sábado, 4 de junio de 2022

LA INCONSCIENCIA DE LA MENTE

 


La mente es un mecanismo. No tiene inteligencia. La mente es un biocomputador. Cómo puede tener alguna inteligencia? Tiene habilidad, pero no tiene inteligencia; tiene una utilidad funcional, pero no tiene consciencia. Es un robot; trabaja bien, pero no la escuches demasiado, porque entonces perderás tu inteligencia interior. Entonces es como si le estuvieras pidiendo a una máquina que te guie, que te dirija. Le estás pidiendo a una máquina que no tiene nada original, no puede tenerlo. Ni un solo pensamiento de la mente es nunca original, es siempre una repetición. Observa. Siempre que la mente dice algo, mira que de nuevo te está metiendo en una rutina. Trata de hacer algo nuevo y la mente tendrá menos dominio sobre ti.

Las personas que son creativas siempre, de alguna manera, se transforman fácilmente en meditadoras, y las personas que no son creativas en su vida son las más difíciles. Si vives una vida repetitiva, la mente tiene demasiado control sobre ti, no puedes apartarte de ella, tienes miedo. Haz algo nuevo todos los días. No escuches a la vieja rutina. De hecho, si la mente dice algo, dile: “Esto lo hemos hecho siempre. Ahora vamos a hacer otra cosa”.

Incluso cambios pequeños... en la forma como has estado actuando con tu vida, solo cambios pequeños; en la forma como caminas siempre; en la forma como hablas siempre, pequeños cambios. Y descubrirás que la mente está perdiendo su agarre sobre ti, te estás volviendo un poco más libre.

Las personas creativas llegan más fácilmente a la meditación y más profundamente. Los poetas, los pintores, los músicos, los bailarines, pueden llegar a la meditación más fácilmente que los hombres de negocios, que viven una vida de rutina, absolutamente falta de creatividad.

Cada momento eres nuevo, renacido, la consciencia nunca es vieja. La mente nunca es nueva y la consciencia nunca es vieja.

Has vivido de cierta forma hasta ahora. No quieres vivir de una forma diferente? Has pensado de cierta manera hasta ahora. No quieres nuevos atisbos en tu vida? Entonces, permanece alerta y no escuches a la mente.

La mente es tu pasado que constantemente trata de controlar tu presente y tu futuro. Es el pasado muerto que continúa controlando el presente vivo. Solamente vuélvete alerta sobre ello.

Pero cuál es la forma? Cómo continúa la mente haciéndolo? La mente lo hace con este método: Ella dice: “Si no me escuchas, no serás tan eficiente como yo. Si haces algo viejo, puedes ser más eficiente porque lo has hecho antes. Si haces algo nuevo, no puedes ser tan eficiente”. La mente continúa hablando como un economista, un experto en eficiencia; continúa diciendo: “Esto es más fácil de hacer. Por qué lo haces de la manera difícil? Esta es la manera de la menor resistencia”.

Recuerda: siempre que tengas dos cosas, dos alternativas, escoge la nueva, escoge la más difícil, escoge aquella en la que se necesite más consciencia. A costa de la eficiencia, escoge siempre la consciencia y crearás la situación en la cual la meditación se hará posible. Estas son solo situaciones. La meditación ocurrirá. No estoy diciendo que solo por hacerlas alcanzarás la meditación, pero ayudarán. Proporcionarán la situación necesaria en ti sin la cual la meditación no puede ocurrir.

Se menos eficiente pero más creativo. Permite que ese sea el motivo. No te preocupes demasiado por los fines utilitarios. Más bien, recuerda constantemente que no estás aquí en la vida para convertirte en un producto comercial; no estás aquí para convertirte en un producto utilitario, eso está por debajo de la dignidad; no estás aquí solo para volverte cada vez más eficiente; estás aquí para volverte cada vez más vivo; estás aquí para volverte cada vez más inteligente; estás aquí para volverte cada vez más feliz. Pero eso es totalmente diferente de las maneras de la mente.

La gente anda buscando constantemente claves para controlar a los demás, claves que pueden procurarte más provecho, claves provechosas. Si buscas claves para controlar a los demás, estarás siempre bajo el control de la mente. Olvídate de controlar a nadie. Una vez que abandones la idea de controlar a los demás —esposo o esposa, hijo o padre, amigo o enemigo—, la mente no puede mantenerte agarrado, porque se vuelve inútil.

