sábado, 22 de diciembre de 2018

LA ESPIRITUALIDAD


El hombre es libertad, absoluta libertad, por lo tanto, la espiritualidad es una opción. No hay ninguna fuerza que te obligue a ser espiritual; no hay causa alguna que te fuerce a transformarte. Si existiera alguna causa que te obligara a transformarte, no habría espiritualidad posible.

La causalidad es materialismo. Buscas comida porque tienes hambre. Ella te obliga; por lo tanto no hay posibilidad de elegir. No puedes elegir si buscar o no buscar: has de hacerlo. La espiritualidad no pertenece a esta clase de búsqueda. Nadie te está obligando. Has de elegir por ti mismo.

La espiritualidad es una elección. No es causalidad. Todo lo demás es causal; existe una causa y el efecto viene detrás. El efecto no tiene libertad, es causado. La espiritualidad está más allá de la causalidad. No es causada por nada; es tu elección interior. Puedes elegirla o puedes no elegirla. Durante muchas vidas puede que no optes por ella, pero nadie te va a obligar.

Esto se ha de entender y es un hecho muy significativo: si todo tuviera una causa, entonces diría que no existe la espiritualidad. En este caso alguien podría obligarte a ser espiritual. Si la causa existe, el efecto ha de venir después. Así se podría crear un Buda; crearíamos la causa y después te convertirías en un Buda.

Pero somos incapaces de crear situación alguna en la que te puedas convertir en un Buda y no puedes crear una situación en la cual se te pueda impedir que te conviertas en un Buda.

Eres libre. En cualquier momento puedes elegir ser uno y puede que no optes por ello durante muchas vidas.

Esta ha sido una muy antigua disputa entre materialismo y espiritualidad. Esta es la discusión fundamental, no la de si Dios existe o no existe. Ese no es el debate fundamental porque uno puede ser espiritual sin un Dios. Buda nunca creyó en Dios alguno; Mahavira negó la existencia de Dios, pero nadie ha sido tan espiritual como Buda o Mahavira. Por eso Dios no es lo más importante, ni tan siquiera el alma es lo más importante. Buda afirma que no hay yo, ni alma, y él es espiritual por excelencia. ¿Qué es pues lo fundamental en la espiritualidad? Es el concepto de libertad, el que el hombre sea o no sea libre para trascender la humanidad.

Si todo tiene una causa, entonces no existe libertad para ti. Posees un cuerpo determinado debido a ciertas causas, debido a un determinado padre, a una determinada madre, a un determinado país, a un determinado clima, a una determinada herencia. Posees un determinado cuerpo; tiene una causa.

Posees una determinada mente debido a un determinado país, a una determinada cultura, a una determinada educación. Posees una mente debido a determinadas causas. Hablas cierta lengua porque así se ha dispuesto. Si hubieras nacido en China y no se te hubiera enseñado otra lengua más que el chino, será difícil imaginar siquiera que pudieras hablar una lengua distinta. El lenguaje tiene una causa. Se requieren ciertos factores y entonces hablas determinada lengua.

No hay pues libertad en esas cosas. Solamente la espiritualidad carece de causa y ése es el debate entre la ciencia y la religión porque la ciencia dice que no hay nada que sea posible sin una causa, que todo posee una causa. Puede que la conozcas o que no la conozcas, eso es otra cosa. Puede que el factor causal sea desconocido, pero “todo tiene una causa. La causa es o no es conocida, pero todo tiene una causa.

Si todo tiene una causa, no existe la libertad, si un Buda es entonces un Buda, no lo es por méritos propios. ¡Fue algo provocado! Entonces cualquier otro en su situación, X-Y-Z, se convertiría en un Buda. Solamente se requiere de una determinada situación.

