sábado, 1 de septiembre de 2012

LA IMPORTANCIA DE LO ESPONTANEO

Todo lo que es grande, todo lo que es bello, todo lo que es verdadero y real es siempre espontáneo. No puedes planearlo. El momento en que planeas algo, por lo general, todo va mal. El momento en el que el planear entra, todo se vuelve irreal.

Pero esto es lo que ha sucedido a la humanidad. Tu amor, tu sinceridad, tu verdad, todo, se ha torcido porque lo has planeado, porque se te ha enseñado a no ser espontáneo. Has sido enseñado a manipularte a ti mismo, el controlarte, a comportarte, y no a ser un flujo natural. Te has convertido en algo rígido, congelado, muerto.

La vida no conoce de planes. En sí misma es suficiente. ¿Acaso los árboles planean como crecer, cómo madurar, cómo florecer? Simplemente crecen sin ser conscientes del crecer. No hay auto-consciente, no hay separación.

Siempre que comienzas a planear algo ya te has dividido a ti mismo, te has convertido en dos; el que controla y el que es controlado. Ha surgido un conflicto, ya nunca estarás en paz. Puede que tengas éxito al controlar, pero no habrá paz; puede que no tengas éxito al controlar y entonces tampoco habrá paz. Tanto si triunfas como si fracasas, en último término reconocerás que has fallado. Tu fracaso será un fracaso y tu éxito también será un fracaso. Hagas lo que hagas tu vida será desgraciada. Esta división crea fealdad, tú no eres uno, y la belleza pertenece a la unicidad, la belleza pertenece a la totalidad armoniosa. Todas las culturas, todas las sociedades te hacen repugnante. Toda moralidad te hace repugnante porque está basada en la división, en el control.

El florecer es siempre un lujo, no una necesidad. Ningún árbol necesita florecer como algo necesario, las raíces son suficientes. El florecer es siempre un lujo. Las flores llegan sólo cuando el árbol tiene demasiado, cuando necesita dar, cuando necesita compartir.

Cuando tienes en exceso, la vida se convierte en una danza, una celebración. Pero la sociedad no te permite bailar, celebrar, pues la sociedad tiene que controlar que nunca tengas más energía de la necesaria. Sólo se te permite vivir al nivel mínimo. No se te permite ser demasiado, porque una vez que eres demasiado no se te puede controlar, y la sociedad quiere controlarte. Es una dominación muy sutil.

Todos los niños nacen desbordantes y entonces tenemos que cortarles la fuente de energía, tenemos que podar al niño aquí y allí de forma que sea algo controlable. Y la base de todo control es dividir al niño en dos. Entonces no necesitas preocuparte, el mismo se autocontrolará. Entonces no necesitas preocuparte, el mismo será el enemigo de su propio yo.

Por eso dices al niño: "Esto está mal". No hagas esto. De repente el niño se halla dividido, ahora sabe qué es lo que está mal, sabe qué parte de su ser está equivocada, y su cabeza se convierte en el controlador. A través de la división el intelecto se convierte en el controlador, el amo. Si estás sin dividir, no tendrás cabeza alguna. No quiero decir que la cabeza desaparezca o que la cabeza vaya a caer, sino que no estarás dirigido por la cabeza; serás todo tu ser.

Ahora sólo eres la cabeza, el resto del cuerpo sólo sirve para sostener la cabeza. La cabeza se ha convertido en el explotador, en el dictador. Y esto ha venido a raíz del conflicto, de la creación del conflicto en ti. Se te ha enseñado que esto es bueno y esto es malo. El intelecto lo aprende y luego el intelecto te sigue condenando.

Recuérdalo, si te condenas a ti mismo condenarás a todo el mundo, condenarás al todo. Y una persona que se condena a sí misma no puede amar. Una persona que se condena a sí misma no puede orar. Una persona que se condena a sí misma, para él no hay Dios, no puede ser. Una mente condenadora nunca puede entrar en el templo divino. Sólo cuando estás extático, sin condenar, sólo cuando estás desbordante sin nadie dirigiendo, sin nadie controlando, se convierte la vida en un dejarse llevar; no es formal, es natural. Y entonces entras, entonces la puerta está en todas partes. Entonces puedes alcanzar el templo desde cualquier lugar.

La energía desbordante se mueve siempre hacia Dios. Dios no está presente en el mundo, no es por causa de la ciencia, ni por causa de los ateístas, sino por causa de los mal llamados religiosos. Te han dividido tanto que el río continúa luchando consigo mismo. No queda nada que pueda moverse, no queda energía; estás tan cansado luchando contigo mismo que ¿cómo te vas a mover hacia el mar?

Espontaneidad, vivir como un todo... Si quieres vivir como todo, no puedes planear. ¿Quién puede planear? No puedes decidir por el mañana, sólo puedes vivir aquí y ahora. ¿Quién puede decidir? Si tu decides, la división ha entrado, entonces tienes que manipular. ¿Quién puede planear? El futuro es desconocido y ¿cómo puedes planear lo desconocido? Si planeas sobre lo desconocido el planear vendrá del pasado. Significa que lo muerto controlará lo vivo. El pasado está muerto, y el pasado sigue controlando lo futuro, de aquí que estás tan aburrido. Es natural, tiene que suceder así. El aburrimiento viene del pasado, porque el pasado está muerto y el pasado está intentando controlar el futuro.

No hay comentarios:

Buscar este blog