sábado, 5 de mayo de 2018

LA POESÌA


El que se dice poeta, primero: no puedes estar identificado como poeta, porque la poesía sucede solamente cuando tú no estás ahí. Si tú estás presente, será sólo una falacia. Sólo ocurre cuando estás ausente.

Por eso es tan hermosa. Penetra en tu vaciedad; te llena, llena tu vacío. Quedas preñado con lo desconocido, con lo extraño.

El poeta es, simplemente, una madre. La madre no va a producir al hijo. El niño ha sido concebido; a lo más, la madre lo va a cuidar, protegiéndolo en lo profundo de su corazón, tratando de darle un cuerpo, no el alma.

La poesía te viene tal como un niño es concebido: en profundo amor. En profunda receptividad, te conviertes en un útero y la poesía es concebida. Es una preñez. Y uno tiene que tener mucho cuidado, porque el aborto siempre es posible; puedes abortar, puedes tener demasiado apuro y puedes destruirlo.

Permite que se asiente dentro de tu ser. Tomará su tiempo; crecerá poco a poco. Crecerá en tu inconsciente. Tu consciente no es necesario; tu consciente sólo será una interferencia. Olvídate de él, déjalo crecer.

Te sentirás pesado, todo tu ser se sentirá como si estuvieras llevando una carga. Grato, agradable; pero aún así, una carga. Y entonces, un día, nace el niño. En ese momento, no solo nace el niño: también nace la madre.

Cuando nace la poesía, también nace el poeta. No es el poeta el que escribe la poesía. En realidad, es el nacimiento de la poesía lo que crea al poeta. Antes no eras un poeta, sólo lo eres cuando nace la poesía.

Una mujer se convierte en madre. Ser madre es entrar en una categoría totalmente diferente de la de una mujer corriente. Una mujer es una mujer, una madre es algo totalmente diferente. Ella ha concebido algo del más allá; ha llevado el más allá en su útero, y le ha dado un cuerpo.

El poeta nace cuando nace la poesía, Es una sombra de la poesía, una consecuencia de la poesía. Sucede a la poesía, no la precede. Antes no hubo poeta, antes no hubo madre. Había un hombre, había una mujer; pero no había un poeta, no había una madre. La madre comienza a existir después de que la poesía ha sucedido.

Pero normalmente, lo que llamas poesía no lo es. Es sólo una cosa mental. La piensas y la escribes. Todo lo que tú escribes es prosa, y todo lo que Dios escribe a través de ti es poesía. Puede que tenga forma de prosa, no importa. Todo lo que dicen Buda o Jesús es poesía. La forma está en prosa: eso da igual. Es poesía, porque Dios la escribe; la totalidad la escribe a través de la parte; el océano trata de enviarte un mensaje a través de la gota.

Siempre que escribes, es prosa, prosa corriente. Cuando Dios escribe a través de ti, es poesía. Puede que sea prosa... pero aún así es poesía.

No puedes identificarte como poeta. Eso será una molestia, destruirá toda la música y toda la armonía. Por lo tanto, es bueno, bueno que la identificación se desmorone, bueno que te hayas olvides de la poesía, bueno que no parezca afectarte ahora en modo alguno el que escribas o no. Esta es la situación correcta. Ahora, por primera vez, existe la posibilidad de que la poesía pueda suceder.

No puedo decir: “Sucederá", porque la poesía no se puede predecir. Si la predices, nuevamente la mente comenzará a funcionar, y esperará y tratará de hacer algo al respecto. No, olvídate de ello completamente. Puede que tarde meses, puede que tarde años, puede que tarde toda tu vida, pero un día, si en verdad has olvidado completamente tu identificación, te convertirás en el canal. Algo fluirá a través de ti.

Vendrá a través de ti, pero será algo del más allá. Entonces serás un observador, un testigo. No serás un poeta, serás un testigo. Y cuando la poesía nazca, una diferente cualidad de ser vendrá como secuela.

Eso es lo que es un poeta. Todos los grandes poetas son humildes, no son pretenciosos.

Los Upanishads ni siquiera están firmados, nadie sabe quién los escribió. La poesía más grande; y los más grandes poetas ni siquiera han tratado de firmarla, no han dejado sus firmas. Eso hubiera sido profano. Han dejado la poesía, pero no se han dado importancia. Fueron sólo vehículos.

Un verdadero poeta es un vehículo, un medio. Por eso alabo tanto la poesía, porque está muy cerca de la meditación, muy cerca de la religión, es su vecino más cercano. El político trabaja con lo práctico, el científico con lo posible, el poeta con lo probable y el místico con lo imposible. Lo probable es el vecino más cercano de lo imposible, es por ese motivo que alabo la poesía.

Pero cuando la alabo, no estoy alabando a sus poetas. El noventa y nueve por ciento de ellos sólo escribe basura. Están haciendo algo mental, están en una empresa del ego. Se las arreglan para hacerlo, eso es todo, pero la poesía no pasa a través de ellos.

La poesía es la comunicación del misterio de la vida. A menos que lo hayas sentido, ¿cómo puedes comunicarlo? La poesía es una relación que estableces con lo absoluto. Algo se transmite entre la gota y el océano, entre la hoja y el árbol. Algo se transmite entre lo absoluto y la parte; y la parte empieza a danzar, la parte está tan rebosante de gozo que canta... tan encantada que sus movimientos se convierten en poesía. Ya no camina sobre la tierra: vuela.

La prosa equivale a caminar sobre la tierra; la poesía es un vuelo hacia el cielo. La prosa es sólo caminar, la poesía es danza. Los movimientos son los mismos, pero la cualidad es tremendamente diferente.

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