sábado, 22 de diciembre de 2012

LA REALIDAD DE LOS OPUESTOS

La vida es dialéctica, porque no es lógica. Lógica significa que el opuesto es realmente el opuesto, y la vida siempre implica al opuesto en sí mismo. En la vida lo opuesto no es realmente el opuesto, es el complementario. Sin él nada es posible.
Por ejemplo, la vida existe a causa de la muerte. Si no hay muerte no puede haber vida. La muerte no es el final y la muerte no es el enemigo, más bien al contrario, pues debido a la muerte, es posible la vida. Por eso la muerte no está en algún lugar al final, está implícita en el aquí y ahora. Cada instante tiene su vida y su muerte, de otro modo la existencia es imposible.

Existe la luz, existe la oscuridad. Para la lógica son opuestos, y la lógica dirá: si hay luz, no puede haber oscuridad; si hay oscuridad, no puede haber luz. Pero la vida dice exactamente lo contrario: si hay oscuridad es debido a la luz; si hay luz, es debido a la oscuridad. Puede que no seamos capaces de distinguir al otro cuando éste se halla escondido tras la esquina.

Existe el silencio debido al sonido. Si no hubiera sonido alguno, ¿podrías estar en silencio? ¿Cómo podrías permanecer en silencio? El opuesto es necesario como fondo. Aquellos que siguen el camino de la lógica están equivocados porque su vida se vuelve un bucle. Creen en la luz, y empiezan a negar la oscuridad; creen en la vida, y empiezan a combatir la muerte.

Por eso es por lo que no existe tradición alguna en el mundo que afirme que Dios sea ambas cosas: luz y oscuridad. Una tradición afirma que Dios es luz, que no es oscuridad. No existe la oscuridad en Dios para aquellos que creen que Dios es luz.

Otra tradición sostiene que Dios es la oscuridad, pero para ellos no existe la luz. Ambas están equivocadas, porque ambas son lógicas, niegan los opuestos. Y la vida es tan inmensa que lleva al opuesto en sí misma. No es negado, es abarcado.

Alguien dijo una vez a Walt Whitman, uno de los más grandes poetas nunca nacidos, "Whitman, te contradices a ti mismo. Un día dices una cosa, y al día siguiente sostienes la contraria".

Walt Whitman sonrió y dijo, "No tengo límites. Puedo contener todas las contradicciones".

Sólo las pequeñas mentes son consistentes, y cuanto más estrecha es la mente, tanto más consistente es. Cuando la mente es amplia, todo está implícito: hay luz, hay oscuridad, Dios está ahí y el demonio también, en su gloria absoluta.

Si comprendes ese proceso misterioso de la vida que funciona a través de los opuestos, que es dialéctico, en el cual el opuesto ayuda, te da equilibrio, tono, forma el fondo, sólo entonces puedes entender a Chuang Tse, porque el conjunto de la visión Taoísta se basa en la complementariedad de los opuestos.

Ellos utilizan dos palabras: ying y yan. Son opuestos, masculino y femenino. Piensa tan sólo en un mundo que fuera masculino o en uno que fuera totalmente femenino. Estaría muerto. En el momento en que naciera estaría muerto. No podría haber vi¬da en él.

Se necesita al opuesto, porque el opuesto es atractivo. El opuesto se convierte en el imán, te atrae; el opuesto te saca de ti mismo, el opuesto rompe tu prisión, el opuesto te hace inmenso. Siempre que se niegue al opuesto, habrá problemas. Y eso es lo que hemos estado haciendo, de ahí que haya tantos problemas en el mundo.

El hombre ha intentado crear una sociedad que es básicamente masculina, por eso es por lo que hay tantos problemas. La mujer ha sido negada, ha sido expulsada. En los siglos pasados a la mujer no se la veía por sitio alguno. Estaba escondida en las habitaciones posteriores de la casa, y no se le permitía incluso estar en el salón.

No podías encontrártela en la calle, no podías verla en las tiendas. No formaba parte de la vida. El mundo se tornó feo, porque ¿cómo puedes negar al opuesto? El mundo se volvió un bucle, se perdió todo el equilibrio. El mundo enloqueció.

A la mujer no se le permite aún funcionar en la vida corrien¬te, no es realmente una parte, una parte vital de la vida. Los hombres viven en círculos machistas; el club exclusivista donde se reúnen los chicos, la bolsa, la política, el mundo científico.

Todo es un círculo cerrado. El hombre domina, por eso hay tanto sufrimiento. Y cuando uno de los polos opuestos domina, implica sufrimiento, porque el otro se siente herido y se venga.

La vida familiar es tan miserable porque no habéis oído lo que dice Chuang Tse. Ocurren tantas guerras porque no oímos que los opuestos tienen que fundirse entre sí. Negándolo haces una invitación a los problemas, y en cada camino, en cada nivel, en cada dimensión, ocurre lo mismo.

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