esto toda tu vida. La parte te posee. Mucha gente dice, "Al principio, cuando me casé con esta mujer, todo era bello, pero al cabo de unos pocos días todo se esfumó. Ahora se ha vuelto repugnante, ahora es una desgracia".

Se dice que aquellos que saben, no se casan nunca. Pero, ¿cómo puedes saber qué sucede en el matrimonio si no te casas? Sueles tomar en cuenta solamente una parte de la persona, y a veces, esa parte, si consideras el conjunto y reflexionas sobre él, resulta una estupidez.

El color de los ojos; ¡qué tontería! ¿Cómo puede tu vida depender del color de tus ojos o del color de los ojos de alguien? ¿Cómo puede ser tu vida hermosa debido únicamente al color de los ojos? Un poco de pigmento. Pero eres un romántico: ¡Oh, los ojos, el color de los ojos. Te vuelves loco y piensas, "Si no me caso con esta mujer, la vida no vale nada; ¡me suicidaré!".

Pero no ves lo que estás haciendo. Uno no puede vivir del color de los ojos o de otra característica particular para siempre. A los pocos días te habrás acostumbrado a esos ojos y te olvidarás de ellos. Entonces tendrás toda tu vida ante ti, toda ella. Y ahí comienza el sufrimiento. Antes de que acabe la luna de miel comienza el sufrimiento; la persona en su conjunto no fue tomada en cuenta; la mente no puede evaluar el conjunto. Atiende sólo a lo superficial, a la figura, la cara, el pelo, el color de los ojos, la forma de andar de la mujer, cómo se expresa, el tono de su voz. Esas son las partes, ¿pero dónde aparece la totalidad de la persona?

La mente no puede ver el conjunto. La mente considera las partes, y se queda colgada de ellas. Una vez está enganchada, el conjunto aparece; lo global no está muy lejos. Los ojos no existen como un fenómeno separado, son parte del todo de una persona. Si te quedas fascinado por los ojos, te quedas enganchado a toda la persona en su conjunto. Y cuando este conjunto aparece, todo se vuelve un problema.

Por eso, ¿quién es el responsable? Deberías de haber tenido en cuenta el conjunto. Pero si estás en la mañana, la mente sólo considera la mañana y se olvida totalmente de la tarde. Recuérdalo bien en cada mañana se esconde una tarde. La mañana se está convirtiendo constantemente en la tarde y no se puede hacer nada con ello, no puedes impedirlo.

Vuestras mentes, no pueden penetrar el todo. Esa es la pena. Siempre yerras, siempre yerras debido a las partes. Si puedes evaluar el conjunto y entonces actuar, tu vida nunca será un infierno. Y no te preocuparás entonces de los arreglos superficiales.

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