sábado, 7 de diciembre de 2013

UN NUEVO ESTILO DE EXISTENCIA

Son tantas las enfermedades que se circunscriben solamente al hombre. No aparecen en los animales. Los animales son más sanos. Menos enfermos, menos feos. No hay motivo para que el hombre no pueda ser más vital, más hermoso, más sano. El entrenamiento que hemos experimentado durante diez mil años, este prolongado entrenamiento de la mente, puede ser la causa de ello. Pero si tú mismo formas parte del mismo patrón, no logras concebir esta idea.

Muchas enfermedades físicas se deben a una mente lisiada. ¡Y estamos lisiando la mente de todo el mundo! Los primeros siete años de la vida de un niño son los más importantes. Si le produces daño a la mente, será difícil remediarlo. Pero seguimos produciendo daño, sin remordimiento alguno. Mientras más profundamente penetra la sicología en las raíces de la mente, más aparecen los padres y profesores como unos criminales, pero inconscientes. También sufrieron debido a la generación anterior. Tan sólo están pasando el relevo de la enfermedad.

Sin embargo, ahora se ha abierto una nueva posibilidad. Por primera vez, especialmente en Occidente, el hombre se ha liberado de sus necesidades primarias. Ahora podemos experimentar con nuevas posibilidades para la mente. Era imposible hacer esto en el pasado, pues las necesidades del cuerpo eran una carga tan pesada, tan insatisfecha. Pero ahora esa posibilidad ha aparecido. Vivimos en el umbral de una profunda revolución, una revolución de magnitud tal como nunca ha conocido la historia humana. Ahora es posible una revolución de conciencia, con mayor destreza para conocer y comprender, podemos cambiar. Se necesitará mucho tiempo, pero la posibilidad se encuentra abierta para nosotros. Si nos atrevemos, si tenemos valor, podemos transformarla en una realidad.

La humanidad entera se encuentra en peligro. O bien volvemos al pasado o avanzamos hacia un nuevo futuro. No se trata de una tercera guerra mundial, no se trata de comunismo o capitalismo. Estos problemas ya están añejos. Se acerca una nueva crisis. Tendremos que decidimos por buscar una nueva conciencia -y por tanto, decidimos a trabajar por ello- o bien, volver atrás, regresar a los viejos moldes.

Volver atrás es también posible. Cada vez que aparece una crisis, la primera reacción de la mente es la regresión. Cada vez que te enfrentas a algo a lo cual no puedes enfrentarte, vuelves atrás.

Lo malo es que si intentamos crear un nuevo ser humano, nos veremos enfrentados a una situación totalmente nueva para nosotros, y es posible que reaccionemos con una regresión. Incluso existen profetas que predican en pro de la regresión. Desean que vuelva el pasado: "En el pasado hubo una era dorada. ¡Vuelvan a ella!" Pero para mí eso es suicida. Debemos avanzar hacia el futuro, por muy azaroso y difícil que se nos presente.

La vida debe avanzar hacia el futuro. Debemos hallar un nuevo estilo de existencia. Confío en que es posible que esto ocurra. Y Occidente debe ser la base para que esto ocurra, pues el Oriente no es más que el Occidente de hace trescientos años. El Oriente sufre serios problemas de sustento y supervivencia, pero el Occidente se halla libre de todo esto.

Cuando vienen a mí personas jóvenes del Occidente, estoy siempre consciente de que pueden progresar o regresar. Y en cierto modo han estado regresando, actuando como niños, como seres primitivos. Eso no es bueno. Su rebelión es buena, pero deben actuar como un nuevo tipo de hombre, no como salvajes. Deben crear en su interior las posibilidades para una nueva conciencia.

En lugar de eso, han estado drogándose. La mente primitiva siempre se ha fascinado con las drogas, ha sido hipnotizada por ellas. Si aquellos que se alejan de la sociedad occidental comienzan a actuar como seres primitivos, no estaremos presenciando una rebelión, sino una reacción y una regresión. Deben actuar como una nueva humanidad. Deben avanzar hacia una nueva conciencia; total, global y aceptadora de todas las potencialidades contradictorias que hay en un ser humano.

La diferencia que existe entre los animales y el hombre es que los primeros tienen potencialidades definidas, mientras que el hombre tiene posibilidades infinitas. Pero sólo se trata de posibilidades. El hombre puede desarrollarse, pero este desarrollo debe ser apoyado. Debemos abrir centros a través del mundo, en donde esto pueda ocurrir.

La mente debe ser entrenada en forma lógica y racional, pero también debe serlo simultáneamente en la meditación irracional, no-racional. La razón debe ser ejercitada y al mismo tiempo las emociones. La razón no debe ser entrenada a costa de las emociones. La duda debe estar presente, pero también la fe.

Es fácil tener fe sin dudar en ningún momento; y también es fácil dudar sin asomo de fe. Pero estas fórmulas son elementales, simples para estos tiempos. Ahora debemos crear una sana duda, una duda persistente, una mente escéptica que exista a la par con la mente crédula. Y el ser interno debe poder moverse de una a otra; de la duda a la fe y viceversa. Con la investigación objetiva, uno debe ser receloso, escéptico, cauto. Pero existe otra dimensión, paralela a ésta, en que la clave está dada por la fe, no por la duda. Las dos son necesarias.

El problema consiste en cómo crear simultáneamente las polaridades opuestas. Es esto lo que me interesa. Seguiré estimulando la duda y seguiré estimulando la fe. Yo no veo contradicción intrínseca en ello, porque para mí es el movimiento lo importante, el movimiento de un polo a otro.

Mientras más adheridos estamos a uno de los polos, más difíciles se ponen las cosas. Por ejemplo, en Occidente han cultivado la actividad. Sin embargo no pueden dormir bien. Cuando te vas a dormir, la mente no logra cambiar de la actividad a la inactividad. Te das vueltas una y otra vez en la cama; la mente sigue activa. Debes tomar un tranquilizante para dormir. Sin embargo, un sueño forzado no puede proporcionarte mucho descansó; es sólo superficial. En lo profundo, la agitación continúa. El sueño se transforma en pesadilla.

En Oriente ha ocurrido lo contrario. El Oriente puede dormir bien, pero no puede activarse. Aún en la mañana la mente oriental se encuentra soñolienta, letárgica. Durante siglos han dormido bien sin hacer nada más, mientras que ustedes han hecho mucho, pero al costo de crear inquietud, una verdadera enfermedad. Y, debido a esta inquietud, todo lo que han hecho resulta inútil. ¡Ni siquiera pueden dormir!

Es por eso que yo me empeño en entrenar la mente para la actividad, para la inactividad y, lo más importante, para el movimiento, de modo que puedas cambiar de una a otra. Es posible entrenar a la mente para movilizarse entre estos dos polos. En un instante puedo pasar de cualquier actividad a la inactividad. Puedo hablar contigo durante horas y en un instante puedo entrar en un profundo silencio interno en el que no hable. Y, a menos que esta posibilidad se produzca en ti tu crecimiento se verá dificultado.

El futuro deberá permitir que exista una profunda armonía entre las polaridades internas. A menos que se produzca este movimiento entre los opuestos, la búsqueda humana habrá finalizado.

No hay comentarios:

Buscar este blog