sábado, 17 de octubre de 2015

LAS VERDADERAS TRADICIONES

Nadie puede hacer una imagen de lo divino porque lo divino quiere decir el todo. ¿Cómo puedes hacer una imagen del todo? Pero no estoy diciendo que no puedas hacer mapas, no estoy diciendo que no puedas crear símbolos. Lo único que hay que recordar constantemente es que un símbolo es un símbolo y no la verdad. No te aferres al símbolo como a una verdad. En el momento en que te olvidas del símbolo como símbolo, y éste se convierte en la verdad misma, entonces... entonces pierdes toda la perspectiva.

La gente puede tolerar a una persona vestida de color naranja. Puede tolerar a dos, tres, cuatro, cinco personas: ¿hasta cuántos pueden tolerar? ¡Voy a crear miles! Y cada persona de naranja será una ofensa. Su presencia será una molestia, una conmoción. ¿Cuántos pueden tolerar? ¿y durante cuánto tiempo?

Esas personas vestidas de naranja tienen una función; todo lo que se hace aquí tiene una función.

No hace falta que tengas miedo; eso es exactamente lo que está sucediendo. No todas las tradiciones son malas. Depende.

Por ejemplo, el cristianismo es una tradición, al igual que el islam ó el budismo. ¡El zen es también una tradición! ¡Y el sufismo también! Pero no los pongas en la misma cesta; son totalmente diferentes.

El cristianismo es una tradición de culto, igual que el islam y el budismo. Pero el zen, el sufismo, el hassidismo no son tradiciones de adoradores, son tradiciones de exploradores.

Son las tradiciones de los que están realmente hambrientos de la verdad, de los que están sedientos.

Muchos han recorrido el camino, ¿no te gustaría beneficiarte de sus experiencias? Esto es una auténtica tradición.

Muchos han buscado antes que tú. No estás buscando la verdad por primera vez. ¿Por qué deberías empezar desde el ABC? Tú te podrías beneficiar de toda esa experiencia. Por eso estoy hablando continuamente de estas tradiciones: sufismo, hassidismo, tantra, yoga, zen, tao. ¿Por qué? Todas son tradiciones, pero ¡hay tradiciones y tradiciones!

La tradición que se convierte sólo en un culto, que sólo es una creencia, que simplemente consuela y no te transforma, está mal. Pero hay tradiciones que pueden transformarte, que son grandes corrientes de energía: si puedes unir tus manos con esas corrientes, tu viaje se volverá muy sencillo, fácil. Te irás moviendo en un territorio determinado.

Sí, ésta es la creación de una tradición. Y eres afortunado porque raramente sucede algo así; muy poca gente puede asistir al principio de una tradición, desde su mismo origen. Las personas que lleguen después no serán tan afortunadas. Tendrán que depender de cosas de segunda mano.

Ha habido dos tipos de personas en el mundo. Uno, aquellos que no quieren crear una tradición. Por ejemplo, Krishnamurti no deseaba crear una tradición, pero aun así, ésta está siendo creada. No obstante, él no coopera para que esto ocurra; al contrario, crea todo tipo de obstáculos. Incluso así habrá una tradición, es algo que no puede evitarse. En el momento en que hablas, la tradición está en camino. En el momento en que dices, en el momento en que miras en los ojos de alguien, se crea la tradición. ¿Qué es una tradición? Sólo la siguiente declaración: «¡He llegado!». Quizás no sea en palabras. Podría quedarme tranquilo, en silencio, pero mi silencio sería percibido; y se crearía asimismo una tradición. Es algo que ocurre cuando me comunico con cualquiera en el mundo. Donde hay dos se produce la creación, la creación de la tradición. Si estoy solo no hay tradición. Si estoy solo y no comulgo y no me relaciono entonces no puede nacer una tradición; es imposible.

Siempre que la verdad sucede tiene que ser comunicada. Es una necesidad intrínseca. Igual que cuando una flor se abre la fragancia se esparce; en el esparcirse de la fragancia está el inicio de la tradición.

Krishnamurti dice que no quiere crear una tradición. Decir esto no sirve de nada; la tradición será creada. El Buda nunca quiso crear la tradición pero la tradición fue creada.

Aunque el maestro no quiera crear una tradición por miedo a que un noventa y nueve por ciento de las cosas se hagan mal -y la posibilidad existe-, la tradición finalmente se creará. Y tendrá sólo ese noventa y nueve por ciento de cosas de las que el maestro estaba asustado, porque él nunca hizo nada por potenciar ese uno por ciento restante.

Krishnamurti podría crear una tradición y procurar que en ella existiese ese uno por ciento; sólo él puede hacerlo. Pero serán los discípulos quienes creen la tradición y, como está sucediendo, hagan que exista en ella únicamente el noventa y nueve por ciento de cosas que están mal.

Otra forma es: el maestro decide crear su propia tradición. Hay más posibilidades de que ésta permanezca más cercana a lo esencial, porque él suministrará el uno por ciento.

Todo mi esfuerzo aquí será éste: crear una tradición tan clara como sea posible para que nadie te pueda confundir fácilmente, y tú no te confundas con facilidad.

Es un trabajo consciente. Es la creación consciente de una tradición. Hay más posibilidades de que más gente sea beneficiada por ella. Pero no estoy diciendo que nada irá mal; hay que correr ese riesgo.

La vida siempre es un riesgo. Dices algo y hay un riesgo: alguien lo puede entender erróneamente, alguien puede darle otro sentido. En el momento que hablas, hay ese riesgo. Hay que aceptarlo, es parte del juego de la vida, Ese es el desafío.

Si tú dices: «Tengo miedo de estar participando en la creación de una tradición». No hace falta que tengas miedo. Es exactamente lo que está sucediendo.

O bien participas en ello conscientemente, o vete de aquí. Va a ser una tradición. Va a ser una de las tradiciones creada más conscientemente. Pero si tienes demasiado miedo, tienes miedo a ese noventa y nueve por ciento de cosas que pueden salir mal y no estás interesada en el uno por ciento restante, entonces, por favor, vete. No hace falta que te metas en problemas innecesarios. Eres libre.

1 comentario:

Pedro Martínez dijo...

Es una bonita enseñanza, Ser un explorador en vez de un buscador, vivir en el ahora, en vez de preocuparse por el futuro, puede parecer una linda filosofia, pero en el fondo es una excelente guia espiritual, para aquellos que todavia estamos buscando determinado estado o condicion espiritual en vez de explorar la espiritualidad en su totalidad.

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