sábado, 8 de septiembre de 2012

EL AMOR Y LA DISCULPA

En nuestra sociedad la disculpa es necesaria porque allí no existe la relación; el otro es prácticamente un extraño. Se requiere de una explicación porque no hay amor. Si hay amor entonces la explicación no es necesaria, el otro lo comprenderá. Si existe amor, no hay necesidad de disculpas, el otro comprenderá. El amor siempre comprende.

Por eso no hay moralidad más elevada que el amor, no puede haberla. El amor es la ley más elevada, pero cuando no está se requiere de sustitutos. Al pisar el pie de un desconocido en el mercado, antes que se ponga furioso, se necesita de una disculpa, y de una explicación también.

Con referencia a esto debe de comprenderse una cosa. En Occidente, incluso un esposo debe disculparse, una esposa debe explicarse. Esto significa que el amor ha desaparecido. Significa que todos se han convertido en extraños, que no hay hogar, que cualquier sitio se ha convertido en un mercado. En el Este es imposible concebir esto, pero los occidentales piensan que los orientales son rudos. Un esposo nunca ofrecerá una explicación; no es necesario porque no somos extraños y el otro puede comprender. Cuando el otro no puede comprender, sólo entonces se necesita la disculpa. Y si el amor no es capaz de entender, ¿qué bien puede hacer la disculpa?

Si el mundo se convierte en un hogar, todas las disculpas desaparecerán, todas las explicaciones desaparecerán. Te explicas porque no estás seguro del otro. La explicación es un truco para evitar el conflicto, la disculpa es un sistema para evitar el conflicto. Pero el conflicto está ahí y te asusta.

Esta es una forma civilizada de salirse de la lucha. Has pisado el pie a un desconocido, ves la violencia en sus ojos, se ha vuelto agresivo, va a golpearte. La disculpa es necesaria, la disculpa calmará su ira; es un truco. No necesitas ser auténtico con tu disculpa, es sólo un truco social, funciona como lubricante. Ofreces una explicación tan sólo para decir: "Yo no soy responsable... hay tanta gente... es un mercado... no pude evitarlo... tenía que suceder...”. La explicación dice: "No soy responsable".

El amor es siempre responsable, tanto si el sitio está atestado como si no lo está, porque el amor está siempre despierto y alerta. No puedes derivar la responsabilidad a la situación, tú eres el responsable.

¿Qué es lo que estás haciendo cuando dices, lo siento? Tu sueño se desmorona, estás caminando en un sueño, debes haber estado soñando, imaginando, algo había en tu mente, y pisaste a alguien. No debido a que hubiese demasiada gente; hubieras tropezado incluso si no hubiera habido nadie, incluso entonces hubieras pisado a alguien.

Las explicaciones son siempre engañosas. Parecen lógicas, pero son falsas. Puedes dar explicaciones sólo cuando intentas esconder algo. Puedes observarlo en tu vida cotidiana. No es una teoría, es un simple hecho en la experiencia de todo el mundo; das explicaciones sólo cuando quieres ocultar algo.

La verdad no requiere de explicación alguna. Cuanto más mientes, más explicaciones necesitas. Hay tantas y tantas escrituras debido a que el hombre ha mentido tanto, se necesitan explicaciones para esconder la mentira. Tienes que ofrecer una explicación, y esta explicación requerirá de otras explicaciones, y así siempre. Es una regresión infinita.

La próxima vez que intentes dar una explicación, date cuenta de lo que estás haciendo. ¿Estás intentando esconder algo, intentando justificar algo? Nada de esto le servirá de ayuda.

Hagas lo que hagas o dejes de hacer, digas lo que digas o dejes de decir, todo te descubre. Hay espejos por todo tu alrededor. Cada prójimo es un espejo, cada situación es un espejo ¿y a quién crees que estás engañando? Si el engaño se convierte en hábito, en último término te habrás engañado a ti mismo y a nadie más. Es tu vida la que desperdicias en engaños.

Chuang Tse dice: "Las explicaciones muestran que no eres auténtico, que no eres sincero".

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