Así, un Buda es sustituible por cualquiera. Si se te pone en la misma situación, te convertirás en un Buda, del mismo modo que el agua hierve a cierta temperatura, sea cual sea el agua. Es irrelevante la procedencia del agua, puede ser del Ganges o del Godavari o de donde sea. Cualquier clase de agua hervirá a cierta temperatura y se evaporará a cierta temperatura. A cien grados el agua se evaporará, en cualquier país, en cualquier clima, en cualquier época. La clase de agua es irrelevante. A los cien grados se produce la evaporación. Así pues puedes emplear cualquier agua, A, B, C.

La ciencia afirma que lo mismo ocurre con Buda. Dicen que colocando a cualquier hombre, A, B, C, en la misma situación, si la situación es la misma se producirá un Buda. Lo único que ocurre es que todavía desconocemos todos los factores causales; eso es otra cuestión, pero opinan que los conoceremos algún día.

¡Qué absurdo! Nadie puede crear una situación para convertir a alguien en un Buda. ¡Nadie puede decir cómo! Si le digo al agua, “¡Ahora, evapórate!”, el agua no podrá evaporarse, pero crea la situación y el agua se evaporará. El agua no tiene libertad para poder elegir. La situación es el factor determinante. Si se da la situación, automáticamente el agua se evaporará. La ciencia afirma que la situación del hombre es muy compleja. No es tan simple como el crear calor para que el agua se evapore. Es compleja, pues aún así “todos somos producto de algo” y “todo tiene una causa”.

Si éste fuera el caso, entonces no existiría la libertad. En realidad, en este país, esta idea ha arraigado profundamente en la mente humana. Por ello, los psicólogos dicen que ningún animal es un criminal; algo lo produce; y que ningún Buda es un Buda, algo lo produce. Todos somos esclavos, no hay responsabilidad de nadie. Con la desaparición del concepto de libertad no existe la responsabilidad. Por eso cuando me preguntas por qué la gente no está interesada en transformar sus vidas, su energía interior, en luz espiritual, el “porqué” es irrelevante. No tiene sentido. Con libertad, el “porqué” desaparece. Pero tú sí puedes preguntar por qué esta agua no se evapora, en este caso tienes que descubrir el “porqué” de la situación. Profundiza en la situación y descubrirás la respuesta al por qué esta agua no se evapora. Algo falta. Rectifícalo, y el agua se evaporará.

¿Por qué se enferma cierta persona? Diagnostícala y se descubrirá algo. La respuesta está ahí. ¿Por qué un determinado hombre no es espiritual? La respuesta a esta pregunta no es válida porque con la pregunta “¿por qué?”, asumo que, de alguna forma, en dicha situación debe de haber algo que obstruye el proceso. No existe tal factor. Si quieres ser espiritual puedes serlo; si no quieres serlo, no lo serás; depende de ti. ¡Depende de ti!

No, no se puede hacer nada con el hombre. La espiritualidad no es un bien. Y por esto, porque la espiritualidad significa libertad, es por lo que tan poca gente llega a ser espiritual. Porque nunca empleas tu libertad. Más bien, al contrario, te fuerzas a ser esclavo, porque la esclavitud es algo práctico, muy práctico y cómodo y la libertad es incómoda y poco práctica.

Cuando todo el mundo es un esclavo, puedes acomodarte a todos, si tú también eres un esclavo. Si empiezas a actuar de por libre, te desajustas. El mundo entero ha progresado solamente debido a los individuos desajustados. Los que se ajustan son siempre ortodoxos, tradicionales. Hacen lo que hacen los demás. Se amoldan. La libertad significa que empiezas a moverte en direcciones en las que nadie se mueve. El miedo te atenaza, te empiezas a sentir incómodo. No puedes sentirte seguro porque no hay nadie que haga lo que haces.

Debido a que la libertad es una gran responsabilidad y una responsabilidad altamente peligrosa, es por lo que sigues engañándote a ti mismo.

1 comentario:

frank dijo...

Yo puedo elegir ser esclavo, y justamente por esa elección, estoy ejerciendo mi libertad, o mi condición de ser libre...

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