sábado, 16 de febrero de 2013

EL SENTIDO DE LA VIDA


En todo el mundo nucha de la gente que piensa, tiene un problema: la vida no tiene sentido, la vida parece carente de sentido. Pregunta a Sartre, Marcel, Jaspers, Heidegger, sostienen que la vida no tiene sentido. ¿Por qué se ha vuelto la vida algo sin sentido? Nunca solía ser así. Buda nunca dijo esto; Krishna bailaba, cantaba, disfrutaba; Mahoma oraba y agradecía a Dios la bendición que sobre él descendía en forma de vida. Chuang Tse es feliz, tan feliz como es posible serlo, tan feliz como pueda ser un hombre. Ellos nunca dijeron que la vida careciera de sentido: ¿Qué le ha ocurrido a la mente moderna? ¿Por qué la vida aparenta no tener sentido?

Tu vida se ha vuelto únicamente trabajo, sin verdadera diversión. Has llenado tu vida totalmente con el trabajo. Siempre que haces algo la primera cosa que te viene a la cabeza es, ¿Tiene alguna utilidad? Si la tiene, la haces.

Desde luego, ¿por qué debería un Ford perder el tiempo amando a una mujer? Un simple sirviente puede hacerlo. El tiempo de Ford es más valioso. Debería invertirlo en algo provechoso.

¡Es posible! Observando a la mente humana cómo funciona, ¿por qué ocuparte tú mismo? Cuando todo se mide en términos económicos, cuando un Ford, un Rockefeller pueden emplear su tiempo de una forma más adecuada, ¿por qué tendrían que malgastar su tiempo?

Parece absurdo hablar de estas cosas pero ya han ocurrido en muchas dimensiones de la vida. Nunca juegas, lo hacen tus sirvientes. Nunca eres un participante activo en nada alegre, los demás lo hacen por ti. Acudes a ver un partido de fútbol: otros lo juegan y tú tan sólo observas, eres un espectador pasivo, sin implicarte. Vas a ver una película, y otros están creando guerras, violencia, de todo; tu tan sólo eres un espectador en tu asiento. No necesitas preocuparte. Cualquiera puede hacerlo, tú tan sólo miras. El trabajo lo haces tu; la diversión, los demás por ti.

A los cincuenta deberías de tener el primer ataque de corazón. Los científicos han calculado que hoy en día sobre los cuarenta un hombre debe de sufrir de úlcera, y a los cincuenta el primer ataque de corazón. A los sesenta ha muerto y nunca ha vivido. No tenía tiempo para vivir. Había tantas cosas "importantes" que hacer, que no hubo tiempo para vivir.

Mira a tu alrededor, mira a los triunfadores; políticos, millonarios, grandes industriales, ¿qué les ocurre? No atiendas a lo que poseen, obsérvalos directamente, porque si miras las cosas que tienen serás engañado. Los objetos no tienen úlceras, los coches no tienen ataques de corazón, las mansiones no se hospitalizan. No atiendas a las cosas, sino serás engañado. Mira a la persona sin sus posesiones, mírala directamente a ella y sentirás entonces su pobreza. Incluso un mendigo puede ser entonces más feliz. Incluso un pobre puede ser más rico en lo que concierne a la vida.

El éxito fracasa, y nada fracasa tanto como el éxito, pues el hombre de éxito pierde su conexión con la vida, con todo. El hombre que triunfa está haciendo un mal trueque, cambiando lo real por lo irreal, tirando diamantes y coleccionando guijarros de colores de la playa; coleccionando guijarros y perdiéndose los diamantes.

Un rico es un perdedor de la vida. Pero debido a que miras con los ojos de la ambición atiendes a lo que se posee. Nunca observas al político, ves su cargo, su puesto de primer ministro. Miras el poder, nunca miras a la persona que está sentada ahí absolutamente inerte, perdiéndoselo todo, sin tener tan siquiera un atisbo de lo que es la dicha. Ha comprado el poder, pero al adquirirlo se ha perdido a sí mismo. Y es un mal negocio.

El dinero parece ser lo único provechoso. Todos los que son utilitarios se volverán locos por el dinero, porque el dinero lo compra todo. El dinero para ellos es la esencia de todo.

¿Cuál es el sentido de la vida? ¿A dónde vas? ¿Con qué objeto vives? Sin propósito, sin resultado, sin meta. La vida es un éxtasis constante, momento a momento puedes saborearla; pero si comienzas a pensar en resultados te perderás su deleite, arrancarás tus raíces, no serás más parte de ella, te habrás vuelto ajeno a ella. Y entonces preguntarás por el significado, por el propósito.

No hay propósito. La finalidad forma parte de la mente, y la vida existe en un estado de ausencia de mente. ¿Cómo puedes abandonar la mente si buscas algún resultado? Puedes abandonar la mente sólo cuando te das cuenta de que no hay propósito y que la mente no es necesaria. Puedes dejarla de lado. Es algo innecesario. Desde luego, cuando vayas al mercado, llévala contigo. Cuando estés en el trabajo úsala: es un mecanismo, tal como una computadora.

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