sábado, 4 de octubre de 2025

VIVIMOS EN LA INCONSCIENCIA

 


Jesús dice:

"Dos descansarán en una cama", tú eres la cama, "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá". Tú eres la cama, hay dos ahí "...uno morirá y el otro vivirá".

Ahora, todo el asunto es a quién se le debería dar la atención. ¿Hacia quién deberías dirigirte, hacia quién debería fluir toda la energía? ¿Quién debería ser la meta?

Por lo general, aquél que va a morir es tu meta. Por eso es que siempre estás en ansiedad, porque estás construyendo una casa sobre la arena. Va a caer, antes de que ni siquiera sea construida caerá y se convertirá en ruinas. Tú siempre estás temblando porque estás firmando sobre el agua, antes de que la hayas completado ya ha desaparecido. Tu ansiedad es debido a que estás comprometido con el reino de la muerte y no has mirado hacia la vida. Y en cada cama están durmiendo dos, y el otro es sólo un testigo.

Préstale más atención a eso, gira hacia eso más y más, eso es lo que quiere decir conversión. Conversión no quiere decir que un hindú se vuelva un cristiano, o que un cristiano se vuelva un hindú. Esto es tontera. Simplemente cambias de etiquetas. Nada se ha cambiado, porque el hombre interno permanece siendo el mismo, el antiguo molde. Conversión significa el cambio en la dirección de la atención, del reino de la muerte al reino de la vida. Es un giro de ciento ochenta grados: mirar al observador, llegar a ser uno con el observador, perderte en el observador, en la consciencia, y entonces sabes que aquello que va a morir, morirá. No produce problemas, y sabes que tú no vas a morir, no hay temor.

Jesús dijo: "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá".

Y depende de ti. Si quieres permanecer en problemas, nunca prestes atención a lo interno; si quieres permanecer siempre en angustia, entonces permanece en la periferia, no mires hacia adentro. Pero si quieres reposo, una eternidad en paz, verdad, las puertas del cielo abiertas para ti, entonces mira hacia adentro. Es difícil, es difícil porque es muy sutil. Donde lo invisible y lo visible se encuentran, donde la materia y el espíritu se encuentran, es muy sutil. Puedes ver la materia, no puedes ver el espíritu, no puede ser visto. Puedes ver lo visible, donde termina; no puedes ver lo invisible, no puede ser visto.

Entonces, ¿qué hay que hacer? Simplemente permanece en el límite de lo visible, y no mires a lo visible, mira en la dirección opuesta. Gradualmente, lo invisible puede ser sentido. Es una sensación, no es un entendimiento; no lo puedes ver, sólo puedes sentirlo. Es tal como una brisa: viene, la sientes, pero no la puedes ver. Es tal como el cielo: está ahí, pero no puedes decir dónde, no lo puedes señalar, no lo puedes tocar. Siempre está ahí, tú estás en eso, pero no lo puedes tocar.

Permanece en el límite de lo visible mirando en la dirección opuesta. Esto es lo que es toda la meditación. Cada vez que puedas encontrar un momento en paz, cierra tus ojos, deja tu cuerpo atrás y todos los asuntos corporales y el mundo de la muerte; el mercado, la oficina, la esposa, los niños, déjalos a todos. No sentirás nada adentro la primera vez.

Hume ha dicho que: "Mucha gente ha hablado de ir adentro y mirar. Cada vez que miro, no encuentro nada -sólo pensamientos, deseos, sueños, flotando aquí y allá- sólo un caos". Tú también sentirás lo mismo. Y si concluyes que no hay nada que valga la pena, en ir una y otra vez para ver este caos, entonces lo perderás. Al principio verás esto, porque tus ojos sólo pueden ver esto, necesitan un giro. Permaneces simplemente ahí mirando a los sueños flotando. Flotan como nubes en el cielo, pero entre dos nubes, a veces verás lo azul; entre dos sueños, dos pensamientos, a veces habrá un vislumbre del cielo de atrás. Sólo que no estés de prisa. Por eso es que dicen que si te apuras lo perderás.

Hay un dicho Zen que dice: "Apúrate lentamente". ¡Eso es correcto! Apúrate, eso está bien porque vas a morir, en ese sentido apúrate. Pero adentro, si estás en demasiada prisa, lo perderás, porque concluirás demasiado pronto, antes de que tus ojos se hayan sintonizado. No concluyas demasiado pronto.

Apúrate lentamente. ¡Sólo espera! Anda ahí, siéntate y espera. Poco a poco, un nuevo mundo de lo invisible se hace claro, llega a ti. Te sintonizas con él, entonces podrás oír la armonía, la melodía, el silencio comienza su propia música. Siempre está ahí, pero es tan silencioso que son necesarios oídos muy bien entrenados. No es como un ruido, es como el silencio. El sonido de adentro es como el silencio, la forma de adentro es sin forma. No hay tiempo ni espacio adentro, y todo lo que sabes está en el espacio o en el tiempo. Las cosas están en el espacio, los eventos en el tiempo, y ahora los físicos dicen que estas dos cosas no son dos; aún el tiempo es sólo una cuarta dimensión del espacio.

Tú conoces sólo el tiempo y el espacio, el mundo de las cosas y de los eventos. Tú no conoces el mundo del ser que presencia. Está más allá de ambos, no está confinado en ningún espacio y no está confinado en ningún tiempo. Hay una duración dentro del tiempo, hay un espacio pero sin altura ni largo ni ancho, es un mundo totalmente diferente. Necesitarás sintonizarte con él, así que no seas impaciente, la impaciencia es la barrera más grande. He sentido que cuando la gente comienza a trabajar hacia lo interno, la impaciencia es la barrera más grande. Una paciencia infinita es necesaria. Puede suceder al momento siguiente, pero una paciencia infinita es necesaria.

Si eres impaciente, puede ser que no suceda por muchas vidas, porque la propia impaciencia no permitirá el reposo del cual habla Jesús, la tranquilidad. Aún la expectativa será una perturbación. Si estás pensando que algo va a suceder, algo extraordinario, entonces no sucederá nada. Si estás esperando que suceda la iluminación, lo perderás. ¡No la esperes! Todas las expectativas pertenecen al mundo de la muerte, a la dimensión del tiempo y del espacio.

Ninguna meta pertenece a lo interno. No hay forma de hacerlo, tan sólo esperar, una paciencia infinita. Jesús dice: "Observa y sé paciente". Y un día, repentinamente estarás iluminado. Un día, cuando la sintonía correcta suceda, cuando estés listo, de pronto estarás iluminado. Toda la oscuridad desaparecerá, estarás desbordante de vida, de vida eterna, que nunca muere.

No hay comentarios:

Buscar este blog