Es útil para controlar el mundo; es útil para controlar la sociedad.. . Un político no puede meditar. !Imposible! Incluso más imposible que para un hombre de negocios. Un político está al otro extremo. No puede meditar. A veces, vienen a visitarme políticos. Están interesados en la meditación, pero no exactamente en la meditación; están demasiado tensos y quieren cierta relajación.

Vienen a verme y preguntan si puedo ayudarlos, porque están demasiado tensos; su trabajo es tal conflicto continuo, tan embromador, como una carrera de ratas, continúan. Piden algo que les haga tener un poco de paz. Yo les digo que es imposible. No pueden meditar. La mente ambiciosa no puede meditar porque el fundamento básico de la meditación es ser no ambicioso. Ambición significa el esfuerzo por controlar a los demás. Eso es lo que es la política: es esfuerzo por controlar todo el mundo. Si quieres controlar a los demás, tendrás que escuchar a la mente, porque la mente disfruta mucho de la violencia.

Y no puedes intentar cosas nuevas; son demasiado arriesgadas. Tienes que intentar las cosas viejas una y otra vez. Si escuchas las lecciones de la historia, son asombrosas.

En 1917, Rusia atravesó una gran revolución; una de las más grandes de la historia. Pero de alguna forma, la revolución fracasó. Cuando los comunistas llegaron al poder, se volvieron casi como los zares, peores incluso. Stalin mató a millones de personas. Qué ocurrió? Una vez que llegaron al poder, hacer algo nuevo era demasiado arriesgado. Podría no funcionar, no ha funcionado nunca antes, así que quién sabe? Intenta los métodos antiguos que siempre han sido útiles. Tenían que aprender de los zares.

Todas las revoluciones fracasan porque una vez que cierto grupo de políticos llega al poder, tiene que utilizar los mismos métodos. La mente nunca está a favor de lo nuevo, siempre está a favor de lo viejo. Si quieres controlar a los demás, no podrás meditar... Puedes tener absoluta certeza respecto a ese punto.

La mente vive en una especie de sueño, vive en una especie de estado inconsciente. Te vuelves consciente solo muy rara vez. Si tu vida está en un peligro tremendo, te vuelves consciente; de lo contrario, no estás consciente. La mente continúa moviéndose, adormilada. Detente a la orilla de la carretera y observa a la gente y verás sombras de sueños en sus caras. Alguien habla consigo mismo, o hace gestos, si lo miras, podrás ver que está en otro lugar, no aquí en la carretera. Es como si la gente se estuviera moviendo en sueño profundo.

El sonambulismo es el estado ordinario de la mente. Si quieres convertirte en un meditador, tienes que abandonar esta costumbre soñolienta de hacer cosas. Camina, pero permanece alerta. Cava un hueco, pero permanece alerta. Come, pero mientras comes no hagas nada, solo come. Cada bocado debería tomarse con profundo estado de alerta; mastícalo, estando alerta. No te permitas atropellar al mundo. Se aquí, ahora. Siempre que atrapes a la mente yendo a otra parte... siempre está yendo a otra parte, nunca quiere estar aquí. Porque si la mente está aquí, ya no se la necesita más; justamente, en el presente no se necesita la mente, la consciencia es suficiente. La mente se necesita solo allí, en algún lugar en el futuro, en el pasado, pero nunca aquí... Siempre que te vuelvas alerta de que la mente se ha ido a otra parte —estás en París y la mente se ha ido a Filadelfia—, ponte alerta inmediatamente. Sacúdete. Vuelve a casa. Vuelve al punto en el que estás. Comiendo, come; caminando, camina; no permitas que esta mente ande por todo el mundo.

No quiere decir que eso se vuelva meditación, pero ayudará a provocar la situación.

Las personas están viviendo medio dormidas, y han aprendido el truco de hacer otras cosas sin salir de su sueño. Si te pones un poco en alerta, te encontrarás una y otra vez haciendo cosas que nunca quisiste hacer, haciendo cosas de las que sabes que te vas a arrepentir, haciendo cosas que solo el día anterior habías decidido no volver a hacer. Y dices muchas veces: “Lo hice, pero no sé cómo sucedió. Pasó a pesar de mí mismo”. Cómo puede algo suceder a pesar de ti mismo?

Eso es posible solo si estás adormilado. Y continúas diciendo que nunca lo quisiste, pero en alguna parte de ti, profundamente, debes haberlo deseado.

Así es como te escondes de ti mismo. Detén esos trucos. Se sincero con tu mente y dejarás de estar atrapado por ella.

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