sábado, 15 de septiembre de 2012

LA AUTENTICIDAD Y LA CONSCIENCIA


“La mayor cortesía está libre de toda formalidad.
La conducta perfecta está libre de preocupación.
La sabiduría perfecta no se planea.
El amor perfecto existe sin demostraciones.
La sinceridad perfecta no ofrece garantía”

Todas estas perfecciones requieren de algo, y eso es la consciencia espontánea; si no siempre tendrás monedas falsas, llevarás caras falsas. Puedes ser sincero, pero si tienes que hacer algún esfuerzo, esta sinceridad es sólo superficial.

Puedes ser amoroso, pero si tu amor requiere esfuerzo, si tu amor es del que Dale Carnegie habla en "Cómo encontrar amigos e influenciar a la gente", si este tipo de amor está ahí, no puede ser real. Lo has estado manipulando. En este caso hasta la amistad es un negocio.

Cuidado con los Dale Carnegies o similares; son gente peligrosa, destruyen todo lo que es real y auténtico. Te enseñan cómo ganar amigos, te muestran trucos, técnicas, te hacen eficiente, te dan el sistema.

Pero el amor no tiene sistemas, no puede. El amor no necesita de entrenamientos, y la amistad no es algo que se tenga que aprender. Una amistad por conveniencia no es una amistad, es tan sólo una explotación. Estás explotando al otro para engañarle. No eres auténtico, es una relación de negocios.

Pero en América todo se ha convertido en negocio; tanto la amistad como el amor. Los libros de Dale Carnegie se han vendido millones de ejemplares, cientos de ediciones, y son superados en popularidad sólo por la Biblia.

Ahora nadie sabe cómo hacer una amistad, se le tiene que enseñar. Antes o después surgirán colegios para aprender a amar, cursos de entrenamiento, incluso por correo, lecciones que puedas aprender y aplicar. Y el problema es que si tienes éxito entonces estás perdido para siempre, porque lo real nunca te sucederá, la puerta está completamente cerrada. Una vez que te vuelves eficiente en ciertas cosas, la mente se resiste. La mente dice: Este es el atajo y lo conozco, ¿por qué escoger otro camino?

La mente busca siempre la línea de menor resistencia. Por eso es que la gente inteligente nunca puede amar. Son tan inteligentes que empiezan a manipular. No dirán lo que sienten en su corazón, dirán lo que saben que agradará. Miran al otro y ven lo que quieren ver. No expresarán su corazón, tan sólo crearán una situación en la que el otro pueda ser engañado.

Los maridos engañando a las esposas, las esposas engañando a los maridos, los amigos engañando a los amigos... Todo el mundo se ha convertido en una multitud de enemigos. Sólo hay dos tipos de enemigos: aquellos a los que no has podido engañar y aquellos a los que sí has podido. Es la única diferencia. ¿Cómo puede darse entonces el éxtasis en tu vida?

Así que esto no es un proceso de aprendizaje. La autenticidad no puede surgir a través de la enseñanza; la autenticidad se da a través de la consciencia, si estás despierto, si vives de un modo consciente.

Mira la diferencia: vivir conscientemente significa vivir abierto, sin esconderse, sin jugar al gato y al ratón. Estar alerta significa ser vulnerable, y sea lo que sea que suceda, que suceda. Lo aceptas, pero nunca te comprometes, nunca compras algo olvidándote de tu consciencia. Incluso si ello significa el quedarte totalmente solo, aceptarás el estar solo, pero estarás conscientemente alerta, despierto. Únicamente con esta vigilancia empieza la verdadera religión a suceder.

Estés donde estés, recuérdate, recuerda qué eres; esta consciencia de que eres debería de ser una continuidad. No es que debas de acordarte de tu nombre, tu clase, tu nacionalidad, eso son cosas banales, totalmente inútiles, tan sólo recuerda esto: Yo soy. Esto no lo debes olvidar. Es lo que los hindúes llaman autorecuerdo, lo que Buda llamó correcta atención, lo que Gurdjieff denominaba recordarse a sí mismo, lo que Krishnamurti denominaba consciencia.

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